Chapter 1: SEMANA 1
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“Incomodo” era la palabra que más se ajustaba a la situación de Seungjun. Estaba en la biblioteca esperando a que su compañero, Hyojin, hiciera acto de aparición.
A los ojos de Seungjun, su compañero no era más que una persona egoísta, frio, sarcástico, serio e insoportable.
Para su mala suerte, ambos estudiantes no se llevaban bien que digamos. Su enemistad venía de años atrás, arrastrada por circunstancias familiares. Podríamos decir que su relación se basaba a lo necesario dentro del salón de clase y de la escuela, fuera de ella, se ignoraban completamente. Sin embargo, esta situación era muy diferente…
El profesor los había asignado como parte de los equipos para un proyecto especial importante. El silencio se había formado en el salón en el momento en el que los nombre de los dos estudiantes habían sido nombrados juntos para formar un equipo.
- ¿Hay algún problema? –el profesor miró con atención a la clase, notando la tensión que se había formado. Al ser nuevo en la escuela, era el único que ignoraba la situación.
- Si – respondió Minkyun desde su lugar, incomodo – ellos dos no se llevan bien.
El maestro formó una línea con sus labios y se tomó un momento antes de continuar.
- Bien… Pues espero que arreglen sus diferencias mientras realicen el proyecto – Eso fue todo. El maestro retomó su clase de forma habitual ignorando la tensión persistente en el lugar.
Seungjun volteó a ver a Hyojin por el rabillo del ojo. Lucía tranquilo, pero la expresión de sus ojos le decía que tampoco le agradaba la idea. Acabando la clase, cuando la mayoría había dejado el salón, se acercó a su nuevo compañero.
- ¿Crees que puedas ir a la biblioteca después de clases para que organicemos el trabajo? –observó con atención a su compañero.
- Si, como sea – respondió cortante sin voltear a verlo. Tomó su mochila y se retiró.
Seungjun volvió a la realidad y dejó escapar un suspiro pesado. Llevaba más de media hora esperando y su compañero de las próximas cinco semanas seguía sin aparecer. Sus dedos tamborileaban sobre la mesa, mientras le echaba una mirada al reloj que este avanzaba sin dar tregua. Irresponsable. Una palabra más para su lista. Estaba contemplando la idea de irse, cuando lo vio llegar.
- ¿No habíamos quedado en vernos después de clases? – soltó irritado.
- Lo importante es que ya estoy aquí – Hyojin se limitó a responder. Colocó su mochila encima del escritorio y tomó asiento.
Era obvio que no se pensaba disculpar.
- Disculpa, pero mi tiempo también es importante – recriminó Seungjun.
- Yo nunca dije lo contrario – se encogió de hombros.
- Con esa clase de actitud dudo que podamos lograr algo.
- Habla por ti. Mi manera de hablar no tiene relación alguna con mi forma de trabajar... Y bien, ¿qué debemos hacer?
- ¿No se supone que los dos estábamos en el salón de clase? – estaba incrédulo – ¿Ya no lo recuerdas?
Hyojin apretó la mandíbula, pero decidió ignorar el tono en el que le había sido hecho la pregunta.
- Yo lo decía como retroalimentación – dijo entre dientes – Sé perfectamente que el estúpido proyecto consiste en elegir una forma de arte y hacer 10 de ellas, acerca de historia universal. Además de hacer una síntesis de cada una, en el que se explique el antes, durante y después de ese acontecimiento.
Seungjun escuchó atentó y asintió con la cabeza satisfecho.
- Ahora que los dos tenemos claro… ¿Qué vamos a hacer? – lo miró expectante.
- ¿No pudiste pensar en algo en lo que esperabas? – preguntó Hyojin, fastidiado.
- Disculpa, pero no creí que demorarías en llegar. Además, no pensé que serías de los que dejan que los demás hagan las cosas…
- Y yo pensé que eras de los que manejaba mejor las situaciones…
El momento quedó suspendido, ambos se miraron con odio y la tensión iba en aumento.
- Iré a buscar un maldito libro – Seungjun se limitó a decir y se levantó de su asiento.
- Que sean dos – añadió Hyojin, sin molestarse en ayudarlo.
- Ni que fuera su maldito camarero – maldijo por lo bajo para que él otro no lo oyera.
Quería romperle la cara ahí mismo, pero ni un reporte, ni un regaño en casa valían la pena. Su padre le había dejado muy en claro que cualquier cosa que exista entre las familias, no debería ser excusa para buscar peleas en la escuela.
Recorrió los títulos en el pasillo de historia, buscando algo decente para trabajar. Con tantos autores, la elección no era fácil. Tomó un libro, lo hojeó y lo descartó, muy viejo; el siguiente también lo dejó, letra muy pequeña; y así fue, hasta que llegó Hyojin y lo hizo a un lado. Seungjun abrió la boca para reclamarle, pero este ya había tomado dos libros y se largó sin siquiera voltear a verlo.
- Tardas demasiado – añadió antes de dar vuelta en el pasillo.
Seungjun rodó los ojos, pero se mordió la lengua. Al menos, su compañero mostraba señales de querer aportar algo a su proyecto y regresó a su lugar. Hyojin desde su asiento revisaba uno de los libros y el otro estaba en el lugar de su compañero. Seungjun se colocó en su asiento y revisó el libro que había agarrado.
Para haber sido al azar, había tenido suerte. El libro parecía completo y decente... podrían trabajar con él.
- Y con esto… ¿tienes una idea de lo que podemos hacer? – miró a su compañero.
- He visto el libro por al menos de cinco minutos – murmuró, sin despegar de la vista de la página – es difícil dar una respuesta a eso.
¿Seungjun estaría pagando alguna clase de castigo por su vida pasada? Continúo hojeando el libro, desinteresado. Esperando que su compañero dijera algo. Ambos retomaron lo que hacían sin decir nada por varios minutos, qué habían sido como una eternidad, hasta que Hyojin lo rompió.
- ¿Tienes alguna opinión? – colocó el libro en la mesa.
- ¿A qué te refieres? –preguntó Seungjun, extrañado.
- Sobre el libro – su voz mostraba una ironía irritable.
- Ya sé que hablas del libro – contraatacó entre dientes – Lo que quiero decir es, ¿Qué tipo de opinión esperas?
- ¿Alguna parte del texto llamó tu atención? – volvió a preguntar de manera tranquila.
- No, ni siquiera lo leí – Seungjun lo miró incrédulo.
¿Acaso quería que leyera todo el libro en una sola tarde? ¿Qué más quería? ¿Qué se aprendiera el repertorio de Michael Jackson? Demente. Otra palabra a su lista.
- ¿Entonces qué estuviste haciendo todo este tiempo? – reclamó Hyojin.
- Solo estuve hojeando el libro.
- ¿Y nunca se te ocurrió leer algo?
- Bueno, leí algunos párrafos – Seungjun sedefendió – Nunca leí un capítulo entero.
- ¿Y así pretendes que iniciemos el proyecto?
- ¿De qué estás hablando? – ahora era el turno de Seungjun de reclamarle – Agarraste los libros, te sentaste y ni siquiera me dijiste lo que tenías en mente. ¿Cómo se supone que vamos a trabajar así?
- Esto es un trabajo de historia. Se supone que debemos tener una idea general de lo que vamos a hacer.
- ¿Y qué vamos a hacer? Si se puede saber – estaba exasperado – Ni siquiera sabemos si haremos escultura, cerámica o algo por el estilo.
Seungjun iba a perder los estribos. No sabía qué estaban haciendo, ni en qué estaba pensando el otro.
- Vamos de nuevo… – Hyojin mantuvo la calma – ¿Qué notaste del libro? Porque leerlo no fue una opción para ti.
Seungjun quería golpearlo, aventarle el libro o simplemente largarse. Respiró hondo.
- El libro parece muy bien estructurado, tiene información necesaria sin caer en lo aburrido o cansado. Creo que nos podría servir para lo que queremos.
- Opino lo mismo que tú… Excepto que con lo que YO SI alcancé a leer, la información… - Seungjun lo interrumpió.
- ¿Sería mucho pedir que dejes tus sarcasmos a un lado? Quisiera poner de mi parte, pero tu actitud me lo está dejando muy difícil.
- Ahora resulta que yo tengo la culpa… Si tienes un libro en la mano, es para leerlo, no para que únicamente pases las hojas.
- ¿¡Perdiendo el tiempo!? – estaba indignado a este punto – Tú llegaste tarde, no sé cómo te atreves a reclamarme.
- Al menos estoy intentando hacer un avance, no como tú, que tu pensamiento más inteligente fue ver el libro como si se tratase de un libro para niños.
- Ay, disculpe usted. Es mi culpa por no saber leer la situación…
- Claro, y luego el de la mala actitud soy yo.
Seungjun esperó una disculpa adicional… Que nunca llegó. ¿Hyojin era un cínico o era simplemente un idiota?
- ¿Y ya? ¿Nada más piensas decir eso en tu defensa? – le reprochó.
Hyojin se limitó a encogerse de hombros y miró a su compañero. Seungjun quería irse de ahí cuanto antes, pero si no avanzaban hoy, dudaba de que lo pudieran hacer después. Ambos estaban en un punto en el que les iba a resultar difícil cooperar, tuvo que buscar otra opción.
- Así no solucionaremos nada... – relajó su voz – Mejor que cada quien lea su libro por su parte. Mañana lo discutimos con la mente relajada y abierta – concluyó.
- ¿Me lo estás preguntando o me lo estás diciendo? – puntuó Hyojin, con las cejas arqueadas.
- IMBECIL – exclamó Seungjun, sin mostrar menor preocupación por el lugar en el que se encontraban. Se levantó abruptamente y tomó su mochila – Haz lo que quieras. Quédate. Vete. Me da igual. Ya no soporto esta situación – se alejó con zancadas largas, aumentando la distancia entre ellos para evitar asesinar a su compañero ahí mismo.
La bibliotecaria estuvo a punto de llamarles la atención, pero Seungjun ya se había marchado. Así que solo observó a Hyojin, con advertencia en sus ojos antes de volver a su lugar.
***
Después de lo sucedido en la biblioteca, Hyojin había llegado a casa. Estaba agotado, tanto física como mentalmente. Su padre estaba en la sala de la casa viendo la televisión mientras que su mamá estaba en la cocina, probablemente calentando la comida.
- Hola, hijo ¿Cómo te fue? – saludó su padre.
- Bien – se limitó a decir, mientras dejaba su mochila en la entrada.
Ni en mil años le diría a su padre “oye, estoy en un estúpido proyecto con Seungjun y seremos un equipo por la próximas 5 semanas”. Si a él no le agradaba la situación, su padre lo tomaría peor. Él no querría que él conviviera demasiado con la pandilla enemiga. Hyojin se quería ahorrar los problemas, así que se limitó a lo necesario y a lo más seguro. Se acercó a la cocina y saludó a su mamá.
- ¿Necesitas ayuda? – preguntó Hyojin.
- Termina de poner la mesa, por favor.
Hyojin se acercó a la mesa, donde estaban sus dos personas favoritas en el mundo: Haeun y Harin. Sus dos hermanas pequeñas, ambas gemelas de 8 años nacidas en verano, de ahí el origen de sus nombres. Estaban coloreando sus libros.
- Hola, niñas. ¿Cómo les fue hoy?
- Hoy hicimos muchas actividades en la escuela – respondió Harin sin despegar la atención de su libro – Como aprender las tablas, saltar la cuerda...
- Y aprender sobre los animales agua… Agua… ¡aguados!
- Acuáticos, Haeun – corrigió su gemela.
- Cierto… Y la maestra nos llevará a una excursión a esos lugares donde ellos viven – frunció el ceño pensando en la palabra – ¿Cómo se llamaba?
- Aguario – completó Harin con confianza.
- Acuario – corrigió Hyojin con una sonrisa.
- Eso fue lo que dije – Harin lo observó extrañada.
Hyojin río y revolvió con cariño el cabello de la niña. A veces, todavía les resultaba difícil pronunciar las palabras.
- Es hora de comer, niñas. Mamá pronto traerá la comida. Debemos despejar la mesa.
Las niñas sin esperar dos veces, recogieron sus pertenencias de la mesa y se bajaron de sus sillas para acomodarlas en su lugar asignado. Por lo tanto, Hyojin acomodó los utensilios que usarían.
La comida transcurría sin problemas y se formó una plática tranquila, hasta que Harin preguntó:
- Mamá, ¿porque nosotras no vamos a la misma escuela que nuestros vecinos? – la tensión se formó en la mesa – nosotras vamos a un lugar más lejos de la colonia.
- Hija, eso es porque-
- Porque si nosotros no podemos recogerlas, lo puede hacer tu tía Song – solucionó Seongho, el padre de Hyojin
- Oh – la repuesta le pareció ser suficiente a Harin y volvió a enfocarse en su comida.
Aunque los mayores intentaron actuar como si nada, la incomodidad en la mesa seguía latente. Terminando de comer, su madre les dijo a las niñas que debían subir a cambiarse los uniformes y a asearse, dejando a los dos hombres en el comedor.
- ¿Cómo te fue en la escuela? ¿Todo bien? – preguntó su padre, vagamente. Aunque Hyojin sabía a qué iba.
- Si, pero no encontré nada sospechoso. A quien sea que estemos buscando, se está escondiendo muy bien. Ya investigué a los nuevos maestros y a los nuevos alumnos, pero ninguno parece tener una actitud extraña o misteriosa. Tal vez debamos buscar en las calles, pero será más complicado.
- ¿Y cómo está Kyungmi?
- No he podido ir a visitarla, pero me ha dicho que su recuperación va bien, a lo mejor en un par de meses le den el alta.
- ¿Y han encontrado a alguien más en su situación?
- No, por ahora. Por ahora, ella es la única afectada de nuestra gente. Sin embargo, desconozco si la otra pandilla está lidiando con una situación similar. A veces, intento escuchar sus conversaciones sin éxito alguno.
- Deberías ir con cuidado. No quiero que empiecen a sospechar que esto comenzó de nuestro lado, les será muy fácil culparnos.
- No te preocupes. Sé lo que hago – tranquilizó a su padre con confianza.
- Y cualquier cosa me tienes informado.
La conversación se desvaneció brevemente.
- ¿Quieres ver una película? Ya no tengo trabajo por el día de hoy.
- Con la condición de que tu hagas las palomitas – Hyojin sonrió.
Chapter 2: SEMANA 2
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Ahora era turno de Hyojin de esperar a Seungjun en la biblioteca. No llevaba mucho tiempo en su asiento, pero su intuición le decía que él tomaría venganza por hacerlo esperar la ocasión pasada.
Ambos se habían evitado en el salón de clases y Hyojin estaba seguro de que Seungjun todavía estaba enojado por su actitud anterior. ¿Pero que podía hacer? Seungjun tampoco había sido muy inteligente al únicamente hojear un maldito libro. Tampoco iba a dar explicaciones acerca de su retardo.
Era suficiente con haberse presentado.
Cinco minutos después, Seungjun llegó y tomó asiento.
- ¿No te piensas disculpar? – inquirió Hyojin.
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAA que gracioso – sonrió fingidamente y su semblante se tornó a uno serio, asesinándolo con la mirada – el chiste se cuenta solo.
- ¿Todavía sigues enojado?
- Pues el trabajo me importa tanto qué tenía planeado llegar con buena actitud, pero no sé si me lo dejarás fácil…
- No puedo prometer nada – Hyojin levantó las manos en señal de rendición. Seungjun soltó aire, resignado.
- En fin. Acabamos de perder una semana de trabajo, así que lo ideal será empezar de una buena vez. ¿Tienes el libro?
Hyojin lo sacó de su mochila y Seungjun hizo lo mismo.
- Lo pedí prestado a la biblioteca al día siguiente – comentó Seungjun.
- Bien, yo también.
- Incluso hice un resumen y lo pasé a una libreta – Seungjun sacó el objeto en cuestión.
- Mmm… Yo lo pasé a la computadora – Hyojin mostró unas hojas y Seungjun miró sorprendido la cantidad de estas.
- ¿Tecleaste todo esto?
- No actúes sorprendido. ¿Sabías que una de las razones de la invención de la mecanografía es ahorrar tiempo? A menos de que sepas taquigrafía, no entiendo cómo lograste escribir todo eso sin que se te cayera la mano.
- De esta forma puedo entender el tema… No espero que lo entiendas.
Y él no quería hacerlo.
- Como sea. ¿Cuál es tu opinión del libro?
“Ya que ahora si lo has leído” pensó Hyojin, mordiéndose los labios. Cualquier movimiento en falso los atrasaría una semana más.
- El libro está bien redactado y estructurado. Nos podría servir de mucho para la síntesis...
- Opino lo mismo. Así podremos acabar rápido este trabajo y olvidarnos de que esto alguna vez sucedió.
- Estoy de acuerdo… ¿Y qué haremos de arte?... ¿Tienes alguna idea?
- No tengo nada. ¿No pudiste pensarlo en estos días?
Seungjun frunció el ceño ante el reproche.
- Disculpa, pero hasta donde sé, el trabajo era en equipo. No podía tomar una decisión por mi cuenta sin consultarte.
- Y aun así te fuiste el otro día sin tomar en cuenta mi opinión…
Hyojin no lo admitiría en voz alta, pero hacer enojar a su compañero le empezaba a resultar divertido.
- Te estabas portando como un imbécil – se justificó– Si creías que iba a tolerar tus estupideces, estabas muy equivocado.
- Lo siento en ese caso, pero mi pregunta de ese momento era de verdad genuina. Parecía que estabas tomando una decisión sin siquiera preguntarme primero.
Seungjun entrecerró los ojos.
- ¿Acaso te quieres hacer la victima?
Hyojin se encogió de hombros.
- Tómalo como quieras. Nada más te estoy diciendo mi versión de la historia.
Seungjun lo atravesó con los ojos por unos segundos, odiándolo. Soltó aire y sacó su teléfono.
- ¿Qué haces? – preguntó Hyojin.
- Estoy googleando los tipos de arte… Como ninguno de los dos trajo una idea y no podemos quedarnos de brazos cruzados... esta es nuestra mejor alternativa.
- ¿Qué otra cosa hay aparte de dibujo, pintura, escultura?
- Muchas otras cosas más…
“Idiota” pensó Seungjun para sus adentros.
- Como digas… – Hyojin desvió los ojos, observando a su alrededor. No quería darle atención innecesaria a su compañero, hasta que este le habló.
- Esta página enumera los tipos de arte… danza, música, cinematografía, cerámica, joyería…
- ¿El cine es un arte? – fue lo mejor que Hyojin pudo decir.
Seungjun lo miró inexpresivo y formó una línea con su boca.
- ¿Acaso no lo sabías? – preguntó engreído – ¿Qué nunca has escuchado en la tele hablar sobre el séptimo arte?
Hyojin negó con la cabeza y Seungjun quiso golpear su cabeza contra el escritorio. No podía creer que su compañero fuera tan... despistado. Quería gritarle lo ignorante y estúpido que era y quería maldecir al universo por juntarlos en un equipo, pero no quería seguir perdiendo el tiempo. Además, no serían bienvenidos en la biblioteca si volvían a gritarse mutuamente. Soltó otro suspiro.
- ¿Sabes qué? Olvídalo. Necesitamos elegir un tipo de arte de aquí… pero todas se leen costosas o difíciles… - Seungjun leyó y releyó sus opciones.
Hyojin se acercó con cuidado para también leer el texto.
- ¿Qué haces? – preguntó Seungjun, al notar la cercanía de su compañero.
Hyojin se sobresaltó.
- ¿No es obvio? También quiero leer lo que tú estás leyendo. Actúas como si fueses a ser el único que hará el proyecto.
Seungjun se quedó callado. En parte era cierto, desde su comentario del cine dudó de la capacidad intelectual de su compañero. Estaba siendo cruel y prejuicioso… Además, ser el líder en un equipo de dos personas era ridículo.
- Bien – Seungjun movió su brazo con cuidado para que Hyojin tambien leyera las opciones, estaban levemente cerca, pero sin tocarse.
Los segundos pasaron. Seungjun empezó a ser consciente de la cercanía del otro y eso lo incomodó. No todos los días tienes que estar lidiando con tu enemigo de años en un proyecto escolar super importante.
- ¿Y qué dices? – preguntó Seungjun.
- Pienso que la pintura es nuestra única opción… y la mejor.
- ¿Eso crees? Yo pienso que todas por si solas son difíciles… pero este es mejor a nada.
- Genial… ¿y de que hablaremos?
Por fin era el momento para que Seungjun desahogara todo el coraje que venía guardando desde la primera reunión.
- Eso debimos verlo el primer día – siseó – Acabamos de hacer un resumen de un libro y es muy probable que más de la mitad quede descartado porque no estará relacionado con el tema del proyecto.
- ¿Y qué? ¿ahora me vas a reclamar?
- ¡Por supuesto! La otra semana me reclamaste acerca de no leer el libro, cuando lo ideal debió haber sido elegir un tema y un arte primero.
- ¿Y por qué no lo dijiste en su momento?
- Porque tu actitud de mierda no ayudaba mucho que digamos y eso ya te lo había dejado en claro… – Seungjun cerró los ojos y se masajeó la sien, frustrado y se repitió a sí mismo en forma de mantra – ya no quiero discutir… ya no quiero discutir…
- Pero si fuiste tú quien lo empezó – contraatacó Hyojin.
- Ahora yo lo termino.
- ¿Ya estás mejor?
Seungjun lo fulminó con los ojos.
- No del todo, gracias por tu preocupación. Lo mejor sería continuar – Seungjun agarró su libreta y se la pasó a Hyojin – toma. Tu lees mi trabajo y yo el tuyo. Así encontraremos puntos de vista intermedios…
- … Y podremos encontrar la temática de los dibujos – completó Hyojin.
- Si – respondió Seungjun, no muy animado.
Hyojin le pasó sus hojas y ambos leyeron el trabajo del otro.
- ¿Opiniones? – preguntó Hyojin después de un tiempo.
- ¿Quieres que te diga la verdad? – preguntó Seungjun con las cejas alzadas.
Hyojin ya sabía a qué iba la cosa y decidió ir primero.
- Tu resumen está bien estructurado y bien hecho. Me sorprende que lograras resumir un libro demasiado extenso sin omitir los detalles importantes y le diste congruencia, estoy asombrado… Adelante – se preparó mentalmente para lo que se venía.
- Okey – Seungjun tomó aire – Este resumen no parece resumen. No sé si sea mi mera percepción u otra cosa; pero tu trabajo es todo lo contrario. Está demasiado largo, lo cual no nos ayudara para la síntesis; no tiene coherencia, se pierden detalles importantes y los detalles que no son importantes, se encuentran aquí. No es por menospreciar tu esfuerzo, pero no creo que lo lleguemos a usarlo como referencia, además de-
- Si, si, si – interrumpió Hyojin, soltando un suspiro harto – Al leer tus apuntes, me doy cuenta de que el mío es un asco. Lo importante es que lo hice e intenté poner de mi parte.
- ¿De nuevo haciéndote la victima?
- No, lo digo en serio. Puedo ser un hijo de puta en ocasiones, pero reconozco que hacer resúmenes nunca ha sido lo mío, pero no me podía dar el lujo de que perdiéramos más tiempo.
Hyojin tenía un punto.
- Entonces… ¿Estás de acuerdo que deberíamos usar el mío para la síntesis?
- Como sea… Hemos estado evadiendo el tema. ¿De que tratará el proyecto?
Seungjun pensó un momento en esa pregunta.
- A mí me gustó la historia de América – añadió.
- ¿El país?
Darse un sape en la frente estaba de más a estas alturas.
- No, del continente – contestó lo menos sarcástico que pudo.
- Ah
- En fin. Me gustó mucho su civilización antes de la conquista española, lo cual sería una buena idea para el trabajo. ¿Tú que propones?
- Me gustó más el tema de la revolución industrial en Europa. Marcó una etapa importante para la tecnología y la modernización… – hizo una pausa – No hay punto medio en nuestros temas.
- No, no lo hay.
Ambos se quedaron callados pensando en algún otra idea que aportar. Hyojin en sus ideas, algo le llamó su atención al fondo de la biblioteca… era una obra de estilo tradicional coreano, pero hecho en la era moderna.
- ¿Y si usamos el antes y después? – preguntó al aire.
Seungjun lo miró extrañado.
- ¿A qué te refieres?
- Antes de esos eventos, cada civilización era diferente, cada uno con estilos de vida muy marcados, pero un evento los cambió por completo. ¿Me vas siguiendo? – Seungjun asintió – podríamos hablar de eso. Son 5 continentes, por lo que podemos hacer el antes y el después de esos eventos importantes… ahí tenemos los diez cuadros que nos pide el proyecto.
Seungjun se tomó un momento para procesar las palabras.
- No suena nada mal.
Un alivio inmediato se sintió en el aire.
- Ya tenemos el tema, los resúmenes y el arte. Por fin podremos comenzar con el proyecto – enumeró Seungjun.
Hyojin observó la hora en su reloj.
- Si vamos a decir o hacer algo más, este es el mejor momento. Tengo que ir a un lugar.
- Mmm… que cada quien haga una muestra para mostrar su visión del trabajo – sugirió Seungjun.
- Está bien. ¿Cuándo nos volveremos a reunir? ¿El miércoles? – Hyojin guardó sus hojas en la mochila.
- No puedo. Elige otro día.
- ¿Mañana?
Seungjun arrugó la nariz.
- Muy pronto.
- ¿Entonces estás diciendo que lo dejemos para el jueves? Perderemos dos días… El miércoles no suena tan mal insistió Hyojin – Aunque sea para darnos un update rápido, no podemos dar el lujo de perder más tiempo.
- Ya te dije que yo no puedo – continuó cortante.
- ¿Qué te impide hacer una reunión de al menos 10 minutos? ¿Acaso no le quieres dar la importancia que merece?
- No, no es eso-
- ¿Y entonces? – Hyojin siguió insistiendo.
- Es que tengo algo importante ese día.
- ¿Por qué tanto misterio? ¿De verdad es tan importante lo que tienes que hacer ese día?
Seungjun vaciló. No quería decirlo en voz alta, pero tampoco podía seguir esquivando la pregunta.
- Es el aniversario de la tía Nabi.
La atmosfera se volvió densa de forma abrupta. Hyojin no esperaba esa respuesta y se sintió incomodo.
- Oh.
Seungjun descendió la vista. Guardó sus cosas con calma y se puso de pie, sin mirar al otro.
- Nos vemos después.
Sin decir nada más, se fue. Hyojin se quedó ahí, hundido en sus pensamientos.
***
Seungjun llegó a casa. Su familia ya estaba reunida alrededor de la mesa comiendo. Su madre, Soyun, lo saludó y su padre lo invitó a sentarse. Su hermana mayor, Seunghee, se levantó para servirle un plato. Pasaron unos minutos comiendo tranquilos, cada uno contando como le fue en el día.
Seunghee estaba en la universidad al otro lado de la ciudad, por lo que se tuvo que mudar y en ocasiones como esta los visitaba. Su hermano menor, Yuto, estaba en el último año de la secundaria. Su mamá se dedicaba al cuidado del hogar, mientras que su padre era electricista en la colonia.
La comida iba transcurriendo tranquilamente, hasta que la conversación se dirigió a Seungjun.
- Escuché que estás en un proyecto con el hijo de los Kim – comentó su padre, Giwon, acusatoriamente y Seungjun sintió un frio recorrer su espalda.
Todos en la mesa guardaron silencio y fijaron su vista en él.
- Si – intentó disimular los nervios – es para un proyecto escolar. No es la gran cosa – ingresó un pedazo de alimento a su boca, apartando los ojos de su padre.
- ¿No pudiste hablar con el profesor acerca de un cambio?
- El profesor es nuevo. No lo entendería.
- Debiste insistir.
- Lo sé, pero tú me has dicho que nada es excusa para buscar problemas en la escuela.
- Esto es diferente. Mi propio hijo va a trabajar de cerca con el sobrino del asesino de su tía. ¿Tú crees que esa situación me agrada? – el tono de su padre era frio.
- No – Seungjun mantuvo su vista en la mesa, culpable.
- ¿Crees que todavía puedas pedir un cambio? – insistió su padre, tranquilo.
- No creo que sea posible… es la segunda semana y detener nuestro trabajo nos retrasará a nosotros y a mis compañeros. Causaremos muchos problemas.
Giwon apretó la mandíbula.
- Bien, pero te advierto que no pases más tiempo con él de lo debido y limítate a la escuela ¿Quedó claro?
- Sí, papá – suspiró Seungjun – no tendrás nada de qué preocuparte.
- Y procura no hablar con él el miércoles. Insultarías la memoria de tu tía si hablas con alguien de esa familia.
- No lo haré.
- No está de más decirte que te mantengas alejado de su familia…. Ellos-
- Querido, ya basta – regañó su esposa – Acabas de arruinar el ánimo de la mesa. Deja a Seungjun tranquilo, no es necesario que lo trates de esa forma, sobre todo en frente de sus hermanos...
Seungjun agradeció la intervención. No podía seguir soportando las acusaciones de su padre. Aunque las ganas de seguir comiendo se habían desvanecido, debió hacerlo para no preocupar a su madre.
Cuando terminó, Seungjun agradeció y subió a su habitación sin hacer demasiado ruido. Le dolió que su padre dudara de él y lo pusiera en esta situación. Durante años Seungjun y Hyojin se han evitado en la escuela, incluso han compartido salón por años ¿Qué había de diferente esta vez? “No es que de la noche a la mañana fueran a ser mejores amigos”
En el fondo, deseaba que esta rivalidad no existiera, que el dolor de su familia nunca hubiera ocurrido y así, tal vez, esta clase de situaciones incomodas no existirían.
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Seungjun estaba en la biblioteca esperando a Hyojin. Parecía que no conocían otro lugar, pero era el único espacio en el que podían trabajar sin captar atención ajena innecesaria. Era una novedad que estuvieran trabajando en conjunto a pesar de la rivalidades familiares. La escuela, era la escuela.
Sin embargo, Seungjun debía dibujar una línea cada vez más notoria entre ambos. Su padre tenía razón: no debía relacionarse demasiado con el responsable de la muerte de su tía.
El día de anterior había salido temprano de la escuela para ir en familia al cementerio donde estaba enterrada. Ver a sus abuelos y padre destrozados recordándola por su pronta partida, era un constante golpe en su corazón y en su familia cada año. Un recordatorio de la fractura que hubo en su familia.
La tía Nabi había fallecido a una edad joven. Mamá siempre hablaba de como envidiaba su belleza y ciertamente, ella era muy bonita. Incluso los vecinos la recordaban con gran cariño, demostrando el impacto que tuvo en sus vidas.
El tío de Hyojin, Jungsoo, había sido responsable de esa muerte y había salido inocente durante su juicio. Su padre siempre había culpado a la policía por la falta de competencia e injusticia en el país. Aunque él hubiera querido hacer justicia con sus propias manos, no quería causarle más dolor a sus padres que acababan de perder a su única hija, con su único hijo tras las rejas. Por lo contrario, decidió que lo mejor era cuidar de los suyos de manera más cercana.
Ese odio se pasó a Seungjun y a sus hermanos dividiendo a la colonia en dos: Quienes defendían la inocencia de Jungsoo y quienes lo culpaban, dando origen a las pandillas. Personas, en su mayoría jóvenes, quienes velaban por la seguridad y el bien de la comunidad. Los adultos, debido a sus responsabilidades o trabajo, ocasionalmente se mantenían al día con la situación para saber cómo actuar, aunque trataban de no involucrarlos a menos de que fuera necesario.
Hyojin y Seungjun tuvieron la suerte o la desdicha de ser de la misma edad. Por lo que tuvieron que ser nombrados lideres casi al mismo tiempo, hasta que entren a la universidad. Sunghee no había aceptado el cargo cuando su padre se lo había ofrecido, pero eso no le impidió ser participe ocasional, dejando a alguien más en el puesto, hasta que Seungjun tuvo la edad suficiente para tomarlo.
Aunque la mayoría de las veces, la situación era tranquila, había días como estos que le recordaba por qué y por quienes lo hacían.
- Ya estoy aquí – anunció Hyojin, sacándolo de sus pensamientos. Dejó su mochila en el escritorio.
- Ajá – respondió, sin mirarlo directamente y jugando con su lápiz entre manos.
Hyojin no había notado la rara actitud del otro.
- ¿Hiciste la muestra que habíamos dicho?
- No.
Hyojin suspiró.
- Okey… Yo tampoco lo hice… surgieron cosas…
- Si.
- Entonces… ¿deberíamos analizar que usaremos en la síntesis?
- Claro.
HYOJIN estaba empezando a sospechar que algo había pasado y decidió corroborarlo.
- Sabes… lo he estado pensando y sería buena idea cambiar a cerámica. Investigué sobre el tema y no suena nada mal, no es difícil y las clases son baratas si buscamos el lugar correcto – Hyojin puso atención para notar algún cambio en su semblante.
- Me parece bien – Seungjun seguía con su expresión ausente y jugando con el lápiz.
- Okey – Hyojin suspiró, harto – ¿Sucede algo? ¿Dije algo malo la otra vez?
- ¿Por qué lo dices? – Seungjun se veía ido.
- Porque estás muy distante…. Oye, acabo de mencionar la estúpida idea de la cerámica y ni te inmutaste. En otras circunstancias me hubieras dicho que esa idea ya no tenía sentido alguno y de que era estúpida…
- ¿Ah, sí?
- Y aquí vamos de nuevo… ¿Me puedes decir que está pasando? ¿Por qué actúas de esa manera? ¿Por qué sdas respuestas cortas? Si sigues así perderemos otra semana de trabajo y no será nada fácil hacer todos los cuadros.
Seungjun apretó el lápiz entre sus manos.
- No ocurre nada – apretó los dientes.
- ¿Estás seguro? – desafió Hyojin – Si es así… ¿Por qué no volteas a verme?
Seungjun sintió su estómago revolverse. Luchó contra sus pensamientos internos. No quería problemas con su padre por culpa de Hyojin y tampoco quería problemas en la escuela por no hacer el proyecto, pero la escena de ayer y el dolor de la plática del día anterior a ese con su padre no ayudaban. Estaba atrapado.
- Es tan fácil hablar para ti – Seungjun por fin se atrevió a hablar – tú no tienes que lidiar con esta situación.
- Oye, fui un idiota lo admito, pero ahora estoy poniendo de mi parte. Este trabajo-
- No me refiero al proyecto. Me refiero a toda esta situación entre nuestras familias. Tú no tienes que cargar en tu conciencia con la muerte de un ser querido muy cercano. No tienes que cargar con la responsabilidad de mantener el orgullo de tu familia. No tienes que estar en un dilema moral sobre lo correcto…
Hyojin optó por callar, meditando la situación antes de responder.
- No, pero mi familia carga con el peso de que mi tío fue acusado falsamente, arruinando su reputación, su vida y su motivación para vivir, tuvo que vivir dos meses en la cárcel hasta que se aprobó su inocencia.
Seungjun rio amargamente.
- ¿Inocencia?
- Si, inocencia. ¿Nunca te has puesto a pensar lo que pasó realmente ese día? ¿Solo te limitaste a la versión de tu familia?
- La versión de mi familia es la única que importa. Nabi era parte de nuestra familia-
- Sin embargo, no eran los únicos con los que ella convivía…
- Si, y por eso terminó en malos pasos.
- Ya no somos quien para juzgar eso – el ambiente se pausó por un momento – Si la policía encontró inocente a mi tío fue por algo.
- Si, por que fueron unos incompetentes resolviendo el caso.
Hyojin entrecerró los ojos.
- ¿Sabes? Tienes razón. Si son unos incompetentes, pero no por lo que tú crees – Hyojin suspiró profundamente – Como es obvio que tampoco podremos avanzar hoy, me iré primero. Nos vemos mañana, el viernes o quizás, hasta el lunes.
Hyojin tomó su mochila y se fue. Seungjun pateó la silla que estaba en frente suyo y pasó sus manos por su cara. Se sentía terriblemente abrumado por todo y por todos. Seungjun desearía que fuera posible el no sentir, aunque sea por un día.
****
Hyojin después de pasar a su casa, comer y cambiarse de ropa, se fue directo a la cancha de básquetbol, donde lo esperaban miembros de la pandilla.
- Hyojin, llegas tarde hoy – anunció Wyatt, el mayor del grupo de básquet. Jugaba con una pelota rebotándola.
- Si, tuve que pasar a la biblioteca de la escuela.
- Escuché que estás trabajando en un proyecto con el hijo de los Lee, ¿es cierto? – Hyojin asintió – ¿Y tu padre lo sabe?
- No le he dicho nada – Hyojin tomó la pelota y empezó a maniobrar con ella – No quiero problemas con él.
- ¿Y por qué no hablaste con el profesor?
- No quería problemas en la escuela. El profesor no entiende lo complejo de la situación.
Wyatt lanzó un silbido ante el dilema del joven.
- ¿Y cómo es trabajar con él?
Hyojin pensó sus palabras antes de responder.
- No hemos trabajado mucho. Tenemos diferentes puntos de vista. Los primeros días fue un histérico y no se doblegaba tan fácil – suspiró agotadoramente recordando su primer encuentro – Aunque hoy se portó muy distante.
- ¿Distante? ¿No sería algo normal en sus circunstancias?
- Tal vez… – Hyojin pensó sus palabras – En el segundo encuentro, ya habíamos llegado a una clase de tregua para hacer el proyecto. Sin embargo, hoy fue diferente… Incluso, por primera vez hablamos directamente sobre lo sucedido con Nabi.
El semblante de Wyatt se descolocó.
- ¿Estás hablando en serio?
- Muy en serio – Hyojin detuvo la pelota – Nunca habíamos tocado el tema de frente, pero sabíamos que estaba latente.
Era cierto. Aunque ambos fueron criados para odiarse mutuamente por ese conflicto, era un tema tabú. Nunca se hablaba de ello, por respeto a Nabi y a su familia.
- ¿Y que su aniversario no había sido hace poco?
- Si – dijo cortante.
Hyojin recordó el lunes que le había insistido a Seungjun de darle una respuesta del porque no estaba de acuerdo en reunirse el día anterior.
- Tiene sentido el por qué se puso así – concluyó. Hyojin le dio la razón con su silencio – ¿Y tú tío?
- En la noche fue al cementerio como cada año. Ya sabes. Para no encontrarse con ellos.
- Lo hace sin falta, ¿verdad? – Hyojin asintió – ¿Y qué le dijiste a Lee para provocarlo hoy?
- Ya te dije… – Hyojin rodó los ojos y continúo botando la pelota – Cuando llegué, él ya estaba actuando de forma rara, ni siquiera me volteaba a ver. Le pregunté que le pasaba y me terminó recriminando algo sobre estar atrapado en un estúpido dilema o algo así… hablamos de la consecuencias de lo ocurrido. Fin de la historia. Ni siquiera tuve la culpa.
- ¿Y por qué te preocupaba tanto como se encontraba?
- Imbécil. Se supone que estamos trabajando en un proyecto y es importante que los dos pongamos de nuestra parte, no quiero hacer todo el trabajo yo por mi cuenta.
“Además, no quiero hacer la síntesis por mi cuenta” Hyojin pensó en su desafortunado intento de resumen y en lo difícil que sería para él hacerlo todo el proyecto sin ayuda y en el tiempo que le quedaba.
- ¿Estás seguro de que es por eso? – preguntó Wyatt, interesado.
Hyojin arqueó una ceja.
- ¿A qué te refieres?
Wyatt se encogió de hombros y mostró una leve sonrisa.
- No es nada... – mantuvo el misterio y se acercó a Hyojin – Vamos, ya casi es hora de iniciar la práctica – le retiró el balón de las manos y dejó atrás al joven – ¡Jaejun! – el árbitro del juego – ¿ya están todos?
Jaejun le dio una respuesta positiva.
- Deberían de colocarse en sus posiciones – sugirió.
El juego transcurrió sin problemas. Hyojin trató de olvidarse del asunto y aunque casi lo lograba, el último comentario de Wyatt aparecía en ocasiones en su mente.
“¿Que quería decir con eso?”
El juego terminó y Hyojin aprovechó para ponerse al tanto de lo que sucedía con los chicos, aunque todo parecía normal, debía ser astuto y notar incongruencias o rarezas en sus historias. Kyungmi, no terminó en el hospital de la nada. Si quería cuidar a los chicos antes de que alguien más termine en su situación debía ser más atento. No podía permitirse más descuidos.
Notes:
PD: Nabi (나비) significa "mariposa"
Chapter 4: SEMANA 3
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Lunes.
Y como era de esperarse… perdieron otra semana de trabajo. Hyojin sabía que su compañero no tenía cabeza para trabajar, por lo que decidió ignorarlo y mantener su distancia de él como era de costumbre. Eso fue hasta que el profesor le pidió a la clase que mostraran sus avances y ambos llegaron incomodos con las manos vacías. El profesor no dejó pasar ese detalle.
- Están entrando a su tercera semana de trabajo y ¿todavía no tienen nada? – estaba incrédulo por la actitud de los jóvenes – Sus compañeros incluso ya están empezando con las manualidades, ¿y ustedes siguen con su actitud? Esto es un alto nivel de irresponsabilidad.
Los chicos permanecieron callados, conscientes de que era inútil dar cualquier excusa.
- Para el jueves siguiente quiero un avance significativo de su trabajo. Si no lo tienen listo, tendré que verme en la necesidad de reprobarlos – Seungjun estuvo a punto de poner objeción, pero su profesor lo detuvo – nada de excusas. Estoy siendo muy considerado con ustedes que no tienen absolutamente nada y sus compañeros van muy por delante de ustedes, deberían agradecerlo... Regresen a sus asientos – indicó de manera cortante.
Aunque no se miraron directamente, sabían que debían reunirse después de clase.
Hyojin ya se encontraba en la biblioteca, cuando Seungjun llegó y tomó asiento a su lado. El silencio reinó por varios segundos, hasta que Hyojin habló.
- ¿Estamos de acuerdo que ya no nos podemos permitir perder el tiempo?
- Si.
- ¿Y qué debemos olvidar nuestros nuestras diferencias en lo que dura el proyecto?
- También.
- ¿Hiciste lo que habíamos quedado?
Seungjun no respondió y en cambio, abrió su mochila para sacar un trazo de lienzo y mostrarlo. No era perfecto, pero hizo su mejor esfuerzo. Hyojin también sacó el suyo.
Seungjun se sorprendió con lo que vio.
Mientras que él hizo una pintura de las civilizaciones precolombinas dominando el pincel y la combinación de los colores sin mucho éxito. El boceto de Hyojin acerca de la revolución industrial era increíble, parecía que pintar fuera su actividad de diario y bien hecho, incluso mirando más de cerca encontraba pequeños detalles en las máquinas y en el piso, lo cual era increíble. Seungjun dejó de mirar la obra para concentrarse en Hyojin.
- Bien – tragó saliva – ¿no lo vas a decir?
- ¿Decir qué?
- Que mi muestra es una porquería. Que todo está mal hecho y mal combinado. Que nunca debería estar cerca de un pincel y que hasta un niño lo haría mejor que yo… Fue lo que yo hice con tu resumen.
Hyojin consideró sus palabras.
- Lo haría, pero ya no estamos en condiciones, ni con el tiempo para discutir.
Seungjun asintió con la cabeza, comprendiendo.
- ¿Podemos concluir que yo haré la síntesis y tu harás los cuadros?
- Por supuesto. ¿Cuándo comenzamos a trabajar en verdad? Ya escuchaste al profesor, estamos contrarreloj, debemos apurarnos.
Buena pregunta.
- La biblioteca, ni la escuela están abiertos todo el día – puntuó Hyojin – debemos buscar otro lugar, pero dentro de la colonia no es una opción.
- ¿Estás sugiriendo reunirnos fuera de ella? – Seungjun estaba sorprendido.
- ¿Qué acaso no es lo mejor en nuestras circunstancias? Tú sabes lo que podría provocar que nos vean juntos… Supongo que alguien cercano a ti ya sabe que estamos trabajando juntos, ¿o me equivoco?
“Mi padre y el resto de mi familia lo saben” pensó Seungjun, pero lo no lo dijo en voz alta. Hyojin tomó esa pausa silenciosa como un sí, prosiguió:
- Entonces, debemos reunirnos en un lugar fuera de aquí, para calmar la aguas y evitar malos entendidos. Además de ser cuidadosos.
- Hablas como si fuéramos a cruzar alguna clase de borde como en Divergente.
Hyojin formó una línea con su boca.
- De dar respuestas cortas a responder con sarcasmo, creo que ya vamos haciendo progreso. En fin… ¿Entonces estás de acuerdo que deberíamos vernos en otro lugar? – Seungjun asintió – ¿Tienes alguna idea?
Seungjun lo pensó por un momento.
- ¿La biblioteca pública? Está a 20 minutos en bus.
- Ahí será entonces.
Seungjun abrió los ojos.
- ¿Y ya? ¿Eso es todo? – Eso fue más fácil de lo que pensó.
- No suelo salir mucho de la colonia, así que no conozco muchos lugares fuera de aquí, tu opción es mejor a lo que yo tengo – Hyojin tomó su mochila y se levantó de su asiento – nos vemos en dos horas, ¿está bien para ti?
Seungjun sorprendido por lo abrupto del momento, asintió y lo observó retirarse. Regresó la mirada a su escritorio.
El lienzo de Hyojin seguía ahí.
¿Lo había olvidado o lo había dejado ahí a propósito? Pasó una mano para comprobar si aquello era real. El espacio reducido de la fábrica y los detalles de las máquinas eran muy hermosos. Aunque era un trabajo a medias, su avance era muy bueno. Todo el tiempo se dedicó a odiarlo e ignorarlo que nunca se dio la oportunidad de sacarlo de su imagen de enemigo y verlo con otros ojos. Se preguntaba si había algo más que descubrir en su compañero de proyecto.
****
Seungjun estaba en la entrada en la biblioteca pública esperando a Hyojin. No llevaba mucho tiempo. Les mandó un mensaje a sus padres avisando que ya estaba en la biblioteca. En casa les había dicho que necesitaba hacer una tarea; omitiendo la parte de con quien trabajaría.
“Era por el bien de todos”
A lo lejos, divisó a Hyojin. Llevaba ropa casual al igual que él.
- Creí que tendrías problemas en encontrar el lugar.
- Por suerte, la tecnología ha avanzado mucho – Hyojin sacó el teléfono de su bolsillo, mostrando el mapa de naver.
- ¿Y trajiste las cosas?
- No realmente… – Hyojin evitó el contacto visual, como si le avergonzara lo que iba a decir – El cuadro de muestra lo hice en la noche cuando dormían las gemelas.
Seungjun tardó en comprender aquellas palabras.
- ¿Quieres decir qué estabas usando las pertenencias de las gemelas para hacerlo? – aunque eran ajenos a la vida del otro, era difícil no estar al tanto de sus familia. Sabía que Hyojin tenía dos hermanas gemelas no mayor a 10 años.
- Mi tía se las regaló en su cumpleaños pasado. Ahorita están en casa y no podía pedirlas prestadas… Traje algo de dinero. Puedo ir a un lugar a comprarlas, pero no quería tardar y que pensaras que había abandonado la idea de venir.
- ¿Y a donde irás?
- No lo sé, usaré el mapa para encontrar un lugar.
Seungjun estaba en un dilema de decir o no decir las siguientes palabras:
- Yo conozco un lugar… - añadió de manera torpe – aunque nunca he entrado ahí, sé que no está lejos. Podría acompañarte. Así nos ahorraremos tiempo.
Hyojin posó sus ojos brevemente sobre él, antes de decir que si a su sugerencia y seguirlo dos cuadras delante de la biblioteca. Entraron a la tienda y un señor muy cortes los recibió.
- Buen día – saludó Seungjun – Estamos buscando un set para un trabajo escolar. Que sea suficiente para realizarlo.
- ¿Dónde piensan pintar? – inquirió el vendedor.
- En un lienzo – respondieron ambos al mismo tiempo.
- Bien… en ese caso: les puedo recomendar esta marca – el señor sacó del mostrador una caja con aproximadamente 20 colores y diferentes tamaños de pinceles – esta marca es versátil y sirve para otro materiales, como los textiles. Si lo quieren para la escuela, sería una pena venderles algo limitado o más costoso. Está sería mi sugerencia, pero ustedes son libres de elegir.
- ¿Cuánto es su costo? – preguntó Hyojin.
Su alma se le cayó a los pies al escuchar el precio. Aunque sabía que no saldría nada barato, esto era demasiado y solo cargaba con la mitad del dinero. Estaba a punto de pedir una opción más barata, cuando Seungjun habló primero:
- Nos la llevamos – y sacó su cartera.
- Por supuesto, prepararé su compra. Un momento – el señor se retiró del mostrador.
- ¿Qué estás haciendo? – siseó Hyojin de manera sigilosa, mientras miraba a Seungjun.
- Dijiste que ya no debíamos perder tiempo y que debíamos empezar el trabajo hoy sin importar qué – Seungjun enfocó sus ojos en él.
- Si, pero eso no significa que debas pagar por mí.
- Yo haré una síntesis a computadora. No me parece justo que nada más tu tengas que gastar dinero…
- Mira-
El vendedor salió con la caja y Seungjun desvió su vista para concentrarse en el señor.
- ¿Necesitan algo más?
- ¿Tiene lienzos de 30x30? – preguntó Seungjun.
- Claro.
- Nos llevaremos cuatro.
Hyojin y Seungjun terminaron la compra y se fueron a la biblioteca. Preguntaron por la disponibilidad de una habitación de estudio privada y para su suerte, si lo había. Esas habitaciones habían sido creadas con el propósito de ayudar a los estudiantes a encontrar un lugar gratis y tranquilo para que pudieran estudiar en tiempos de exámenes, o en su caso, hacer trabajos sin ser molestados... o vistos.
Ambos tomaron asiento. Uno a lado del otro. Seungjun sacó el cuadro que Hyojin había dejado en la escuela.
- Creí que lo querías terminar… o quedártelo.
- Era solo un borrador. Quería probar mi habilidad con el pincel. Todavía tiene errores que no son visibles, pero creo que ya sé por dónde ir.
Seungjun quería preguntarle cómo y a qué edad supo que tenía esta habilidad, pero recordó las palabras su padre:
“Limítate a la escuela”.
Sacudió su cabeza, suspiró rendido y sacó su laptop.
- ¿Todavía tienes tu resumen? – preguntó.
Hyojin revisó su mochila y le pasó los papeles.
- Supongo que comenzarás con Europa sobre la revolución industrial… ¿quieres que agregue algo que sea relevante?
- No, eso lo veremos cuando tu termines la síntesis.
Nadie dijo nada a partir de ahí ycomenzaron sus respectivas tareas en paz. Seungjun leyó el libro, los apuntes y tecleó en su laptop; mientras que Hyojin agarró un lápiz para comenzar sus trazos iniciales.
8:00 pm. Llevaban poco más de tres horas en ese lugar. Seungjun levantó su vista de la computadora, parpadeando varias veces para descansar su vista y la dirigió a su compañero. En algún momento, Hyojin sacó sus audífonos y se los colocó. Al parecer el lugar era muy tranquilo para él. Todavía seguía con el lápiz dibujando sobre la superficie, pero por la virutas a su alrededor, dedujo que ha estado constantemente haciendo y deshaciendo. Hyojin se veía tan enfocado en lo que hacía que Seungjun no quería interrumpirlo. Sin embargo, el tiempo era su enemigo.
- Oye… – Seungjun trató de ser cuidadoso – Ya debemos irnos – Hyojin no lo escuchó. Reunió fuerzas para volver a intentarlo – Oye… – nuevamente no lo escuchaba.
Seungjun levantó una mano e indeciso, la acercó al hombro de Hyojin, quien rápidamente redirigió su atención sin inmutarse y se retiró un audífono.
- Es tarde. Ya deberíamos irnos.
Hyojin retiró su vista de Seungjun para observar a través de la ventanas de la habitación para corroborarlo por su cuenta y en silencio, guardó sus cosas, Seungjun hizo lo mismo. Salieron de la habitación y de la biblioteca.
- ¿Y ahora? – preguntó cuando ambos entraron a la calle.
- Debemos tomar el bus.
- ¿Los dos juntos? – Seungjun no dudó en ocultar su sorpresa.
- El bus nos deja afuera de la colonia, nadie nos podrá ver ahí. Además, ya no habrá muchos vigilando. Igual, entraremos por separado, por si acaso.
Seungjun no veía fallo en su lógica. En calma, se dirigieron a la parada del bus y esperaron a que llegara su ruta. Seungjun le mandó un mensaje a sus padres de que ya iba en camino a casa.
- Sería mejor que nos encontremos directamente en la biblioteca pública... ¿Te parece bien?
Seungjun alzó sus ojos del aparato para mirar al otro.
- Si, suena mejor.
El bus llegó y ambos se sentaron en diferentes lugares. Los jóvenes bajaron a la entrada de la colonia.
- Tu primero – indicó Hyojin – yo me quedaré unos 5 minutos más aquí para que no nos vean juntos.
Seungjun no puso objeción y caminó primero inseguro sin decir nada. Era raro no despedirte de una persona después de haber pasado una tarde con él, pero así eran las cosas entre ellos.
***
El resto de la semana transcurrió igual: Escuela-casa-biblioteca y para el jueves los jóvenes, pudieron entregar dos borradores de síntesis de Seungjun y dos cuadros de Hyojin; ganándose la aprobación del profesor, no sin antes recordarles que tenían dos semanas para terminar todo. Claro, porque nunca era suficiente presión.
Era sábado por la mañana y Seungjun tenía una reunión con la pandilla en el salón de la colonia. La realizaban una vez a la semana para enterarse de lo que sucedía entre ellos. Salvo por una excepción por el día de hoy: se realizaría en la mañana.
Seungjun estaba al frente del espacio con Minkyun, esperando a que llegara la mayoría.
- ¿Te sientes cómodo trabajando con Hyojin? ¿No han tenido problemas? – MK era su amigo y compañero de salón, por lo que él había sido el primero en tener la exclusiva del inusual emparejamiento. Seungjun confiaba mucho en él que sabía que él no había sido el que le había filtrado la información a su padre.
- Al principio así era, hasta que el profesor nos llamó la atención. Se portaba arrogante, despreocupado, sabelotodo e irresponsable. El primer día estuve a punto de golpearlo con un libro o con mi puño. El segundo encuentro fue mejor, habíamos llegado a alguna clase de acuerdo y para ser honesto, en el tercer encuentro yo lo arruiné. El día del anterior a ese, había sido el aniversario de mi tía Nabi por lo que estaba abrumado por las emociones y la culpa, llegué a la conclusión de que debía de mantener distancia con él y su familia como siempre lo he hecho. Y como sabrás, el resultado de esa decisión fue una llamada de atención por parte del maestro y no lo culpo, fui muy irresponsable al dejar que mis emociones nublaran mi juicio…
- ¿Y cómo se las han arreglado para avanzar? En clase cada uno está por su lado.
Seungjun soltó un suspiro.
- Nos vemos fuera de la colonia, en la biblioteca pública.
MK arqueó las cejas.
- En su contexto, tiene sentido.
- De hecho, hoy también nos debemos ver para seguir avanzando el proyecto.
- ¿Por eso trajiste tu mochila de la escuela a la reunión?
- Si.
- ¿Y tu padre?
- No ha tocado el tema desde ese día en la mesa – dijo con visión perdida – Me sigue tratando igual, aunque parece distante o tenso…. no sé si está actuando con indiferencia o si está intentando no pensarlo demasiado. Creo que se le pasará cuando pase el proyecto.
- Te deseo suerte, amigo.
- Gracias – Seungjun dirigió su atención al público. Notando que no faltaban muchos – Buenos días – todos guardaron silencio – lamento reunirlos tan temprano… no quería causarles este inconveniente, pero más tarde tengo que hacer una actividad y no quería dejar pasar la reunión de esta semana… No con lo que está sucediendo.
Después de que varios de ustedes o sus familias estuvieron avisando de personas con actitudes extrañas intentando vender droga en la colonia, nos hemos visto en la necesidad de ser más precavidos y estar alertas a cualquier actividad extraña o sospechosa. Por ahora, solo uno de nuestra gente ha resultado herido al intentar atrapar a uno de ellos, pero según los doctores, se pondrá bien pronto. No está demás decir que tengan cuidado. Cualquier cosa, se pueden acercar a nosotros con confianza. No queremos que la policía se involucre todavía y abra una investigación. Ellos pueden entorpecer la situación y que él o los culpables les dé oportunidad de escapar… Por lo que veo, faltaron unas 6 personas, así que Minkyun será el encargado de preguntar el porqué de su ausencia… ¿Alguna pregunta?
- ¿No te has enterado de nada parecido ahora que estás en un proyecto con Hyojin? – preguntó un joven en el fondo.
El corazón de Seungjun se detuvo por un momento, espió de reojo a Minkyun y aclaró su garganta. Debió suponer que varios de la pandilla ya estaban enterados de la noticia.
- No, no he visto o escuchado algo extraño de su parte… No sé si estén pasando por lo mismo que nosotros y lo estén ocultando; o si ellos son los causantes de esto, así que es difícil darles una respuesta. Yo de mi parte, he tratado de ser precavido con lo que digo. Si está información sale de aquí, podría causar muchos problemas entre ambas pandillas y la colonia en general, les pido su discreción.
Seungjun pasó a una plática donde escuchó las situaciones de sus vecinos y conocidos de la colonia, buscando un detalle que los lleve a una pista. Cada que alguien hablaba acerca de ver a personas con actitudes extrañas, personas que nunca se parecían entre sí. Eso le preocupó de gran manera porque parecía que había más personas involucradas intentando entrar a la colonia de lo que pensó. Le parecía raro que fueran los únicos con esa información.
Por primera vez, se preguntó ¿Hasta dónde sabía Hyojin?
Chapter 5: SOSPECHAS
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Seungjun estaba cansado. Llevaba esperando por más de 40 minutos a Hyojin en frente de la biblioteca. Se preguntó si a su compañero se le había olvidado de su encuentro y estaba en casa relajado, mientras que él estaba en la calle como un idiota. Estuvo a punto de ingresar al edificio para hacer su propio avance, cuando distinguió su figura llegar a lo lejos.
Al momento en el que Hyojin se acercó a él, pudo ver unos leves moretones en su rostro y un rasguño por su labio; a Seungjun le extrañó la imagen y las dudas llenaron su mente.
- ¿Qué te sucedió?
- Tuve un percance en el camino –respondió con indiferencia – lamento la tardanza – se adentró al lugar, dejando a Seungjun atrás.
Ambos pidieron nuevamente una habitación de estudio personal y se colocaron en sus lugares. Comenzaron a trabajar en silencio como lo han estado haciendo en los últimos días. Seungjun a veces despejaba la vista de su laptop para echarle un vistazo a Hyojin y revisar su condición. Llevaba una hoodie, lo que hacía difícil saber si tenía una herida en otra parte de su cuerpo. Descendió a sus manos y estos tenían leves raspones. Un alerta sonó en su cabeza.
- ¿Eres ambidiestro? – preguntó nuevamente sin pensar. Su compañero lo observó brevemente.
- Siempre lo he sido – soltó fríamente.
¿Cómo es que nunca se había dado cuenta?
Seungjun hizo memoria de sus encuentros pasados y no recordaba haber visto a Hyojin usar la mano contraria, hasta ahora. Algo debió haber sucedido. Se levantó de su lugar con la excusa de ir al baño, se lavó la cara y recapitulo las últimas horas.
Desde su reunión con la pandilla, a Seungjun lo comía la duda de si Hyojin también estaba enterado de la situación de la droga, hasta donde sabía y si su lado tenía relación con ello. Aunque, ¿Cómo iba a decirle?
Oye, idiota. Ha estado pasando esto en la colonia. ¿Tú sabes de algo?
Suspiró resignado. Era más fácil que Corea ganara la copa del mundo, antes de que Hyojin le dijera la verdad. Agarró un papel desechable y se secó. Al entrar nuevamente en la habitación, prestó más atención a la mano dominante de Hyojin y percibió que estaba ligeramente cerrada, lo cual le dejaba más dudas que respuestas.
Se sentó de nuevo en su lugar y decidió enfocarse en lo suyo, alejando las interrogantes que lo acechaban, sin mucho éxito. A las 8:00, guardaron sus cosas y salieron del lugar como era costumbre. Caminaron sin decir nada en dirección a la parada de los buses, pero una cuadra antes Hyojin lo detuvo. Seungjun lo miró extrañado.
- ¿Qué sucede? – miró al mayor curioso.
Hyojin retuvo su enfoque al frente, alerta sin decir nada. Seungjun hizo lo mismo sin éxito alguno; no veía a nadie o algo fuera de lo usual. Cuando por fin pudo distinguir algo, sintió un tirón de la manga de su chamarra por parte de HYOJIN y corrieron de regreso a la biblioteca. HYOJIN seguía sin soltarlo mientras avanzaban; alejándose de quienes los estuvieran persiguiendo. Llegando al edificio no se detuvieron y dieron vuelta la esquina, tres edificios más adelante y se escondieron en un callejón reducido, poniéndose de cuclillas detrás de un contenedor de basura. Ambos tenían la respiración descontrolada y el corazón en los oídos después correr por varios minutos. Escucharon unos pasos veloces alejarse rápidamente, dando a entender que los perdieron.
- ¿Qué está-
- Shhhh
Hyojin colocó un dedo en sus labios intentando escuchar algún otro sonido de la calle, sin resultado alguno.
- ¿Me vas a decir que está pasando? – susurró Seungjun.
Hyojin por primera vez era consciente de la cercanía del otro y soltó el agarré de su manga, sorprendido. Seungjun tenía sus mejillas rojas por el esfuerzo y sus ojos grandes, esperando una respuesta.
- No es nada – Contestó sin más. Seungjun bufó.
- Oh, claro – respondió, irónicamente – Como es normal salir corriendo de la nada y esconderse en un lugar poco salubre.
Hyojin se mordió sus labios.
- Al menos agradece que te salvé la vida.
- ¿Cómo te voy a agradecer de algo de lo que no soy consciente? Serías muy amable si me dijeras lo que está pasando.
- No sucede nada.
- Oh, bien. Entonces no te molestará que yo me vaya primero.
Seungjun se reincorporó e intentó irse. Sin embargo, Hyojin hizo lo propio y lo agarró de la mochila para detenerlo.
- ¿Qué crees que estás haciendo?
- Ya te lo dije. Me estoy yendo yo primero – fingió inocencia.
- Ya lo sé, imbécil. Quiero saber el por qué lo haces.
- Me acabas de decir que no pasa nada. Si en verdad es así, entonces no habrá problema que lo haga.
Hyojin se quedó callado, mirándolo con ira.
- ¿Por qué eres tan… irritante?
- ¿Y tú por qué tienes que cuestionar todo? – recriminó Seungjun, manteniendo su expresión firme – ¿Y bien? ¿Me vas a decir?
Ninguno bajó la mirada esperando que el otro lo hiciera primero. Estaban con la adrenalina a tope.
- ¿Qué acaso es tan difícil decir gracias? – cuestionó Hyojin.
- Sería fácil si al menos supiera a que me enfrento… – Seungjun entrecerró los ojos – Dime, ¿acaso es lo que creo que es? – notó un momento de duda en los ojos de HYOJIN y volvió a preguntar más firme – ¿Si o no?
- ¿Y qué crees tú? - Contraatacó Hyojin.
- Supongo que ya lo sabes – Hyojin no respondió – ¿Desde cuándo vienen lidiando con esto?
- 3 meses.
- ¿Han tenido victimas?
- Por el momento, solo una. Estamos en alerta por alguna novedad… ¿y ustedes?
- Nos tienen un mes de ventaja… y tenemos una persona-
- ¿Capturada?
- No, herida – Seungjun frunció sus cejas – ¿Por qué? ¿Ustedes también?
- Si, llegaron a lastimar a una de nosotros cuando quiso delatarlos.
- ¿Y ya los identificaron?
- No, no sabíamos que había más de uno involucrado. Todo este tiempo pensamos que estábamos buscando a una persona. ¿Cómo llegaron a esa conclusión?
- Los vecinos de nuestro lado han estado reportando actividad sospechosa, pero nunca nos dan una misma descripción. A veces son hombres, otras veces son mujeres. Altos, bajos, distintas complexiones – Seungjun se encogió de hombros – ¿Y eso tiene relación alguna con tu mano?
- No estoy seguro. Estaba saliendo del hospital visitando a la persona en cuestión, cuando unas cuadras más adelante noté la presencia de dos desconocidos siguiéndome. Me quisieron acorralar, pero logré derribar a uno y corrí. Aunque hice la mayor distancia posible, el otro me alcanzó y me intenté defender. Cuando por logré quitármelo de encima tomé un tubo y logré golpearlo en el estómago… así pude huir. La adrenalina fue tanta que no me había dado cuenta de lo que había sucedido en mi mano hasta después
- Déjame ver – pidió y Hyojin extrañado, levantó la mano.
- Nada más son rasguños superficiales, nada de qué preocuparse.
Hyojin estuvo a punto de preguntarle como sabía, pero Seungjun se asomó a la calle en busca de algo anormal.
- Creo que ya nos podemos ir – avisó.
Hyojin se acercó para corroborar y ambos salieron del callejón. Seungjun revisó la hora de su reloj.
- Perdimos el último bus.
Hyojin pateó el contenedor de basura.
- Maldita sea. Lo que me faltaba.
- ¿Qué piensas hacer? Podemos tomar un taxi y cada quien paga una parte.
- Suena como una excelente idea, pero yo no cuento con dinero. Nunca espere que unos idiotas nos persiguieran y nos hicieran perder el bus.
Hyojin suspiró resignado y sacó su móvil.
- Buenas noches, tío – Seungjun se quedó helado ante la mención de la persona – Oye… quería pedirte un favor. ¿Me puedes transferir dinero? Lo que pasa es que estoy fuera de la colonia, vine hacer un trabajo de la escuela y al salir, me persiguieron unos tipos. Creo que están relacionados con lo que te había mencionado… Estoy bien, pero sucede que perdí el ultimo bus y no quiero darle explicaciones a mi padre, ya sabes cómo es él… Si, no te preocupes seré discreto – Hyojin hizo una pausa – Lo suficiente para ir a casa… Gracias.
Hyojin colgó.
- ¿Les has dicho a tu familia lo que está sucediendo? – preguntó Seungjun después de un tiempo.
- Mi padre lo sabe, pero he tenido cuidado con lo que digo. Mi tío es el único que lo sabe todo.
- Y me alegra mucho oír eso – murmuró Seungjun con ironía. Hyojin fijó su vista en él.
- ¿Ni siquiera te has puesto a pensar lo que te dije el otro día, verdad? - Seungjun guardó silencio.
No había necesidad alguna de cuestionar la verdad. Le bastaba con saber que el tío de HJ estaba con el cuerpo sin vida de Nabi cuando los encontraron. ¿Qué otra verdad podía haber detrás de eso?
Hyojin recibió el depósito y por fin pudieron buscar un taxi, dejando el tema inconcluso. El aire dentro del vehículo era tenso, lleno de rencores y dudas. Seungjun pensando en que aceptó la ayuda del asesino de su tía para ir a casa. Mientras que Hyojin se aferraba a la verdad de la inocencia de su familiar. El auto se estacionó en la entrada y ahí bajaron. No querían causar un escándalo innecesario llegando los dos en un mismo vehículo.
- Toma – Seungjun le ofreció dinero.
- Quédatelo. Al final de cuentas, tu pagaste las pinturas la ocasión pasada – Sin decir más, se alejó primero, marcando distancia entre ambos de nuevo.
Chapter 6: SEMANA 4
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Lunes. Seungjun llegaba a su punto de encuentro habitual en frente de la biblioteca pública, pensó que otra vez iba a esperar al mayor, cuando lo ve llegar por la dirección contraria con tres lienzos nuevos en mano.
- ¿Llevas mucho tiempo esperando? – preguntó Hyojin.
- No, recién llegué.
- Ah… Yo pasé a comprar esto – señalo los objetos – Los otros ya los he terminado.
- Ajá – Seungjun se limitó a decir.
- ¿Entramos?
Seungjun asintió e hicieron lo mismo de siempre. Llevaban media hora la habitación de estudio, Seungjun tecleando, con el libro a lado como era habitual; Mientras que Hyojin se dedicaba a hacer los bocetos de sus dibujos, antes de pasarles la pintura. Un bostezo de este atrajo su atención y volteó en su dirección.
En la escuela cada uno estaba por su lado, viviendo sus vidas que Seungjun no había notado las ojeras por debajo de los ojos de su compañero. Algo debió suceder para que no durmiera correctamente. Seungjun estaba en duda de si preguntarle o no la razón. El problema de la colonia fue el empujón que necesitó para hacerlo.
- Oye… ¿estás bien? – preguntó con cuidado, esperando no molestarlo con su intromisión.
Hyojin alzó sus ojos del boceto para mirarlo serio.
- ¿Por qué preguntas?
Seungjun tragó saliva, nervioso.
- Te ves algo cansado… como si no hubieras dormido bien.
- Ah, eso… estuve terminando los cuadros antes de iniciar con las nuevas.
- Oh.. Yo creí que estaría relacionado con… ya sabes.
- No, no es nada de eso.
Otro bostezo salió de la boca de su compañero y Seungjun se compadeció. Después de descubrir que no era lo que pasaba, se sentía egoísta dejarlo pasar como si nada.
- Si quieres, te puedes dormir – sugirió en voz baja.
- ¿Qué? – Hyojin lucía confundido. Las mejillas de Seungjun se tornaron rojas y se aclaró la garganta.
- Deberías dormir, aunque sea un rato… – insistió pero sin ser forzado.
- Pero estamos haciendo el trabajo.
- Lo sé. No deberías preocuparte por eso… Hemos estado avanzado bien. Apenas iniciamos la semana pasada y ya vas por el quinto trabajo. Todavía faltan 10 días para la entrega – se encogió de hombros y reposó su vista al monitor de nuevo, restándole importancia.
Otro bostezo salió de su boca y se maldijo. Mentir ya no tenía caso a este punto; estaba cansado y su compañero se había dado cuenta. Se pasó una mano por el cabello resignado.
- Bien – guardó sus cosas con cuidado y recostó su cabeza en el escritorio, con respiración tranquila y se permitió descansar.
Seungjun lo observó por el rabillo del ojo y suspiró. Había sido más fácil de lo que pensó. Siguió haciendo su trabajo tranquilo por el resto de la tarde. Faltando 10 minutos para su hora de salida, descanso su visión de la pantalla y se talló los ojos. Su compañero llevaba cerca de dos horas dormido y Seungjun nunca lo despertó. Lucía tranquilo y sereno, a comparación de la imagen dura que mostraba en todo momento en la escuela y en la colonia. Suponía que todos los humanos eran así cuando dormían.
Sin ser muy consciente de lo que estaba haciendo, recostó su cabeza sin desviar los ojos de su compañero.
Nunca había estado tan cerca de él, ni siquiera por error. Este proyecto ha sido el tiempo más largo que han estado juntos y aunque al principio fue raro, incomodo e insoportable, han podido acoplarse de alguna forma para sacar esto adelante.
¿Su padre que diría de todo esto?
Seguramente, le alteraría los nervios saber lo que estaba pasando en ese momento. Una alarma desconocida lo sacó de sus pensamientos. Hyojin abrió los ojos y Seungjun se quedó paralizado un segundo antes de reincorporarse y aclararse la garganta.
- ¿Qué hacías? – preguntó, ligeramente adormilado, extrañado por la atención inesperada del otro.
Seungjun con el corazón latiendo con fuerza y ruborizado por la vergüenza, titubeó.
- N- nada – respondió. Apagó su laptop y la guardó en su mochila, junto con el resto de sus pertenencias, sin mirarlo en ningún momento. Se levantó de su silla y se adelantó a salir – deberíamos irnos.
Hyojin sin entender lo que sucedía, también tomó sus pertenencias y alcanzó al más joven.
***
Con ambos afuera de la biblioteca, caminaron de nuevo a la parada de los buses. Aunque está vez estuvieron alerta ante algún movimiento extraño. Seungjun todavía se sentía inquieto, atrapado y avergonzado por lo sucedido, la cercanía de Hyojin tampoco le ayudaba. Decidió romper la tensión antes de que su cabeza lo volviera loco.
- ¿Y cómo van en su búsqueda? ¿Han podido encontrar algo? – Seungjun actuó lo más normal que pudo.
- ¿En serio me estás preguntando algo así? – su voz notaba acusación.
Seungjun se estaba tomando muchas molestias desde que ambos se enteraron de la situación de las drogas en la colonia. Lo cual era raro hasta cierto punto, si tomamos en cuenta que eso era lo que los había dividido en primer lugar.
- Era eso o preguntarte por el clima – Seungjun se puso a la defensiva.
Hyojin lo espió de reojo y rodó los ojos.
- No, no hemos encontrado nada – suspiró – y el clima ha estado fresco. Me agrada – Seungjun asintió – ¿Y qué me dices?
- También me gusta este clima – respondió sincero y sin mirarlo – y tampoco no hemos encontrado alguna novedad. Quien sea que esté merodeando, se está escondiendo muy bien.
El silencio de Hyojin le otorgó la razón. Ambos llegaron a la parada del bus y esperaron a que llegara su ruta. Seungjun sacó su móvil.
- ¿Siempre le dices a tus padres dónde estás?
- ¿Qué acaso tu nunca lo haces?
- Nunca lo hemos visto necesario.
- ¿Y si te ocurre algo? –Seungjun arqueó sus cejas.
Hyojin rio burlonamente.
- Siempre estoy en la colonia. Si me pasa algo, los chicos sabrán que hacer. Llamar a mis padres… o llamar una ambulancia – dijo despreocupado.
- ¿Y si no estás ahí? Como la ocasión pasada que nos persiguieron.
- En ese caso, tendría que defender o esconderme bien. ¿Acaso no fue lo hicimos?
- Solo nos escondimos… - respondió, incrédulo.
- Pero entiendes mi punto.
- Sigo pensando que enviarles un mensaje nunca estará de más – se encogió de hombros.
El bus había llegado en ese momento. Ambos jóvenes subieron y no dijeron nada por el resto del camino.
Pensaron en lo diferente que había sido criado el otro. Seungjun avisando lo que hace y en donde está. Hyojin viviendo despreocupado y sus padres creyendo ciegamente en el juicio de su hijo. Sin duda, los dos tomaron vidas muy diferentes por experiencias previas de sus progenitores.
Chapter 7: PROBLEMAS
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Otro día en la biblioteca donde todo transcurrió tranquilamente, el bus de los chicos estaba a punto de llegar a la colonia, cuando un mensaje le llegó a Hyojin y lo abrió. Era Wyatt.
Ya vienes en camino?
Encontramos algo importante y debes estar aquí lo más pronto posible.
La mente de Hyojin se puso inmediatamente en alerta ante lo que podían significar esas palabras. En cuanto vio al bus acercarse, se levantó, esperó que la puerta se abriera y bajó rápidamente. Seungjun intrigado por su prisa, lo siguió por instinto.
Se estaba acercando a Hyojin, quien tenía su teléfono en el oído.
- ¿Dónde están?… Bien, en un momento estaré ahí
Su voz no le alegraba a Seungjun.
Dio vuelta por la esquina y Seungjun lo seguía por atrás. Lo que sea que haya pasado tuvo que ser importante para cambiarle el semblante de esa forma.
- ¿Sucedió algo? – preguntó curioso.
Hyojin se detuvo impactado al escucharlo, no se había percatado de que lo venía siguiendo.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – atacó, ignorando la pregunta que se le había hecho.
- Bajaste del autobús como alma que lleva el diablo. Supuse que había pasado algo importante.
Hyojin se mordió los labios, e incrédulo, dejó de mirar al menor por un momento para obsérvalo de nuevo. Por un segundo pensó en mentirle, pero ya no le veía caso si ambos estaban contra un posible vendedor de drogas. Igual, eso no fue impedimento para que un sentimiento de enojo lo invadiera por su imprudencia. No se podían acercar demasiado en la colonia para evitar malos entendidos. Lo que estaba pasando podría ponerlos una situación no agradable para ambos, incluso podría ponerlos en algún peligro.
- Deberías irte. No es bueno que estes con nosotros – sugirió Hyojin duramente.
- Si es relacionado a lo que está pasando, no lo haré… – Seungjun se puiso a la defensiva.
- Mira-
Hyojin fue detenido.
- No, tú escúchame. Nuestra gente también está lidiando con esta situación. No es justo que únicamente ustedes tengan información, y que nosotros debamos mantenernos al margen. Es egoísta. Una persona falleció hace años y no quiero que se vuelva a repetir. Esto también está relacionado conmigo y mi gente. Si algo llega a suceder por esa falta de información, yo mismo me encargaré de culparlos a ustedes.
- … No sería la primera vez que alguien de tu familia culpa a la mía – su tono era frío.
Seungjun estaba incrédulo.
- ¿Y ya? ¿Eso es lo mejor que tienes que decir? Que seas un líder no significa que debas ser indiferente a la gente fuera de tu pandilla.
- No lo soy – lo miró a los ojos.
- Pues tu actitud me dice lo contrario – Seungjun no bajó la mirada.
- Es mi forma de proteger a tu pandilla y a la mía.
- Si, pero eso no significa que los debes mantener en la ignorancia ahora que sabemos que ambos nos estamos enfrentando a lo mismo… No me refiero a que le avises a todo el mundo a través de un altavoz, me refiero a que al menos la gente importante o vulnerable esté enterada.
Hyojin no le debatió y se mantuvo en su lugar hasta que el teléfono volvió a sonar. Se fue dejando a Seungjun atrás, consciente de que este lo alcanzaría.
“Bien. Si quiere enterarse de lo sucedido, pues que venga”
Continúo caminando y escuchó sus pasos detrás de él. No faltaba mucho para llegar al parque que le habían dicho los chicos.
- ¿Por qué tardaste? – preguntó Wyatt.
Hyojin no dio explicaciones.
- ¿Qué encontraron? – preguntó.
- ¿Qué hace él aquí? –preguntó Gyehyeo, mirando atrás de Hyojin, donde estaba Seungjun, quien se había quedado a una distancia considerable.
- Eso no importa en este momento. ¿Qué sucedió?
Los chicos se miraron entre ellos consternados, pero al final hablaron.
- Estaba en camino a casa cuando vi a Myungsoo a lo lejos – comenzó Kangmin, uno de los más jóvenes de la pandilla – me iba a acercar a saludarlo, pero noté que tomaba un camino distinto, así que lo seguí sin que se diera cuenta.
- Yo fui el primero en recibir su llamada porque me encontraba más cerca, así que lo alcancé – continuó Gyehyo, de la misma edad de Hyojin – Cuando Myungsoo se detuvo en la fábrica abandonada ya empezábamos a sospechar de algo. Estuvimos escondidos por un rato, hasta que una señorita sospechosa se acercó a él, le dio una mochila y se fue. Inmediatamente, le marcamos a Wyatt, suponiendo que iría a casa. Para detenerlo y pedirle explicaciones.
Wyatt prosiguió.
- En cuanto Myungsoo me alcanzó a ver afuera de su casa, comenzó a correr y yo fui detrás de él. Por suerte lo pudimos acorralar … - hizo una pausa dramática.
- ¿Y dónde está él ahora? – preguntó Hyojin.
- Aquí… - los chicos abrieron espacio y Myungsoo estaba acostado en una mesa de picnic del parque, aparentemente dormido – lo tuve que dejar inconsciente porque estaba en un ataque de crisis – Wyatt le acercó unos guantes y la mochila a Hyojin – No hemos podido obtener una respuesta, pero la mitad de la mochila está llena de esa porquería, confirmando nuestras sospechas.
Hyojin se colocó los guantes, abrió la mochila e inspeccionó dentro de ella.
- Debemos despertarlo – se limitó a decir.
Uno de los chicos sacó una botella de agua y mojó la frente de Myungsoo con cuidado.
Este se despertó asustado, se sentó de inmediato y observó a todos a su alrededor con miedo en sus ojos al verse rodeado. Hyojin lo calmó y le pidió una explicación a lo que estaba pasando.
Myungsoo confesó que hace poco de medio año su padre fue diagnosticado de cáncer, lo cual había dejado a su familia en una situación económica difícil. Su padre tuvo que dejar de trabajar para tomar las quimioterapias, pero estas eran demasiado costosas. Su familia intentó encontrar una organización que lo pudiera financiar sin mucho éxito. Llevaban 2 sesiones sin pagar, hasta que una persona fuera del hospital le ofreció dinero a cambio de repartir los pedidos de los clientes por la colonia. La cantidad de dinero era exorbitante que no tuvo otra opción más que aceptar. Así podía pagar las quimioterapias y llevar comida a la mesa.
Nunca conoció a los clientes finales, únicamente dejaba las bolsas en la ubicación especificada y ellos más tarde la recogían. Todos los vendedores que le dejaban la mochila eran distintas, por lo que no sabe quién era la persona en jefe o si alguna vez lo llegó a ver.
- ¿Y por qué nunca dijiste algo? – preguntó Seungjun, tranquilo.
Myungsoo se extrañó por su presencia y por qué le hacía preguntas, pero cohibido respondió en un susurro:
- Por qué no tuve más opción. Sé que cada uno tiene sus propios problemas en casa y no quería causarles molestias… Pero todo se estaba juntando… dinero para la casa, para mis hermanos, pagar los servicios básicos, transporte, las quimioterapias – suspiró – no tuve otra opción.
- ¿Y tus padres lo saben o lo sospechan? – preguntó Hyojin.
- No, nada más les dije que las quimioterapias fueron pagadas por una organización y que no debíamos preocuparnos por ello y en mis tiempos libres trabajo haciendo toda clase de actividades, así puedo justificar el cómo gano dinero.
Hyojin soltó un suspiro de alivio.
- Eso lo hará más fácil para organizar un plan – su atención se pasó a Seungjun – lo que va a suceder, no te gustará. Tienes la opción de quedarte o de irte.
Seungjun lo miró fijamente y dada la situación en la que estaban, no era momento para escapar, sino de ser fuerte. Debía y quería estar al tanto de la situación que los rodeaba no por él, si no por todos quienes dependían de él.
- Me quedo – expreso con confianza.
Hyojin bajó la mirada, tomó su teléfono, seleccionó un número y lo puso en su oreja. Cuando Seungjun lo escuchó llamar a Jungsoo, el aire se le fue de los pulmones.
- Lo que sea que estes haciendo, déjalo y ven al parque. Ya tenemos una pieza clave de esto. Necesito tu ayuda. ¿Cuánto vas a tardar? – Hyojin se tomó un momento para escuchar la respuesta – Bien. Aquí te esperamos – guardó el teléfono en su bolsillo.
- ¿Y bien? – preguntó Wyatt.
- No tardará en venir. A lo mucho, en 10 minutos.
- ¿Y nos dirás que hace él aquí? – preguntó otro de los chicos.
Hyojin se tomó un momento antes de hablar.
- Supongo que ya saben que estoy trabajando con él para un proyecto escolar – todos se quedaron callados – Tomaré eso como un si… pues resulta que un día después de avanzar con ese proyecto, unos sujetos desconocidos nos quisieron acorralar o atrapar, a lo que tuvimos que huir. No sé si tenían relación alguna con la situación, pero no lo dudo después de que en esa misma tarde, después de ver a Kyungmi me ocurrió lo mismo, pero logré escapar y supongo que alguno de ellos me alcanzó a seguir para saber dónde me encontraría después… No me quedó de otra más que decirle la verdad…
- Lo tuve que obligar – Seungjun se encogió de hombros, como si hubiera sido lo más sencillo del mundo – Nosotros estamos pasando por una situación similar. La única pista que teníamos era que diferentes personas merodeaban el lugar.
- ¿Y quién te dio esa información? – preguntó Wyatt.
- Los vecinos… Ellos nos han dicho que han visto gente extraña en el área. Aunque no lo les hemos dicho abiertamente lo que sucede, recolectamos la información que nos parece relevante.
- ¿Y cómo dieron con el asunto de las drogas?
- Tenemos a 3 personas de nuestro lado que fueron heridos cuando intentaron interrogarlos.
- Dijiste que solo había una – cuestionó Hyojin.
- Este fin de semana, volvieron a atacar a dos... Los vecinos informaron de actividades extrañas y fueron a ver lo que sucedía sin siquiera avisar al resto, por suerte no fue grave-
Se escuchó el sonido de unos pasos acercándose y todos voltearon a ver. Era Jungsoo …
- ¿Qué sucedió? – su voz era profunda.
Hyojin y el resto de los chicos le contaron lo sucedido. Seungjun decidió mantenerse al margen y tragarse su propio enojo.
- ¿Quieres seguir haciendo esto? – preguntó Jungsoo, después de que terminó de escuchar la historia.
- No – el chico contestó en un susurro y descendió la vista.
- Esa es la respuesta que importa ahora… Dentro de los siguientes días quiero que tú y tu familia empaquen todo. Yo y mi gente les ayudaremos.
- ¿A dónde iremos? – preguntó Myungsoo asustado.
- Saldrán de la ciudad. Yo me encargaré de todo, de sus boletos de autobús, comida, renta. No quiero que se expongan y que alguno de ellos se acerque a ustedes, así que esto es lo mejor. Solo será por un tiempo.
- ¿Y las quimioterapias de mi padre?
- Me encargaré de buscar un hospital que pueda continuar con su tratamiento.
La expresión de Myungsoo se hundió y soltó un sollozo.
- Lo lamento…. Lo lamento tanto. No queríamos causarles problemas, pero al final fue lo que terminé haciendo.
Jungsoo puso una mano en su hombro.
- No fue tu culpa. Ellos se aprovecharon de tu situación para hacer sus negocios asquerosos. Ellos son los que deberían de cargar con la consecuencias, no tu. Debes ir a casa a descansar, nosotros nos encargaremos del resto – Myungsoo asintió con la cabeza – te acompañaré.
Myungsoo se puso de pie y empezó a caminar. Jungsoo se acercó a Hyojin, le dijo algo en el oído y este asintió.
- Lo haré – respondió Hyojin, serio. Sin mostrar alguna emoción.
Seungjun estaba perplejo por lo que había presenciado. Fue testigo de cómo Jungsoo tomó el control de la situación… era muy contradictorio a todo lo que él conocía y lo que le habían dicho. Seungjun no pasó por desapercibido como lo había examinado por un segundo antes de regresar su atención al camino para alejarse.
- El día de mañana lo podemos retomar – anunció Hyojin – ya es tarde, pueden ir a descansar.
El resto de la pandilla se fue y Seungjun se quedó en su lugar.
- ¿Sucede algo? – preguntó Hyojin.
- Esto… es extraño… Dejaste que él se hiciera cargo – la expresión de Seungjun estaba perdida en algún lugar del parque, todavía absorto en lo que había pasado – al principio desconfiaba de su juicio, pero lo que hizo fue mejor que cualquier cosa que hubiéramos hecho nosotros…
- ¿Pensaste en lo que te dije? – preguntó Hyojin, tranquilo.
- ¿En qué? ¿En su inocencia? – Seungjun suspiró – Nunca pensé en ello. El rencor y el dolor de mi padre eran suficientes para convencerme de qué era así. Lo que acaba de suceder sale de todo lo que he creído.
- Mira, sé que lo que acabas de presenciar pudo ser impactante, así que te pido que lo pienses y lo reconsideres. No pienso presionarte, ya fue suficiente con lo de hoy – Seungjun asintió, todavía conmocionado – Deberías descansar.
- Lo haré – Seungjun estaba a punto de irse, pero volvió a posar su vista en él – buenas noches.
- Buenas noches – se despidió.
Sin más, Seungjun se alejó dirigiéndose a su casa, con las palabras del otro resonando en su mente. Por primera vez, no estaba seguro de que era verdad y de que era falso.
Chapter 8: DAÑO
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Martes. Hyojin se adelantó pedir una habitación de estudio y salió a esperar a su compa. Necesitaba respuestas de su parte.
Este había aparecido en el salón con un moretón en la mejilla en la mañana. Hyojin pudo dejarlo pasar, pero con lo sucedido ayer, temía que hayan interceptado a Seungjun y a su lado de la pandilla para hacerles algo. Aunque Hyojin lo veía improbable, de otra forma Seungjun no se hubiera presentado a clases como si nada, o eso quería creer. Estaba depositando demasiada fe en el más joven.
Hyojin lo vio aproximarse y este tenía su semblante inexpresivo.
- ¿Y tus cosas? – preguntó Seungjun.
- Ya están en la habitación de estudio.
Seungjun asintió y ambos entraron a la biblioteca en silencio. Hyojin cerró la puerta, se recargó en ella y habló:
- ¿Me puedes decir que te pasó? – instigó Hyojin.
El corazón de Seungjun se detuvo ante esa pregunta y se mordió los labios.
- No fue nada – le restó importancia y no miró directamente.
- ¿Es en serio?... ¿Ahora te vas a portar reservado? – no obtuvo respuesta - ¿Pasó algo anoche después de que te fuiste?
- No – Seungjun se limitó a decir mientras sacaba sus cosas.
- Mentiroso… ¿Es algo relacionado a la situación?
- No.
- ¿Estás seguro? – volvió a insistir.
- Si
- Y regresamos a las malditas monosílabas – susurró Hyojin, desesperado y pateó la silla que estaba frente a él – Basta de mentiras ¿Qué te sucedió?
- Ya te dije que nada – Seungjun apretó los dientes y encendió la laptop.
- Es obvio que es mentira – Hyojin se acercó - ¿Acaso te encontraron?
- Para nada.
- Estás poniendo en riesgo a todos en la colonia… Dime que fue lo que pasó.
- Ya te dije que no es nada.
- ¿Entonces quién te hizo lo del rostro? – Seungjun se mantuvo callado – ¿Fueron ellos? ¿A quiénes estamos buscando? ¿Te dijeron algo? ¿Te amenazaron?
- No, no y no – Seungjun estaba exasperado, pero no se atrevió a alzar los ojos – Deberíamos seguir con el trabajo.
- Al diablo con el trabajo. ¿Quién te hizo ese moretón? – Hyojin estaba alterado.
- Ya te dije que nadie – apretó los dientes y su puño.
- Eres un pésimo mentiroso. ¡YA DIME QUIEN TE GOLPEÓ!
Seungjun se levantó de su asiento, harto. Golpeando la mesa con sus dos manos.
- ¡Fue mi padre! – Seungjun gritó – Mi padre fue quien me hizo esto… ¿Feliz? – su ojos estaban vidriosos – Te estoy diciendo la verdad.
Seungjun volvió a tomar asiento, colocó sus codos en la mesa y pasó sus manos por su cara a pesar del dolor. Hyojin lo observó y su semblante se suavizó.
- ¿Por qué? – Se limitó a preguntar desde donde estaba.
Seungjun retiró las manos y sin voltear a verlo, contestó.
- Se enteró que anoche estaba contigo… No le agradó mucho la idea. Me cuestionó el por qué estábamos juntos tan tarde…. Obvio, no le iba a decir la verdad completa porque eso lo alteraría más. Me limité a decirle que tuvimos un percance con el trabajo y tuvimos que resolverlo.
- ¿Y te creyó?
- No, pero sacó el tema de que su hijo estaba lidiando con esa familia… La familia que causó la muerte de su hermanita…
- ¿Y qué pasó después?
- Me atreví a cuestionarlo. Que si en verdad estaba tan seguro de ese hecho….
La tensión en el lugar era palpable. En otras circunstancias, Hyojin se hubiera sentido aliviado y triunfal de que por fin dudara de la verdad, pero no fue el caso. No estaba seguro de querer seguir escuchando.
- Fue ahí cuando recibí el golpe – continuó Seungjun. Mordió sus labios – mi padre se sintió decepcionado y traicionado. Es la primera vez que me levantaba la mano, así que me sorprendí, me asusté y me enojé. Aunque todavía seguía enfadado, me mandó a mi habitación y así lo hice… Esta mañana ni siquiera volteó a verme y mamá me preguntó lo que había pasado y yo nada más le dije que no era importante y me fui a la escuela, sin darle más explicaciones.
- ¿Y cómo te sientes ahora?
Seungjun resopló.
- Mi propio padre me golpeó, ¿Cómo se supone que debo responder a eso? – rio amargamente.
Vio el dolor en su expresión, pero Hyojin no supo cómo responder.
- Lo lamento… Solo es que no sé qué decir… ¿Quieres retomar el trabajo?
- No sé si tenga cabeza para eso – confesó. Hyojin buscó alternativas.
- Si quieres… Puedes mirar como hago los cuadros.
Seungjun se extrañó por la sugerencia, pero aceptó con la esperanza de olvidarse lo que había sucedido con su padre. Se pasó una mano por el cabello, soltó un suspiro y colocó sus brazos y antebrazos cruzados sobre la mesa y arriba de ellas, su barbilla, teniendo cuidado con su mejilla; así vería a Hyojin trabar. Tal vez era una pose muy relajada a la percepción de otras personas, pero ¿Qué más daba ahora? Total, si su padre había cruzado un límite anoche, él también lo haría.
Hyojin tomó asiento, sacó las cosas de la mochila y pintó sobre los trazos de lápiz ya marcados del lienzo.
Seungjun lo contempló con ojos apagados. La habilidad de Hyojin era impresionante, eso no había duda. En ocasiones, su mente viajaba hasta el mes pasado donde pensar en una situación así entre los dos era inimaginable.
- ¿Cómo supiste que tenías talento para esto? – Seungjun soltó de la nada.
Hyojin se tomó un momento para responder. Si eso ayudaba a Seungjun a mantenerse distraído, lo haría.
- Desde siempre. Mis padres me metían a toda clase de clubes y cursos de veranos para desarrollar mi “lado creativo”. Me gustaba mucho usar las manos para crear algo-
- ¿Gustaba?
- Mmm… – Hyojin pensó en cómo responder a eso – Cuando fui nombrado líder a los 14 años, lo había dejado a un lado para enfocarme en la pandilla, no había vuelto a pensar en ello hasta el proyecto.
- ¿Por eso tus hermanitas también tienen un kit?
- Mi tía pensó que también tendrían un lado creativo con la pintura como yo.
- ¿Y si es así?
- Son creativas y muy inteligentes… Pero creo que el dibujo no es para ellas. Yo creo que les va más la danza o los instrumentos, tienen buen sentido del ritmo.
Seungjun asintió.
- ¿Dijiste que te metieron a varios clubes? – preguntó Seungjun, curioso. Hyojin respondió afirmativamente – ¿Y también probaste canto?
- Por supuesto.
- ¿Quieres decir que cantas bien? – la pregunta venía con un poco de burla, Seungjun sonrió imaginándolo cantando como un idol.
Hyojin levantó su vista a Seungjun por un segundo.
- No pienso responder a eso – se defendió y regresó a su labor.
- Entonces cantas horrible – concluyó.
Hyojin nuevamente alzó los ojos, pretendiendo estar ofendido por las palabras del otro. Y en ese instante, los ojos de ambos se encontraron y por primera vez en mucho tiempo… Se sonrieron mutuamente levantando sus comisuras. Había comodidad en el aire.
A pesar de contemplar la sonrisa del otro, Hyojin se sentía ligeramente inquieto por el moretón que pintaba la mejilla del menor. Aunque fuera su enemigo, no significaba que debía mantener indiferencia a lo que sucedió. No podía concebir la idea de un padre levantándole una mano encima a un hijo y seguramente, Seungjun tampoco lo concebía hace 24 horas.
El solo pensamiento lo dejó intranquilo. Dirigió su atención a otro punto, pero el nudo en su garganta no desapareció. Retomó lo suyo con aquel pensamiento rondando su mente, a la par de ignorar la mirada de Seungjun sobre él.
Terminaron a la hora de siempre y salieron de la biblioteca, con una pequeña-gran diferencia. El padre estaba esperándolo. Seungjun se acercó con cuidado.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó con voz baja.
- ¿Qué más haría? Vengo a recoger a mi hijo. Quiero que pases el menor tiempo posible lejos de él – le dedicó una expresión de desprecio a Hyojin quien estaba a unos 5 metros de distancia – dejé el auto estacionado en un lugar cercano. Ven conmigo.
Giwon avanzó, pero Seungjun se quedó dónde estaba.
- No lo vamos a dejarlo aquí… Él viene con nosotros.
- No… Y no lo pienso discutir – su padre se mantuvo firme.
- ¿En serio lo vas a dejar aquí?
- Él es grande y sabe cuidarse…
- Ah, entonces yo no soy ninguna de las dos – su tono mostró sarcasmo.
- Tú tienes un padre que se preocupa por ti…
- Eso no lo pareció anoche – Seungjun se quebró.
La expresión firme de su padre cambio a una furiosa y se acercó peligrosamente a su hijo, pero Hyojin se puso en su camino.
- No le va a poner una mano encima de nuevo – Hyojin lo amenazó.
- ¿Él te lo dijo? – preguntó su padre.
- No, pero no es tan difícil de adivinar, si después de que estuviera CONMIGO – enfatizó la última palabra – a la mañana siguiente apareció con ese golpe en su mejilla, está más que claro quien lo hizo.
Giwon apretó la mandíbula.
- No quiero que mi hijo conviva con ustedes… Son unos mentirosos, corruptos, detestables-
Una cuarta persona se unió a ellos.
- Si, si… Lo has dicho durante los últimos 20 años.
Todos voltearon al origen de la voz. Jungsoo.
Si Giwon ya estaba enojado, en este momento estaba que echaba humo de ver a Jungsoo. Se acercó al recién llegado y lo tomó por las solapas de su camisa.
- No sé qué le habrás dicho a mi hijo para engañarlo, pero te pido que te detengas antes de que te haga algo.
- No le dicho nada a tu hijo, si eso es lo que te molesta… Yo nunca he hablado con él.
- ¿Ah, sí? Entonces, ¿Por qué duda de lo que pasó hace 20 años?
- No tengo la menor idea.
- Mientes.
Jungsoo se retiró las manos de Giwon de encima.
- No sé qué habrá escuchado o visto tu hijo para que tu pienses algo así… Pero yo no tuve nada que ver.
- ¿Entonces insinúas que fue tu sobrino el que manipuló a mi hijo?
Jungsoo apretó los puños y respiró profundamente antes de responder.
- No permitiré que hables así de mi familia. Tu problema es conmigo, no con ellos.
- Yo lo veo así. Se están metiendo con mi hijo y no lo pienso tolerar.
Jungsoo apretó su mandíbula.
- Será mejor que nos retiremos, antes de que terminemos lamentando algo – Jungsoo estuvo a punto de cumplir su palabra, pero la voz de Giwon lo detuvo.
- No quiero que el chico vuelva a llenar de mentiras a mi hijo. Ustedes no son los buenos de la historia.
Jungsoo se acercó de nuevo y puso su dedo índice en su pecho.
- Ni siquiera tú sabes lo que pasó en realidad.
- No, pero fue suficiente verte a ti y a tu hermano a lado del cuerpo sin vida de Nabi cuando yo la estaba buscando. Desde que se juntó con ustedes, ella se portó de una manera rara y eso lo llevó a su trágico destino…. No quiero que lo mismo vuelva a ocurrir con mi hijo. No quiero que caiga en malos pasos de nuevo – Jungsoo se apartó.
- No volverá a ocurrir. Eso te lo prometo – su tono era frío.
- Eso espero – Giwon se dio vuelta y se fue.
Hyojin y Seungjun no dieron comentarios, pero el eco de ambos mayores había quedado presente en el ambiente. Compartieron un vistazo rápido, cargada de preguntas sin respuestas, antes de seguir caminos separados.
***
Hyojin se acercó a su tío antes de llegar al coche.
- ¿Por qué viniste hasta acá? – preguntó.
- Venía a asegurarme que ambos estuvieran bien – desbloqueó el coche, le indicó a Hyojin que subiera y así lo hizo.
- ¿Ambos? – preguntó Hyojin sorprendido, su tío respondió afirmativamente – ¿Cómo lo supiste?
Jungsoo encendió el coche y empezó a manejar.
- Me enteré que ustedes dos estaban trabajando juntos por parte de la escuela.
Debió imaginarlo. Su padre le contó que después de que su tío fue declarado inocente y saliera de la cárcel, se había hecho de varios contactos ahí.
- ¿Y eso no te molesta?
- Para nada – hizo una pausa – ¿Por qué me molestaría? Ustedes son una generación diferente, no tenían razón para crecer con ese odio como lo hicieron. Sus padres fueron los encargados de sembrárselos.
Hyojin asintió. Su padre le metió la idea de que debía odiar a los Lee y eso pasó mismo con Seungjun. Aunque había algo que le causaba curiosidad.
- Pero ellos te culparon por la muerte de alguien…
- Tienes razón, pero ellos tienen su motivo para hacerlo – contestó relajado y suspiró – tienen su propia versión de la historia.
- ¿Y nunca has querido probarles lo contrario?
- Si he querido, hijo. Aunque no es tan fácil como parece – negó con la cabeza – No en las circunstancias en las que sucedió…
- ¿Y le has dicho a mi padre de que estoy trabajando con él?
A Hyojin le preocupaba que su padre tomara la misma postura histérica que la del padre Seungjun.
- No, no te preocupes – lo tranquilizó su tío – No diré nada. Tu y mis sobrinas son como mis hijos… No haría nada para lastimarlos.
- Gracias – respiró aliviado.
Ya era suficiente con que el padre de Seungjun estuviera enterado de la situación.
- ¿Y te agrada el muchacho? – preguntó en un tono neutro.
Hyojin se extrañó por quien le hacía la pregunta, pero contestó sincero:
- Él era una dolor de cabeza al principio, pero yo también lo fui… – recordó aquellos primeros días en el que trabajaron sin éxito – Sin embargo, es una buena persona. Se preocupa por los suyos, tiene talento para los textos largos y no le gusta no enterarse de las cosas...
“Y estar con él es extrañamente cómodo” pensó en sus adentros, pero alejó la idea. Sonaba demasiado loco.
El resto del viaje transcurrió de manera pacífica. Tenía razón lo que decía su tío, probar su inocencia sin ponerse en algún riesgo no era facil. Y aunque él nunca volvió a buscar una relación o hacer una familia, siempre lo trato a él y a sus hermanitas como sus hijos. Tal vez, eso había llenado un vació en él.
***
Seungjun y su padre no dijeron nada en camino al auto, pero en cuanto estuvieron dentro del vehículo, Seungjun preguntó:
- ¿Qué le diremos a mamá? – preguntó Seungjun acerca del moretón en su mejilla. Aunque mamá ya no preguntó nada en la mañana, no dudaba que lo haría en cuanto ambos llegaran a casa.
Giwon suspiró.
- Yo le diré y me haré cargo de las consecuencias.
Seungjun asintió sin decir nada. Todavía era difícil saber cómo actuar con él.
- Hijo – su padre mostraba culpa – lo siento, no debí levantarte la mano. Dejé que la ira me consumiera y nublara mi juicio. Me parecía inconcebible la idea de que pensarás en la inocencia de ese hombre… No tienes idea del dolor y el vacío que nos causó a tus abuelos y a mi…
- Lo sé – se limitó a decir.
- Lo bueno es que pronto dejarás de trabajar con ese chico – suspiró librando la presión de su pecho.
La sola idea le parecía rara a Seungjun. Extrañamente, no quería que se acabara el proyecto. Estaba conociendo un lado de Hyojin que en sus años de vida había visto y eso le causaba más curiosidad de la que quisiera admitir.
No sabía si Hyojin sentía lo mismo, pero estaba desarrollando compañerismo por su parte… Y no sabía si esa idea le gustaba o le aterraba.
Después de todo, sus circunstancias nunca fueron normales.
Chapter 9: SEMANA 5
Notes:
Comenzamos la ultima semana!
En esta etapa se vivirá de todo, así les sugiero que se vayan preparando mentalmente para este y los proximos capitulos que se vienen.
Chapter Text
La última semana del proyecto había llegado. Los chicos estuvieron trabajando como si nada hubiera ocurrido entre sus respectivos adultos, tratando de llevarlo de la mejor forma. No permitirían que otra vez el conflicto familiar los retrasara y, en esta ocasión, los reprobaran.
El día de mañana el maestro revisaría los borradores para el trabajo final del jueves, por lo que Seungjun se sentía levemente presionado, preparando la última síntesis. Aunque a veces echaba vistazos rápidos a la obras de Hyojin para apreciarlas. Admirando su esfuerzo y su dedicación sin decir alguna palabra y después regresar a lo suyo.
Por el otro lado, Hyojin daba los últimos toques y en ocasiones, mostraba atención silenciosa a Seungjun buscando alguna otra herida causada por su padre o alguna otra circunstancia.
Esto, sin que fueran consientes de la atención del otro.
Hyojin, sin apartar los ojos de su actividad, buscó a tientas un pincel para agregar algunos detalles de las esculturas, sin embargo, sin darse cuenta, terminó tocando el dorso de la mano de Seungjun que estaba sobre su mouse.
Ambos se paralizaron ante el tacto y Hyojin retiró su mano rápidamente. Sus ojos se encontraron.
- Perdón. Estaba buscando un pincel – se excusó Hyojin. Echó un vistazo rápido a la mesa y tomó el objeto en cuestión para regresar a su actividad. Las puntas de sus orejas se tornaron ligeramente rojas.
Seungjun lo contempló con detenimiento unos segundos más, aún impactado por lo sucedido y sintió como su corazón latir con fuerza, sus mejillas se pintaron de un ligero rosa. La cual relacionó a la vergüenza. Negó con la cabeza y se aclaró la garganta para continuar tecleando en su laptop.
Unos instantes después, lo espió de reojo. Estaba concentrado como siempre. En esta ocasión, Seungjun no apartó sus ojos, continúo contemplando su rostro con cuidado. Apreció como este se mordía el labio mientras sostenía el pincel delgado, haciendo los pequeños detalles.
Seungjun se sentía extrañado por notar ese detalle, pero no incomodo. Hyojin sintiendo su mirada, volteó.
- ¿Sucede algo? – preguntó curioso.
A Seungjun se le cortó la respiración al sentirse atrapado.
- Yo- solo estaba viendo tu cuadro – se excusó – los detalles que estás haciendo son imperceptibles desde acá.
- Ah – Hyojin carraspeo nervioso – eso es porque hay muchos detalles en las esculturas mesoamericanas… Hay tantos de ellos en un espacio reducido que es importante darles el tiempo y usar el pincel indicado para ello.
Hyojin también estaba nervioso a su manera, ya que las palabras habían salido atropelladas sin este se percatará. Le aproximó el lienzo, invitándolo a contemplarlo. Seungjun no solo se acercó a la pintura… también lo hizo a él. La distancia era tan corta que Hyojin apreció sus facciones y sus ojos. Aunque Hyojin veía su hobbie como algo normal y cotidiano en su vida, Seungjun lo hacía parecer como si fuera el mejor don del mundo. Recorría y admiraba la pieza de arriba a abajo. Como si estuviera contemplando la mismísima Mona lisa.
Hyojin podía decir que era admiración pura. Recordó el desprecio y los celos de sus compañeros cuando sus maestros lo elogiaban en el pasado. En los ojos de Seungjun, no existía ese sentimiento… Y eso le gustó.
Seungjun alzó su vista y se encontró con la de Hyojin, quedándose atrapados en ese instante. Contemplaron y apreciaron las facciones del otro de manera tranquila, sin decir nada. Después de tanto tiempo, se veían más allá de lo que prejuicios con los que crecieron. La visión de ambos abarcó los ojos, la nariz, la boca, las mejillas sin algún orden en específico.
A Hyojin le surgió la necesidad de pasar su mano por la mejilla de Seungjun. Recordando el golpe que ahora era imperceptible… Y de pronto, recordó la causa por la que había sucedido. Él.
Rompió el contacto visual y aclaró su garganta.
- Por cómo puedes ver… No faltan muchos detalles por agregar.
Seungjun asintió sin decir nada y Hyojin volvió a tomar su cuadro. A Seungjun no le gustó esa lejanía, pero no supo cómo ponerla en palabras. Le dio un último vistazo a Hyojin antes de regresar a lo suyo.
***
El regresó a casa fue tranquilo. No había novedad con la situación y Hyojin tenía confianza de que su tío le estaba ayudando a investigar.
La madre de Seungjun había hablado con su esposo y lo convenció de no buscar a su hijo después de la biblioteca, lo cual agradeció bastante. No quería sentirse sobreprotegido.
Ambos jóvenes habían llegado a la entrada de la colonia.
- Deberías entrar primero, yo todavía debo a pasar a comprar algunas cosas – Seungjun sugirió.
- ¿Estás seguro?
Seungjun asintió.
- Nos vemos – se despidió Hyojin.
Hyojin comenzó a caminar, entrando a la colonia. La calma de la noche lo rodeó como era de costumbre, hasta que percibió un sonido raro viniendo de un callejón. Con sospecha, agudizo su visión para encontrar algo raro, pero no halló nada. Desconfiado, continúo caminando.
Más adelante, otro sonido similar volvió a llamar su atención. Hyojin se mantuvo alerta, divisando a su alrededor en busca de algo o alguien. Su instinto le decía que no debía bajar la guardia.
De pronto, una sombra se acercó a él y Hyojin se agachó para esquivar el golpe. El atacante lo pasó, dándole la espalda. Hyojin aprovechó para patearlo en la espalda y derribarlo. Hyojin notó que este usaba un pasamontañas.
El atacante, desde su posición, pateó a Hyojin en una pierna, desequilibrándolo. El atacante se reincorporó y rodeo a Hyojin por el cuello. Hyojin usó la posición para lanzarlo por los aires y dejarlo en el piso, cortándole el aire.
Hyojin intentó retirarle el pasamontañas antes de que el atacante pudiera reponerse, pero este fue más rápido. Se levantó y ambos comenzaron una pelea de puños. En un descuido, Hyojin terminó acorralado contra la pared, con su perfil pegado al frio concreto, inmovilizado y de pronto, sintió el filo de un cuchillo deslizarse por su brazo derecho, arrancándole un grito de olor. Sintió la sangre recorrer por su piel y de pronto, el atacante era separado de él por alguien más.
Seungjun.
Los golpes del atacante eran torpes a comparación de los de Seungjun quien estaba intacto y fresco. Aunque en algún momento el atacante logró soltarse del agarre. Lo golpeó en el estómago y huyó. Seungjun se retorció del dolor por un momento y se reincorporó como pudo para acercarse a Hyojin.
- ¿Estás bien?
Hyojin no dijo nada y observó su brazo herido, la sangre le corría y empezaba a sentirse mareado por la imagen. A Seungjun se le cayó el alma a sus pies viendo la situación.
- Debes ser atendido.
- No puedo ir a un hospital. Si descubren que hay venta de droga por aquí podrían entorpecer la investigación.
- No hablaba de eso – Seungjun tragó en seco – Yo te puedo curar.
***
Seungjun se había ido a la casa rápidamente. Le mintió a sus padre diciendo que haría tarea y se iría a dormir temprano para que no lo molestaran. Pasó rápidamente a su habitación, tomó el botiquín de su cuarto y dos camisas viejas. Salió por la ventana y bajo por la escalera de emergencia. Al pisar el concreto, corrió en dirección al parque donde se encontraba Hyojin. Le había dado órdenes claras de no retirar su mano.
Cuando llegó a él. Hyojin estaba sentando en una de las mesas de picnic, con la mano arriba de la mesa. Se veía más pálido debido al dolor y a la pérdida de sangre.
- No retires tu mano hasta que yo te lo indique.
Hyojin asintió.
Seungjun le puso una de las camisas por arriba de su codo, alrededor de su brazo y así detener el flujo de sangre. Seungjun abrió el botiquín, se desinfectó las manos y agarró un par de guantes, para colocárselos.
- Retira tu mano – indicó.
Hyojin lo hizo inmediatamente. La imagen le revolvió el estómago a Seungjun, no estaba acostumbrado a tomar este rol, pero trató de ser fuerte. Seungjun lavó primero la herida con una botella de agua que trajo de casa y jabón que venía en el botiquín. El agua fresca era una clase de alivio para Hyojin.
Seungjun secó la herida con unas gasas procurando tener cuidado de no lastimarlo, después sacó un antiséptico, y lo roció, volvió a pasar otra gasa para retirar el exceso. Tomó una bolsa donde tenía una aguja nueva, la abrió y retiró el objeto, e hizo lo mismo con el hilo. Con manos ligeramente temblorosas logró insertar el hilo en la aguja. Miro a Hyojin a los ojos.
- Ahora mismo te voy a hacer unos puntos, no será fácil – respiró profundamente – Necesito que no te muevas y trates de resistir. No te voy a mentir, el dolor será insoportable, por lo que tengo una camisa extra para que puedas morder. No te preocupes, está limpia. Trataré que sea lo menos doloroso posible.
- Lo que sea – Hyojin le restó importancia.
Seungjun lo tomó como un sí. Agarró la playera y la insertó en la boca de Hyojin. Respiró hondo y procedió a insertar la aguja en la piel de Hyojin, quien inmediatamente se tensó y aguantó las ganas de gritar.
Seungjun respiraba profundamente cada tanto para evitar que los nervios lo invadieran. Sin embargo, en algún momento, Hyojin gritó en la camisa y con su otra mano apretó fuerte la mesa, hasta que sus nudillos se volvieron blancos; respiraba de manera controlada para controlar los nervios y el miedo lo invadieran. Seungjun temblaba cada que la aguja salía de su piel, pero se obligaba a recobrar la compostura cuando la aguja debía entrar de nuevo.
En total, fueron 8 puntos que hizo Seungjun por separado con éxito. No era tal cual lo hacía un profesional, pero era mejor eso a nada. Terminó de hacer el ultimo nudo y soltó un gran suspiro de alivio y le anunció a Hyojin que ya había terminado. Cuando levanto su vista, Hyojin se veía agotado, ya se había retirado la camisa de la boca.
- Ya te puedes retirar la camisa del brazo – sugirió – debes realizarte un masaje en el área para reactivar la circulación.
Hyojin hizo tal cual le indicó.
- Gracias... – susurró – ¿Cómo sabes de curaciones? – preguntó curioso, recordando la ocasión pasada donde Seungjun le revisó la mano para ver que todo estuviera bien.
- Mi hermana mayor está estudiando para enfermería y me enseñó algunas cosas para esta clase de situaciones – Seungjun estaba avergonzado de hablar de su familia con él.
- ¿Te refieres a la pandilla?
- Si – calló por un momento – Hace un año tuvimos un problema donde uno de los nuestros resultó herido y desde ahí, me enseñó que hacer en caso de emergencias. También me advirtió que hay casos en los que no hay nada que hacer y es mejor llamar una ambulancia…
Hyojin vio a Seungjun pelear con la bolsa de un parche para abrirlo, se lo quitó de las manos y él mismo lo hizo, a pesar de las objeciones del menor.
- Gracias, pero no debiste hacerlo, se supone que el parche debe ser colocado de manera limpia – su voz era tímida.
- Como sea. Esa cosa no se veía fácil de abrir con esos guantes – Hyojin contestó desinteresado.
Seungjun resignado, colocó el parche con cuidado en la herida de Hyojin y ambos sintieron una descarga recorrer sus cuerpos ahora que no existía el miedo y ni la preocupación. Era algo diferente que no podían describir.
- Debes cuidar el parche – titubeo Seungjun – Cambiarlo todos los días y cuando te salgas de bañar. Debes revisar que la herida este seca y que presente un color sano. En caso de no ser así, debes ir a un médico de inmediato, podrías correr el riesgo de haber contraído una infección – Seungjun miraba a Hyojin a los ojos mientras decía las instrucciones y este apartó su rostro ruborizado.
- Claro.
Seungjun no dejó de verlo. Apreció su perfil, desde su frente, sus ojos, su nariz hasta su mandíbula. Hyojin lo atrapó en el acto, provocando que a Seungjun se le cortara la respiración al sentirse atrapado, pero para su sorpresa, Hyojin no se inmutó.
Ambos se quedaron inmóviles.
Hyojin se sentía extraño la expresión de Seungjun sobre él, pero no le incomodó. No lo supo poner en palabras.
El ambiente se volvió tenso.
Demasiado personal.
El sonido de la calle irrumpió el momento. Hyojin se aclaró la garganta y Seungjun parpadeó rápido, sacudiendo su cabeza.
- Será mejor que me vaya – habló Hyojin.
- Sí… Yo también – salió del trance.
Ninguno de los dos dijo algo más. Seungjun se retiró los guantes, los tiro en un bote cercano y guardó el resto de las cosas en el botiquín, sin ser consciente de la persistente atención de su compañero.
Seungjun todavía se sentía incomodo, no por lo sucedido.
Si no por lo que había sentido.
Cuando terminó de guardar las cosas, ambos se miraron.
- Buenas noches – se limitó a decir Hyojin, mientras le daba la espalda y se iba por su lado.
- Descansa – Seungjun se despidió en un susurro, observando como se iba.
Chapter 10: SINCEROS
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Seungjun llegó a su habitación por el mismo lugar por el cual había salido. Le descolocó ver la sombra de alguien esperando sentado arriba de su cama y la sangre dejó su cara. Cuando encendió la lampara, visualizó a su madre y sintió un gran alivio en su pecho, aunque no lo tranquilizaba del todo.
- ¿Qué haces aquí, mamá? – susurró.
- Hace un rato subí para preguntar si necesitabas algo, te veías muy apresurado cuando llegaste… Y para mi sorpresa, no estabas en tu habitación. Así que decidí esperarte para saber lo que estaba sucediendo y si estabas bien.
- ¿Mi padre lo sabe?
Su madre negó con la cabeza, se levantó de la cama y se acercó a Seungjun.
- ¿Sucedió algo? Supongo que no tiene nada de relación con la pandilla, de otra forma hubieras entrado por la puerta principal y tampoco le hubieras mentido a tu padre acerca de tareas e irte a dormir temprano.
Seungjun se sintió atrapado. Su madre al notar su silenció prosiguió:
- Dime… ¿es por ese muchacho?
A Seungjun se le formó un nudo en la garganta y apartó la mirada, incapaz de verla a los ojos para decirle la verdad.
- Si… Cuando llegamos después de hacer el proyecto, él sufrió un ataque y lo hirieron con un cuchillo y yo lo curé… – le mostró el botiquín que todavía tenía en la mano como evidencia – No podía ignorarlo, má. No podía hacerlo. No lo podía dejar así.
- Entiendo, hijo. Calma. Me agrada que seas empático con la gente a pesar de las circunstancias que los rodea. Dejarlo a su suerte hubiera sido muy egoísta de tu parte. Demuestras que tienes un gran corazón.
- Creí que me recriminarías como mi padre – se sinceró, Seungjun.
Soyun le retiró el botiquín de la mano para colocarlo en otro lugar de la habitación.
- No, hijo. En este caso, no… Tampoco me agrada mucho la idea de que estés con él, pero también trato de ser abierta. Sé que nada más es un trabajo escolar, que no hay necesidad de alterarme como lo hizo tu padre.
- Entiendo – Seungjun agradeció su sinceridad.
- Además… Sé que cada uno tomará diferentes caminos cuando el proyecto acabe.
Seungjun se mordió los labios ante esas palabras.
- No te preocupes, má. Todo estará bien.
- Muy bien… Y cualquier cosa, me puedes decir con confianza. Me alegro que hayas llegado con bien.
Soyun le sonrió.
- Buenas noches, hijo. Descansa.
Estuvo a punto de acercarse a la puerta cuando la voz de Seungjun lo detuvo:
- ¿Sucede algo? – preguntó, ofreciéndole atención a su hijo.
La puntas de las orejas de Seungjun se tornaron rojas.
- ¿Cuándo supiste que papá te gustaba?
La madre se sorprendió.
- ¿A qué viene la pregunta?
- Mera curiosidad.
Sin querer presionar a su hijo, se volvió a sentar en la cama y pensó en la pregunta.
- No te sabría dar una fecha exacta, pero me gustaba porque era amable, trabajador, amigable con todo el mundo… Y guapo.
Ambos rieron ante eso.
- ¿Y cómo supiste que papá era el indicado?
- Supongo que fue porque tu padre nunca me hizo sentir nerviosa.
- ¿Nerviosa?
- ¿Nunca te has acercado a la persona que te gusta? sientes como las manos te sudan, te empiezan a temblar y el corazón se vuelve loco – Seungjun asintió – Pues con tu padre no fue así. Con el todo era muy tranquilo, feliz, cómodo. Supongo que ahí supe que él era el indicado, porque me sentía segura a su lado.
- ¿Pero no se supone que son reacciones normales cuando alguien te gusta?
- Todo el mundo tiene diferentes opiniones, diferentes modos de entender y de sentir las cosas… Y en mi caso, con tu padre me di cuenta que el amor no se trataba de nervios constantes, ni palpitaciones irregulares, se trataba de estar cómodo con esa persona y saber que puedes confiar en él y sentirte seguro.
- ¿Y cómo supiste qué él te correspondía?
- Pues los dos estábamos juntos en todo momento y creció naturalmente… Con la compañía del uno con él otro pasándola bien, divirtiéndonos juntos, ayudándonos mutuamente. Todo era normal, hasta que él me robó mi primer beso-
- Ya no quiero oír eso – Seungjun hizo una mueca ante eso.
Su mamá rio ligeramente.
- ¿Por qué? – su mamá le hizo burla – fue cuando nos dimos la oportunidad de ir a citas. Más adelante, nos dimos cuenta de que ambos queríamos formar un futuro juntos, con una familia llena de hijos.
- ¿Llena? – Seungjun se sorprendió ante esa confesión.
- Si – su madre se ruborizó – Teníamos planeado tener cuatro hijos, pero eso fue antes de saber lo que era la paternidad y lo significaba sostener a una familia. De ahí supimos que lo ideal eran tres.
Las palabras no salieron de la boca de Seungjun ante esa información nueva para él. Su madre siguió adelante:
- Querer a alguien es hermoso, siempre y cuando el sentimiento sea mutuo. No puedes obligar a nadie a quererlo, ni nadie te puede obligar a ti... – acarició el cabello de su hijo –Pero si lo tuyo solo es duda, deberías poner más atención. Algunas veces son confusos, pero un amor romántico es único e irrepetible, no puedes amar de la misma manera a tu pareja como a tu familia o a un amigo.
- ¿Y si todavía persisten las dudas?
La madre de Seungjun detuvo su mano por un segundo, para después continuar.
- Me temo que si el sentimiento ya está ahí, no hay marcha atrás. No te asusta lo que sientes, te asusta por cómo está pasando.
- ¿Alguna vez te sentiste así?
- No, y por eso te lo digo. Nunca te dudé con tu padre porque las circunstancias jugaron a nuestro favor, pero no sé si sea lo mismo contigo.
Seungjun sintió un nudo en su garganta.
- No te presionaré a que me digas lo que está pasando. A lo mejor necesitas poner primero en orden tu vida y tus sentimientos antes de hablar con alguien. Sin embargo, quiero decirte que aquí siempre me tendrás.
Soyun besó su frente.
- Será mejor que me vaya antes de que tu padre se despierte, nos vea juntos y nos empiece a interrogar. Tú y yo somos buenos trabajando separados que juntos – Seungjun rio.
- Claro, má. Gracias. Buenas noches.
Soyun salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella. Seungjun se mordió los labios y exhaló soltando la presión en su pecho. Se levantó de la cama para alistarse e irse a dormir. Se acostó, cansado física y emocionalmente. Cerró lo ojos con la esperanza de darle un respiro a mente y su corazón de las últimas horas.
****
Al día siguiente, Seungjun y Hyojin estuvieron a punto de salir de la biblioteca cuando este último lo detuvo antes de llegar a la puerta.
- ¿Sucede algo? – preguntó Seungjun, desconcertado.
Hyojin no respondió. Lo recargó contra la pared con un movimiento firme. Seungjun se quedó sin aliento.
El semblante de Hyojin permaneció inexpresivo, mientras sus ojos mostraban algo que no supo cómo poner en palabras.
Sin previo aviso, Hyojin se inclinó y rozó con su nariz la mandíbula de Seungjun. Inhaló lento y profundo su aroma.
Seungjun sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero no se movió. Tragó en seco. Sintió como Hyojin recorría su mandíbula y su cuello con la punta de su nariz de manera tentadora.
Finalmente, Hyojin se alejó un poco.
Con una mano tomó su barbilla y, sin permitir que Seungjun dijera nada, lo besó.
Seungjun se paralizó por un instante, los ojos abiertos por la sorpresa del momento. ¿De verdad estaba sucediendo? Los labios de Hyojin se sentían firmes, exigentes… y eso le gustó.
Sin dar más batalla, entreabrió los labios.
Hyojin tardó un segundo. Lo invadió. Profundo. Desesperado.
Sintió su manos rodear su cintura y Seungjun jadeó ante el tacto.
Hyojin se volvió a separar de él y cuando sus labios estuvieron a punto de deslizarse por su cuello, la alarma sonó.
Seungjun se despertó en su cama. Agitado. Sudado… Y frustrado.
Desde la noche anterior, su mente estaba dando vueltas una y otra vez a una misma cuestión que apenas pudo dormir. Tampoco las palabras de su madre le habían ayudado mucho.
Sin embargo, esto era totalmente nuevo. Algo que nunca se hubiera imaginado ni en mil años y eso lo hizo sentirse vulnerable… y atrapado. Ni siquiera se molestó en mirar hacia abajo, le avergonzaba si quiera pensar la razón del porque sucedió.
Respiró profundo, como si eso pudiera bajar la ansiedad y la frustración que recorría su cuerpo.
Quería gritar, pero no podía.
Escuchó unos toques en su puerta y se reincorporó con cuidado, revisando su postura para que no sospecharan.
- ¿Sí? – preguntó Seungjun con la voz más calmada que pudo hacer.
Escuchó a su madre por detrás de la puerta.
- Venía a revisar que no te quedaras dormido. Cuando termines de alistarte, bajas a desayunar.
- Si, má. Gracias.
Escuchó los pasos alejarse y Seungjun volvió a acostarse en la cama, soltando un suspiro de alivio. Estaba más que claro que tomaría una ducha fría, pero todavía quedaba una cuestión sin resolver:
¿De verdad le gustaba Kim Hyojin?
Chapter 11: SINCEROS (pt.2)
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Por otro lado, Hyojin lidiaba con su propia incertidumbre desde su habitación.
Suspiró. Sé sentía intranquilo y de alguna manera, vacío.
Aún recordaba las imágenes vívidamente, como si de verdad hubieran ocurrido.
Estaba afuera de la biblioteca pública, esperando a Seungjun como era habitual.
Sin embargo, cuando llegó, algo lo desconcertó.
- ¿Y tú mochila? – preguntó con el ceño levemente fruncido.
- ¿Lo olvidaste? Íbamos a ver la película de los Vengadores – Seungjun tenía una sonrisa de oreja a oreja que iluminaba hasta sus ojos.
Hyojin no entendía nada, pero tampoco quería arruinar el momento.
Caminaron en dirección al cine, Seungjun hablaba sin parar de temas aleatorios, mientras que Hyojin lo escuchaba atento, todavía desorientado. En ocasiones, hacía pequeños comentarios.
Pidieron dos entradas, entraron a la sala y disfrutaron de la película. Al salir, compraron una crepa.
Seungjun dio una mordida y le ofreció el alimento a Hyojin.
Dudó… Pero lo terminó haciendo.
Saboreó la fresa que invadió su boca, mientras mantenía contacto visual con el más joven, quien seguía sonriente.
Pasaron el tiempo juntos, Hyojin empezaba a sentirse cómodo y tranquilo, hasta que lo vio: un rastro de chocolate manchando los labios de Seungjun.
Su corazón dio un vuelco ante la imagen y su mente hizo corto circuito.
Esperó a que Seungjun se diera cuenta primero antes de hacer algo. Pero no fue así. Los segundos seguían pasando y la cordura de Hyojin estaba en juego.
Se detuvo en seco.
Seungjun lo miró, curioso.
Hyojin alzó la mano, tomándolo suavemente del mentón. Sabiendo lo riesgoso que era, pero ya no le importaba.
Se acercó lentamente a su rostro y cuando estuvo a punto de tocar sus labios, despertó de regresó a la realidad…
Asquerosa y cruel realidad.
Hyojin se quedó varios minutos acostado en su cama pensando en que carajos había pasado y lo real que se había sentido.
¿Se estaba volviendo loco? Seguramente.
Exhaló y contra su voluntad, tuvo que iniciar su día.
¿Soñó que estaba en alguna clase de cita con Seungjun? ¿Por qué eso no le hacía sentir incomodo?
Hyojin echó un vistazo al brazo donde Seungjun le había hecho los puntos. Aún recordaba el tacto de su piel contra la de él y la sensación que había recorrido su espalda cuando le había colocado el parche. Si eso no era suficiente, anoche lo había visto de forma diferente, ya no lo veía como siempre lo había visto, lo vio como a alguien más y eso lo aterró.
Creyó que era un momento de vulnerabilidad y delirio debido a la pérdida de sangre, pero el sueño lo dejó todavía más confundido.
Estaba terminando de arreglar su mochila, cuando su madre tocó la puerta y se asomó detrás de ella.
- Buenos días – saludó con una sonrisa cálida. Hyojin le devolvió el saludo – Te vi llegar tarde. ¿Todo bien?
Hyojin la observó, consternado. Ella tomó asiento en la silla de su escritorio.
- ¿Por qué lo dices?
- Por qué revisando tu ropa, encontré ropa con sangre... Si hubiera pasado algo con la pandilla, tu o tu padre me lo hubieran dicho… Y por lo que veo tienes una herida en tu brazo… ¿Hay algo que deba saber?
- No es nada… Se podrá bien.
- Te pareces tanto a tu padre cuando mientes.
Hyojin sintió el peso de aquellas palabras.
- Lo siento, pero no puedo decírtelo ahora.
- ¿Me prometes que te cuidarás?
- Claro – Hyojin decidió cambiar de tema, por el bien de ambos – Mamá, ¿El tío Jungsoo nunca intentó rehacer su vida después de lo sucedido?
La mujer pensó en esa pregunta.
- Por un tiempo fue a citas, conocer gente, hacer amigos, pero debido a que estuvo en la cárcel era muy difícil que aquello durara.
- ¿Lo hacía por él o ellos lo rechazaban?
- Ambos… – su voz era calmada – Supe de una chica que salió con tu tío por un tiempo. Era la hija de un doctor muy reconocido en la zona. Por supuesto, su padre no permitiría que anduviera con alguien así.
- ¿Y qué pasó?
- Él rompió con ella. Ella tenía más que perder, lo hizo por su bien.
- ¿Y le dolió?
- A todo el mundo le duele un rompimiento cuando hay sentimientos de por medio, hijo.
- ¿Tú crees estuvo bien?
Haejin se quedó sorprendida ante aquella pregunta.
- Tal vez sintió que si seguí con ella le estaba cortaría su futuro y sus oportunidades. Tenía un presente y futuro estable y prometedor por delante. En cambio, él todavía lidiaba con las secuelas de haber estado en la cárcel – suspiró – A veces, las circunstancias hacen que te alejes de aquellos quienes aprecias para no causarles daño. Ya sea directo o indirecto.
A Hyojin le dolieron aquellas palabras.
- ¿Y tú crees que él es feliz con esa decisión?
- No te lo sabría decir, hijo. Solo sé que cuando diste tus primeros pasos, él se veía más decidido a seguir adelante.
Esa fue una revelación para Hyojin.
- ¿De verdad?
- Todos lo venía a verte para jugar y siempre se veía feliz. No me sorprende que lo consideres como un segundo padre. Ni hablemos de las gemelas porque siempre está dispuesto a dar todo por ellas…
Ambos compartieron una sonrisa. Haejin revisó su reloj y se levantó de su lugar.
- Vamos antes de que se nos haga tarde. Creo que abajo tengo otros parches para que te coloques en el brazo.
- Si, má. Gracias.
Antes de salir, Haejin volvió a ver a su hijo.
- ¿Quieres que tu padre lo sepa?
- Bien, pero no olvides lo que te dije y no tardes mucho en decirle, antes de que se entere por otros.
Hyojin lo prometió y salieron del cuarto para bajar a desayunar tranquilamente antes de levantar a las gemelas. Antes de probar otro bocado, ya tenía un nuevo parche en el brazo y se había colocado el resto del uniforme para que su padre no lo notara.
- ¿Hijo, tu madre ya te avisó que cuidarás hoy a las gemelas?
Hyojin le echó un vistazo, quien apenas parecía recordarlo.
- Mi hermana tiene otros asuntos que resolver y no podrá cuidar a las niñas en la tarde.
- Pero tengo que hacer el proyecto escolar…
- ¿Y dónde será eso? – preguntó su padre.
- En la biblioteca pública.
- Estarán en un lugar seguro. No creo que haya problema, las niñas siempre se portan bien contigo.
Hyojin tragó en seco. No podía retrasar un día del proyecto, usando a las niñas como excusa; pero tampoco quería causar molestias con ellas, no sabía si serán capaces de soportar tantas horas en un mismo lugar sin tener mucho que hacer. No tenía muchas opciones así que suspiró y aceptó su destino.
Chapter 12: STATUS QUO
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Si Seungjun dijera que no estaba sorprendido por la situación, estaría mintiendo. Estaban en el área de los libros, contiguo a la sección infantil. Hyojin llevó a sus hermanitas, diciendo que no había nadie más que las cuidara y Seungjun aceptó, tampoco se iba a poner como el villano diciendo que no a la situación, tuvo que ser empático.
Estaban trabajando como siempre, salvo que, en ocasiones, revisaban a las gemelas, quienes parecían felices jugando con otros niños o con los objetos del área.
Seungjun no era del todo ajeno a las gemelas. Las había visto un par de ocasiones cuando la madre de Hyojin las llevaba a las juntas escolares. Por obvias razones, nunca las había visto de cerca, ni tampoco había convivido con ellas, así que esto estaba fuera de su zona de confort.
Harin se acercó a Hyojin.
- ¿Falta mucho? – Llevaban poco más de una hora ahí.
- Si – levantó su vista para verla – ¿Ya te aburriste? – la niña asintió.
Hyojin centró su atención al área infantil donde estaba Haeun y sospechaba que no faltaba mucho para que ella también se uniera. Tomó su mochila y sacó unas hojas blancas.
- Dile a la señorita que te preste una caja de colores, te sientas a mi lado y podrás dibujar.
Harin sonrió, asintió y se dirigió a donde le habían indicado. Hyojin sintió que alguien lo observaba, pero no era necesario saber quién era. Actuó como si eso no le afectara. Harin regresó con una caja de crayolas en las manos, se acomodó en frente de los jóvenes y empezó a dibujar, Haeun se unió a ellos más adelante.
Seungjun continuaba tecleando cuando sintió que una de una de ellas lo observaba.
- ¿Eres amigo de mi hermano? – preguntó curiosa – Nunca te había visto.
La pregunta inocente que había hecho la gemela lo había descolocado. ¿Qué supone que debía responder? ¿Qué eran compañeros que fueron obligados a trabajar juntos? ¿Qué no podían ser amigos por sus diferencias familiares? Sería muy complicado de explicar, sobre todo a una niña tan pequeña.
- Es un compañero de la escuela, Haeun – Hyojin contestó en su lugar y Seungjun agradeció por intervención en su mente.
- Ah – Harin regresó la vista a su dibujo. Al parecer la respuesta si era más sencilla de lo que pensó.
El tiempo volvió a pasar, las niñas se aburrieron de dibujar y regresaron al área infantil. Seungjun aprovechó para acercarse al mayor.
- ¿Cómo seguiste de tu brazo? – preguntó genuinamente.
- Todavía tengo ligeros dolores al hacer ciertos movimientos, pero nada de qué preocuparse, menos mal no fue la mano dominante como la ocasión pasada.
- ¿Te cambiaste el parche?
- Si
- Se abrieron los puntos.
- No
Seungjun sintió alivió, una parte de él temió haber hecho un mal trabajo. Aunque su Seunghee le mostró varias veces como hacerlo, la vida real era muy distinta.
- Se ven bonitos juntos.
Las miradas de los jóvenes se dirigieron al lugar de donde provenía la voz.
Hyojin sintió como si le hubieran aventado un balde de agua fría. Mientras que Seungjun se quedó estático, como si lo hubieran atrapado haciendo algo indebido y se mordió los labios.
- ¿Por qué lo dices, Harin? – preguntó Hyojin, sintiendo la garganta seca.
- Es lo que dice la gente cuando nos ven a Haeun y a mí. Así que creo que es por cómo se ven tu y él. Lindos.
La respuesta los dejó todavía más desconcertados. Harin regresó a jugar sin ser consciente de lo que había provocado en el ambiente.
¿De verdad se veían bien juntos?
Ambos jóvenes se miraron por un segundo. Cada uno recordó su respectivo sueño: Seungjun apunto de sentir los labios en su cuello y Hyojin en una cita inesperada.
De pronto, el espacio se volvió diminuto para ambos y continuaron con sus deberes, ignorando lo que sentían. La atención de Seungjun continuaba en su computador hasta que sintió una presencia a su lado. Era una de la gemelas. Estaba tomando asiento y colocó unas hojas, a la par de crayones a su lado.
- Mamá dice que estar mucho tiempo en las pantallas hace daño a los ojos. Deberías dibujar.
Seungjun conmovido por la palabras de la menor e incapaz de decirle que no, cerró el aparato y la dejó a un lado para acompañar a la niña. HYOJIN vio la escena de reojo por si debía intervenir, lo cual no fue así.
Pasaron varios minutos, hasta que la pequeña preguntó:
- ¿Tú también sabes dibujar como mi hermano?
Hyojin y Seungjun soltaron una sonrisa cómplice sin mirarse el uno al otro, recordando su pobre intento de pintura.
- No soy un experto, pero hago mi mejor esfuerzo.
Seungjun le mostró el dibujo a la gemela y ella miro con detenimiento, como si estuviera juzgándolo.
- No es como lo que hace mi hermano, ¡pero no está mal!
- Pues en ese caso, me siento honrado por tales palabras.
Hyojin se mantuvo al margen viendo la escena. Al ser de la misma edad, ambos tuvieron que ser separados por su padres, por lo que no les quedó de otra más que obedecer. Aunque Hyojin no tuvo idea de cómo fueron con los hermanos de Seungjun, era seguro que habían sido menos estrictos. Así que ver a las gemelas actuar tan ajenas a su situación y aceptando a Seungjun como una más, lo enterneció… A la par de que le sembró más duda y consternación de como hubieran sido las cosas si su pasado no los hubiera marcado.
Hyojin le echó un vistazo a su reloj.
- Hoy nos iremos temprano – anunció – ¿eso no te crea inconveniente?
- Para nada. Supongo que mañana terminaremos – subió su visión hacía su compañero – El jueves debemos entregar los trabajos. Las síntesis están prácticamente están terminadas, solo falta arreglar unos cuantos detalles – se encogió de hombros.
- Y a mí me falta terminar este cuadro.
- Bien… ¿entonces será todo? – la pregunta fue difícil de formular para Seungjun
- Si – respondió Hyojin, secamente.
Ambos guardaron silencio. Cuando comenzaron el proyecto, querían que el tiempo pasará rápido para olvidarse de todo. Ahora que ya están cerca de ese momento, no estaban seguros de si era lo que querían.
Hyojin llamó a las gemelas para pedirles que se colocaran sus suéteres y que regresaran las crayolas; mientras tanto que Seungjun guardaba sus pertenencias, encontró el dibujo que hizo con Harin y decidió guardarlo en su laptop.
Hyojin se volvió a acercar.
- Mi tío vendrá por nosotros. No quiero que las niñas se expongan a algún riesgo con nosotros, así que le pedí su ayuda.
Seungjun asintió, comprendiendo.
- Puedes venir con nosotros si quieres, él no tiene problema alguno. Además, creo que las niñas se les hará raro dejarte atrás.
Seungjun levantó las cejas y no supo que responder. ¿Por qué se tomaba tantas molestias?
- No es necesario. Puedo irme por mi cuenta, no te preocupes.
Las gemelas se acercaron. Haeun tomó la mano de su hermano, mientras que Harin hizo lo mismo con Seungjun, sin cuestionarse. Hyojin estuvo a punto de decirle que no se tomara mucha libertad, pero Seungjun dijo que estaba bien. Salieron de la biblioteca y esperaron el auto. Haeun observó a Seungjun.
- ¿Tú también vendrás con nosotros, verdad?
Seungjun se quedó con el corazón en la garganta, incapaz de decirle que no.
- Si – les dio una sonrisa.
Cuando Jungsoo llegó. Hyojin ayudó a las niñas a subir al coche, no sin antes avisarles que se portaran bien. Seungjun se fue con ellas, con el asiento del copiloto en frente de él. Hyojin tomó ese puesto, por lo que Seungjun podía visualizar su nuca. Su mente voló al sueño donde pasaba sus manos por ahí y sintió escalofríos por lo real que se había sentido. Negó con la cabeza. En su lugar contempló como los edificios iban pasando.
A pesar de ser algo que había pasado en sus sueños, se había sentido muy real.
***
Hyojin iba en camino a la casa de Seungjun para regresarle su celular que se le había olvidado en el auto. Se preguntaba si realmente necesario que fuera en ese momento. Pudo haber esperado hasta el día siguiente para hacerlo. Sin embargo, en el fondo de su corazón sabía que era solo una excusa para verlo, pero no lo admitiría abiertamente. Hyojin llegó a la casa y analizó a su alrededor.
¿Que seguía?
Realmente era un idiota por pensar en venir y no pensar en el resto del plan. Ni siquiera sabía a donde debía ir.
¿Dónde estará su habitación? Suspiró.
Subió su vista por el edificio y dedujo que las habitaciones estaban en el segundo piso. Se preguntaba si habría un lugar para acceder a ellas. Hyojin se frotó la nuca frustrado.
- Debo estar volviéndome loco – murmuró.
Siguió caminando al otro lado de la fachada y visualizó una escalera de emergencia que llevaba para dos habitaciones.
Bien. Eso lo dejaba en un 50% de posibilidades de que fuera el cuarto de Seungjun. Le pidió al universo que estuviera en lo correcto, de otra forma esto acabaría mal.
Hyojin estuvo a punto de ir a la escalera, cuando una un ruido llamó su atención. Venía de la casa. Se acercó con cuidado.
- Estas llevando demasiado lejos el tema con ese muchacho – era la madre de Seungjun quien gritaba – no era necesario que le hablaras de esa forma.
- ¿Y cómo quieres que actúe si lo vi llegar en el coche de ese sujeto y su sobrino?
- No puedo creer el nivel de desconfianza que tienes con él. Es tu hijo, deberías confiar en el más que nadie.
- Confió en Seungjun.
- Pues no lo parece
- En quienes no confió son en ellos. Son unos mentirosos, asesinos, corruptos, vándalos. No quiero que mi hijo se junte con personas así.
- Lo sé, maldita sea. Lo sé – se oía desesperada – desde que te conocí supe la historia que tenías con esa familia y nunca te juzgué por ello porque tenías tus razones, pero lo estas llevando muy lejos.
- Lo estoy haciendo por su bien. Desde un principio ya le había advertido que se limitara a la escuela, pero no hizo caso.
- Por dios. No te das cuenta del daño que le provocas con todo esto… con tus gritos, con tu forma de juzgarlo, tu desconfianza.
- Lo estoy protegiendo de algo mayor si eso es a lo que te refieres.
- ¿Entonces como explicas el golpe de la semana pasada? ¿Acaso eso es cuidar a tu hijo?
- Me dolió más a mí que a él.
- Eres un idiota si crees que eso justifica lo que hiciste.
- No encontré otra forma para hacerlo entender en lo que se estaba metiendo.
La charla murió de golpe y HYOJIN se preguntó si ya todo había acabado, hasta que lo continuó la madre de SEUNGJUN.
- Es imposible dialogar contigo… Tal vez tu seas su padre, pero yo soy su madre y también quiero su bienestar, pero tampoco lo quiero limitar de esta forma… Estoy harta del tema… Esta noche dormirás en la sala. No quiero estar contigo.
Hyojin escuchó el golpe a un mueble dando a entender que la discusión había acabado. Siempre supo que el padre de Seungjun lo odiaba a él y a su familia, pero escuchar esto era como un balde de agua fría.
Su situación era más compleja de la que alguna vez hubiera pensado.
Entendió que estar cerca de Seungjun le causaría más problemas que soluciones. Su corazón le dolió en niveles nunca experimentados.
Miró el aparato en su mano y resignado se alejó de la casa, preguntandosesi había sido buena idea venir, pero una cosa era clara:
La curiosidad mató al gato… Y a todo lo que él sentía.
Chapter 13: ULTIMO
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Hyojin y Seungjun estaban de nuevo en la biblioteca para su último día de trabajo en equipo. El día de mañana por fin entregarían el proyecto.
Hyojin miró con atención al menor esperando a encontrar un golpe en su mejilla como la ocasión pasada, pero no fue así. Sintió alivio, pensando en lo mal que se sentiría si Seungjun volvía a ser herido por su culpa.
Hyojin le regresó su teléfono y este le agradeció sin sospechar que el mayor había ido a su casa anoche. Aunque avanzaron como era de costumbre, Seungjun tenía el corazón más pesado de lo que hubiera imaginado.
Después de llegar anoche a casa y cenar. Su padre llegó enojado sin razón aparente ordenándole a su hermano que subiera a su habitación para dejarlos a los dos.
Fue donde el infierno comenzó.
Su padre comenzó a recriminarle él porque estaba en un auto con Hyojin y su tío. Seungjun se sintió desprotegido, aunque lo que había hecho era inofensivo. Para su padre, era como si hubiera cometido un crimen.
Trató de tomarlo con calma, para dialogar de manera civilizada con su padre, a lo que este se negó y siguió actuando como loco. Llegó un momento en el que Seungjun harto también empezó a gritar. El punto de quiebre fue cuando escuchó las siguientes palabras de la boca de su padre:
- No sabes si ese muchacho también pueda resultar siendo un asesino.
Seungjun se quedó en blanco. Quería decir que eso era absurdo e inconcebible, que Hyojin jamás le haría daño.
¿Y cómo estaba tan seguro? ¿Por qué estuvimos 3 semanas juntos? ¿Su padre como tomaría una información así?
Algo muy profundo en él sabía que eso nunca sería posible. ¿No una vez lo había defendido de su padre?
Seungjun sintió como las palabras se quedaron atrapadas en su garganta y trató de relajarse, pero era imposible con la postura de su padre todavía imponente, sin querer dar tregua. Estuvo a punto de quebrarse ahí mismo, hasta que escuchó a su madre.
- .. Sube a tu habitación.
Sin pensarlo dos veces tomó sus cosas y corrió escaleras arriba para esconderse en su habitación. Se recargó en la puerta y terminó en el piso. No entendía lo que se decían sus padres, pero los gritos no se escuchaban para nada bien. Seungjun quiso buscar su teléfono y sus audífonos para poder silenciar el mundo a su alrededor. Para su sorpresa descubrió que el aparato no estaba.
Resignado, aventó la mochila, cubrió sus oídos con manos temblorosas y empezó a balancearse contra la superficie de madera. Cuando los gritos terminaron, Seungjun se acostó en su cama, agotado y triste.
De vuelta a la realidad, era un alivio Hyojin encontrara el teléfono y se lo regresara. Si de por si su padre estaba con los nervios alterados anoche, no quería saber cómo se pondría si se enteraba que había perdido el teléfono. Ya no quería más problemas.
Durante el día, se sintió vacío e intranquilo. Su madre le ofreció soporte. No sabía si su padre seguía enojado o nada más quería mantener distancia de él, pero nunca se acercó a él.
En este momento, encerrado en estas cuatro paredes de la biblioteca, Seungjun quería sentirse tranquilo y desconectado de todo. En ocasiones, volteaba a ver la obra de Hyojin consciente de que sería la última vez viéndolo de esta forma y no lo admitiría en voz alta, pero extrañaría esta actividad de las tardes.
De pronto, el ambiente se hizo pesado.
- Las gemelas son muy dulces – rompió el hielo.
Hyojin alzó la vista para concentrarse en él. No lo diría abiertamente, pero se percató de que todavía se notaba afectado por la discusión de anoche. Tal vez buscaba una excusa para olvidarse de ello, así que decidió seguirle el juego.
- Ellas me dijeron que tú les agradaste – confesó.
No era una mentira. Fue lo primero que dijeron al llegar a casa. Era un alivio que nunca les dijo el nombre de Seungjun, de otra forma, se hubieran presentado problemas en su casa.
- ¿De verdad? – A Seungjun se le iluminaron los ojos al pensar que le agradó a las niñas.
- Por supuesto, pero en sus palabras de ellas dijeron “el chico que dibuja feo me agradó”
La sonrisa de Seungjun murió.
- Ya decía yo que era demasiado bueno para ser verdad – murmuró. Hyojin rio.
- Su sinceridad puede ser cruel a veces, pero no puedes encontrar a nadie más honesto que un niño en crecimiento.
- Es lo que veo – Seungjun bufó burlón – Me esfuerzo, ¿sabes? No todos nacemos con talento.
- Lo sé… Tú lo compensas con tu inteligencia al hacer las síntesis por tu cuenta – Hyojin se mordió los labios.
Seungjun ya lo había elogiado en sus primero encuentros, por lo que sintió correcto devolverle el cumplido.
Todo el tiempo que estuvieron realizando el proyecto, Seungjun nunca le pidió ayuda, tampoco presentó dificultades. No debió ser fácil, pero nunca se quejó. Aunque Hyojin tampoco se quejó con su parte del trabajo, siempre se sintió en su zona de confort, lo de Seungjun era algo muy distinto. Lo respetaba.
Seungjun quedó sin palabras y su corazón palpitó. Se maldijo por tomar un elogio por sus síntesis como algo… Más personal.
Quería colocar su cabeza en una almohada y gritar. Pero estaban en la biblioteca y tampoco tenía una almohada.
- Gracias – se limitó a decir.
Cada un regresó a lo suyo, hasta que casi era la hora de salir. Hyojin buscó un objeto en su mochila y se lo dio a Seungjun.
- ¿Qué es? – tomó el objeto y notó que estaba envuelto torpemente.
- Ábrelo – se limitó a decir.
Seungjun extrañado, abrió el objeto y no pudo evitar su sorpresa. Era la primer pintura de Hyojin cuando estaban haciendo sus borradores. El cuadro que antes estaba a medias en ese momento, ahora estaba terminado por completo.
- ¿Me lo estás dando? – preguntó todavía sorprendido. HYOJIN asintió – ¿por qué?
- Pensé que te gustaría – se limitó a decir sin mirarlo a los ojos.
Si el corazón de Seungjun estuvo a punto de enloquecer hace un rato, esto era una sentencia de muerte para él. Tenía más dudas que respuestas.
¿Acaso lo terminó y decidió que era buena idea dárselo?
¿Decidió que debía terminarla por él?
¿O fue una opción de último momento dársela?
Seungjun continuaba contemplando el objeto entre sus manos, notando los detalles nuevos que agregó, posiblemente para ocultar sus errores previos.
- Esta hermosa… Gracias – Seungjun observó a Hyojin.
Hyojin seguía sin encontrar envidia en los ojos de Seungjun y eso significaba más para él que cualquier cosa. Desvió su atención a los labios de Seungjun y recordó aquel sueño donde casi se acercaba a ellos antes de despertar. Para ser honesto, todavía persistía esa duda de cómo se sentirán sobre los suyos.
Se dejó llevar por ese pensamiento y colocó una mano su mejilla, acunándolo con ternura. Ese acto tomó por sorpresa a Seungjun y su corazón se desbocó por completo, recordó el día anterior donde se despertó frustrado deseando que ese sueño nunca se hubiera terminado.
Seungjun se mantuvo en su lugar, dejando que Hyojin fuera quien se acercara. Hyojin lo hizo con cuidado, debatiéndose en lo que iba a hacer, pero viendo con la voluntad del Seungjun, no lo pudo resistir.
Se acercó cada vez más, apunto de rozar sus labios hasta que unas palabras llegaron a su mente para traicionarlo:
NO QUIERO QUE MI HIJO SE JUNTE CON PERSONAS ASÍ.
Hyojin pensó en los gritos del padre de Seungjun. El odio con el que expresó sobre él y su familia. El golpe en su mejilla. En cómo arruinaría la relación con su padre si terminaba lo que estaban haciendo.
Contra su voluntad, se alejó de Seungjun, soltando su mejilla y rompió el contacto visual.
- Ya casi es tarde, deberíamos irnos – guardó sus cosas en silencio. Fingiendo que nada pasó.
Seungjun estaba confundido… Y su ilusión se fue desvaneciendo. ¿Acaso interpretó mal? Quería preguntarle que había sucedido pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. Guardar las cosas era más difícil de lo que pensó.
El camino a la colonia fue duro. Seungjun interactuaba con Hyojin, pero este se limitaba a darle respuestas cortas, sin mucha profundidad.
Se despidieron y Seungjun lo contempló alejarse de todas las maneras posibles, con más dudas que respuestas.
***
Seungjun llegó a su habitación después de cenar. Sacó las cosas de su mochila para hacer el resto de sus tareas pendientes y entre ellas, encontró la cuadro que Hyojin que le había regalado.
Volvió a apreciarlo y las preguntas seguían rondando su cabeza. ¿Por qué se lo dio si se iba a portar tan indiferente instantes después? Tal vez, porque Hyojin sabía lo mucho que le había gustado su talento.
Hasta que…. Recordó el cosquilleo en la mejilla cuando Hyojin había colocado su mano. Eso no había sido accidental. El toque no tuvo que ser accidental ¿En qué sentido tenía que haberlo sido? Tenía que haber un significado… y Seungjun estaba seguro de lo que podría ser.
Había atracción mutua entre ellos.
Se mordió los labios y tamborileo sus dedos sobre la mesa. Aunque hubo algo que detuvo a Hyojin, Seungjun estaba seguro que no era unilateral.
Tal vez a Hyojin le preocupaba ser rechazado… o tal vez las circunstancias que los rodeaban no eran fáciles, porque no eran solo ellos; eran sus familias, amigos y las pandillas que estaban en medio de todo.
Tal vez había perdido la cabeza, pero tenía fe de que todo saldría bien. Que podrían con lo que se les pusiera en frente. Solo faltaba que uno de los dos agarrara coraje para dar el siguiente paso.
¿Tenía miedo? Mucho.
Cual fueran los resultados, había mucho que perder.
No era una decisión cualquiera, incluso podrían estar comprometiendo sus vidas en esto, pero valdría la pena intentarlo, que lamentar no haberlo hecho.
¿Y si Hyojin lo rechazaba? No sabía si lo soportaría.
Chapter 14: OPORTUNIDAD
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
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Al día siguiente, entregaron el proyecto, ganándose la felicitación del profesor. Los felicitó por su esfuerzo en las 5 semanas, a pesar de haber perdido las primeras dos.
Seungjun estuvo a punto de regresar a su asiento, cuando se sobresaltó al sentir la mano de Hyojin en el bolsillo de su suéter, para retirarla inmediatamente. Seungjun metió la mano en su bolsillo, sintiendo un pedazo de papel, el cual sacó y abrió con cuidado.
Hyojin actuó como si nada hubiera pasado y tomó asiento.
Te veo en el laboratorio a la hora del almuerzo… Hemos descubierto algo importante.
Hyojin tenía una expresión seria y profunda, indicando que lo que descubrieron era fuerte.
En la hora del almuerzo, Seungjun se dirigió al lugar junto con Minkyun, confiando en su intuición sobre que lo se venía era grande.
- ¿Estás seguro que él te llamó aquí? – preguntó Minkyun. No supo en qué momento Seungjun había obtenido la información, solo lo siguió ciegamente cuando le pidió ir a un lugar.
- Él me dejó una nota en la que decía que había encontrado algo importante y debe ser grande para que nosotros también estuviéramos informados.
- ¿Y estás seguro que es en este laboratorio?
Seungjun rodó los ojos.
- MK… En esta escuela hay dos laboratorios, uno de ellos en uso. Si tu tuvieras que dar una información importante ¿A dónde irías?
- Ay, perdón. Yo solo decía…
Ambos se mantuvieron callados por el resto del camino. Llegando al espacio indicado, pero no había nadie. Seungjun estaba desconcertado ¿Si era aquí o habían llegado muy temprano?
Ambos saltaron al escuchar la puerta abrirse. Hyojin se asomó a través de ella.
Seungjun y Minkyun lo hicieron, mientras que el mayor, volvía a atorar la puerta para que nadie sospechara.
- Confío en que nadie los estaba siguiendo – retomó. Seungjun respondió que no fue así – Bien. Lo que tengo que decir no es fácil.
Una de nuestras vecinas nos dio una pieza clave. Ella renta un departamento en el área de la colonia y una vez al mes va a visitar a los inquilinos para revisar que las condiciones del inmueble sean impecables. Dice que recientemente encontró algo sospechoso en un armario, pero no quiere que su integridad se vea en peligro, por lo que decidió acudir a nosotros. Tal parece que dos personas viven ahí, pero nada más conoció a la mujer que le rentó el lugar.
- ¿Y en que les podemos ayudar?
- Esta noche vamos a capturarlos a ambos. Sabemos quién es la mujer, pero desconocemos la identidad de la otra persona. Revisamos la cámaras y él o ella siempre oculta su cara, pero dada su complexión, podemos decir que es un hombre. Nos preocupa que pueda escapar y no podamos cubrir toda la colonia por nosotros mismos…
- Por lo que necesitan más gente alrededor de la colonia para que evitar que la persona escape tan fácil…
- ¿Cómo cuantas personas necesitas?
- Todas las que puedan reunir para cubrir varios puntos de la colonia.
- ¿Y si alguien resulta herido?
- Nos vamos a dividir en parejas, así vamos a reducir el riesgo de que eso suceda.
- ¿Y cómo nos mantendremos comunicados?
- Tenemos intercomunicadores. A cada pareja se le asignara un intercomunicador. Las parejas que no alcancen estarán más cerca en caso de que suceda algo y actuemos rápido.
- ¿A qué hora sucederá todo?
- A las 6. A las 4 asignaremos ubicaciones e intercomunicadores.
- Nos da tiempo para juntar a los nuestro y organizarlos. ¿Tienen algún punto de reunión? – Hyojin negó – Podemos usar el salón de la colonia.
- Nos vemos en un rato… Y tengan cuidado – lo observó preocupado.
Seungjun asintió y junto con MK salieron primero del laboratorio e inmediatamente se pusieron en marcha.
***
Dieron las 6. Hyojin y Seungjun estaban juntos en un punto no muy lejano al departamento, esperando indicaciones. Fueron puestos juntos como intermediarios entre ambas pandillas. Jungsoo y uno de sus contactos de la policía, eran los encargados de capturar a ambas personas. En caso de que alguno de ellos huyera, los demás se podrían en alerta para capturarlo.
Llevaban más de media hora esperando y con cada minuto que avanzaba se volvía más tensa la situación.
- Pensé que traerías a tu hermano – mencionó Hyojin después de un rato en silencio.
- No, ya es suficiente que yo esté aquí. Así mi padre se tendrá que preocupar por un hijo en caso de que algo pase.
Hyojin estuvo a punto de responder, hasta que sonó el intercomunicador. La voz de Jungsoo resonó
- Capturamos a la mujer, pero la otra persona escapó cuando notó que algo raro estaba pasando.
La parejas cercanas al departamento han dicho a través de los intercomunicadores que no han visto a nadie, excepto de Wyatt y Gyehyo.
- Si ellos están persiguiendo al sujeto, quiere decir que vienen a nuestra dirección.
Y así fue, la persona en cuestión venía corriendo con Wyatt detrás de él. Hyojin y Seungjun se escondieron para evitar ser vistos. Cuando el sujeto se acercó lo suficiente, Hyojin saltó inmediatamente de su lugar y se le puso de frente para detenerlo. Seungjun y Wyatt se colocaron por detrás para rodearlo. El sujeto estuvo a punto de golpear a Hyojin, cuando este aprovecha la oportunidad para golpearlo en el estómago y arrodillarlo en el piso. Wyatt y Seungjun atraparon sus brazos, para evitar que hiciera algo más y aunque quería librarse, no tuvo éxito.
- ¿Dónde quedó tu compañero, Wyatt? – preguntó Hyojin.
- Este imbécil lo dejó inconsciente cuando lo intentó atrapar.
- ¿Y está bien?
- Si, creo que no tardará en despertar.
Analizaron con atención a la persona. Era un joven, que probablemente no pasaba de los 25, y podría pasar por alguien inofensivo.
Hyojin avisó por el intercomunicador que ya habían atrapado al otro sospechoso y el resto no tardó en encontrarse con ellos. El oficial llegó y lo esposó. Entre ambas pandillas, vaciaron el departamento con toda la evidencia disponible, tomando las precauciones debidas, para llevarlo al parque y ahí presionar al joven a hablar.
El masculino confesó que seguía ordenes de sus superiores y que estos eran guiados por otra persona que los ayudaba, no era la cabeza o el líder de la red, pero si una pieza clave que les decía como moverse. Él no lo conocía, su única información era que trabajaba en el sector educativo.
- ¿Y él también está en la colonia? – preguntó Hyojin.
- No, él se mantiene fuera de ella por razones que desconozco.
Todos se miraron entre ellos.
- ¿Qué tanto sabes? – preguntó Wyatt.
- Lo suficiente. Lugares de entrega, claves, contactos y modus operandi… Pero ¿que nos harán?
- Si te portas bien, tal vez tu sentencia sea mínima… - era el oficial quien lo aclaró – Es momento de llevarte a la comisaria.
El joven suspiró y fue subido a la patrulla. Jungsoo se dirigió a los chicos antes de irse.
- Gracias a todos por venir, por su cooperación y su ayuda. Yo y Jae (el oficial) nos haremos cargo del resto. Pueden ir a descansar.
Subió a la patrulla y el vehículo partió. Fue el turno de Seungjun de hablar:
- Ya escucharon chicos, acabamos por hoy. Gracias por ayudarnos. Se pueden retirar… Buenas noches.
Los chicos se retiraron uno por uno, hasta que Seungjun y Hyojin fueron los únicos en el lugar. De pronto, el aire se sintió tenso. Lleno de cosas no dichas.
- Gracias – fue lo mejor que Hyojin pudo pensar en ese momento.
Nadie dijo nada por un momento y Hyojin continuó:
- Deberíamos irnos – se dio media vuelta, decidido a irse.
¿Y ya? ¿Eso era todo? ¿Era momento de volver a separarse? ¿Cuándo se volverían a hablar? Dadas sus circunstancias ¿Lo volverían a hacer? SEUNGJUN decidió ser valiente y dar el siguiente paso.
Era ahora o nunca.
- Hyojin – era la primera vez que lo llamaba por su nombre.
Hyojin detuvo su paso para voltear a verlo, expectante. Seungjun sintió como su respiración se quedaba atrapada en sus pulmones y la garganta se le cerraba. También era consciente del latido de su corazón palpitando contra su pecho y del calor que estaba subiendo por sus mejillas.
- Yo… - las palabras quedaron atrapadas en su garganta, incapaces de salir.
La mirada de Hyojin se ensombreció.
- Ya acabamos con esto ¿no? - habló secamente – entregamos el proyecto y capturamos a dos de los responsables de los problemas en la colonia. Supongo que ya no debemos seguir con esto.
- Pero-
Hyojin lo interrumpió.
- No, lo que sea que haya pasado entre nosotros en estas semanas olvídalas y yo haré lo mismo. Tu volverás a tu vida normal… Y yo volveré a la mía. Tu estarás con tu pandilla y yo con la mía. Viviendo tal cual lo hemos venido haciendo todo el tiempo.
- Yo…. – Hyojin cerró los ojos y negó con la cabeza
- Cada quien retomará su camino, si vuelvo a necesitar de su ayuda, lo haré de inmediato. Por ahora, es mejor dejarlo así – HYOJIN volvió a darse la media vuelta, dispuesto a alejarse.
- Es que – escuchó la voz entrecortada de Seungjun.
- No tiene caso, Seungjun. Nada bueno podrá salir de esto – suspiró harto – Tú tienes a tu gente y yo tengo a la mía, deberíamos ver por ellos y su integridad. Debemos continuar con nuestra vida normal.
Seungjun apretó los labios y Hyojin se alejó firme, sin mirar atrás. Cada paso le dolió hasta en lo más profundo. No quería mirar atrás, porque no sabía de lo que sería capaz de hacer si se regresaba.
“Es por su bien” se repitió a sí mismo.
Escuchó un sollozo a lo lejos y se obligó a continuar. Apretó su mano. Aunque estuvo a punto de retratarse, no lo hizo. Su voluntad de protegerlo era más fuerte que nada.
***
De vuelta a casa, Hyojin se encerró en su habitación y se metió al baño para tomar una duchar. Al quitarse su playera, sus ojos fueron directo al parche que cubría su herida. Lo retiró con cuidado y observó los puntos que SEUNGJUN le había hecho.
Recordaba el momento con una claridad dolorosa: la forma en que Seungjun había temblado al sostener la aguja, la delicadeza con la que lo cuidó. Como se sintió observado, protegido… Y querido.
Un momento que habían compartido, que era de ellos, que nunca volvería, ni se repetiría.
Una mezcla de vacío e ira golpearon en su interior, como la que había sentido después de su sueño, pero está vez más intensa y dolorosa, volviéndolo loco. Se sentía como si le hubieran arrancado algo importante que nunca iba a poder recuperar.
Hyojin golpeó la pared con el puño cerrado, pero eso no cambió nada. El dolor, la impotencia y el vacío seguían presentes. Se dejó caer al suelo, con la espalda contra la pared y su expresión ausente.
El problema no había sido enamorarse de un hombre.
El problema era el hombre del que se había enamorado.
Y eso lo rompió más que cualquier cosa en el mundo.
Notes:
A partir de aquí, las cosas se pondrán fuertes, así que de una vez les pido perdón por los proximos capitulos.
Chapter 15: BUSQUEDA
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Maldita sea.
HYOJIN caminó a través de los pasillos de la escuela, con miedo y preocupación. Su mente no lo dejó en paz después de la discusión de anoche con Seungjun y esto no lo ayudaba. Su corazón estaba destrozado de mil maneras, pero su mente le decía que era lo mejor para ambos. No era bueno que dos personas en sus circunstancias se relacionaran de la forma en como lo estaban haciendo.
Cuando llegó al salón de clase en la mañana y Seungjun no estaba a la vista, lo había dejado pasar. Sin embargo, al terminar la primera hora, su mente se había puesto en alerta, en el momento en el que había escuchado a Minkyun decir que había lo había visto llegar a la escuela. HYOJIN no lo pensó dos veces y salió del salón en su búsqueda, sin importarle la siguiente clase.
Hyojin era consciente de que la calle y sus alrededores eran constantemente vigilados por cualquiera de las pandillas por lo que no había de que preocuparse en ese sentido, pero al interior de la escuela, todo cambiaba.
Estaba llegando al primer lugar que se le había ocurrido. El laboratorio abandonado. Con el corazón en su pecho, abrió la puerta creando un poco de fuerza. El lugar estaba oscuro, por supuesto, aunque no lo suficiente para cegarlo. Cerró la puerta detrás de él y se abrió paso en el laboratorio.
Tragó saliva en seco, rogando por que estuviera aquí. Caminó examinando a su alrededor para encontrarlo a él o al menos alguna pista. Al llegar al otro extremo de la habitación, al fondo a su izquierda, pudo divisarlo sentado en el piso como un ovillo con su espalda pegada a la pared.
Se acercó con cuidado. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lo escuchó hablar.
- Soy un idiota – Hyojin notó las bolsas debajo de sus ojos. Él tampoco había pasado una buena noche – Me enamoré de la peor opción posible – no hubo respuesta – pudiéndome fijarme en alguien más... Me tuve que fijar en la persona que me hacía sentir tranquilo, cómodo y feliz, pero para mí desgracia… Su familia y la mía no son compatibles, por lo que no puedo decirles lo que él significa para mí.
Seungjun hizo una pausa.
- ¿Pero qué más da?... – retomó amargamente – Él nunca me dejó expresarle lo que siento, como si de alguna forma hubiera adivinado lo que yo sentía y lo que iba a decir. Fue un cobarde, se redujo a decirme que cualquier cosa que fuera a salir de mi boca no iba a tener sentido y que olvidara cualquier cosa que haya pasado entre nosotros y él haría lo mismo… Como si fuera tan fácil. Se fue. Me dio la espalda sin retractarse, sin importarle lo que yo sentía, sin permitirme explicarle lo que yo pensaba… Y ahora, estoy aquí con el corazón roto, con miedo, desesperanzado y perdido.
Seungjun se quebró ante estas últimas palabras y las lágrimas rodaron por sus mejillas, sus sollozos inundaron la habitación. Se escondió entre sus brazos y sus piernas, aferrándose a ellas. El corazón de Hyojin se sentía totalmente culpable por aquella situación y se maldijo a sí mismo. Sin embargo, se quedó en su lugar sin hacer, ni decir nada. Con sus manos a cada lado de él en forma de puño.
Cuando Seungjun se calmó, dirigió su atención a un punto desconocido y continuó hablando con voz ronca provocada por el llanto:
- Yo también tenía miedo de los sentimientos que estaba desarrollando, sabía que no eran correctos y que existía la posibilidad de que salieran mal, pero joder, la calma, felicidad y confort que sentía con él eran indescriptibles. Supuse que no era el único sintiendo algo, porque sus ojos y sus acciones me decían que él también estaba pasando por lo mismo que yo, a pesar de las circunstancias y por un momento… Se sintió hermoso. Después de tantas dudas y vueltas, había tomado una decisión. Me iba a arriesgar a confesar lo que sentía sin importar que... Estaba seguro de que ambos podríamos enfrentar cualquier situación que se nos presentara. Así que agarré el valor suficiente para confesarme… Los nervios me invadieron, no supe que decir o como comenzar, como podría poner en palabras lo que me estaba provocando… En cambio, él supo interpretarlo y decidió detenerme antes de que siquiera pudiera comenzar. Aunque fue cortante y directo, fue suficiente para que cada palabra calara dentro de mí.
Su cuerpo empezó a temblar ante la ansiedad y estaba a punto de llorar nuevamente.
- Quería confesarle que él era una de las cosas más preciadas que me habían pasado, que no cambiaría nada de lo que sucedió. Que cada momento con él fue importante para mi.
Seungjun cerró los ojos con fuerza y golpeó su cabeza contra la pared repetidamente, como si quisiera borrar de su mente lo sucedido en las últimas semanas, como si pudiera deshacerse de todo lo que sentía. En un acto desperado y ansioso.
Hyojin, sin poder soportarlo, se puso al nivel y se acercó. Tomó su hombros para detenerlo.
- ¡Detente! – le gritó – ¡Deja De Hacerte Daño!
- ¿Porque Te Importo Tanto Ahora? – contraatacó Seungjun – Anoche me habías dejado en claro que no era así.
- No soporto la idea de que te hagas daño por alguien… Y sobre todo si se trata de mí.
Seungjun apartó bruscamente las manos de Hyojin de él.
- Pues tampoco debería interesarte. No es de tu incumbencia si sufro por ti o por alguien más. Ve a hacer tu vida y yo haré la mía.
Hyojin captó que una de sus manos seguía formada en un puño.
- ¿Que tienes en la mano?
Seungjun apretó los labios.
- Eso tampoco te interesa.
- Maldita sea, Seungjun. ENSEÑAME lo que tienes en la mano. No me hagas quitártelo a la fuerza.
Seungjun quería poner resistencia, pero sabía que con él sería imposible. Abrió la palma de su mano y tiro el contenido en el piso, resignado. Era una bolsa blanca. A HYOJIN se le hizo un nudo en el estómago.
- Dime que no es lo que pienso – el semblante de Hyojin era serio. Seungjun no respondió – Joder, Seungjun. ¿Eso Es Lo Que Quieres? ¿Quieres arruinarte la vida? ¿Quieres terminar como la tía Nabi? ¿Acaso quieres provocarle otro daño a tu familia?
- Ni siquiera era tu tía… – fue lo único que dijo Seungjun.
- Tal vez, pero tío Jungsoo nunca dejó de hablar de ella como lo más preciado que tuvo, lo mejor que le paso en la vida… ¿De dónde conseguiste esto? Creí que ya nos había desecho de todo.
- Guardé un par de bolsas por si necesitábamos pruebas para la policía.
Hyojin respiró hondo.
- ¿Acaso sabes del problema en el que te puedes meter a ti o a los demás si lo encuentran?
Seungjun entrecerró los ojos.
- No te hagas el ofendido. Estoy seguro de que tú también hiciste lo mismo… ¿Desde cuándo tan preocupado por nosotros?
- Seungjun, cállate. Debemos-
- En serio, para alguien que dijo que deberíamos ir por nuestros propios caminos, te veo muy consternado en este momento….
- Seungjun, ya es suficiente.
- Deberías hacerles caso a tus propias palabras. Enfocarte en ti, en tu familia y en la pandilla. Lo que nosotros hagamos ya no debería ser relevante
- Eso no es razón para-
- No hay necesidad de estar aquí, vete y déjame. – Cada palabra que salía del menor era cortante y cruel –
- No-
- Entiende, no te quiero cerca de-
Hyojin lo silenció con un beso.
Seungjun fue tomado por sorpresa por lo abrupto del momento. Sus labios eran firmes, pero Hyojin ya no podía soportar una palabra más; palabras él mismo había dicho y de las cuales se arrepentía profundamente. El beso era un choque de labios sin más, ni menos; pero para ambos era algo más que eso. Era una respuesta a sus deseos más profundos.
El deseo de Seungjun de ser correspondido.
Y el deseo de Hyojin de poder corresponderle.
Cuando se separaron, se miraron detenidamente. Ambos pudieron ver en el rostro del otro que ninguno la tuvo fácil, cada uno lidió con sus propios demonios internos durante la noche, lucían derrotados, cansados y con miedo. Hyojin no lo resistió dos veces y volvió a acercarse a los labios de Seungjun, quien lo recibió más receptivo, sin poner resistencia. El beso fue más delicado.
Los labios de Seungjun eran más suaves de lo que Hyojin pudo imaginar.
Y la forma de besar de Hyojin era más cariñoso de lo que Seungjun hubiera podido pedir.
Hyojin abrió la boca, asomó su lengua para saborear más los labios del menor, probó el rastro salado de sus lágrimas y deseó con todo su ser poder borrarlo. Seungjun sintió los escalofríos y tímidamente, también abrió sus labios. Hyojin no desaprovechó la oportunidad para invadirlo y devorarlo. A Seungjun le costaba mantener el ritmo, pero joder, le encantaba su dominación, se rindió ante el sentimiento que lo invadía. Ambos se separaron ante la falta del aire.
- Yo también fui un idiota – confesó Hyojin – Quería alejarme de ti en el momento en el que estaba empezando a ser consciente de mis sentimientos por ti. Sabía que no estaban bien y que serían un riesgo para ambos. Cuando noté que tú también sentías lo mismo, me invadió el miedo; no por nosotros, más bien por las circunstancias en las que nos encontramos. Me preocupaba que salieras herido por mi culpa. Así que pensé que la mejor opción era terminar con esto en cuanto antes, para no salir heridos… Maldita sea. Me dolió como el infierno el darme la vuelta e irme; tuve que dar todo de mi para no regresarme y retractarme de todo lo que dije.
Hyojin acercó sus manos a la cara del menor y con mucho cuidado retiró sus lágrimas y para después acunarla.
- Creí que estaríamos mejor si cada uno seguía con su vida por separado. Tu sonrisa, tus ojos, tu mirada, son las características más hermosas que se quedaron marcadas en mi mente y me cortaban la respiración. Únicamente contigo podía olvidarme de todo y de todos. Sin embargo, no soportaba la idea de que sufrieras por nuestras decisiones, no me lo perdonaría si algo te pasaba.
HYOJIN mordió sus labios y contuvo las lágrimas.
- Después de que te dejé anoche, los hermosos recuerdos que hicimos juntos, me comenzaron a torturar de una manera que era casi dolorosa, porque nunca los volveríamos a repetir. Pensé en como al día siguiente tenía que fingir que nada había pasado y que me encontraba bien, así tal vez te olvidarías de mi rápidamente. Demonios… Me asusté como el infierno cuando supe que estabas en la escuela, pero no en el salón de clase. Si estuvieras en casa o por las calles, estaría tranquilo porque siempre hay alguien vigilando, pero este no fue el caso. Por un momento me invadió el terror, la forma en cómo me viste antes de alejarme me dio indicios de que estabas mal, por lo que no tenerte a en mi campo de visón me alarmaba de que pudieras hacer algo estúpido.
Hyojin cerró los ojos y respiró profundamente antes de continuar.
- La idea en el que no estuvieras más en este mundo me aterraba más que no estar a tu lado.
Ambos soltaron lágrimas.
- Quiero estar contigo – Hyojin lo besó – hacer memorias contigo – beso – hacerte feliz - beso – hacer las pinturas que te gustan y sé que adoras – beso – apreciar tu sonrisa – beso – tomar tu mano – beso – salir a citas como cualquier pareja lo haría – beso – hacerte feliz – y sobre todo… Decirte todos los días lo importante que eres para mí.
Seungjun retiró sus manos y lo abrazó.
- Eres un idiota – no se despegó de Hyojin.
- Lo soy.
- Un cobarde.
- También.
- Un egoísta.
- Las últimas horas fueron las peores que he vivido.
- Lo lamento.
Seungjun respiró profundamente el cuello de Hyojin, inundando sus fosas nasales de su aroma.
- Y a pesar de todo, quiero estar a tu lado – Hyojin guardó silencio – ¿tú no dirás algo?
Se tomó un momento antes de responder.
- Si a pesar de que soy todo lo que me dijiste, todavía quieres estar conmigo, no te rechazaré esta vez.
Seungjun sonrió ligeramente, se separó un poco y buscó sus labios para besarlo despacio, como si tuvieran todo el tiempo del mundo entre sus manos. Hyojin le devolvía el beso con la misma devoción que el otro le mostraba, hasta que su celular los detuvo. Se separaron involuntariamente.
- Deberías responder – sugirió Seungjun, mirándolo a los ojos.
- No quiero – Hyojin ignoró el sonido de su celular para volver a reclamar sus labios necesitado.
Seungjun gimió ante el acto y se dejó hacer. Pasó sus manos por los hombros de Hyojin para por fin acariciar su nuca. Estuvieron perdidos en los labios del otro, hasta que el teléfono volvió a sonar por segunda, tercera y cuarta vez.
Hyojin harto rompió el beso, sacó el teléfono y contestó la llamada.
- Hyojin – escuchó del otro lado – sé quién está detrás de todo, pero no te va a gustar. Te veo en la cafetería.
Y sin más colgó.
- ¿Quién era? – preguntó Seungjun, notando el cambio en su semblante.
- Quien nos va a dar respuestas a todo lo que ha estado pasando.
La expresión de Seungjun se oscureció.
- A donde sea que vayas, te acompañaré.
Chapter 16: DESASTRE
Notes:
Hola.
Solo para dejar una leve advertencia: Este capitulo, toca temas sensibles de manera superficial, sin ser explicito, por lo que deben tener cuidado.
Chapter Text
Seungjun despertó. Estaba en una atado a una silla, al igual que sus manos y sus pies.
Hizo un recuento de lo que había sucedido. Hyojin le había mencionado que debían escapar de la escuela e ir a una cafetería, pero no sin antes pasar a sus casas y cambiarse los uniformes rápidamente. No le mencionó más, pero no era necesario que lo hiciera.
Ambos llegaron a la cafetería, la cual era bastante lejana. Según Hyojin, él también tenía sus contactos fuera de la colonia como su tío para estar al tanto de lo que pasaba dentro y fuera de la colonia. Desde hace tiempo, esa persona estuvo investigando por su cuenta con las pocas pistas que Hyojin le había dado.
El sujeto ya se encontraba ahí, les dio una dirección a la que debían ir y les advirtió que lo hicieran con cuidado.
La dirección era todavía más retirada de la ciudad, por lo que se tomaron su tiempo en llegar. El lugar era una clase de bodegas que rara vez eran usadas por las fachadas descuidadas y la acumulación de polvo en ellas. Antes de poder seguir avanzado, escucharon unos pasos por detrás de ellos y sintió un golpe en su cabeza que lo dejó inmediatamente en el piso. Hasta ahí llegaba su memoria.
Miró a su alrededor, deduciendo que ya había anochecido, lo que indicaba que estuvo más de 3 horas inconsciente. El lugar era una de las tantas bodegas, pero no podía decir cuál de todas. Una voz lo sobresaltó.
- Vaya, ya era hora de que despertaras – Seungjun dirigió su vista a la dirección del sonido – Así que tú eres el sobrino de Nabi.
Un señor que debía rondar entre los 45-50 años salió de entre las sombras. Su complexión era delgada y de porte grácil. Seungjun hizo memoria de donde podría conocerlo, sin éxito alguno.
- ¿Quién es usted? ¿Por qué mencionas su nombre? – preguntó a la defensiva.
- ¿No me reconoces? – preguntó sorprendido y con burla – Creí que tu familia te había contado de mi – río cínicamente y a Seungjun se le erizo el cabello de la nuca – digamos que llegué a conocer a tu tía muy bien.
Seungjun no sabía si quería saber el significado de aquellas palabras.
- Explíquese.
- Yo era maestro de Nabi en la secundaria. Era una de mis mejores alumnas… inteligente, astuta, amigable, confiable… Y también muy bonita.
A Seungjun se le revolvió el estómago.
- ¿Qué le hiciste?
- Saber mucho te podría traer problemas como a tu amiguito quien venía contigo.
¡HYOJIN!
Seungjun prestó más atención a su alrededor desperado en busca del mayor. Pudo ver su cuerpo cerca del maestro, tirado a su lado. Tenía un moretón cerca de su mandíbula y parecía en un estado de inconsciencia. La imagen lo asustó.
- ¿Qué le hiciste?
- A diferencia de ti, él se liberó a tiempo de sus ataduras y me atacó. Hizo buena pelea, pero yo fui más asusto y lo pude dejar inconsciente de nuevo antes de que pudiera hacerme algo. Al parecer, el si sabía quién era yo. Por eso me sorprende que tú no me conozcas a pesar de que tú eres el sobrino biológico de ella.
Seungjun luchó contra el miedo por el estado de Hyojin y el enojo por la mención de su tía. No tenía idea de cómo desatarse, sus manos estaban atrás de su espalda, lo que complicada idear un plan para liberarse.
- ¿Qué le hiciste a ella?
- Bueno, ya que insistes y como me desharé de ustedes de cualquier forma, no veo por qué no lo puedas saber… Nabi estaba en secundaria cuando la conocí. Era atenta con todos, un amor en toda la extensión de la palabra, ayudando en todo momento a todos, siempre dispuesta a dar todo de sí. Por lo que no era raro que fuera de las ultimas en salir de la escuela… siempre estaba haciendo algo por los demás. Un día, cuando ya era tarde y no había nadie más, le pedí ayuda con unas cosas, ella muy amablemente lo hizo, pero antes de irse, me acerqué a ella y… - se encogió de hombros y una sonrisa cínica apareció en su rostro – Ya te imaginarás lo que le hice…
Seungjun quería vomitar a este punto.
- Así fue por el resto de la secundaria, le había amenazado con lastimar a su familia y sus seres queridos si se atrevía a decir una palabra de nuestro secreto. Ella se mantuvo callada y muy obediente, hasta que llegó su novio de la preparatoria a amenazarme por lo que hice. Estaba decidido a demandarme por el daño que le provoqué y si eso no funcionaba, iba a hacer justicia con su propias manos por mis actos. Por supuesto, no iba dejar que eso sucediera, así que tuve que lidiar con mi plan de escape. Me enteré que estaba sumergida en las drogas por mi culpa, así que logré que su vendedor le diera más de su dosis habitual y ella al estar tan rota y desequilibrada, no lo tomó en cuenta y dejó este mundo. Pero aquello no fue nada gratis, yo les ayude a crecer su negocio en otras escuelas y ellos me ayudaron en mis tramites escolares y a borrar mi posible denuncia. Un trato justo si me lo preguntas. Yo encontraba los puntos débiles, usando a tu familiar como referencia, chicos con traumas difíciles de superar.
Seungjun estaba cegado por la ira a este punto.
- ¿Usaste los traumas de jóvenes inocentes como modelo de negocio para ganar dinero?
- ¿Qué acaso tu no lo harías? Hay un dicho que dice “devora al mundo, antes de que el mundo te devore a ti” y eso fue lo que hice. Sin embargo, no todo fue fácil. El negocio creció, eso sí, pero tu colonia siempre fue difícil de entrar y por supuesto, no podía mudarme allá por miedo a las represalias y lo fácil que sería atraparme, por lo que tuve que merodear con cuidado los alrededores por un tiempo breve. Ustedes al no estar enterados fue fácil para mi infiltrarme y darme cuenta de quienes eran los más vulnerables. Pan comido. Aunque me resultó difícil, era mejor poco a nada. Para mi desgracia, ustedes se dieron cuenta de lo que sucedía y quisieron entrometerse. Los tuve que investigar para saber a qué me enfrentaba y es muy curioso que ambos pudieron ser sobrinos de Nabi, uno sanguíneo y el otro político. ¿Acaso no es poético? – el maestro rio.
Seungjun quería matarlo en ese instante.
- Eres un maldito desgraciado, enfermo sin alma – escupió lleno de ira.
- Lo sé, pero eso ya no importa – subestimó el profesor.
- Por tu culpa Nabi termino en un camino sin retorno arrebatándole la vida; mis abuelos quedaron profundamente afectados por su pérdida; mi padre se culpa a sí mismo, preguntándose que fue lo que hizo mal y con un trauma insuperable, se separó de su mejor amigo y se refugió en la pandilla. Quisiera hacerte pagar por el dolor que les provocaste.
El maestro sonrió.
- Quisiera verte intentarlo. Ni siquiera puedes liberarte a ti mismo.
Seungjun estaba enojado, abrumado de resentimiento y de dolor. Estar atado tampoco lo ayudaba porque lo hacía sentir indefenso. Deseaba… quería librarse de sus ataduras y causarle el mismo daño que alguna vez le hizo pasar a su familia, si aquello era posible. De pronto, vio que el profesor era tacleado por alguien y comenzaron con una pelea en el piso.
- HYOJIN – gritó preocupado al reconocer su figura.
Hyojin estaba encima del profesor y lo golpeaba sin tregua. Sin embargo, fue derribado fácilmente por un golpe en el costado, que lo dejó sin aire y cayó al piso.
“Debió sufrir una herida cuando yo estaba inconsciente” pensó Seungjun.
El profesor se liberó y se levantó. Tomó por a Hyojin por el cuello y lo agarró a golpes.
- ¡Déjalo a él, maldito cobarde! – gritó Seungjun, desesperado – Es a mí a quien debes enfrentarte… Él no tiene nada que ver con esto.
El maestro soltó su agarre, dejándolo caer en el piso para acercarse a Seungjun y propiciarle un golpe en la mejilla. Aparte del dolor, Seungjun sintió un leve desgarre en su piel, probablemente de anillos.
- Repite lo que dijiste – amenazó el profesor.
- Cobarde – Seungjun lo miró a los ojos, sin miedo – No afrontas las consecuencias de tu actos y prefieres hacerles daño a otros para salir ileso.
Seungjun recibió otro golpe directo en la sien, lo que le provocó un leve mareo y desorientación, pero continuó hablando.
- Ni siquiera puedes desatarme, para pelear justamente. Que patético y que débil eres.
El maestro se llenó de ira y empezó a golpearlo en repetidas ocasiones, desahogando el sentimiento que lo embargaba. El dolor con cada golpe era cada vez más intenso e insoportable, pero Seungjun hizo lo posible por resistir cada uno de ellos. Sin embargo, los golpes se habían detenido de la nada. Abrió los ojos para ver lo que sucedía y vio a Hyojin de nuevo levantado, golpeando al profesor, con menos energía, pero con precisión.
De un momento a otro, el profesor pateó a Hyojin en una pierna, doblegándolo. Hizo lo posible por levantarse, pero recibió un golpe en su sien aturdiéndolo y cayendo al piso, aunque dando resistencia.
La escena era difícil de ver. Seungjun se sentía impotente al estar atado a la silla sin poder hacer nada. Las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos. Veía a Hyojin defenderse, pero en algún momento, el maestro lo pisó fuertemente en una de sus piernas, arrancándole un grito de dolor y el alma de Seungjun se rompió en mil pedazos. Creyó que no soportaría seguir viendo la escena, cuando el sonido de un disparo lo paralizó.
Lo siguiente que visualizó fue al profesor caer inmediatamente al piso, soltando a Hyojin en el proceso. De un momento a otro, varias personas entraron a la escena. Seungjun no quería perder de vista a Hyojin quien seguía tirado en el piso sin poder levantarse y tampoco se movía.
- Seungjun – la voz de su padre lo sacó del trance, aunque no logró responder debido al shock.
Un montón de gente ya los había rodeado. Pudo ver al maestro siendo arrestado, esposado y retirado por los oficiales. Su padre, acompañado de más personas que no reconoció, estaban intentando liberarlo de la silla y otros estaba checando a Hyojin, quien permanecía inmóvil en el piso. No supo interpretar la situación. ¿Estaba bien?
En el momento en el que sintió que su cuerpo ser liberado, se levantó de la silla por inercia y corrió hacía Hyojin. Hizo a un lado a la gente para llegar a él, se arrodilló junto a su cuerpo y tomó su cabeza entre sus manos.
Seguía respirando.
Sintió como una parte de su alma volvía a él.
- Hyojin – habló entrecortado al percatase de su apariencia.
Los golpes lo habían afectado notablemente, su mejilla estaba hinchada, tenía varios moretones por su mentón, su frente y su ojo; varios rasguños causados por los anillos. Si su cara estaba en ese estado, no quería imaginar el resto de su cuerpo.
Debía ser atendido lo más pronto posible.
Seungjun sintiéndose rebasado por la situación y sus emociones, empezó a llorar de manera desconsolada en frente de todos, recargando su frente en el pecho del otro. Rezando en silencio por que estuviera bien.
La escena paralizó a la gente a su alrededor, conmoviéndolos. No supieron que hacer, por lo que se mantuvieron al margen hasta que llegaron los paramédicos. Seungjun se reusó a alejarse de él, así que se mantuvo en su lugar, sosteniendo su mano.
Los paramédicos rodearon a Hyojin para revisarlo. Uno de ellos estaba a punto de revisar su presión levantando las mangas de su brazo derecho.
- ¡No! – Seungjun lo detuvo abruptamente – tiene una herida reciente a causa de un corte con cuchillo. Tiene puntos. Así que si le toma la presión, tal vez los pueda abrir.
El paramédico levantó levemente la manga y percibió que el chico decía la verdad, por lo que tuvo que pasarse al otro brazo.
- ¿Valoraciones? – escuchó una voz femenina a sus espaldas.
- Posible fisura en la tibia izquierda. Fractura de costilla. Dificultad para respirar. Varios moretones alrededor del cuerpo. Rasguños en el rostro. Presión alta, probablemente por el estrés y agotamiento físico.
Cada palabra era un golpe en el corazón de Seungjun.
- ¿Creen que esté en condiciones para subirlo a la camilla?
- Será muy doloroso para él. Recomendaría darle un sedante para que pueda soportar el traslado.
- Háganlo y téngalo listo para subirlo a la ambulancia – La mujer se alejó de la escena.
Seungjun estuvo a su lado en todo momento, hasta que llegó la camilla y un paramédico lo ayudó levantarse, soltando la mano de Hyojin. El paramédico no le dijo nada, pero en su semblante mostraba sentir por lo sucedido.
Hyojin estaba siendo movilizado con cuidado por el personal para pasarlo a la camilla. Soltó leves quejidos de dolor, pero este nunca abrió los ojos. Cuando lo terminaron de preparar, se dirigieron a la ambulancia. Seungjun los siguió en automático sin pensarlo dos veces.
Chapter 17: DESESPERACIÓN
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No faltaba mucho para que Seungjun llegara a la ambulancia, cuando otro paramédico lo detuvo.
- ¿Es familiar del paciente?
Alguien más habló por él.
- No, pero permítale irse con ustedes.
Seungjun giró su vista. Era el tío de Hyojin.
- Lo sentimos. Solo lo pueden acompañar los familiares.
- Con un carajo – soltó irritado – ¿No ven la condición del chico? ¿Acaso lo revisaron a él? Tiene heridas en la cara y cojea levemente.
El paramédico le echó un vistazo de pies a cabeza, sacó una linterna de su uniforme y lo colocó sobre sus ojos, revisando su condición.
- No hay daño evidente, pero los golpes son muy notorios, necesitaría exámenes para descartar posibles daños más graves… Levanta tu pantalón – indicó.
Así lo hizo Seungjun y no estaba preparado para lo que encontró. Tenía un hematoma morado por debajo de la rodilla. El paramédico empezó a tocar levemente el área y Seungjun siseó por la acción.
- Está demasiado inflamado que no me permite saber si tiene alguna fractura o fisura – el medico guardó la linterna – ¿No te habías dado cuenta? – Seungjun negó con la cabeza – Debió ser por la adrenalina del momento…. Bien, puedes subir.
El paramédico se alejó de ellos para apoyar a sus compañeros.
Seungjun y Jungsoo se acercaron a la ambulancia. Con el apoyo del señor Kim, subió a la ambulancia, antes de poder sentarse, se dirigió al hombre.
- Gracias – susurró.
El señor solo asintió y le dio la espalda para regresar a la bodega. Seungjun tomó asiento a lado de una paramédico, cerraron la puerta y el vehículo arrancó rápidamente, con las sirenas sonando fuertemente abrumando sus sentidos.
- Toma – la paramédico lo sacó del trance.
La chica le estaba ofreciendo una comprensa fría.
- Colócala en tu pierna. Me dijeron que tenías un hematoma y esto va a ayudar a reducir la inflamación en lo que llegamos.
Seungjun la tomó sin decir una palabra. Levantó su pantalón y colocó la bolsa en el hematoma. Un dolor insoportable le recorrió todo el cuerpo. Él estaba perfectamente bien cuando llegó a las bodegas, así que algo debió haber sucedido mientras estaba inconsciente.
Maldijo al profesor por lo bajo.
En algún momento, la chica sacó una máscara de oxígeno de la parte superior de vehículo, asustándolo.
- ¿Se va a poner grave?
- No te preocupes – contestó la señorita con calma. Como si atender acompañantes paranoicos fuera su labor de día a día– Es para ayudarlo a respirar, los golpes que recibió lo dejaron muy débil para hacerlo por su cuenta sin sentir dolor.
Seungjun no sabía si aquellas palabras lo preocupaban o lo aliviaban, se dedicó a observar. El cuerpo de Hyojin se veía tan relajado que en sus condiciones no sabía que esperar.
El sonido del claxon del vehículo llamó su atención. Habían entrado a la ciudad. Esperaba que no faltara mucho para llegar al hospital más cercano. Y así fue.
Rápidamente, el personal del hospital abrió la puerta de la ambulancia y empezaron a bajar la camilla para ingresarlo al edificio. Seungjun dejó la comprensa aun lado y bajó como pudo del transporte. Hizo lo posible para alcanzar los.
Llegaron al área de camillas y Seungjun estuvo a punto de acercarse cuando alguien lo detuvo.
- ¿Se encuentra bien? – era una enfermera, preocupada la apariencia del joven.
Seungjun no respondió y contempló desde su lugar como valoraban el cuerpo de Hyojin, con el alma en un hilo. La enfermera le siguió la mirada.
- ¿Es su acompañante? – Seungjun asintió. La enfermera sacó una linterna y realizó el mismo procedimiento que el paramédico en la bodega – No pareces afectado, pero no me gusta el estado de tus heridas. Además te ves en un estado de shock. Acompáñame.
Seungjun iba a poner objeción hasta que escuchó un pitido en la dirección de las camillas. El alma se le cayó a los pies al ver al personal del hospital apresurados alrededor de Hyojin. Las expresiones en sus rostros indicaban que algo no andaba bien. Quería dar un paso adelante cuando la enfermera lo volvió a frenar.
- Lo siento, pero no puede acercarse.
Seungjun estuvo a punto de contradecirla, cuando observó cómo se llevaban la camilla al área de cirugía, alarmados. Instintivamente, se apartó de la enfermera e intentó aproximarse al personal.
- ¿Qué sucede? – preguntó, preocupado y al no recibir respuesta, entró en pánico – ¿Qué Ocurre?
El personal volteó a verlo, pero no detuvieron su paso.
- ¿Es algo grave?... ¿va estar bien? – las lágrimas amenazaban con salir – ¿A dónde se lo llevan? Digan algo, por favooor.
- Sédenlo – ordenó una voz masculina y el personal entró al área de cirugía.
Seungjun se quedó ahí parado, no tenía idea de lo que significaba aquella palabra hasta que dos personas y la enfermera que lo había atendido, se acercaron a él.
- No, por favor. No lo hagan – suplicó.
- Lo lamento – se limitó a decir la señorita, mientras que los dos hombres lo agarraban por ambos brazos.
- No, está bien – SEUNGJUN miró a los ojos de la enfermera y respiró hondo, asustado – me calmaré. Lo prometo – evitó hacer movimientos bruscos – se lo suplico.
La mujer lo analizó por varios segundos, considerando la situación.
- Está bien suéltenlo.
* * *
Seungjun estaba en la sala de espera, afuera de la sala de cirugía. La enfermera le había tratado las heridas, lo tranquilizó y lo trasladó a otra área por su bien y por las personas de su alrededor (había dejado una impresión muy fuerte en la área de camillas con todo mundo viendo). En el momento en el que se había retiró la señorita para continuar con su ronda, los pensamientos negativos volvieron a invadir su mente.
La cirugía llevaba cerca de tres horas y no sabía cómo tomarlo. Ese pitido de la maquina tampoco dejaba de perseguirlo, había visto las suficientes películas y series para saber que eso no era bueno. Su pie daba varios golpes en el piso, muestra de su desesperación. Quería mantenerse a raya, para que no lo volvieran a amenazar con sedarlo.
Una persona había llegado a la sala y Seungjun elevó su vista. Era su padre. Sin pensarlo dos veces, se levantó de su lugar y se acercó a él para abrazarlo. Su padre lo recibió sin decir ni una palabra. Los recuerdos y las emociones lo volvieron a abrumar y comenzó a llorar en sus brazos, aferrándose más a su progenitor, buscando protección y consuelo por lo vivido en las últimas horas. Dios, hasta recargar la cabeza y llorar era difícil. No había sido consciente del dolor por el que su cuerpo estaba pasando, hasta ahora. Odiaba con todo su ser al profesor.
¡Cierto!
- Papá, la tía Nabi… - Seungjun empezó a hablar, pero su padre lo detuvo.
- Lo sé, hijo. Lo sé – acarició la cabeza de su hijo.
Seungjun continuó llorando, por varios minutos que parecían interminables, hasta que su cabeza comenzó a dolerle y se separó de él para mirarlo a los ojos.
- ¿Tú ya lo sabías?
- No hijo, me enteré al mismo tiempo que tú – articuló de manera calmada
- ¿A qué te refieres?
- Luego te explico… ¿Ya comiste o bebiste algo?
- No he comido desde el mediodía… Solo he bebido un té de manzanilla que me ofreció una enfermera para calmarme los nervios.
Las cejas del señor Lee se arquearon.
- ¿Solo eso te ofreció?
- Bueno, era eso o sedarme… – el semblante de su padre seguía mostrando consternación, pero no era momento para hablar sobre su escena de pánico – Luego te explico.
Ambos sonrieron ligeramente. Una tercera persona se unió a ellos.
- ¿Te han dicho algo de Hyojin? – era Seongho.
Seungjun sorprendido, negó con su cabeza.
- No… creo que llevan más de tres horas en cirugía, pero no me han dicho nada.
- Muy bien – Seongho suspiró y pasó una mano por su cabello. Lucía ansioso y Seungjun no lo culpaba – Toma – le ofreció una botella de suero – supuse que lo necesitabas. No deberías tardar en comer algo.
¿Acaso los había escuchado? Seungjun tomó la botella y susurró un ligero agradecimiento. Era la primera vez que hablaba con él, así que la situación era rara, incomoda y algo tensa.
Antes de que Seongho pudiera tomar asiento, un doctor entró a la sala.
- ¿Familiares de Kim Hyojin?
- Soy yo – se acercó hasta quedar al frente del doctor – soy su padre.
Seungjun se mantuvo al margen para no incomodarlo, pero si lo suficiente para escuchar.
- Debido a la gravedad de sus heridas y su edad, su corazón no soportó los niveles estrés y en cualquier momento podía fallar, tuvo que ser intervenido de inmediato para evitar que ocurriera una tragedia… Por suerte pudimos estabilizarlo a tiempo y el resto de la cirugía transcurrió sin problemas. En este momento sigue bajo anestesia, pero por el momento permanecerá en cuidados intensivos para monitorear su recuperación durante las siguientes 12 horas; después de eso, ya decidiré si lo pasamos a una habitación.
- ¿Y sabe cuándo despertara?
- No le sabría decir… Puede despertar en una horas… O en días. El tiempo que su cuerpo lo considere necesario – al notar la tensión alrededor, decidió agregar – si quieren mi opinión personal… Lo peor acaba de pasar y mi pronóstico es que estará bien… Su cuerpo decidirá cuando será el mejor momento para despertar.
Todos sintieron alivió inmediato al escuchar esas palabras.
- Gracias, doctor.
Seongho se sentó a una silla y se pasó las manos por la cara. El doctor se acercó a Seungjun.
- ¿Ya te encuentras bien?
Seungjun reconoció la voz de la persona que había ordenado que lo sedaran y un rubor subió por sus mejillas.
- Si, estoy mejor…. Y lamento lo sucedido.
El doctor guardó un instante.
- ¿Ya te revisaron la pierna? – Seungjun negó y agachó la cabeza, avergonzado – Bien. Deberías realizarte una radiografia lo más pronto posible. Si sufriste alguna fisura, estás dejando correr el tiempo y podrías provocarte algo peor.
- No se preocupe, doctor – su padre tomó la palabra – Yo me encargaré que mi hijo se lo realice en cuanto antes.
- Muy bien. Entonces, buenas noches.
El doctor se retiró del lugar. Giwon tardó en convencer a su hijo de ir a rayos x para revisar su condición de su pierna, pero este se negaba a salir de la sala de espera.
- De todas formas estaremos en el hospital por doce horas, hijo. No quiero que te descuides a ti mismo.
Por primera vez en el día, Seungjun analizó con más detalle a la persona que estaba a su lado. Veía las facciones de un padre que no supo dónde o cómo estaba su hijo por varias horas, un padre que seguramente estaba angustiado por encontrarlo y rezando por que estuviera bien, asustado por lo que podría pasar. Un padre que temía que la historia se repitiera.
Tampoco ayudó ver que la persona que lo acompañaba, estaba tirada en el piso inconsciente y herido; tal vez, él también hubiera estado en ese estado de no ser porque llegaron a tiempo a rescatarlos. Una culpa lo invadió por ponerlo en esta situación, no sé lo merecía. Aceptó hacerse los estudios para mantenerlo tranquilo, era lo menos que podía hacer.
Estuvieron a punto de salir de la sala, cuando la madre de Hyojin entró corriendo. Seungjun frenó su paso para verlos. Ella tenía el peor estado de los presentes, ojos y nariz roja, cara caída, estaba demasiado pálida y asustada, casi a punto de desmayarse. Tomó asiento a lado de su esposo y le preguntó por el estado de su hijo.
- Acaban de terminar la operación. Estaba delicado, pero el doctor me acaba de decir que todo irá bien a partir de ahora.
La señora al escucharlo se soltó a llorar, no sabía si era de alivio o por lo abrumada que estaba. Su esposo pasó una mano por el hombro de su esposa para acercarlo a él y consolarla.
Seungjun analizó la escena fascinado, hasta que su padre le pidió que caminara, y así lo hizo.
Pensó en como el padre de Hyojin le ocultó a su esposa que el corazón de su hijo estuvo a punto de fallar y de que tuvo que ser intervenido de inmediato. De los tres, ella era la que menos iba a soportar la noticia.
- ¿Y mamá? – preguntó Seungjun.
- Le dije que estabas bien y que se quedara en casa cuidando a tu hermano. Yo me quedaré contigo.
- ¿Le dijiste que estaba bien? – preguntó sorprendido.
- Bueno, fue una mentira piadosa, pero tampoco la quería asustar y que pasara la noche desvelada y preocupada. Mañana le diré la verdad y afrontaré las consecuencias.
- ¿Y Seunghee?
- Ella está a punto de entrar a épocas de exámenes… tampoco quería causarle inconvenientes, ni estrés – suspiró – Es lo mejor.
Seungjun lo entendió. Tampoco quería que corrieran preocupados, no había necesidad de causar más tensión. Él hasta cierto punto estaba “bien”, comparando con la situación de Hyojin, así que con uno de sus padres presente, estaba conforme. Los padres de Hyojin son los que merecían estar aquí para recibir alguna novedad de su hijo.
¿Como estarán las gemelas? Suspiró cansado.
Pensó en como tomaron la decisión drástica de aventurarse al peligro sin pensar en quienes los rodeaban y en las consecuencias. ¿Acaso habría otra opción? Ya no lo sabrían. Pero una cosa era clara: Seungjun daría la vida por sus seres queridos y estaba seguro de que Hyojin pensaba lo mismo.
Chapter 18: ESPERA
Chapter Text
Los días pasaron. Hyojin seguía sin despertar y fue movido a una habitación diferente, aunque todavía entubado para acelerar el proceso de recuperación. El doctor dijo que todo iba bien, que sus heridas no tardarían en sanar; salvo la fractura de su tibia, la cual tardaría cinco semanas más. Fuera de eso, era cuestión de tiempo para que despertara.
Seungjun estaba sentado a su lado con una pierna inmovilizada. Después de todo, si había sufrido una fisura en el fémur arriba de la rodilla, por lo que tuvo que le tuvieron que poner una férula para evitar un riesgo mayor.
Los oficiales revisaron las cámaras de seguridad para recolectar evidencia y entre ellas, se mostraba como el profesor los trasladó de los pasillos afuera de las bodegas a ingresarlos a una de ellas. Al parecer, después de haber sido golpeado por un bate en la cabeza y desmayarse, Hyojin quiso defenderse, pero el maestro logró golpear su pierna con el mismo bate, derribarlo y golpearlo en el rostro para también dejarlo inconsciente.
Drogó a ambos lo suficiente para que no sintieran el traslado de los pasillos al interior de la bodega. Hyojin fue el primero en despertar cuando el maestro estaba a la mitad de amarrarlo a la silla, por lo que no dudó en darle el tiro de gracia para ganar unos segundos. Se soltó a tiempo para enfrentarlo y al final, terminar fallando. Antes de caer inconsciente de nuevo, alcanzó a ver como el maestro golpeó la pierna de Seungjun, burlándose de Hyojin por no poder hacer nada para evitarlo.
Los médicos creen que Hyojin inicialmente había sufrido una fisura por el golpe con el bate que se agravó por el esfuerzo y la pisada del profesor.
Así que ahora ambos estaban inmovilizados, con la diferencia de que ese mismo día le podrían retirar a Seungjun su férula si todo salía bien. Por el lado bueno, eso le permitió estar los días necesarios en el hospital junto a Hyojin y no ir a la escuela. El resto de sus exámenes clínicos salieron bien, por lo que su padre respiró tranquilo.
Eran alrededor de las 4 de la tarde, el padre de HYOJIN no tardaría en dar una vuelta rápida para visitar a su hijo y recoger algunos insumos para su trabajo que le quedaban de paso.
Seungjun se quedaba en la habitación de Hyojin todo el día haciéndole compañía y en la noche, una enfermera iría por él y lo llevaría a su cama. Uno o los dos padres de Hyojin se quedaban a hacer guardia durante la noche y le agradecían a Seungjun por su ayuda. Todavía era incomodo la convivencia, pero lo hacían funcionar.
En cambio, sus padres se turnaban para pasar las noches con él. Yuto por ser menor de edad, solo podía visitarlo en el día. Tardaron en decirle Seunghee lo que había pasado, lo cual no se tomó muy bien que digamos, pero nunca le reclamó a su hermano solo lo cuidó, haciendo honor a su futura profesión.
Escuchó la puerta abrirse y no era el padre de Hyojin, si no una enfermera.
- Buenas tardes. Vengo a una revisión de rutina.
- Si – se limitó a decir.
Ya sabía cómo funcionaban. A ambos le revisaría los signos vitales y tomaría apuntes adicionales en caso de requerirlos. La enfermera primero se acercó a las máquinas de Hyojin.
- ¿Cómo te has sentido? – le preguntó a Seungjun sin mirarlo y concentrada en su trabajo.
- ¿Alguna molestia?
- No
Por el rabillo del ojo, la enfermera observó que Seungjun nunca separaba su vista de Hyojin.
- Te preocupas mucho por él.
- Si… Él es muy importante para mí.
- Eso veo.
La enfermera terminó de revisar los aparatos y pasó con Seungjun. Este de inmediato subió la manga de su camisa para que le tomara la presión.
- ¿Sabes que se pondrá bien verdad?
- Eso espero.
- Entonces también deberías cuidar de ti.
Las palabras de la enfermera lo consternaron, pero asintió.
- Lo haré, gracias.
- ¿Como te sientes mentalmente?
- A veces casando y aburrido, pero supongo que es lo normal ¿no? Estoy aquí todo el día en estas cuatro paredes, esperando a que él despierte y con una pierna inmovilizada.
- Claro… - la enfermera se separó de él – Aunque no todo está bien. Tu y él están en una mejor situación y ya no corren peligro. Según el doctor, ya no habrá nada de qué preocuparse, así que no te desanimes.
Seungjun se conmovió por sus palabras y agradeció en un murmullo.
- Ya terminé – anunció la enfermera – Entonces, me retiro. No olvides lo que te dije.
- No se preocupe.
La señorita salió de la habitación y Seungjun regresó de nuevo a Hyojin. Contempló lo tranquilo y lo frágil que se veía en aquella camilla, su pierna enyesada por debajo de la sabana que lo cubría y recordó vívidamente el grito de dolor cuando el profesor lo había pisado. Apretó los puños. Sinceramente, la muerte era una salida fácil; deseaba desde lo más profundo de su ser que el profesor viviera el resto de sus días en la cárcel y en la miseria.
***
La enfermera salió de la habitación y lanzó un suspiro de alivio, ahí se encontraban los padres de los jóvenes y un oficial.
- ¿Se dio cuenta? – preguntó Giwon.
- No – negó con la cabeza.
- Bien – suspiró aliviado - ¿Y qué piensa, señorita?
- Él todavía está afectado por lo sucedido… No sé qué relación tiene con el otro joven, pero es claro que el mientras siga en ese estado no creo que le sea fácil empezar hablar del tema sin salir afectado emocionalmente.
Ambos padres se miraron. Estaba claro que había algo entre sus hijos, pero no era momento, ni el lugar para hablarlo.
- Les recomendaría ir con cuidado respecto al tema. Sin embargo, debería retomar su vida diaria para despejar su mente, no les será fácil pero ustedes sean insistentes. A su mente no le vendrá bien seguir más tiempo encerrado a su lado sin poder hacer algo – Giwon asintió. La psicóloga se pasó al otro padre – Cuando su hijo despierte, le pido que sea muy cuidadoso con él. Estará confundido, desorientado y tal vez asustado. Sus últimos recuerdos fueron dolorosos y traumáticos, por lo que habría que hablarle con calma, con cuidado y con mucho amor. Eviten mencionar el tema si él no lo menciona.
- ¿Y si lo hace? – preguntó preocupado.
- Procuren no darle muchos detalles. Solo lo necesario. Inmediatamente, llamen a alguien del personal para revisarlo… Y en caso de que se altere puedan controlarlo… Esperemos que no sea el caso.
- ¿Quiere decir que debemos esperar hasta que ellos se sientan listos para hablar? – preguntó el oficial consternado.
A la psicóloga no le gustó la pregunta, ni el tono en el que este había sido hecho. Apretó los labios antes de responder de manera cortante.
- ¿Sabe qué no es fácil a su edad? Que los droguen, los golpeen y vean el sufrir del otro sin poder hacer nada. Quizá usted esté acostumbrado a lidiar con situaciones así porque es su trabajo, pero no ellos. Así que le pido su comprensión – ambos sostuvieron la mirada. El oficial bufó y se retiró – ¿Algo más en lo que los pueda ayudar? – se dirigió a ambos padres.
Seongho se pasó una mano por su nuca.
- Mi esposa tampoco ha estado bien desde que se enteró de lo sucedido… A veces parece que está ida y ella es quien se queda conmigo en las guardias. Me preocupa que… – no estaba seguro de como continuar.
- … Haga o diga algo imprudente? – El padre asintió cohibido – Podría organizar 2 sesiones con ella al día para explicarle con calma que debe hacer y cómo actuar. Lo recomendable es una sesión, pero no podemos arriesgarnos.
- Lo que sea necesario... Muchas gracias.
- Bien, pueden pasar a mi oficina en el resto del día. Si no se les ofrece algo más, me retiro.
La psicóloga se retiró, dejando a ambos padres en el pasillo. El ambiente se volvió tenso.
- Ya deberíamos entrar – habló Seongho – Debes llevar a que le quiten la férula al muchacho, ¿no?
- Si – se limitó a responder.
- Bien
Ambos padres no dijeron nada y solo entraron a la habitación.
Chapter 19: ¿NORMALIDAD?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Seungjun y su padre estaban en camino a la habitación de Hyojin para despedirse.
Antes de retirarle la férula, le tomaron otra radiografía de rutina para comprobar su estado de recuperación. Ahora solo tenía una venda para ayudar a que la inflación bajara. Aunque el pronóstico era bueno el traumatólogo recomendó reanudar la actividad física para recuperar la masa muscular perdida y los vinculó a fisioterapia para checar el estado de su movilidad.
Cuando estaban a punto de llegar a la habitación, su padre lo llamó.
- ¿Qué sucede?
Giwon respiró hondo antes de empezar.
- Quería decirte que mañana deberías regresar a clases.
Seungjun se detuvo en seco para observarlo.
- Pero debo estar con Hyojin – se limitó a decir en tono bajo.
- Si lo sé, pero…
- No pienso dejarlo mucho tiempo. Si quieres durante el día estaré en el hospital y en las noches regresaré a casa, pero NO iré a la escuela.
Su padre se frotó su sien con frustración. No sabía cómo abordar esta situación sin alterar a su hijo.
- Hijo, sé que esto no es fácil para ti, pero necesito que regreses a tus clases, que te pongas al corriente. Ya perdiste varios días y ya no cuentas con un justificante médico...
- No, papá. No pienso regresar a clases hasta que Hyojin despierte.
- No sabemos cuándo despertará. El doctor nunca nos dio un tiempo estimado.
- Pues me quedaré el tiempo necesario.
- Seungjun – su progenitor trató de ser cuidadoso – te permitimos estar aquí en el hospital porque tenías una férula y no estarías cómodo en casa haciendo lo mínimo, sintiéndote inútil y pensando en cómo estará aquel chico. Ahora debes seguir con tus obligaciones.
- Gracias por tu preocupación, papá, pero sigo sin cambiar de opinión – Mencionó cortante.
- Te recuerdo que estás a nada de graduarte. No puedes descuidar tus ultimas calificaciones de esta forma.
- Puedo repetir el año, eso no hay problema.
- Si, pero no ese muchacho. El todavía puede aprobar el año e ir a la universidad, tu en cambio te retrasarás, lo mejor sería ponerte al corriente con temas y tareas.
- Eso no es importante ahora, papá. Yo me vendré aquí y no me lo vas a impedir.
- No harás lo que tú digas – su padre levanto levemente la voz – Soy tu padre y yo decidiré qué es lo mejor para ti.
- Lo mejor para mi es estar con Hyojin cuando despierte – sus manos se cerraron en unos puños.
- Eso lo crees tú, hijo, pero no es así. Necesitas despejarte de estas cuatro paredes. No te hará bien seguir aquí torturándote.
La respiración de Seungjun empezó a acelerarse.
- ¡Tú No Sabes Por Lo Que Estoy Pasando!
- No, no lo sé. Pero entiende que no me gusta verte ahí sentado con la expresión perdida, hundiéndote en tu miseria.
Seungjun reprimió las lágrimas y apretó los labios.
Era increíble que su padre le hiciera está petición. ¿Acaso quería siguiera con su vida, mientras que Hyojin seguía en cama? No tenía el corazón para hacerlo. ¿Siquiera era consciente de lo que le estaba pidiendo? ¿o al menos intentaba entender su relación?
- ¿Miseria es estar al lado de la persona que me importa?
Las defensas de su padre bajaron al escuchar el tono de voz de su hijo.
- No me refería a eso, hijo… Es que… - Fue interrumpido por alguien más.
Ambos dirigieron su atención a la puerta de la habitación. Era la madre de Hyojin.
Tenía mejor aspecto que otros días, pero todavía lucía con el alma en un hilo esperando a que su hijo despertara.
- Deberías hacerle caso a tu padre, Seungjun – Se acercó con cuidado a este para tomar su mano – Deberías regresar a casa y descansar después de tantos días estando aquí.
- Pero debo estar al lado de Hyojin…
Haejin negó con la cabeza.
- No, no es necesario. Aquí estamos su familia para cuidarlo también. Él no estará solo…
- Pero – la madre lo silenció y apretó su agarre.
- También deberías cuidar de ti. Ustedes dos – se le cortó la voz – pasaron por mucho dolor. No quisiera que te descuidaras. Gracias por cuidar a mi hijo y por estar a su lado, pero necesito que tu regreses a tu vida normal…
- Yo podría ayudarlos-
- No, no es necesario. Nosotros veremos cómo nos arreglamos. En cambio, tu deberías despejarte de sentimiento abrumador que te está rodeando.
- No sé si pueda… - confesó.
- Te lo pondré así: Si tu estuvieras en su lugar ¿hubieras querido que Hyojin estuviera esperando a que despertaras, deteniendo su vida, saltando sus obligaciones y descuidándose a sí mismo?
Fue el golpe de realidad que Seungjun necesitaba.
- No, la verdad es que no.
- Pues hazlo por él. Ve a casa, pasa tiempo con tus padres y tus hermanos – Seungjun no sabía si la señora estaba reflejando sus deseos en él – estar aquí te traerá recuerdos de lo que sucedió. Salir de aquí tal vez te de una nueva perspectiva sobre la vida y las segundas oportunidades. Y no sé…. cuando Hyojin despierte, podrás ayudarlo a él.
Seungjun veía razón en sus palabras.
- Lo haré…
- Muy bien. Ve a casa, ve a clases y mañana puedes regresar a verlo, nosotros te avisaremos de alguna novedad. No te preocupes.
Seungjun ya no respondió y asintió. Haejin volvió a ingresar al cuarto y cerró la puerta.
- ¿Nos vamos? – preguntó su padre.
- – Aunque Seungjun estaba arrepentido por cómo le habló a su padre, no supo cómo ponerlo en palabras.
Ambos caminaron a lo largo del pasillo. Giwon no sabía si había hecho bien, pero esperaba que su hijo entendiera que lo hacía por su bien. No era el mejor padre del mundo, pero quería ser el mejor padre para Seungjun y siempre ha hecho lo posible para protegerlo. A él y sus hermanos.
Notes:
¡Se acerca el fin de esta historia!
Chapter 20: ESPERANZA
Chapter Text
Hyojin había despertado.
Esas palabras eran lo único que estaba en su mente desde que había llegado a la casa después de la escuela.
Aunque había despertado en la mañana, los padres de los muchachos habían decidido que era lo mejor darle la noticia a Seungjun cuando regresara de clases. De otra manera, el muchacho hubiera sido capaz de saltarse el resto del día con tal de ir a verlo.
Seungjun había llegado a su casa y su padre estaba en la sala, esperándolo. Nada raro. Él era el encargado de llevarlo al hospital y de recogerlo en la noche.
- Ya llegué –dejó su llaves y su mochila a lado de la entrada. Su padre lo estaba mirando atento – ¿Sucedió algo?
- Hijo… Hyojin ya despertó.
Giwon vio como los ojos de su hijo volvían a cobrar vida ante aquellas palabras y una sonrisa asomaba su rostro.
- ¿Ya despertó? – preguntó todavía incrédulo.
- Si, como hace cuatro horas.
- Debemos ir al hospital.
Por un momento, creyó que su hijo le reclamaría por no avisarle antes, pero no fue así. Tomó las llaves de su coche y ambos salieron.
Giwon veía a su hijo tan feliz, que ni siquiera se tomó la molestia en decirle que se cambiara el uniforme. Desde que había regresado la casa la otra semana, parecía que su hijo vivía en modo automático: Despertar, cambiarse, desayunar, ir a la escuela, regresar, cambiarse, comer, ir al hospital, regresar, ducharse y en ocasiones, hacer tarea… Aunque a sus padres les dolía verlo así, no quisieron presionarlo.
En cambio, Seungjun sentía que un peso de sus hombros por fin había sido liberado. Hyojin había despertado y con ellos, su felicidad. Todo el tiempo estuvo cargando con miedo e incertidumbre, dentro y fuera del hospital, aunque sus amigos o familiares intentaban reanimarlo, su mente siempre volvía a Hyojin.
Todavía no conocía su estado, pero el hecho de que abriera los ojos, se sentía como si lo peor hubiera pasado. Su padre todavía no había terminado de apagar el coche, cuando Seungjun bajó rápidamente, corrió por el estacionamiento, llegó al ascensor y presionó el botón que lo llevaría al piso de Hyojin.
***
Seungjun estaba al frente de la puerta de Hyojin. Nervioso. No sabía cómo iba a encontrarlo, ni cómo debería reaccionar, pero debía controlarse si no quería causar una mala impresión o asustar a Hyojin. Abrió la puerta con cuidado aunque torpe.
Ahí estaba.
Estaba acostado en una posición de 45 grados, con la mirada tranquila, hablando con su madre.
Si Seungjun creyó que ya era feliz con la noticia de que Hyojin había despertado, el ver sus ojos abiertos, era algo totalmente nuevo que no supo cómo ponerlo en palabras. Se había quedado sin aliento.
Se acercó con cuidado.
- Hola – fue lo único que pudo decir.
- Hola – el semblante de Hyojin era tranquilo – Me dijeron que estabas en la escuela.
- Tuve que regresar a clases.
La madre notando la tensión, decidió hablar.
- Hijo, debo irme. Debo regresar a trabajar, la señora Kang solo me dio permiso para ausentarme medio día porque quería pasar más tiempo contigo, pero no te preocupes, volveré en la noche.
- Claro, má. Ve tranquila.
Haejin se acercó su hijo y lo besó en la cabeza.
- Te amo, hijo.
- Yo también, má.
La señora Kim tomó su bolso y Seungjun le hizo una reverencia, viéndola salir. Hubo un momento de silencio hasta que Hyojin habló.
- Me dijo que ustedes tenían un acuerdo.
- Si – tomó asiento donde antes estaba la mamá de Hyojin – yo me quedaba contigo durante el día y tus padres en la noche.
- ¿Fue difícil? – preguntó levemente preocupado.
- No realmente, los primeros días yo también estuve en el hospital, porque tenía un fisura por arriba de la rodilla – SEUNGJUN se palmeó levemente la pierna lastimada – me tuvieron que poner una férula – se encogió de hombros.
- ¿Y todavía te duele?
- Tampoco… – Seungjun arrugó la nariz – Salvo por educación física donde tuve que pedir un justificante adicional para no realizar actividades exigentes…
Hyojin rio ligeramente.
- Seguro es una gran historia.
Seungjun lo imitó.
- Lo es – pensó en como seguir – ¿Y… Que te dijeron?
- Supongo que ya lo sabes… Costilla fracturada en recuperación, pierna fracturada y puntos en el estómago… Un par de días más y un fisioterapeuta vendrá a verme para enseñarme a usar las muletas antes de ser dado de alta – Fuera de eso, me dijeron que evitara las emociones fuertes… Lo cual es un problema.
- ¿Por qué? – preguntó Seungjun, preocupado.
- Por qué estás conmigo – Hyojin sonrió y Seungjun se sonrojó.
- Creí que hablabas en serio.
- Y estoy hablando en serio… ¿Acaso no lo ves? – con su cabeza señalo el monitor que estaba al otro lado, marcando los latidos de su corazón.
- En ese caso, deberías controlarte. No quiero que alguien venga y nos interrumpa.
- Bien, bien. Lo haré.
***
El resto de la tarde se la pasaron juntos, platicando cómodamente y poniéndose al corriente de los días que se perdieron. Nunca mencionaron el incidente. En algún momento, Seungjun acercó sus manos a la de Hyojin y durante todo el tiempo la sostuvo firme sin llegar a lastimarlo.
Escucharon la puerta abrirse y tuvieron que separarse. Seongho se asomó por la puerta.
- Hola, hijo. ¿Ya comiste?
- No he comido desde que mamá se fue.
- Iré a pedir que te traigan algo – fijó los ojos en el otro chico – tu padre ya llegó, Seungjun. No tarda en subir por ti.
- Muchas gracias.
El padre Hyojin cerró la puerta y se fue.
Bien. Era momento de irse. Aunque Seungjun no estaba preparado, debía darle a tiempo Hyojin para estar con sus padres.
- Supongo que ya me voy.
- Si – el semblante de Hyojin ahora lucía serio e inexpresivo – ¿podrías acercarte? Necesito decirte algo importante antes de que nuestros padres vengan.
Seungjun, sorprendido por la petición del mayor, acercó su cara y antes de que pudiera procesar lo que estaba sucediendo, Hyojin tomó su mentón y juntó sus labios con los de él.
Seungjun se separó abruptamente sorprendido y Hyojin tenía una leve sonrisa.
- Te extrañé – confesó Hyojin.
Seungjun todavía consternado, le regresó la sonrisa.
- Yo más.
Chapter 21: PERSPECTIVA
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Había pasado un mes desde que Hyojin había despertado. Aunque tuvo que regresar a la escuela, todavía debía seguir usando muletas. En una semana más le retirarían la férula. Para su suerte, Seungjun le ayudaba en todo momento durante el día. Tanto en la escuela, como fuera de ella. Claro, cuando los padre de Hyojin no estaban para hacerlo. Desde cargar su mochila, acercarle la comida, el agua o las muletas.
Habían llegado a una clase de ayuda mutua. En las tardes se la pasaba en la casa de Seungjun para no sentirse solo en la suya, donde no habría nadie; las gemelas se la pasaban con su tía Song; sus amigos o los vecinos no mencionaban a las pandillas para darles paz mental.
Hacían diferentes actividades desde ver películas, series, platicaban, incluso hacían tarea. El proyecto de historia les había ayudado bastante para conocer como trabajaba el uno con el otro.
En ese momento, los jóvenes estaban terminando una película cuando los padres de Seungjun llegaron.
- Hola, muchachos – saludó el padre.
- Hola – saludaron al mismo tiempo.
Giwon tomó el control remoto y pausó la película. Ambos miraron extrañados al padre, vieron como este agarraba una silla y se colocaba en frente de ellos, mientras tanto su esposa se quedaba al margen.
- ¿Sucede algo? – preguntó Seungjun.
Giwon tomó una respiración profunda.
- Creo que ya es momento de hablar acerca de lo que sucedió ese día, muchachos – Ambos jóvenes contuvieron la respiración – Todo este tiempo evitamos hablar de ello porque lucían muy afectados o idos para responder. Así que… – no sabía cómo empezar o por donde empezar, por lo que se tomó un momento antes de continuar – lo que hicieron ustedes fue un acto de imprudencia… ¿Qué les hizo creer que ustedes, un par de jóvenes, podrían aventurarse a algo así? ¿En que estaban pensando?
- Lo sentimos – respondieron.
- ¿Y ya? ¿Esa será toda su respuesta? – ambos agacharon la cabeza – ¿Entienden el riesgo en el que se habían metido? ¿Las consecuencias que conllevaron a eso?... ¿Se imaginan lo que pasamos nosotros al no saber que estaba pasando con ustedes? ¿O como nosotros nos sentimos al verlos en tal estado? Seungjun atado a una silla, con signos de violencia y a Hyojin todavía peor....
Las palabras se quedaron en el aire, hasta que Hyojin decidió hablar.
- Creímos que encontraríamos respuestas a lo que estaba sucediendo en la colonia. De un momento a otro, teníamos a varias personas intentando entrar a la colonia para vender droga, no sentimos en la necesidad de investigar el origen de todo. Varias personas nos daban pistas para dar con un sospechoso, pero resultó que nunca hablaban de la misma persona, lo cual entorpecía todo. Alguien mandaba diferentes vendedores e incitadores para que nadie sospechara. Con eso en mente le pedí a Kyongmin, que investigara por su lado…. Cuando recibí su llamada sobre que nos tenía respuesta, nunca me imaginé que nos encontraríamos ante semejante situación.
Giwon se pasó las manos por la cabeza. Estaba incrédulo.
- ¿Y porque no dijeron nada?
- No queríamos involucrarlos – respondió Seungjun esta ocasión – No estaba en nuestros planes terminar así.
El padre suspiró pesado.
- Chicos, su actitud tan calmada me cala los nervios. PARECE QUE NO ENTIENDEN LA GRAVEDAD DE LO QUE HICIERON – ambos jóvenes saltaron en sus asientos ante la subida de tono del señor – FUERON IRRESPONSABLES, IRRACIONALES, INCREDULOS Y ESTUPIDOS… ¿ENTIENDEN LO QUE SIGNIFICÓ PARA NOSOTROS BUSCARLOS? ¿ENTIENDEN LA PREOCUPACION POR LA QUE NOS HICIERON PASAR? PUSIERON EN RIESGO SUS VIDAS – cerró sus ojos un momento para calmarse – Sobre todo a mi porque yo ya pasé por algo similar y estaba aterrado de que terminara igual.
Los más jóvenes no dijeron nada y siguieron aceptando el regaño. Giwon volvió a suspirar.
- De no haber sido por Seungjun nunca los hubiéramos encontrado a tiempo.
Hyojin miró a Seungjun intrigado.
- Dejé una nota en mi habitación – confesó Seungjun – Les dije que había ido contigo a la dirección de la cafetería… Que si no volvíamos a la hora de la comida, que nos buscaran.
Esa información era nueva para Hyojin. Giwon continuo:
- Y así fue… Busqué a Seungjun en su cuarto para que bajara a comer, pero no estaba. Encontré la nota en su escritorio e inmediatamente me puse en alerta porque no era habitual en él. Tuve que usar el reloj que te regalé para rastrearte.
Seungjun miró sorprendido a su progenitor.
- ¿Tú qué?
- El reloj qué te regalé en tu cumpleaños 14 tiene un rastreador. ¿Recuerdas cuando te dije que era único en su clase y que lo cuidaras mucho? – Seungjun asintió – bien. Fue por eso.
- ¿Y tú todo este tiempo me estabas rastreando?
- No, hijo. Nunca fue necesario. Siempre estabas en la colonia, y cuando salías de ella, en todo momento me decías que estabas haciendo, nunca me diste motivos para usarlo, ni siquiera cuando comenzaste el trabajo con Hyojin…. Aquel día había sido diferente porque no estabas y habías dejado una nota pidiendo que te buscaran. Tuve que actuar rápido. Gracias a Dios, tenías el reloj contigo.
- También nuestros teléfonos.
- Hijo, me entró el pánico. No quería arriesgarme a llamarte o mandarte un mensaje y qué te metieras en problemas. El reloj era la forma más discreta de saber dónde estabas sin comprometer tu seguridad… Fui a casa de Hyojin, suponiendo qué sus padres merecían saber lo que estaba pasando… Si te dijera que fue fácil, te estaría mintiendo. Pero tuvimos que olvidar nuestras diferencias por el bien de ustedes.
Hyojin y Seungjun jamás imaginaron qué sus padres volverían a tener una interacción voluntaria. En las juntas escolares se limitaban a lo que les correspondía. Nada más, ni nada menos.
El amor y preocupación que les tenían a ellos era más grande que cualquier diferencia pasada.
- Cuando estábamos a punto de ir por ustedes a la cafetería, notamos qué ya no estaban ahí y que estaban en un punto diferente. En tu nota jamás hablaste acerca de ir a otro lugar y me preocupé todavía más. Tuvieron que llamar a Jae y decirle que tuviera una patrulla lista en caso de que lo necesitáramos. Estaba tan asustado y tenso qué todavía no entiendo como pude estar tan tranquilo sin perder la cordura.
Seungjun sintió un nudo en su garganta al escucharlo.
- Lo peor había sido cuando activé tu micrófono – Giwon posó sus manos sobre sus ojos. Seungjun ya ni siquiera se molestó en cuestionarlo – llevaban varias horas en ese lugar, así que Jae nos pidió que nos cambiemos de nuestro auto a la patrulla. Active el micrófono para que seamos testigos de lo que sucedía – guardó silencio preparándose para lo que iba a decir – creemos que captamos el momento en el que Hyojin estaba siendo golpeado... Y después, ya no se escuchaba nada que temimos lo peor.
Giwon estaba haciendo lo posible por retener las lágrimas.
- Estábamos a punto de llegar cuando tu despertaste, el alivio que sentí era indescriptible… Escuchamos la conversación que tuviste con el profesor.
Se cubrió la boca y las lágrimas comenzaron a salir.
- Escuchamos lo de Nabi… Si no era suficiente que mi hijo estuviera pasado por una terrible situación, me enteró que mi hermana fue abusada y asesinada por su profesor de secundaria… – Soyun, se levantó de su asiento para colocarse atrás de su marido y colocar las manos en sus hombros como consuelo – Mis padres, ni yo sabíamos del infierno del por cual estaba pasando, pero todas las cosas empezaron a tener sentido. A veces estaba ida, su cambio de actitud, las mentiras que decía, el drogarse… Creímos que solo se estaba juntando con malas influencias, preguntamos a vecinos o a amigos si sabían algo, pero no nos daba una respuesta concreta, nadie la veía relacionarse con alguien peligroso o parecido, solo “ellos”. Entonces creímos que estaba pasando por lo que conocen como la “edad de la rebeldía” y que con llamarle la atención sería suficiente… Ahora que sé toda la verdad, no puedo parar de sentirme como un idiota… Mi hermanita estuvo pasando por un infierno y nadie lo sabía y me siento muy culpable por eso. Se debió sentir sola e incomprendida, no debí permitir que se alejara, debí hacerle saber que me tenía a su lado para apoyarla… No le he dicho a tus abuelos lo que sucedió exactamente, me limité a decirle que el responsable de su muerte por fin había sido capturado y que la verdad había salido a la luz. Me intentaron hacer preguntas, pero me limité a decirles que era todo lo que sabía. Ellos no lo iban a soportar…
Los jóvenes quedaron quebrados por sus palabras. No podían imaginarse el dolor por el que había pasado. Hyojin no podía imaginarse en un escenario en el que sus hermanas pequeñas sufrieran y Seungjun tampoco podía imaginarlo con sus hermanos.
- Antes de entrar a la bodega, yo estaba totalmente enojado. Hubiera sido capaz de asesinar a ese imbécil con mis propias manos en ese mismo momento, pero tu tío Jungsoo me detuvo a tiempo… Me ayudó a salir del trance que me invadía y me hizo ver que lo mejor era estar a tu lado.
Que Giwon hablara con el de padre Hyojin era una cosa; pero que Jungsoo lo hiciera entrar en razón era todavía más irreal.
- Todo mi ser era un desastre, pero preferí darte prioridad. Eres mi sangre y debía velar por tu bienestar en un momento tan vulnerable, se lo debo a Nabi. Todos los días agradecí al cielo porque seguías con vida, pero también me culpaba por llegar tarde. Por eso me causa una especie de choque que nada más se dediquen a decir que lo lamentan. Entiendo que se preocupan el uno por el otro, pero es no significa que el resto no importamos.
Hubo un silencio ensordecedor.
- Sentimos hacerte pasar por esto, papá… Nunca fue nuestra intención que pasaran por ese sufrimiento. En algún momento si llegamos a pensar acerca de nuestra irresponsabilidad, pero no sabíamos cómo ponerlo en palabras, porque es una situación que nos rebasó. Seguro no fue fácil buscar a dos adolescentes irracionales y lamentamos mucho eso. Te juro que ya no te volveré a ocultar nada importante. Espero no volver a causarte preocupaciones.
Giwon observó a los más jóvenes, la culpa era evidente sus rostros y suspiró.
- Yo también lo deseo, hijo – se levantó de su asiento y levantó a Seungjun del suyo para abrazarlo – te amamos.
- Yo también, pá.
Cuando Seungjun se separó de su padre, se dirigió a su madre.
- ¿Tú también dirás algo, má?
Ella se tomó un momento antes de responder.
- Tu padre ya lo dijo todo, pero nunca está demás decirte que aunque confiamos en ti. También quiero recordarte que también nos preocupamos por ti y siempre haremos lo posible por cuidarte. Tu bienestar es importante para nosotros.
Seungjun asintió comprendiendo. El sonido de un coche los sorprendió.
- Ya llegaron por ti, Hyojin – anunció Giwon.
- Si – Hyojin se levantó del sillón, tomó sus muletas y se dirigió a la salida. Seungjun llevaba su mochila.
- Señor Lee… – Giwon lo detuvo – no es necesario – Hyojin asintió, resignado y se dirigió a la puerta – Seungjun – el mencionado lo miró atentamente – sería mejor que lo acompañes…
No era necesario decir más. En casa de Hyojin también les esperaba un regaño.
Chapter 22: PERSPECTIVA (pt. 2)
Chapter Text
En general, Seongho tuvo más tacto con los chicos creyendo que ya habían tenido suficiente en la casa de Seungjun. En cambio, les contó su versión de la historia.
Los padres de Hyojin no tenían mucho de haber llegado a casa. Llamaron a su hijo para que bajara a comer, pero no hubo respuesta, por lo que creyeron que seguía en la calle. Estuvieron a punto de marcar a su celular hasta que escucharon un toque en la puerta y fueron a abrir. Para su sorpresa, era el padre Seungjun. Quien lucía pálido y preocupado.
- ¿Qué te trae por aquí? – preguntó Seonho, cortante.
- Dime… ¿tu hijo está contigo?…
- No – extrañado por la pregunta – ¿porque preguntas?
Giwon le extendió el papel que había encontrado.
- Seungjun tampoco está en casa, pero dejó esto en su escritorio… Él nunca se porta de esta manera. Me preocupa que este en algún riesgo… Creí que tu sabrías algo o al menos deberías estar enterado.
- ¿Y crees que mi hijo sigue con él?
- ¿Y porque no lo estaría? Supongo que ya estás esterado que nuestros hijos han estado conviviendo en los últimos días y semanas.
Seongho se negó a responder a esa pregunta.
- ¿Y ya has preguntado si alguien lo ha visto?
- Hice algunas llamadas mientras conducía para acá y nadie me dio una respuesta. En este momento, mi esposa está hablando con nuestros vecinos… Ella me avisará en cuanto sepa algo.
- ¿Y porque crees que estarían en peligro?
- Porque Seungjun nunca se porta así. Siempre avisa donde está, que va a hacer o con quien. ¿Qué acaso esa nota no te dice algo?
Seongho se mantuvo callado. Hyojin no era de avisar lo que hacía, pero le tenía la suficiente confianza para saber que su hijo no se metería en alguna clase de peligro sin siquiera avisarle.
- Debería hacer yo unas llamadas – le dio la espalda para ir por su teléfono.
Giwon lo miró incrédulo.
- Claro… – respondió cortante – Hazlo y perdemos valioso tiempo para ir a buscarlos.
- Eso crees tú, pero yo trabajo de forma diferente.
- ¿Por qué te niegas a creerme? ¿No es razón suficiente que yo viniera a hasta tu casa para avisarte lo que sucedía?
- Tal vez se retrasaron haciendo algo – Seongho tenía el teléfono en la mano a punto de hacer una llamada.
Giwon lo analizó detenidamente.
- Si intentas comunicarte con él, déjame decirte que es lo más estúpido que podrás hacer.
- ¿Y tú quién eres para decirme que hacer o que no hacer? – preguntó Seongho a la defensiva.
- Los podrías poner en riesgo. Soy el padre de uno de ellos y no quisiera que expusieran su integridad por un acto tan desesperado y estúpido… – se detuvo a media oración, al recibir un golpe en la cara.
Antes de que Giwon pudiera regresar el golpe, alguien más lo había detenido. Era Jungsoo. Si de por si la situación era tensa, ahora era mucho peor.
- ¿Qué está sucediendo? – preguntó.
- Hyojin y Seungjun no han regresado a casa – las facciones de Seongho eran inexpresivas.
- ¿Y eso tiene algo de malo?
- Creo que estarían en alguna clase peligro… Seungjun dejó una nota pidiendo que los buscáramos en caso de que no volvieran… Él nunca se porta así. Tengo miedo de que pueda pasarles algo.
- De ser así… ¿A dónde los buscaríamos?
- En la nota está la dirección
- ¿Y si ya no están allí?
- Seungjun tiene un rastreador en su reloj-
Seongho bufó.
- Claro y yo soy el de las decisiones estúpidas e irracionales.
- Mira, imbécil. Yo no sé cómo cuidas a tus hijos, pero esto lo hago por su seguridad. Yo lo amo y los protegeré con lo que pueda.
- ¿Así? Pues tampoco está bien el sobreprotegerlos. De esa forma no les enseñaras a valerse por si mismos y toar sus propias decisiones-
- No es momento para discutir – interrumpió Jungsoo, antes de que la situación escalar más – ¿A dónde deberíamos ir?
- Un momento – Giwon sacó el teléfono y abrió la aplicación del reloj – Esto indica que debemos ir a las afueras de la ciudad. Creo que hay bodegas por esa área.
La mirada de Jungsoo se oscureció.
- Bien, no hay que perder más tiempo. Aunque… no nos podemos ir así… Necesitamos ayuda. Necesitamos movilizar a unas cuantas personas y tal vez pedir una patrulla para que nos acompañe. Cuanto antes nos apuremos, mejor. El trayecto será largo.
Jungsoo marcó a Jae para avisar la situación. Él les indicó lo que para proporcionarles patrullas deberían crear un escenario falso donde la policía reunía las pistas necesarias para saber la ubicación de los chicos. Él se encargaría de los papeleos. Para hacerlo más creíble les recomendó que se fueran juntos en una de las patrulla con él, dejando los autos en la comisaria.
Llamaron a unos vecinos más de la colonia, quienes se fueron bajo sus propios medios, por si necesitaban refuerzos.
La patrulla iba demasiado rápido para llegar a la bodega, esperando que estuvieran a tiempo. Cuando estaban a punto de acercarse, Giwon encendió el micrófono del reloj para monitorear lo que estaba sucediendo y saber cómo actuar.
Escucharon demasiado, la pelea de HJ, cuando SJ despertó… Y lo que había sucedido con Nabi. El silenció se formó en el vehículo. Giwon permaneció inexpresivo y apretó los puños hasta que sus nudillos se volvieron blancos.
- ¿Tú lo sabías? – preguntó de manera fría.
Jungsoo tragó saliva antes de responder.
- Me lo confesó un mes antes de morir... Estaba a punto de drogarse de nuevo… La detuve y le pregunté porque actuaba así y porque se negaba a que la ayudáramos. Que todos estábamos preocupados por ella y que no estaba bien lo que se estaba haciendo… Fue cuando me reveló la verdad. Nabi no paraba de llorar, parecía niña pequeña asustada y perdida. Me rogó que no le dijera a nadie, porque no iba a soportar la vergüenza que eso conllevaría. Tampoco quería que le hicieran daño a su familia. Yo… Me había llenado de rabia y de coraje, al día siguiente fui yo mismo a buscar al desgraciado y lo amenacé con denunciarlo por provocarle tanto daño… Pero fue el peor error que cometí, el maestro empezó con su plan de huida, no sin antes arrebatarle la vida de forma indirecta-
En cuanto llegaron al lugar, Giwon no quiso escuchar más y salió del auto. Se dirigió a la bodega a pasos enfurecidos. Jungsoo lo detuvo a tiempo.
- Entiendo que estes enojado, yo también lo estoy, pero no te servirá de nada cobrar venganza en este momento. No podemos arriesgarnos a que te arresten. Por ahora, la prioridad es el bienestar de los chicos. El desgraciado merece pagar por lo que hizo, pero no debemos tomar medidas drásticas.
Escucharon un grito de la bodega y la cara de Seongho palideció, tomó una arma del uniforme de Jae y se dirigió a la bodega.
Antes de que pudiera disparar, Jungsoo le arrebató el arma y el mismo lo hizo, hiriendo al profesor en el brazo, derribándolo al instante. Seongho se acercó al cuerpo de su hijo y le rompió el alma ver el estado en el que se encontraba.
- Hijo – habló impotente y acarició su cabello, sin recibir respuesta, le costaba respirar. Rezó por su bienestar.
Notó que alguien más se había acercado al cuerpo de su hijo.
Seungjun.
El muchacho lucía ido y miraba el cuerpo de Hyojin con un dolor visible.
- Hyojin – vio que tomaba su rostro de su hijo con cuidado para soltar un suspiro de alivio cuando lo escuchó respirar y vio cómo rompía a llorar.
Seongho se levantó y observó la escena hipnotizado. La desesperación y el dolor con el que Seungjun le lloraba a su hijo era similar a la de su hermano cuando habían encontrado el cuerpo de Nabi…
Aquel día donde su hermano había llegado a casa desesperado porque no la localizaba . Había buscado por todos los lugares, excepto uno. Le encargó que llamara a la policía, mientras que él iría a la secundaria y ahí se encontrarían.
Debían darse prisa. Seongho hizo lo que su hermano le pidió y aunque las preguntas de la señorita al otro lado de la línea lo alteraron, logró reportar la desaparición. Se dirigió rápidamente a la institución, recorriendo salones y pasillos, hasta que encontró a su hermano en el salón de deportes… arrodillado, llorando y abrazando el cuerpo sin vida de lo que alguna vez fue el amor de su vida.
Nunca había visto a su hermano tan roto y perdido, como si le hubieran arrancado una parte de él. Lo arrestaron por ser principal sospechoso, sin poner objeció. Sus ganas de seguir adelante se habían ido. Desde ese día todo había cambiado en él, en ellos, en su familia y en la colonia.
No había dicho nada, pero no lo agradaba la idea de que Hyojin y Seungjun estuvieran interactuando. No le daba un buen sabor de boca que su hijo estuviera conviviendo con la familia que alguna vez llamó asesino a su hermano. Quería mantener el orgullo de su familia y el honor de la pandilla por el bien de todos… Sin embargo, este momento le mostró que estuvo a punto de cometer un error.
Seungjun amaba a su hijo de la misma manera que su hermano amó a Nabi.
Chapter 23: PRIMERA PLANA
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
FAMILIA OBTIENE JUSTICIA DESPUES DE 20 AÑOS
OCTUBRE 2011
El pasado viernes, se suscitó un operativo por parte de la policía de Seúl a las afueras de la ciudad donde fueron rescatados dos adolescentes, quienes fueron secuestrados por una persona del sexo masculino de mediana edad. La persona en cuestión drogó y golpeó a los dos adolescentes, dejando a uno de ellos en estado de gravedad, quien de inmediato fue trasladado de emergencia al hospital más cercano para ser intervenido. Familiares de uno de los jóvenes han declarado uno de ellos tuvo que ser sometido inmediatamente a una cirugía de la cual salió exitosa y, hasta el momento de la redacción de este artículo, la familia todavía está en espera de que despierte. El otro joven se encontraba en un estado de shock y con lesiones leves al momento del rescate. El personal del hospital no encontró daños en el joven que pusieran en riego su vida.
El responsable fue arrestado en el lugar. Según los reportes oficiales, era un maestro de secundaria que en los 4 últimos años, se cambió de escuela al menos seis veces con la excusa de reubicación domiciliaria. Era cómplice en una red de narcotráfico, donde les pasaba información de menores de edad para se acercarán a los estudiantes, ofrecerles droga y así obtener ganancias.
La razón de esta peculiar complicidad se deriva a un evento trágico ocurrido hace 20 años. El masculino abusó sexualmente a una de sus alumnas de secundaria por más de un año, amenazándola de hacerle daño a su familia si confesaba lo que estaba sucediendo. Lamentablemente, debido al trauma causado, la joven se refugió en la droga lo que causó su fallecimiento a la joven edad de 17 años, debido a una sobredosis ocasionada por su vendedor. Este vendedor fue convencido por el maestro a venderle a la joven el doble de su dosis habitual, sin que esta se diera cuenta. A partir de ahí, por casi 20 años, el maestro comenzó a trabajar a la par de estas personas y a cambio, ellos le ayudaban en sus reubicaciones, además de darle un bono por el servicio ofrecido.
Actualmente, esta persona ha cooperado con la policía y ha brindado información valiosa para la captura de la red de narcotráfico, aunque el juez que lleva su caso ha mencionado que eso no influirá en la reducción de su condena, debido a todas las personas y familias inocentes a las que ha dañado a lo largo del tiempo.
Actualmente, varias personas han sido arrestadas y están a la espera de su juicio.
Por lo pronto, esperamos pronta recuperación y tranquilidad de las familias que fueron profundamente dañadas por esta lamentable situación y esperamos que todos reciban la justicia que merecen.
Notes:
Y CON ESTO TERMINAMOS LA HISTORIA!
Chapter 24: ¿¡NUEVO COMIENZO!?
Chapter Text
Con el paso de las semanas, las cosas en la colonia fueron mejorando. Los padres de Hyojin y Seungjun han hecho las pases en cuanto a lo sucedido y han incentivado actividades entre las pandillas y el resto de los vecinos para promover la unión entre todos. Por supuesto, aunque fue raro al principio, todos han puesto de su parte para hacerlo funcionar.
Por otro lado, Hyojin y Seungjun han llevado una relación platónica, sin apresurarse debido a la recuperación de la pierna del primero.
Seungjun sabía por lo que estaba lidiando, porque lo había experimentado de primera mano la única semana que había tenido el yeso, por lo que decidió darle su espacio, ser empático con sin presionarlo y en su lugar, ayudarlo en el día.
Por otro lado, Hyojin se sentía débil e inseguro con una pierna enyesada, atrapado entre muletas y cuidados. A veces lo llevaba con madurez, pero había días en el que la situación lo rebasaba. Quería dejar de depender de otros, sobre todo de sus padres quienes lo volvieron a tratar como un niño pequeño, lo cual era incomodo.
Creyó que todo había acabado cuando le retiraron el yeso, pero no podía estar más equivocado. Llegaron días de inflamación, dolor y debilitamiento al apoyar mínimamente la pierna. El fisioterapeuta lo tomó como algo normal y pasajero, lo que ayudaba a HYOJIN a ser positivo.
Si tenía sacar algo bueno de la experiencia, era que podía estar todo el día con Seungjun, quien se había tomado muy en serio su papel de ayudarlo cuando sus padres no podían. Sin embargo, fue muy claro en no involucrarlo en sus citas de fisioterapia porque se sentía vulnerable física y emocionalmente frente a él, no con sus padres. Seungjun puso objeción, pero siempre estuvo dispuesto a ayudarlo realizar sus ejercicios si él se lo pedía.
En este momento estaban realizando la tarea. El maestro les dio una simulación del examen, por lo que debían estudiar.
- ¿Entonces… quien inventó la pólvora? – preguntó Seungjun, mirando el examen en la mesa.
- La hoja de respuestas dice que fue China.
- ¿Y porque aquí seleccionaste que fue la India?
- ¿Qué? – Seungjun le acercó el papel para que lo corroborara – Me confundí en ese momento.
- Como digas – intentó ser lo menos sarcástico posible.
- ¿Qué quisiste decir con eso?
- Nada.
- No es cierto. Ese “como digas” no fue nada. ¿Todavía piensas que soy un idiota, verdad?
- Te recuerdo que ni siquiera sabías que el cine era considerado un arte.
- Ah, claro y por eso soy un ignorante...
- Yo nunca dije eso…
- Estoy seguro que tu ni siquiera podrías nombrar a los pintores más famosos aparte de Leonardo Da Vinci.
- Solo sé que uno de ellos tiene el nombre de una de las tortugas ninja, Miguel Ángel.
- Ay si, y con eso ya sabes mucho de arte.
- Dudo mucho que una pregunta así pueda salvarme en un examen.
- Entonces no eres tan listo como crees, solo aprendes lo que te conviene-
Seungjun estuvo a punto de replicar cuando la puerta de la casa se abrió, revelando a su padre.
- Ya llegué muchachos. ¿Alguna novedad?
- Si, que Miguel Ángel ya debe irse a su casa – respondió Seungjun.
- ¿Quién es Miguel Ángel?
Chapter 25: CERCA
Chapter Text
Cuando Hyojin tenía el yeso, las peleas con Seungjun no existían. Como si vivieran en su propia burbuja emocional. Sin embargo, por alguna razón, desde que recuperó la movilidad, volvieron a su dinámica inicial de discutir. Haciendo que se vuelva difícil la convivencia en ocasiones.
- ¿COMO ES POSIBLE QUE PIENSES QUE LA LUNA ES UN PLANETA? – Seungjun gritó, otra vez.
- Cualquiera se puede confundir.
- ¿Cómo puedes confundir algo así?
- Lo siento, se me cruzaron los cables y no era consciente de mis respuestas.
- No entiendo cómo es que aprobaste todos estos años la escuela.
- Dejó todo al último, así estudió mejor.
- Eres un irresponsable.
- No, solo me gusta aprovechar mi tiempo.
- Y para rematar, te autosaboteas.
- Oye, no es para tanto-
- ¿Qué NO ES PARA TANTO? ¿TE ESTAS ESCUCHANDO A TI MISMO?
- Ya sé… aunque no es lo más adecuado para mí, es difícil dejarlo.
- Deberías crear rutinas más sanas.
- Ya ni mi madre se pone así de histérica.
- ¿HISTERICO YO? Mira, el estudio es-
Los labios de Hyojin se posaron sobre los otros, deteniendo su sermón. Seungjun se separó de inmediato, observando su cara de no dar crédito a lo que pasó.
- Hablas demasiado… También te alteras mucho – habló Hyojin de manera tranquila.
Seungjun parpadeó varias veces, asimilando lo ocurrido. No se habían acercado tanto desde que Hyojin había despertado en el hospital. Claro, todavía se gustaban, pero habían mantenido distancia en cuanto a sus sentimientos.
- Yo-
- Shhh… - murmuró Hyojin y acercó sus manos a las mejillas del menor – Si quieres, seré yo quien te ayude a tomarte una pausa y a relajarte.
Hyojin juntó de nuevo sus labios y Seungjun, sin poder evitarlo le devolvió el beso. Sintió cosquillas en su estómago, a la par de su corazón palpitando sin control. Apretó las manos sin saber qué hacer con ellas.
Los minutos que estuvieron besándose fueron incontables, hasta que el ruido de la puerta de la entrada los separó de golpe.
- Chicos ¿calentaron la comida? – habló Soyun, cerrando la puerta.
La sangre se les fue de la cara.
- No, má. Ahorita lo hacemos, no tardamos…. – Seungjun intentó disimular los nervios de su voz – Tú tienes la culpa – acusó a Hyojin, mientras se levantaba para encender la estufa.
- ¿Y yo por qué?
- Porque, según tú, me ibas a ayudar-
- A relajarte, no a recordarte tus deberes – se excusó.
- Es lo mismo.
- Mejor admite que no te arrepientes.
El silencio de Seungjun le otorgó la razón.
Chapter 26: HONESTIDAD
Chapter Text
Al poco tiempo Seungjun y Hyojin formalizaron su relación y para sorpresa de nadie, pasaron de ser amigos a novios.
Seungjun presentó a Hyojin a sus hermanos, quienes lo recibieron con brazos abiertos. Para los padres, fue como una noticia que ya estaba confirmada, solo faltaba que sus hijos la confirmaran.
Seungjun estaba en la cocina, preparando su desayuno y Seunghee estaba de visita de la universidad. Desde la estancia del hospital de Seungjun, ella procuraba estar más al pendiente de su familia.
- ¿Hoy no tienes clases? – preguntó Seunghee.
- No, están remodelando el edificio, por lo que no habrá clases los siguientes días.
- Ah – jugaba con su cuchara en el cereal – ¿y Hyojin va a venir?
- ¿Por qué preguntas?
- Mmm… Porque cuando yo tuve mi primer novio nunca nos despegábamos el uno del otro.
- ¿Y esperas que seamos iguales?
- Son adolescentes al final de cuentas – se encogió de hombros – las hormonas están al tope en esa etapa y no hablemos de la famosa calentura.
La cara de Seungjun se tiñó de un ligero rosa.
- No hables sobre eso…
- ¿Sobre qué? ¿Las relaciones sexuales? Estoy estudiando para enfermería, no debería darme vergüenza eso temas.
- O sea sí, pero para mí es incómodo.
Seunghee entrecerró los ojos.
- ¿Pretendes hacerte el inocente conmigo, cuando desde el primer momento que llegué a casa noté que tenías un chupetón en el cuello? Me preguntó si mis padres lo vieron y decidieron ignorarlo o son muy despistados como para no notarlo.
- No es un – Seungjun suspiró derrotado sin siquiera dar batalla, no le vio caso mentirle – No lo divulgues, por favor.
- Por supuesto – le guiñó el ojo – Solo dime que han estado usando protección…
Seungjun se atragantó con su cereal.
- ¿QUE? Nosotros todavía no-
- Ah, entonces lo que hay entre ustedes es mera frustración sexual.
- Yo me voy – SEUNGJUN tomó su plato y antes de salir de la cocina, Seunghee lo detuvo.
- Cuando quieras, puedes pedirme con toda confianza condones de la universidad.
- ADIOS.
Chapter 27: CUÑADO
Chapter Text
Ambos jóvenes llegaron a la casa de Seungjun después de clases. Seunghee estaba en la sala viendo la televisión sentada en el sillón más grande.
Seungjun subió a su habitación, mientras que Hyojin tomó asiento en uno de los sillones libres para esperarlo. Seunghee lo observó un momento.
- ¿Cómo estás?
- Bien, gracias. ¿Te va bien en la escuela?
- Es difícil, pero no me quejo. ¿Y cómo vas con mi hermano? ¿Todo bien?
Hyojin se ruborizó.
- Ah, sí. Hemos estado bien.
- Disculpa si te incomodo con la pregunta. Como sabes, debido a la universidad yo no puedo estar aquí siempre y vengo de vez en cuando, por lo que me gustaría saber cómo van.
- No se preocupe, hemos estado bien. Alguna que otra pelea, pero supongo que es normal en la parejas.
- Más de lo que crees… - Seunhee entrecerró los ojos – ¿Porque me hablas como si fuera una señora? Soy tu cuñada, no tu suegra.
- Pe- perdón no era mi intención.
Seunghee rio.
- Solo me estoy divirtiendo. Conmigo puedes tener toda la confianza del mundo – le guiñó el ojo – ¡oh, cierto! Eso me lleva a otra cosa: Mi hermano me han dicho que no han tenido relaciones ¿Es cierto?
El rojo dominó la cara de Hyojin y apartó la vista.
- ¿Él te dijo eso?
- No exactamente con esas palabras, pero eso dio a entender.
- Bueno, sobre eso-
Volvió a soltar otra carcajada.
- No es necesario que me lo digas. Soy su hermana mayor, me gusta molestarlo… Aunque como futura profesional de salud, también quiero advertirles que tengan cuidado y que sean responsables. Ya es un alivio que mis padres no tengan que lidiar con un embarazo adolescente – rio irónica – y si un día necesitas ayuda para tener la casa sola – le guiñó el ojo – me avisas. Buscaré una excusa para tener a mis padres y a Yuto fuera.
Hyojin quería que se lo tragara la tierra.
- En fin. Me gusta ver a mi hermano feliz y eso es lo importante. A ti también te veo cómodo, lo que me tranquiliza. No sabes la tremenda sorpresa que fue enterarme que mi hermanito puso en riesgo su vida, terminó con una pierna enyesada… y enamorado del que se suponía que debía odiar.
Hyojin bajó la vista apenado.
- Lo siento-
- No es necesario – lo interrumpió – Seguramente ya te disculpaste demasiado con tus padres y los míos… Solo te pido que no lastimes a Seungjun o de lo contrario, conocerás mi lado no amable.
- Puedo asegurar que no será así.
- Es bueno escuchar eso, porque parece mi hermano te aprecia mucho.
- ¿Por qué lo dices?
- Me di cuenta cuando lo vi por primera vez en el hospital. Todavía no regresaba a su habitación cuando llegué, así que fui a tu habitación por él. Te puedo asegurar que nunca le había visto esa mirada en mi vida. No mencioné nada porque no lo quería presionar, pero era demasiado obvio. Se preocupa por ti más de lo que crees.
Hyojin se quedó sin palabras y escucharon cuando Seungjun bajó las escaleras.
- Ya nos podemos ir – notó un cambio en el ambiente – ¿sucedió algo?
- Le hablaba sobre condones de sabores y de responsabilidad sexual.
- Ay, ya. Era broma. Le estaba dando advertencias por si te rompía el corazón.
- ¿Es cierto? – Seungjun lo observó atentó.
Hyojin, a ese punto, estaba más allá de confundido, incómodo y conmovido.
- Eso creo…
- Por cierto – Seunghee se levantó del sillón – deberías tener cuidado donde le haces lo chupetones. Tienes suerte que mis padres no lo hayan notado o no hayan dicho nada, ellos son… Ya saben… Un poco a la antigua. Así que yo en su lugar, tomaba mis precauciones.
Se fue a la cocina y se perdió en ella, dejando callada a la pareja.
- ¿Podrías haber usado una prenda que lo oculté mejor, no crees?
- Claro, para la próxima me pondré un cuello de tortuga. Es más, ¡tú me lo hiciste en primer lugar!
- Perdón, para la próxima voy a pensar donde poner los dientes.
- Eso es muy considerado de tu parte.
La voz de Seunghee resonó desde la cocina:
- Si necesitan que me vaya de la casa, solo díganme. No quiero presenciar algo que no quiero.
La pareja guardó silencio, se vieron mutuamente y sin decir una palabra, decidieron que era hora de retirarse, antes de ser alumnos de otra clase de enfermería patrocinado por ella.
Chapter 28: TERNURA
Chapter Text
Hyojin estaba en la habitación de las gemelas, ayudando a resolver un rompecabezas.
- Hyojin – el mencionado enfocó su vista en Harin - ¿Todavía sigues viendo a ese chico?
- ¿A cuál chico?
- El que no pinta bonito.
- Ah, él. Si, lo he estado viendo. ¿Por qué preguntas?
- Porque cuando están juntos te portas raro.
- ¿A qué te refieres?
- No lo sé. A veces parecen como papá y mamá, demasiado juntos… Y cómodos.
- Es porque son novios, Harin – Haeun no despegó su mirada de las piezas.
- ¡Eso no es posible! Ellos no se besan, ni se toman de la mano como lo hacen las parejas de las películas de princesas.
- Hay más formas de mostrar a las personas cuando las quieres – era el turno de Hyojin de hablar – como hacer las tareas juntos, ver películas sin decir nada, compartir los deberes de la casa, cocinar, cuidarlos cuando están enfermos, jugar, reír con ellos… O simplemente, pasando el tiempo juntos.
- ¿Entonces tu nos quieres, Hyojin? Tu nos cuidas cuando nos enfermamos, juegas con nosotras y pasas el tiempo con nosotras – la pregunta de Haeun estuvo cargada de mucha inocencia.
- … Pero no nos das besos – completó Harin.
- ¿Ah, no? – Hyojin acercó a las gemelas a cada lado de su cuerpo y le deposito a cada una un beso en la mejilla.
- QUE ASCO – expresaron ambas y se limpiaban su rostro como si su hermano fuera una clase de germen.
- Solo es una muestra de que las quiero mucho y siempre su hermano mayor que las protegerá.
- ¿Como los príncipes azules de las películas?
- Como los príncipes azules de las películas.
Chapter 29: DECLARACIÓN
Chapter Text
La pareja estaba en la sala de la casa del mayor. Seungjun había sido invitado a comer con ellos después de la escuela y no pudo decir que no. Después de eso, se fueron al sillón, Seungjun tenía su cabeza recargada en el hombro de Hyojin mientras veían una serie de comedia.
Las gemelas estaban arriba con su mamá y su padre había salido para seguir trabajando. El ambiente era relajado.
- Eso es irreal – puntuó Hyojin sin despegar la vista de la pantalla.
- ¿De qué hablas? – Seungjun respondió sin tampoco verlo.
- Ted se casó con Tracy porque dice que la ama, cuando en realidad todavía siente algo por Robin. ¿Eso es amor?
- Hay toda una temporada que te explica porque Tracy es la indicada, Hyojin.
- Y aun así, Ted todavía buscó a Robin años después cuando ya tuvo lo que quería, una casa con hijos y una esposa, es egoísta y una falta de respeto para ambas mujeres, buscó realizar su sueño a través de otra persona a la que le juró su amor, pero a Robin nunca la olvidó. Incluso los hijos señalaron que Tracy, su madre, apenas aparece en la historia. Robin es quien se roba todo el protagonismo.
- ¿Quieres decir que estás en contra de que Ted se volviera a enamorar?
- No es eso... A lo que voy, es que si Ted se hubiera enamorado de otra persona, nadie lo juzgaría. Porque está claro que está en su derecho de seguir adelante y ha aprendido de sus relaciones pasadas. Sin embargo, no fue así, regresó con Robin, poniendo en duda el amor que le profesó a su difunta esposa… Además, no mostraron el duelo por el que pasaron Ted y sus hijos. Todo pasa en menos de 10 minutos, que y apenas puedes procesar lo que acabas de ver. Eso te deja con un dilema sin resolver.
- ¿Y qué hubieras hecho tu?
Hyojin le mantuvo la mirada.
- Yo respetaría en tu decisión en los más profundo, ¿Quieres hijos? Entonces vamos a decidir cuantos. ¿No quieres hijos? Yo no tengo problema. Si de verdad te amara te pondría a ti primero antes que el resto, no me alejaría de ti para resolver un sueño egoísta y tampoco te usaría como plato de segunda mesa para lograrlo. Te pondría a ti y nada más a ti como mi prioridad.
Seungjun enmudeció.
- Yo hablaba que hubieras hecho en lugar de los escritores…
- Lo sé, pero me pareció más importante decirte esto.
Hyojin se acercó a los labios del otro y lo besó con dulzura.
- UGH – escucharon dos voces infantiles detrás de ellos y se separaron rápidamente.
- MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁ…. SEUNGJUN Y HYOJIN SE ESTÁN BESANDO – acusó Harin, mientras corría escaleras arriba con su gemela siguiéndole los pasos – Hyojin rio al ver la escena.
- Creo que ahora si no van a poner en duda de que somos pareja – señaló sonriente y le dio un beso rápido a Seungjun antes de regresar su vista al televisor.
Chapter 30: HERMANOS
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Seungjun estaba en la cancha del parque público practicando con Yuto, que recientemente había ingresado al equipo de la escuela, así que le ayudaba con sus tiros y pases. Seungjun no era el mejor en su clase, aunque tenía algo de practica y teoría gracias a Hyojin. Sin embargo, su hermano ese día lo hacía parecer como el mejor jugador del mundo.
- Mejor tomemos un descanso – sugirió Seungjun y ambos se fueron a las gradas - ¿Estás bien?
- ¿Por qué preguntas?
- No soy el mejor jugador del mundo pero pareces tan distraído que ahora mismo parezco Michael Jordan… es obvio que algo sucede.
Yuto apartó la mirada.
- Lo que pasa es que hay una chica que no soporto. Se cree la mejor alumna de la generación y ahora estoy en un equipo con ella.
- ¿Acaso te molesta o se burla de ti? Puedo hablar con nuestros padres para que vayan a la escuela.
- No, no es eso. Es que siempre terminamos peleando porque tenemos puntos de vista diferentes.
- ¿Como cuáles?
- Es un proyecto acerca de cuidar el medio ambiente. Ella sugirió ideas estúpidas de usar menos el coche, usar popotes de metal y cepillos de bambú.
- ¿Y cuál es el problema de eso?
- QUE ES IRREAL Y ESTUPIDO. Ella es la única a la que traen en coche, todos los días bebe café y no dudo que también tenga un maldito cepillo de bambú en su baño. Sabes que varios no tenemos la adquisición económica para pensar así.
- Papá tiene un coche – se encogió de hombros.
- Dile que te lleve a la escuela y te dirá que eres un tonto porque la escuela te queda caminando.
- Bueno, ¿y cuál es tu idea?
- Di sugerencias de hacer reciclaje, separación de basura y recolección de electrónicos viejos. Es una idea que se adapta a todos sin importar el poder adquisitivos de cada familia.
- Suena mucho mejor.
- ¿Lo ves? Incluso tú lo admites. No sé porque le cuesta tanto aceptar mi idea.
- ¿Y eso es lo que tanto te preocupa?
- Si, ya no sé qué decir para que termine aceptando mi propuesta ¿Por qué?
Seungjun entrecerró los ojos.
- Curiosidad… Pero si quieres un consejo mantente alejado de Seunghee.
- ¿Y ella que tiene que ver?
- Yo sé de lo que te hablo… Será mejor que continuemos, y espero que sigas igual de pésimo porque estoy a nada de apuntarme a la NBA.
- Sobre mi cadáver.
Notes:
Yuto tendrá su propio mini arco!
Chapter 31: CHISME
Chapter Text
Seungjun y Hyojin estaban en la cocina haciendo adornos de Navidad para su escuela, cuando la voz de Seunghee resonó a través de la sala directa a ellos.
- ¿Estás seguro que no son nada aún?
- Lo estoy – respondió Seungjun en voz alta, con tono de fastidio, mientras recortaba los árboles de papel.
- ¿De que hablan? – preguntó Hyojin, mientras dibujaba los Santa Claus.
Seungjun estuvo a punto de responder, cuando Seunghee entró como torbellino a la cocina para buscar algo entre los gabinetes.
- Nuestro hermanito está repitiendo la misma historia de ustedes, pero en heterosexual.
Hyojin estaba perplejo por el uso de palabras y eso lo confundió más.
- ¿Qué?
- Lo que oyes – Respondió Seunghree. Encontró palomitas, retiro la bolsa de plástico e ingresó la bolsa de papel en el microondas – Al parecer, él tampoco se quiso quedar atrás y buscó su propia historia del odio al amor, pero con una mujer y… ¡Vaya que se lo están llevando lento! Cada semana que vengo de visita no hacen ningún avance. ¿A que creen que se deba?
- ¿Son tímidos? – respondió Seungjun confundido.
- Si es así, deberían darle sabor a su vida, tal cual los condimentos a la comida. Así se van a aburrir antes de empezar algo más serio.
- ¿No tienen idea de los sentimientos del otro? Añadió Hyojin.
- ¡Me gusta más tu respuesta! Tiene más sentido que la de mi hermano. Ya veo porque le gustaste – Ambos jóvenes se sonrojaron – En fin ¿Quieren una apuesta de quien rompe el hielo primero?
- ¡Seunghee!
- ¿¡QUE!? Sería divertido. Nuestro hermano claramente tiene sentimientos por ella, pero algo lo detiene… ¿Lo estará pensando mucho?
- ¿Tendrá miedo?
- ¿De qué? Te recuerdo que tu no tuviste miedo de querer confesarte a Hyojin, a pesar de que te ibas a enfrentar con el mismo diablo a.k.a. nuestro padre… menos mal todo salió bien.
Seungjun se quedó callado y Hyojin lo vio de reojo. El sonido del microondas los interrumpió. Seunghee sacó la bolsa y se sirvió en un plato.
- Les dejaré por aquí el resto de las palomitas por si gustan agarrar, yo iré a seguir espiando a esos dos.
- ¿LOS ESTÁS ESPIANDO? – Seungjun estaba perplejo por el atrevimiento de su hermana.
- Ay, por favor. Tampoco están haciendo buen trabajo al quedarse afuera de la casa donde todos los ven y eso si es raro – salió de la cocina para dejar de nuevo al par solo.
Seungjun se mordió la lengua, recordando la advertencia que previamente le había dado a Yuto acerca de mantener su distancia cuando estuviera Seunghee presente. Hyojin lo sacó de sus pensamientos.
- Cuando nos ven a los dos, creen que yo soy el más fuerte, pero en realidad eres tú. Te iba a enfrentar a tu padre a pesar de lo que pensaba de mí y de mi familia… ¿Por qué? – lo miró a los ojos.
- Estaba seguro que el sentimiento no era unilateral y que valdría la pena luchar por lo que quiero.
- ¿Creías que yo valía la pena para enfrentarte a tu padre?
Seungjun no respondió y se acercó al rostro del otro, cuando una voz los asustó.
- MALDITA SEA. Creo que me perdí de algo importante mientras iba por las palomitas, esos dos ahora están actuando extraño, pero no logro descifrar que fue.
Seungjun y Hyojin voltearon los ojos.
- También interrumpió algo importante aquí - murmuró Seungjun, irritado.
- Eso se puede arreglar – habló Hyojin tranquilo, tomó su nuca y le plantó un beso rápido – será mejor que continuemos con los arreglos o tu hermana nos usará de carnada.
- Tienes razón.
Chapter 32: ... INTIMO
Chapter Text
Hyojin estaba en su cama con Seungjun abrazándolo por la cintura, era uno de esos momentos en los que el tiempo parecía detenerse y nada importaba. Hyojin trazaba círculos en su hombro por encima de la ropa y sentía la boca de Hyojin mariposeando por su cuello.
- Deja de hacer eso – advirtió Hyojin con voz ronca.
- No quiero… Me gusta cómo se siente – le depositó un beso.
- Me estás distrayendo de la película.
- Ya has visto los vengadores como cuatro veces, incluso te fui a acompañar a comprar el DVD ¿Lo recuerdas?
- Lo recuerdo, pero es que todavía es impresionante ver como Iron man, Black widow, Thor y Capitan America se unen contra Loki en una misma película… Es una locura.
Seungjun no hizo caso y continuo con su boca jugando por su cuello. Soltó un ligero soplo y la piel de Hyojin se estremeció.
- Seungjun…
- Mmm…
- No lo hagas.
- ¿Qué?
- Eso.
- Sé más específico – el menor depositó otro beso y una de sus manos se coló por debajo de la ropa de Hyojin y tocó la piel de su cintura.
Hyojin no respondió y tampoco lo interrumpió. Cerró los ojos, disfrutando de las sensaciones que el otro le provocaba. Seungjun pasó de mariposear por su cuello a repartir besos a través de este, sin detener las caricias en su estómago y su cintura. Suavemente, subió su rodilla arriba de las piernas de Hyojin y rozó su ingle. Este se paralizó.
- ¿Qué estás haciendo?
- Nada – mintió descaradamente, mientras su rodilla seguía en lo suyo.
Hyojin soltó un leve jadeo y pasó de tener un papel más pasivo a uno más activo, colando su propia mano por dejaba de la ropa de Seungjun y acariciar su espalda.
- Continua – ronroneó Seungjun.
- Solo te estoy acariciando.
- .. Me gusta que me toques.
Seungjun subió su mano, explorando el resto de la piel disfrutando de las reacciones que provocaba su toque, llegó al pezón y sacó un sonido ronco de la garganta de Hyojin. Sonrió y solo dio vueltas por esta parte del cuerpo.
- Quisiera poder pasar mi lengua – sintió la piel de Hyojin enchinarse – saber cómo se siente y como sabe… también quisiera saber si te gusta que te muerdan, así como cuando me dejaste un chupetón en mi cuello ¿Lo recuerdas? – Seungjun no esperó respuesta y movió su mano al siguiente pezón cuando el otro estuvo lo suficientemente duro – ¿o te gustan que te pellizquen?
Hyojin todo este tiempo se mantuvo callado sin decir nada, mientras sentía la mano y la rodilla de Seungjun en su cuerpo. De pronto, sintió una presión más fuerte en la parte baja del cuerpo, lo que le arranca un mezcla entre un gemido y jadeo. Dejó de acariciarlo y se aferró a él, quien soltó una ligera carcajada.
- Te gustó – Seungjun afirmó y observó como Hyojin tragaba saliva – ¿puedo continuar?
Seungjun volvió a ejercer presión, lo que provocó que Hyojin volviera a jadear. Disfrutando de sus reacciones, continuó con su pequeña labor de seducirlo. En algún momento, Hyojin levantó las caderas para crear más fricción. Estaba abrumado por las emociones y sin esperarlo, Seungjun se detuvo de golpe y se separó de él dándole la espalda.
- Debería irme antes de que se vuelva tarde – ni siquiera lo volteó a ver el estado en el que se encontraba Hyojin.
Se arregló la ropa y antes de si quiera alcanzar el pomo de la puerta, Hyojin se plantó en enfrente de él. Colocando sus manos en cada uno de sus hombros, se acercó rápidamente y reclamó sus labios furioso y lo regresó de nuevo a la cama, acostándose encima de él.
- Eres un desgraciado. Ni siquiera me dejaste terminar la película y jugaste conmigo, para luego burlarte de mí.
- ¿Y qué hubieras querido?
- ¡Que hubieras terminado alguna de las dos, idiota!
Hyojin volvió a besar a Seungjun posesivo, controlador y sobre todo, frustrado. Sin romper el beso, tomó las manos de Seungjun, las posó por encima de su cabeza y lo observó a los ojos.
- ¿Sabes? No me importaría dejarte otra marca en tu cuello y ser objetivo de las burlas de tu hermana de nuevo, tú te lo ganaste.
Hyojin bajó sus labios a su cuello y jugó con él. Saboreando, mordiendo o besando el área como le complaciera. Con Seungjun todavía aprisionado, bajó una de sus manos a su cintura para levantar su sudadera, dejando al descubierto su pecho. Hyojin separó de su cuello:
- Me habías preguntado si me gustaría que me pellizcaras o me mordieras… Supongo que primero descubriremos lo que a ti te gusta.
Sin un gota de paciencia, tomó su pezón y lo pellizcó, arrancando un jadeo de Seungjun.
- Tal parece que eres sensible… No te tomó nada reaccionar. ¿Quieres que coloque mi lengua y continuemos el juego?
Seungjun tenía la vista nublada.
- Ujum…
- ¿O continuo con mis caricias?
- Con solo sentir tus manos me basta.
Hyojin satisfecho le dio un beso antes de separarse de él.
- Será otro día… Debes ir a casa antes de que se vuelva tarde.
Seungjun quería gritarle y reclamarle por no continuar sin embargo, sabía que sería hipócrita de su parte considerando que él había hecho lo mismo antes. Tragándose su orgullo y la vergüenza, se levantó y se dirigió a la puerta, cuando la voz de Hyojin lo detuvo:
- Cuidado de que no “te vean” y tomate una ducha fría al llegar a casa.
Seungjun se mordió los labios y salió del cuarto, pensando en lo cierta que era aquella frase de: si juegas con fuego te quemas.
Chapter 33: AFTER
Chapter Text
La tarde era tranquila y brillante. Hyojin y Seungjun estaban en la cama abrazados, pecho a pecho desnudos. La respiración de Seungjun era tranquila, dando a entender que estaba dormido, Hyojin acariciaba su cabello, sintió como este empezaba a reaccionar y sus ojos se encontraron con los de él.
- Hola – la voz de Seungjun era ronca y baja.
- ¿Cómo dormiste?
- ¿Estás adolorido?
- Un poco, pero creo que valió la pena – Seungjun sonrió.
- ¿Estás seguro?
- Por favor, hasta podría con una segunda ronda.
Los ojos de Hyojin se oscurecieron.
- Aunque eso suena tentador, no me quiero arriesgar a lastimarte – depositó un beso en su frente.
Seungjun rio.
- Me gusta ese lado de que me protejas… aunque hace unas horas querías hacer todo lo contrario – su risa resonó en la habitación.
- Mi única excusa es que eres irresistible… Y todo mío.
- Tuyo… Y…
El sonido de la puerta abriendo y cerrándose, alertó a Seungjun y se levantó de la cama.
- Deprisa, debemos cambiarnos – buscó su ropa en el piso.
- ¿Qué pasó?
- Tu solo hazme caso – Seungjun le aventó unas prendas – rápido.
Hyojin hizo tal cual le dijeron y Seungjun regresó a su lado en la cama, con un libro en mano.
- Sígueme la corriente – indicó.
La puerta se abrió, revelando a Seunghee.
- ¡Hola! ¿Interrumpo algo?
- No, solo estábamos estudiando – enfocó su vista al libro - Química para tontos – la oración salió entre una mezcla de normalidad y consternación.
- No sabía que tenías problemas con química.
- Ah no, yo no. Es Hyojin quien necesita ayuda.
Hyojin lo observó ofendido.
- ¡Oye! – escuchó la risa de su cuñada.
- Que no te de vergüenza, Hyojin – tranquilizó Seunghee – Todos tenemos una materia en la que somos malos. Yo era mala en trigonometría.
- Si, y Seungjun no tiene talento para el arte – ahora él mencionado era quien lo miraba mal. Seunghee bufó.
- Lo sé. De niño, una vez dibujó un unicornio, pero parecía perro salchicha por lo alargado que estaba.
Ambos cuñados rieron.
- Bueno, si todo está bien los dejó. Debo lavar mi ropa y acomodar mis cosas. Por cierto, no estén con la puerta cerrada, todavía hace calor.
Seunghee se retiró sin cerrar la puerta y Seungjun lo observó.
- ¿Y eso que fue?
- Tú me hiciste quedar como un idiota con química, no me iba a quedar con los brazos cruzados. ¿Y cómo supiste que era ella?
- Todos nos conocemos entre todos, el sonido de las llaves, el sonido de los pasos, el abrir y cerrar de la puerta.
- Entonces debemos tener cuidado con cuando llegué de sorpresa ¿Y crees que diga algo?
- ¿Delatarnos? No, no lo haría. Aunque el algún momento nos va a volver a preguntar y no sé qué esperar.
Hyojin rio.
Solo espero que no se vuelva a pasar de la raya si nos vuelve a sermonear – se acercó a los labios de Seungjun y lo besó – Bien. Sígueme explicando sobre química.
Chapter 34: ATRAPADO
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Seungjun y Hyojin estaban en la sala de la casa de Seungjun viendo Misión imposible, cuando escucharon unos pasos bajar las escaleras rápidamente.
- Necesitamos hablar de algo importante – era Seunghee.
- ¿Qué pasó?
- ¿Ya estuvieron juntos?
Hyojin miró a otro lado cohibido y Seungjun estaba confundido.
- ¿A qué te refieres?
- No te hagas el tonto, Seungjun y responde con sinceridad.
- Hyojin y yo seguimos juntos, no hemos terminado.
- Ella se refiere a que si ya hemos tenido… - habló Hyojin incomodo, sin siquiera verlo. Seungjun comprendió a lo que se refería.
- oh...
- ¿Y bien?
Seungjun se rascó la nuca incomodo.
- ¿Por qué preguntas?
- Faltan condones en la cajita que te mencioné…
Seungjun negó con la cabeza.
- Espera, nosotros no…
- ¿Acaso me piensas mentir?
- No es eso, solo es que…
- Seungjun puedes tenerme confianza y hablar conmigo de lo que quieras, no hay sentido de que me ocultes-
- NOSOTROS NO TOMAMOS NADA – interrumpió Seungjun.
- ¿Qué?
- Lo que oyes. Nosotros nunca entramos a tu habitación, ni tomamos los condones.
- ¿Y entonces?
La puerta de la entrada se abrió revelando a Yuto con los labios hinchados… la respuesta había llegado por si sola. Seungjun y Hyojin se observaron mutuamente y decidieron que era momento de huir. No querían ser testigos de una clase acerca de los riesgos de un embarazo adolescente, ya tenían suficiente con que les hablara solo una vez sobre usar protección. Se levantaron del sillón a toda prisa, Hyojin tomó sus pertenencias y ambos se dirigieron a la salida.
El par ya estaba afuera de la casa, cuando Hyojin preguntó:
- ¿Crees que le irá peor que a nosotros?
- Eso no lo dudes.
- Auch.
Notes:
No falta mucho para el mini arco de Yuto, así que pido paciencia jajajajajaja. Valdrá la pena
Chapter 35: AYUDA
Chapter Text
Seungjun estaba en la sala viendo la tele tranquilamente, cuando Yuto bajó pidiendo ayuda con la tarea.
- ¿De qué materia? – Seungjun lo observó desde el sillón.
- Llegaste al lugar equivocado – dijo tranquilamente y regresó la vista al televisor.
- HYUUUUUNG – Yuto suplicó – No me dejes solo, por favor. Estoy a punto de reprobar la materia.
- ¿Y cuál es el problema? Nuestros padres lo van a entender.
- Si, pero yo no quiero desperdiciar mis vacaciones yendo a regularización.
- Ahora todo tiene sentido.
- ¿Me ayudarás?
Suspiró derrotado.
- Como sea.
- Gracias.
- ¿Tienes el libro o algo que nos sirva de referencia?
- Está allá arriba, deja lo traigo. Por lo mientras, hojea la libreta.
Yuto subió las escaleras rápidamente y Seungjun abrió la libreta resignado para ver a lo que se enfrentaría.
Sin embargo, a la mitad de las hojas encontró un escrito.
“Hola, Sua.
Se que en estos momentos no quieres hablar conmigo, pero…”
Las siguientes líneas eran un intento entre escribir y luego tachar que Seungjun no supo interpretar sin importar las veces que lo intentó.
Escuchó los pasos de su hermano menor acercarse y cerró la libreta de golpe.
- ¿Y bien?
- Aquí está el libro, creo que ahora estamos por la página 83.
Ambos hermanos se pusieron manos a la obra. Aunque Seungjun dijo ser malo en la materia, se defendía bien.
- Por fin acabamos – victoreó Seungjun.
- Me has salvado de una, creo que con esto podré pasar la materia.
- No es nada, Te irá bien… pero me la debes. Por cierto ¿Qué pasó con la chica de la otra vez? ¿Todo bien? En algún momento parecía que todo iba tranquilo… No bien, pero tranquilo.
Yuto bajó la mirada.
- Sobre eso…
- ¿Te incomoda?
- Un poco, pero… No sé cómo definir lo que pasó.
- Soy todo oídos – Seungjun adoptó una posición cómoda en el sillón.
Yuto contó la historia sobre como el proyecto de ecología se volvió más personal al punto de no soportarse mutuamente. Yuto perseguía a Sua sobre aceptar su idea del reciclaje y desechar las ideas de los popotes de metal, pero esta se reusaba a escucharlo.
- Siento mucho por la persona que sea tu novio, porque no entiendo cómo es que puede lidiar contigo – exclamó Yuto ya harto de la actitud de la chica.
- Y yo lo siento por la persona que sea tu novia, porque eres insoportable que no sabe aceptar un no por respuesta.
- Por qué, sinceramente, tu idea es estúpida. Solo estás hablando desde tu estilo de vida, sin importarte los demás.
- Ay claro, señor revolucionador. Tu ideas van a cambiar el planeta en menos de un año… Eres nuestro salvador.
- No es que sea revolucionario, es realista y es más factible para todos.
- Entonces hazlo. Si crees que tu idea es mejor que la mía, hazlo. Ya no te detengas por mi
- ¿Ahora te vas a victimizar?
- Por supuesto, yo-
Yuto se acercó a ella y la calló con un beso. Algo cambió entre ambos cuando se separaron.
- Será mejor que le anuncies a nuestros compañeros el aviso del cambio del proyecto – fue lo único que dijo Sua en un murmulló y se saboreó los labios, incomoda.
- Lo haré – Yuto también estaba saliendo del shock de lo que acaba de hacer.
Desde ese día, la situación se volvió rara entre ambos. Aunque Yuto intentó actuar normal, Sua se acercaba a él de manera sospechosa o tocaba su mano de forma “accidental” cuando el resto de sus compañeros no prestaban atención. Un día los dos se habían quedado en el salón discutiendo de nuevo, cuando esta vez, ella lo besó.
La situación se volvió intensa, excitante, secreta y discreta. Actuaban como compañeros frente a todos, después como amigos y fuera de la atención de todos, se volvían en alguna clase de amantes, donde ya no existía el filtro, ni el miedo entre ambos.
- Y llegó ese día…
- ¿Qué día?
- Mmm… El día que estuvimos juntos la primera vez…
- ¿Sucedió algo ahí?
- Más bien después… Todo se tornó raro
- ¿De nuevo?
- Si, solo es que… Ella poco a poco se empezó a portar distante. Ya no me busca, tampoco me toca, ni siquiera me dirige la palabra.
- ¿Y cómo te sientes tu?
- Desorientado, confundido, vacío. Hasta donde yo sé, los dos estuvimos de acuerdo. No sé qué cambió.
Seungjun guardó silencio.
- ¿No has notado indicios de lo que pasó? Puede estar enojada, indiferente, irritada, decepcionada.
- No lo sé, hyung…. Yo también lo quisiera saber, me está volviendo loco.
- Lo mejor es seguir adelante, aunque te moleste o te ponga triste. Tal vez es muy pronto para pedir explicaciones-
- ¿Y cuándo será el mejor momento? – preguntó Yuto, fastidiado.
- Ahí está – señaló su hermano mayor – En este momento estás enojado porque te encuentras procesando está situación y estos nuevos sentimientos que acabas de desarrollar. Por ahora, será difícil que ambos hables como personas civilizadas, solo lograras que terminen más heridos.
Yuto suspiró.
- No puedo evitar el sentirme usado, hyung. Eso es lo que más me duele. Creí que estábamos formando algo juntos, pero terminamos en un punto peor del que empezamos.
- Todavía hay oportunidad de acercarte, pero por ahora, debes hacer lo mismo que ella, actuar con indiferencia. Si de verdad le importas, regresará contigo, o tu acércate a ella en el momento en el que empiece a dudar o en el que sea más adecuado para ambos, pero no la presiones.
- No creo que sea tan fácil…
Suengjun se quedó pensando por un momento.
- El día de mañana te llevaré a un lugar a sacar lo que llevas dentro. Por lo mientras, no hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
Chapter 36: DESAHOGO
Chapter Text
- ¿Estás seguro que esto es buena idea? – preguntó Yuto un casco puesto, observando a su hermano mayor.
- ¿Qué otra forma de más efectiva para desahogarte y sacar el estrés que un break room? – contestó Seungjun confiando en su propia idea.
- No lo sé, no me agrada la idea de romper cosas a conciencia.
- Créeme que pensarás distinto cuando tengas compañeros de clase imbéciles – habló Hyojin, quien también llevaba un casco y un bate en la mano.
- Además, ningún aparato funciona. La chatarra solo se volverá más chatarra.
- ¿Quién indujo a quien a esto? – preguntó Yuto a la pareja.
- En realidad, yo lo vi en internet – habló Hyojin – Se lo sugerí a Seungjun, le encantó la idea, probamos y nos gustó. Es extrañamente terapéutico – giró el bate en su mano.
- Sin duda son tal para cual – los continuó observando – ¿Por dónde iniciamos?
Seungjun miró a su alrededor.
- ¿Qué tal si empezamos rompiendo botellas? – tomó una entre sus manos.
- ¿Como haremos eso?
- El cielo es el límite, hermano – lanzó la botella a la pared, haciéndose añicos – aquí no hay reglas sobre cómo hacerlo, solo hazlo.
Hyojin tomó otra botella, la lanzó al aire y la golpeó con el bate, asustando a su cuñado que vio los restos de vidrio caer al piso.
- Una vez pierdes el miedo, se vuelve fácil.
Yuto tomó una botella y la lanzó sin mucha fuerza. Apenas se rompió.
- Por algo se empieza – lo animó su hermano – mi turno – Tomó otra botella y la volvió a lanzar a la pared con fuerza – ¿lo ves? No es tan complicado. Solo es cuestión de agarrar confianza.
Los tres hombres continuaron turnándose rompiendo los envases uno tras uno. Yuto lanzó botellas con más determinación conforme pasaba el tiempo. Seungjun satisfecho, decidió que era momento de pasarse a una televisión que estaba en la mesa.
- No lo sé... ¿No es demasiado?
- Para nada. Por allá hay herramientas que te ayudarán, agarra lo que te parezca más cómodo – señaló una mesa al extremo.
Yuto se acercó a la mesa y agarró un martillo.
- Excelente elección – felicitó su hermano.
Seungjun golpeó primero el aparato, rompiendo la pantalla, le siguió Hyojin y finalmente, Yuto. Ese fue su patrón por varios minutos, reduciendo la televisión poco a poco a piezas irreconocibles.
Nuevamente, era el turno de Seungjun, cuando su hermano de la nada continuó golpeando el aparato sin tregua olvidando todo a su alrededor, dejando a la pareja muda. Estos se observaron un momento y se alejaron lentamente para darle su espacio.
Yuto dejó ver su rabia y su dolor acumulado en cada golpe. Momentos después, soltó el martillo en la mesa y arrojó lo que quedaba del aparato televisivo al piso, para saltar sobre él y patearlo. Se detuvo, se retiró el casco y se sentó en el piso a llorar. Seungjun se acercó a él con cuidado, le dio una palmaditas en la espalda y lo consoló.
- Me duele – confesó Yuto.
- Lo sé – su hermano habló de manera tranquila.
- Es tan injusto.
- Lo sé.
- ¿Crees que lo pueda olvidar?
Seungjun se tomó un momento para responder.
- Solo el tiempo lo dirá.
Chapter 37: CUÑADOS
Chapter Text
Hyojin y Yuto estaban en sentados en el rincón de una heladería frente a frente, esperando a que Seungjun llegara con sus pedidos.
- Yo… Lo siento. Por reaccionar así en frente tuyo en el cuarto – confesó Yuto en voz baja.
- No te preocupes. Yo también pasé por algo igual, solo que en lugar de estar en un break room estaba en el baño de mi casa y rompí el espejo.
Yuto arqueó las cejas ante la confesión de su cuñado.
- ¿Y cómo fue eso?
Hyojin se tomó un momento para ponerlo en palabras.
- Fue cuando había rechazado a Seungjun. Algo dentro de mí me decía que había cometido el peor error de mi vida y que había perdido algo que pudo ser maravilloso. Me sentía abrumado, no lo soporté y me desquité con el espejo – se encogió de hombros.
- ¿Y porque lo rechazaste en primer lugar?
- Porque tenía miedo de las represalias de su padre a él ¿Recuerdas cómo nos odiaba a mí y mi familia? – Yuto sintió – Bueno, para ese momento Seungjun ya me importaba demasiado que no me perdonaría que le pasara algo por mi culpa. Prefería dejarlo ir a que sufriera conmigo y nuestras circunstancias.
- ¿Y él cómo se lo tomó?
- Me atrevería a decir que fue de nuestras peores noches. Solos, perdidos, tristes, con el corazón roto. Tocamos nuestro punto más bajo.
- Ahora que lo mencionas, recuerdo una noche en la que Seungjun había llegado a casa, estaba raro, como si le hubieran succionado el alma, se veía cansado. Actuó cortante con todos nosotros, nunca lo había visto así… perdido… Creo que fue en una noche antes de… Ya sabes… Lo de la bodega y el profesor.
Hyojin dirigió su mirada a Seungjun, quien seguía en la final esperando su turno. Nunca habían hablado acerca de esa noche, pero no era necesario saber lo que el otro había sentido en ese momento, porque era algo mutuo.
- ¿Y cómo lo solucionaron? – preguntó Yuto atento.
- Al día siguiente me arrepentí de lo que hice y de lo que le dije. Lo busqué como un loco y le confesé todo lo que sentía por él. Miedo, alegría, preocupación, lo mucho que lo apreciaba y lo mucho que me importaba. A pesar de lo malo que fui con él, me perdonó.
- ¿Así de fácil? – Hyojin asintió – Suena demasiado bueno para ser verdad. Casi una historia de ficción.
- ¿Qué te puedo decir? – el mayor se encogió de hombros – Solo somos dos enamorados sin remedio. Aunque no lo recomiendo.
- ¿Por qué?
- Por qué bajo nuestro contexto y bajo nuestras circunstancias, funcionó, pero eso no significa que sea igual para otros. Pusimos mucho en riesgo para estar juntos. No quisiera que alguien más lo use como inspiración.
- ¿Crees que sea más difícil para mí?
- Basándome en lo que me dijo Seungjun, no puedo asegurarte nada, porque no solo eres tú, también se trata de la chica, por el momento te recomiendo paciencia. Sonaré como un anciano, pero todavía eres joven, te vas a recuperar de esto, con o sin ella.
- ¿Y de verdad quieres a mi hermano?
- Más de lo que crees, al punto de que íbamos a enfrentarnos a nuestros padres, a nuestros amigos, vecinos y a cualquiera que estuviera en contra de lo que sentíamos.
- ¿Hubiera valido la pena?
- No lo sé- Hyojin respondió honestamente – creo que me estoy dejando llevar por la emociones de la juventud, aunque como recuerdo para la posteridad hubiera funcionado.
- ¿No tienes miedo de que se vaya de la nada así como lo hizo Sua?
- Como sabes, Seungjun y yo hemos pasado por mucho, por lo que somos muy honestos el uno con el otro, si algo llegara a pasar me lo contaría directamente… y hablando de sinceridad… ¿Cómo te fue con tu hermana cuando se enteró de los condones?
La cara de Yuto se sonrojó.
- ¿Hablas de cómo fue enfrentarme a una plática acerca de la ETS y embarazos no planeados? – Hyojin asintió con una sonrisa que le llegó a los ojos – Nunca me había sentido más humillado en toda mi vida. ¿Cómo lo supiste?
- Digamos, que ella me agarró mucha confianza cuando me volví su cuñado.
- Dios, esa mujer no perdona a nadie.
Hyojin rio.
- Si le veo el lado amable a esto, creo que me será de gran ayuda cuando las gemelas pasen por su adolescencia. No me veo a mi hablando sobre tapones y toallas sanitarias… No es que me haga sentir incómodo, más bien, tengo total desconocimiento de lo que les puede servir y que no.
- Tienes razón, Seunghee nos ha dicho que aquellos días son insoportables y ni hablar de los cambios hormonales a los que se enfrenta. Todo lo habla con nuestra madre.
- No dudo que mi madre también las vaya a ayudar, pero nunca está demás una segunda opinión y una más moderna.
Ambos rieron. Seungjun se acercó a ellos.
- Aquí están nuestros helados. ¿De que hablaban? – tomó asiento a lado de Hyojin.
- Solo hablábamos de tapones y toallas sanitarias – respondió Hyojin con toda la normalidad del mundo.
- ¿Qué? – Seungjun los observó confundido.
Ambos cuñados compartieron una mirada cómplice.
- Tiene razón – añadió Yuto sin más, tomando su helado para darle un bocado.
Chapter 38: RETIRO
Notes:
Cualquier tema que sea tocado aquí será tomado con respeto, con cero intención de ofender.
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- Repíteme por qué esto es una buena idea – Hyojin le susurró a Seungjun en el bus.
- Ya te lo dije, lo hacemos para apoyar a Yuto a acercarse a Sua. Si algo llega a pasar, estaremos ahí para él.
- ¿Pero era necesario unirnos a un retiro juvenil por un fin de semana?
- Seunghee fue de la idea, pero ella ya no se puede unirse por ser mayor de edad, así que venimos en su nombre – Seungjun le restó importancia.
- ¿Tan desesperado está para hacer algo así?
- ¡Oye! Estás hablando de mi hermano.
- Lo siento…
- Pero si está loco. No sé porque le hizo caso a mi hermana antes que a mí. Mi opción de ser paciente era mejor.
- Lo dice la persona que no soportó que lo rechazaran una vez e hizo el drama del siglo.
- Imbécil. ¿Acaso me estás juzgando?
- No es eso, me refiero a que tú no permites que tu hermano tenga reacciones impulsivas, tal y como lo hiciste tu.
- Bueno, es que no quiero que repita mis errores. Por eso lo aconsejo desde la experiencia.
- Pues deberías dejar que él forme su propia experiencia.
- Lo acabas de juzgar por unirse a este retiro.
- Es que es muy extremo y desesperado… ni siquiera es el lugar indicado para arreglarlo. Es un lugar de religión y de espiritualidad, no una excusa para arreglar desastres amorosos. Además, me terminé uniendo a esto para no dejarte solo.
- ¡Y gracias a eso, eres el más viejo del grupo!
- Me alegra taaaaanto oír eso.
- No será tan malo – animó Seungjun.
Spoiler alert: Si lo fue.
Llegaron a un bosque con cabañas a los alrededores. ¡Hermoso! Si tu plan era vacacionar con tu familia o tus amigos, no a reconectar con tu yo interior y con Dios.
Delegaron a los mayores el cargar las mochilas de los más pequeños a sus habitaciones, organizar las pertenencias y los materiales de los seminaristas y las catequistas. Ni siquiera les dejaron comer porque estuvieron calentando y sirviendo la comida; repartiendo y recogiendo platos; limpiando y despejando el área. Servicio comunitario le llamaban, Hyojin lo veía como esclavitud.
Después de la comida, hicieron una misa para dar inicio al retiro. Hyojin cantó y bailó canciones que no cantaba desde que era un niño, sin mencionar que hubo algunas que ni siquiera conocía y solo seguía la corriente como podía. ¡La iglesia se renueva! ¡Que alegría!
Pero admitía que ver a los más pequeños cantar desde su inocencia y ternura lo hacía soportable. Imaginaba a las gemelas ser parte de ello y sonrió.
Al anochecer, separaron a los más pequeños de los adolescentes para iniciar con sus respectivas actividades.
Juntaron a los jóvenes en un círculo para empezar hablar. Seungjun y Yuto se sentaron juntos, mientras que Hyojin estaba sentado a unas 4 personas de ellos y en frente estaba Sua.
El seminarista comenzó la dinámica con una breve oración y les pidió el porqué de su asistencia frente a todos.
Las repuestas iban de conocer más a Dios, reafirmar su fe, hacer amistades, olvidarse de los problemas en casa y la respuesta de Hyojin solo fue un “curiosidad” sin más. El seminarista lo felicitó por su sinceridad y mostrarse abierto a la experiencia. Sua agregó:
- Su respuesta es muy válida. Demuestra genuino interés a la experiencia y no lo usa de excusa para fines egoístas.
Aunque Sua no miraba a nadie en particular, Seungjun, Hyojin y Yuto sabían a que se referían esas palabras.
- Todos tenemos razones egoístas, Sua - el seminarista habló – todos venimos porque la queremos pasar bien, olvidarnos de la rutina, razones que nos benefician como individuos. Lo malo es cuando en el proceso hacemos daño a otros.
- Si – habló Yuto – tal vez solo buscan respuestas a lo que desconocen, tienen derecho a buscar su verdad.
- Padre – Sua observó al adulto – ¿Qué sucede cuando sabes que pecaste y buscas una forma de redimirte?
- Más allá de pedir perdón a Dios, también deberían perdonarse a sí mismos. No hay nada más terrible darte golpes en el pecho pidiendo perdón a Dios, cuando no te puedes perdonarte a ti mismo.
- ¿Y si lo que hiciste no fue un pecado?
- Bueno, los pecados son aquellos actos que no le agradan a dios como deshonrar a nuestros padres, robar, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el sexo antes del matrimonio…
El ambiente cambió entre los cuatros jóvenes, quienes callaron durante el resto de la plática y se dedicaron a ser meros oyentes, habían sido incomodados por las palabras del seminarista.
Más tarde, se fueron a cenar al comedor y todos se habían ido a dormir en sus habitaciones. Seungjun estaba en su cama dando vueltas, pensando en las palabras del seminarista “matrimonio entre personas del mismo sexo”.
Ni siquiera había tomado en cuenta ese detalle cuando le insistió a Hyojin acompañarlo a él y a su hermano. Ahora se arrepentía de su decisión. Esperaba que Hyojin no lo haya tomado mal o se haya sentido juzgado. Se mordió los labios y salió de su habitación a tomar aire fresco y despejar su mente. A lo lejos vio una figura familiar y se acercó.
- ¿Tampoco puedes dormir?
- No – Hyojin respondió con calma.
- ¿Es por lo que dijeron en el circulo grupal? – había incomodidad en su voz.
- No, para nada.
- ¿Y entonces?
Hyojin respiró profundamente antes de hablar.
- ¡Tengo un compañero que ronca como el infierno! Caray, ni siquiera podía cerrar los ojos, sin que una nueva ronda de ronquidos empezara. Está bien que hay que tener empatía con el prójimo, pero creo que él no las tiene con nosotros.
Hyojin suspiró harto y Seungjun rio por la inesperada respuesta y se sentó a su lado.
- Lamento haberte arrastrado aquí.
- No te tienes que disculpar… Lo hice para que no se sintieras solo. Además, fue interesante ver a esos dos pelear en el circulo – Hyojin soltó una carcajada y Seungjun lo imitó.
- Cuando Yuto habló acerca de “buscar su verdad” todo el mundo pensaba que estaba en contacto con el espíritu santo y con Dios, cuando realidad le estaba pidiendo explicaciones a Sua. Creo que hicieron buen trabajo en disimularlo porque nadie notó la tensión que había entre ambos.
- A lo que pude ver, ella también siente algo por tu hermano, pero hay algo que la detiene. Sea lo que sea, espero lo puedan arreglar…
- ¿Entonces no te afectó lo que dijeron en la plática?
- Por favor, no me harán daño unas palabras de una persona que pertenece a una comunidad que ya sabía que nos rechaza. Te recuerdo que nos enfrentamos a cosas peores que eso.
- Hablas como si fuéramos una pareja de años.
- ¿Y si lo quiero ser? Además, si los demás supieran de lo que yo siento por ti, tal vez ya no se atreverían a juzgarnos tan duramente y nos aceptarían tal como somos.
Seungjun hizo una pausa.
- ¿Sabes? Hay una habitación vacía cercana a la tuya.
- ¿Me estás insinuando algo?
- Solo te estoy ofreciendo una alternativa a dormir en lugar separado de tu compañero que ronca… Conmigo. Juntos. Sin interrupciones.
Hyojin sonrió de lado.
- Solo así compensarías el haberme arrastrado a este lugar.
Ambos jóvenes partieron a la habitación con una sonrisa cómplice.
Encerrados en esas cuatro paredes, Hyojin le profesó, nuevamente, lo profundo de su amor y de su deseo a su amado.
Chapter 39: EXPLICACIONES
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Yuto estaba afuera de la habitación de las chicas, donde estaba Sua. Usó una linterna para llamar su atención y no molestar a sus demás compañeras.
Sua despertó desorientada, se acercó a la puerta, abrió los ojos y salió de la habitación a toda prisa cuidando de no hacer ruido.
- ¿Acaso estás loco? – cuestionó Sua en un susurro – ¿Por qué estás aquí? ¿Quieres meterme en problemas? Mis padres pertenecen a esta iglesia y si se enteran de lo que está pasando me castigarán, o peor, me meterán a un convento.
- Lo siento no era mi intención. Solo venía en busca de una respuesta a lo que sucedió entre nosotros.
- ¿Acaso no pudiste pensar en algo mejor?
- Para ser sincero, no me dejaste muchas opciones.
- ¿Y no podías esperar hasta mañana?
- No, porque sabía que escaparías igual que las otra veces.
Sua enmudeció. Yuto continuó:
- Deberíamos ir a otro lugar para no molestar a tus compañeras.
El par se alejó de las cabañas para adentrarse un poco al bosque. El ambiente era fresco, pero no frio. Sua se sentó en un tronco, esperando a que el otro hablara.
- ¿Qué fue lo que sucedió? – fue lo mejor que se le ocurrió a Yuto.
- ¿Sobre qué? – Sua arqueó una de sus cejas.
- Sobre nosotros. ¿Porque te alejaste así sin decir nada?
- ¿Para eso me seguiste al retiro? ¿A buscar una explicación sobre lo que pasó entre nosotros? Reitero lo que había dicho cuando te dije que no sabías aceptar un no. Y no solo es eso, también arrastraste contigo a tu hermano, como si no hubiera sido suficiente tu presencia. ¿De verdad te interesa saber la respuesta?
- Pues si… Yo que sepa, no hay sexo si-
- Shhhh
- ¿Qué?
- No lo vuelvas a decir
- … ¿Qué?... ¿Sexo?
- Si… Es sucio, incómodo e inmoral.
- ¿Estás hablando en serio?
- Por supuesto.
- Es que… - Yuto no podía salir de su incredulidad – te portas así después de que tú y yo-
- Nada, no pasó nada.
Yuto respiró profundamente.
- ¿Fingirás que nunca pasó?
- Es lo mejor para ti… Y para mí.
- Tú no puedes decidir por mí, Sua. Si tan solo hablaras conmigo, encontraríamos una solución.
- ¿Y qué quieres que te explique, Yuto? – Sua levantó el tono de su voz – ¿Qué crecí en una familia tradicional, religiosa, conservadora y pudiente? ¿Qué creen en la castidad, en la pureza y en qué dirán los demás? – la joven expulsó aire desesperada – Las palabras sexo, sexualidad, orgasmo, masturbación son tabúes y no se habla de ello. Si se enteran que me enrede contigo me tacharan como la oveja negra, la pecadora y la impura. No dudarán ni un segundo en meterme en un convento a reflexionar sobre lo que hice.
- ¿Y entonces porque-
- ¡No lo sé! En algún momento me llegaste a gustar mucho, al punto de dejarme llevar por lo que sentía.
- ¿Te arrepientes? – había dolor en esa pregunta.
Sua bajó la mirada.
- No, y por eso come la culpa, porque está mal visto, pero yo no lo sentí así... Y me odio por ello.
Las lágrimas rodaron por las mejillas de Sua y ella misma trató de limpiarlas.
- No deberías sentir culpa es-
- ¿Escuchaste lo que dije? No es tan solo venir a darme un platica acerca de que los tiempos han cambiado, que no debería darme vergüenza y que debería aceptarlo. Tu no entiendes en el contexto en el que he crecido y no es tan fácil salir de ahí. Soy una señorita que debe guardar la postura, portarse bien, no dejarse llevar por sus impulsos y ser el ejemplo para todos… para la comunidad, para los amigos, para los conocidos y para mi familia.
- Lo siento, mi intención no era-
- Será mejor que te retires – Sua apartó la mirada, con las lágrimas todavía fugándose de sus ojos.
- Sua te lo suplico, yo-
- Nada de lo digas o hagas va a arreglar mi situación, no es tan fácil como crees.
Yuto suspiró derrotado, la miró por última vez y resignado se dio la vuelta, se abrió su camino hacía las cabañas y escuchó como Sua se volvía a romper.
Chapter 40: CIRCULO
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5 días después.
- Es más difícil de lo que creí – fue lo dijo Seunghee al escuchar la historia en la cocina.
- ¿Y ya? ¿Solo vas a decir eso? – preguntó Yuto sorprendido – creí que dirías algo más, incluso algunos insultos.
- Yuto, una de las cosas más importantes que nos enseñan en enfermería es tener paciencia y empatía con quienes tratamos. Lo de Sua no tan solo “uy, que miedo sentir placer” … Más bien son años, generaciones de una enseñanza que está mal vista, no podemos pedir que cambien sus pensamientos de la noche a la mañana, además existen decenas de casos en los que los jóvenes que se rebelaron contra sus familias y no terminaron bien. Varios de ellos terminaron en la calle sin tener el apoyo de alguien o siendo juzgados cruelmente por sus allegados… te recuerdo que tú y Sua son todavía mejores de edad ¿Qué pasaría si la corren a Sua de su casa? ¿O qué tal si la empiezan a rechazar y a juzgar por lo que hicieron? Si, todo el pensamiento acerca de seguir tratando la sexualidad como un tabú me parece algo retrograda y anticuado. Sin embargo, soy consciente que no todos piensan así y que debemos de tener cuidado de como lo manejamos.
- Lo siento – Yuto bajó la mirada, pasó una mano por su rostro y suspiró – solo es que todo esto me parece ilógico. Me es difícil de imaginar que estas situaciones así existiendo… Me es muy fácil pensar por mí… No por ella.
- ¿Te dijo algo sobre arrepentirse?
- Me dijo que no
- Quisiera hablar con ella y entenderla mejor y ver si puedo de ayuda. ¿Alguna idea muchachos? – dirigió su atención a la barra de desayuno, donde Hyojin y Seungjun estaban sentados, comiendo una botana. Aunque se suponía que estaban ahí como soporte emocional, no lo parecían.
- ¿Disculpa? – Seungjun levantó la vista.
- ¿Acaso prestaron atención? – reclamó Seunghee.
- Te estábamos escuchando hasta que empezaste con tu discurso.
Seunghee formó una línea con sus labios, cerró los ojos y se masajeó la frente, irritada.
- Eso me pasa por dejar a los dos tortolos juntos – se dijo a sí misma – Acabo de dar la mejor platica de mi vida y ustedes dos me ignoraron. ¡Son el peor cuñado y hermano de la historia! No solo hablo por mí, también están haciendo de lado a Yuto.
- Somos un par de hombres ¿qué podemos hacer nosotros? ¿Hablar con Sua? ¿Sobre qué?
- Al menos pueden dar ideas… - Seunghee sacudió su cabeza – Olvídenlo. Voy a mandarle mensaje a… Una compañera para pedirle un consejo.
- ¿Entonces ya nos podemos ir?
Si las miradas mataran, la pareja ya estaría a cinco metros bajo tierra gracias a Seunghee.
- No, mejor díganme ¿Cómo les fue a ustedes? No es de todos los días ver a una pareja homosexual en un retiro espiritual.
- Fue raro. Nunca había visto a Hyojin tan fuera de si – confesó Yuto y todos rieron.
- Para su información, hace un año lideraba un pandilla. Ahora estoy de novio con el que era mi supuesto enemigo, es obvio que no me sentiría cómodo en ese lugar. No me sorprendería si el próximo año termino de monje por haber roto con él.
- ¿Quieres romper conmigo? – se burló su novio y Hyojin lo observó.
- Si el año pasado nos hubieran dicho que íbamos a terminar juntos, lo más probable es que les hubiera dicho es que prefiero estar muerto… Y míranos ahora.
- Los caminos de la vida no son como yo pensaba – canturreó Seunghee.
- Exacto – acordó Hyojin.
- ¿Y al menos fueron discretos? – continuó la joven.
- Creo que nadie sospechó. Nos mantuvimos al margen – Seungjun se encogió de hombros.
- ¡Menos mal! Lo último que hubiera querido yo era ver a mi hermano y a mi cuñado en primera plana de un periódico con el título “ESCANDALO: PAR DE HOMOSEXUALES ATRAPADOS EN UN RETIRO ESPIRITUAL TOMANDOSE DE LA MANO”
- Si, si, si, si – habló Yuto – ¡Vivan los novios! ¡Viva el amor! Podríamos-
El sonido de su teléfono lo interrumpió, vio la pantalla y el color se le fue de la cara:
- ¿Qué pasó? – preguntó Seunghee al ver la palidez de su hermano.
- Sua está embarazada.
Chapter 41: ¿BEBÉ?
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Sua y Yuto estaban en el área ginecológica esperando su turno. Seunghee se había ofrecido a llevarlos al hospital de su universidad para hacer un test de sangre y confirmar la noticia, después de que la prueba de embarazo de la farmacia saliera positiva.
- ¿Hablaste con mi hermana? – Yuto rompió el silencio
- Si – la voz de Sua se mostraba apagada.
- ¿Cómo te fue?
- Me dijo que tenía todo su apoyo, que debería guardar la calma antes de caer en crisis... Nunca me juzgó, nunca me regañó, ni me levantó la voz... Tu hermana es la mejor.
- Lo sé. Algunas veces puede ser un dolor de cabeza y cruelmente honesta, pero ella nunca dudará en mostrarnos su apoyo y estar con nosotros.
- Quisiera tener una hermana así... – se lamentó Sua – La mía nunca habla conmigo acerca de estos temas. Si ella supiera que estoy haciendo aquí no dudaría en decírselo a mis padres.
- No estás sola, Sua. Tienes mi hermana, a mi hermano y a mí... Tal vez a mi padres no les caerá bien la noticia, pero estoy seguro que no me dejaran solo.
- Por cierto, tu hermano-
Ambos fueron interrumpidos por una enfermera que llamó el nombre de Sua. Ambos se levantaron de su asiento y en silencio, entraron a la habitación.
Después de unas horas, Sua tenía los resultados en un sobre en sus manos.
- ¿Qué haremos si sale positivo? – preguntó Sua, notablemente nerviosa. Yuto la observó con cariño.
- Ser los mejores padres para él o ella, independientemente de si estamos juntos o no.
- Tengo miedo – confesó la chica.
- Yo también, pero recuerda que no estarás sola. Yo y mi familia estaremos contigo.
Sua abrió el sobre con manos temblorosas, sacó el papel y lo leyó. Las lágrimas rodaron por sus ojos y cayó al piso. Yuto se arrodilló junto con ella y tomó el papel para ver el resultado.
NEGATIVO
- Gracias a Dios – dijo Sua aliviada entre sollozos – Tuve tanto miedo… De enfrentar a mis padres, a mis hermanos, sufrir alguna humillación, ser echada de mi casa o ser abandonada.
Yuto la abrazó para consolarla.
- Lo peor ya pasó.
Sua no se separó, al contrario, se aferró más a él para seguir llorando. Seunghee entró a la sala.
- ¿Qué pasó?
- Salió negativo – respondió Yuto, sin soltar a Sua.
- Gracias al cielo – Seughee suspiró aliviada y se puso al nivel de Sua y acarició su brazo – ¿Estas bien, Sua?
La joven se separó de Yuto para observarla.
- Estaría mintiendo si dijera que lo estoy.
- Voy a llevarte a casa, pero antes de eso te llevaré a comer y a que te despejes de todo. No quiero que tu familia sospeche de lo que sucedió.
- Iré por el auto – Seunghee se levantó y se alejó de ellos para buscar el coche – los espero en la entrada.
Yuto ayudó a Sua a levantarse y antes de que diera un paso, Sua lo detuvo.
- ¿Sucede algo? – preguntó preocupado.
- Tu hermano... En el retiro... Estaba en el comedor con un chico y también en el bus.
- Si, es su novio.
- Lo sé, hace unos días los había visto en el cine, se veían normales, hasta que uno beso al otro.
- ¿Y eso te incomoda? – preguntó Yuto con cuidado.
- No-no, para nada. Me refiero a que parecen muy cómodos el uno con el otro. No tienen miedo a quererse en público... A pesar de que algunos los rechazan. Incluido mi religión.
- Créeme, ellos pasaron por mucho, desde el posible rechazo de mi padre, hasta cuando estuvieron a punto de perderse el uno al otro en aquella bodega… Lo que digan o piensen los demás no tiene relevancia, lo que importa es lo que hay entre ellos.
- Son muy valientes... Por aceptarse a sí mismos y a sus sentimientos.
- Lo son.
- Envidio a tu familia. Son personas que no tienen miedo y tampoco juzgan. Tu hermano con su novio. Tu hermana dispuesta a hablar de todo sin rodeos y tus padres qué aceptan a su hijo tal como es… Y que no rechazarían a un chica con un bebé en brazos.
- Si supongo que soy afortunado de tenerlos.
- No tienes idea de cuánto.
Chapter 42: FUTURO
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Hyojin y Seungjun estaba en la casa del mayor. Habían terminado de comer, así que se ofrecieron a lavar los trastes, cuando el padre de Hyojin entró a la cocina.
- ¿Y ya hablaron de la universidad, chicos?
Los jóvenes se miraron rápidamente.
- No, no lo hemos hecho… - habló Seungjun – No hemos tenido oportunidad de tocar el tema – observó al padre y luego al hijo, para regresar la vista al plato que estaba lavando.
- Hyojin dice que quiere tomarse un año sabático – mencionó su padre tranquilo.
- ¿De verdad? – Seungjun lo observó de reojo y este tenía el semblante serio.
- Todavía no estoy seguro, por eso no te lo había dicho – suspiró y tomó el plato de las manos de Seungjun, lo secó y lo acomodó junto con el resto.
- No los quiero presionar, pero… no deberían tardar en hablarlo.
- Lo tomaremos en cuenta, papá – Hyojin habló más para él que para su progenitor.
El señor salió de la cocina y el ambiente se quedó en silencio.
- ¿Quieres tomarte un año sabático? – Seungjun no levantó la vista del fregadero.
- Si – Hyojin tampoco lo observó – Quiero juntar dinero antes de ello. No quiero ser una carga para mis padres, los quiero ayudar para que su carga no sea tan pesada… ¿Tú vas a entrar a la universidad de tu hermana, verdad?
- Si, su plan de estudios me gustó mucho. Seunghee me ofreció un lugar en su departamento, lo que haría que no me quedé muy lejos la escuela, pero sí de ti… Por eso lo he estado pensando mucho antes de tocar el tema contigo. Sé que la universidad de Seunghee no tiene la carrera que tú quieres... Así que tú te quedaras cerca de casa.
- Eso me temo.
- ¿Y… vamos a romper? – La mirada de Seungjun reflejaba tristeza y preocupación.
- No, pero ya no nos veremos tan seguido como antes.
- ¿Y crees que todavía funcione?
- No lo sé… Aunque quisiera decirte que todo estará bien y prometerte varias cosas, la vida suele tener diferentes planes – Hyojin soltó el trapo de cocina, agarró las mejillas de Seungjun y le plantó un pequeño beso.
- ¿Y si encontramos a alguien más?
- Debemos decirnos la verdad sin rodeos, incluso cuando tengamos una pizca de duda de nuestros sentimientos. No dejemos que el otro se siga ilusionando, eso sería egoísta. Es muy probable que dolerá, pero es mejor una verdad dicha a tiempo que una mentira.
Seungjun tragó saliva y Hyojin continuó.
- No dejemos que eso nos consuma por ahora, mejor disfrutemos de este tiempo que todavía tenemos.
- Tu eres todo lo que tengo – confesó Seungjun sin dejar de mirarlo a los ojos.
- Y tú la mía…. – Hyojin soltó sus mejillas para tomar su mano y entrelazar sus dedos – sería capaz de llenarte de promesas y decirte que nada malo sucederá entre nosotros, pero prefiero que mis acciones hablen por si solas.
Arrinconó a Seungjun contra la mesa y tomó sus labios. El menor intentó separarse de él.
- Tus padres… - suspiró entre el beso.
- Fueron a dejar a las gemelas a ballet – respondió Hyojin, despreocupado y tomó la cintura Seungjun para subirlo a la mesa, tomándolo por sorpresa – abre las piernas – Seungjun así lo hizo.
Hyojin volvió a tomar los labios del menor y este lo abrazó por arriba de sus hombros. Aunque el futuro era incierto, disfrutarían el tiempo que les quedaba juntos.
Chapter 43: PROPUESTA
Chapter Text
- ¿Un viaje? – Seungjun despegó la vista de su cena.
- Si – habló Seunghee que estaba sentada en frente de él con una taza de té en la mano – antes de graduarte y entrar a la feroz vida universitaria, nuestros padres y yo decidimos que deberías ir a un viaje a Jeju.
- ¿Con Hyojin?... ¿Solos? – Seungjun no podía ocultar su incredulidad.
- ¿Por qué no? Los dos no irán por el mismo camino cuando comiencen las clases, lo bueno sería pasar un momento juntos antes de separarse.
- ¿De verdad estuvieron de acuerdo con esto?
- Por supuesto. Ellos están con la conciencia tranquila de que todo estará bien, entienden que son jóvenes, que han pasado por mucho a su corta edad y pronto darán un paso muy grande e importante…. Así que tomen esto como un regalo que deben disfrutar y además… Ya sabes … - su voz fue bajando de tono – ellos son conscientes de que no hay necesidad de preocuparse por embarazos no planeados – le dio un sorbo a su bebida.
Después del casi embarazo de Sua, el tema se volvió un poco… tenso, incluso para su hermana. Así que hablaban lo menos posible de ello, hasta que la situación mejorara.
- ¿Ellos siguen sin saberlo, verdad? – susurró Seungjun.
- No queremos que sepan que su hijo más joven ya probó las mieles de las relaciones carnales y que por un momento estaban a punto de volverse abuelos… no los queremos infartar.
- No, claro que no.
- El punto es que pueden ir al viaje y todo lo pagaremos entre nosotros… Ustedes no tienen nada de qué preocuparse.
- ¿Crees que Hyojin acepte?
- Debería de… Él también es consciente de que serán sus últimas oportunidades juntos. Independientemente de eso, también están dejando una etapa para entrar a otra… La adultez. No creo que la deje pasar.
- Lo sé y suena genial, aunque siento que no debería arrinconarlo a gastar dinero-
- Hyojin tampoco se tendrá que preocupar, te dije que nosotros nos encargaremos de todo.
Seungjun suspiró rendido.
- Hablaré con él, aunque no estoy seguro de su respuesta. Muchas gracias, Seunghee.
- No es nada. Cuando entres a la vida universitaria, entenderás el por qué lo estamos haciendo. Incluso te podrías unir a la cooperación cuando sea el turno de Yuto… - Aunque Seunghee estaba a nada de retirarse, se regreó a observar a su hermano – por cierto, si encuentras una caja de condones en tu maleta, no te sorprendas – le guiño el ojo.
- ¡!!SEUNGHEE!!! – la cara de Seungjun se volvió roja.
- ME VOY.
Chapter 44: GRADUACIÓN.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Yuto salió de inmediato del edificio después de la ceremonia de graduación sin ser interceptado por sus padres o sus hermanos. Por medio de una nota, Sua le había dicho que quería hablar con él y no sabía que esperar, no habían hablado desde aquel día del hospital, desde que la dejaron en su casa. Con solo verla en el salón de clase de le bastaba para saber que ella estaba bien.
Al llegar al lugar acordado, Sua ya se encontraba ahí.
- Hola – Saludó Sua, nerviosa.
- Hola…. ¿Y tus padres? – Yuto observó el ramo que le habían regalado ella.
- Siguen adentro – respondió de inmediato con torpeza – probablemente alardeando con los demás padres y con los maestros de la hija ejemplar que tienen – respondió irónica, aunque la sonrisa no llegó a sus ojos.
- ¿De qué querías hablar? – aunque la pregunta fue algo tosca, era lo último que quería Yuto.
Sua se tomó un momento antes de hablar.
- Después de lo que pasó… He estado pensando acerca de nosotros. Tu hermana me hizo ver que lo que hicimos no estuvo mal, que es algo natural de lo que no debería avergonzarme, aunque al principio me costó aceptarlo, me di cuenta que no debo castigarme por algo que fue por elección propia y que no debería juzgarme por ello…
Yuto se mantuvo callado, observándola y continuó escuchando:
- Lamento si mis acciones te lastimaron, no debí huir de la forma que lo hice sin darte explicaciones. Estaba lidiando contra mis propios ideales. Mientras más intentaba odiarme por haber sido impura, más intentaba alejarme de ti… Cuando prueba había salido positiva, me invadió el miedo sobre mi y mi futuro, me sentí perdida y sola, tampoco sabía cómo tomarías la noticia, pero merecías saberlo. A cambio, me demostraste tu compromiso, tu cariño, tu honestidad y tu apoyo, que me siento horrible de haberte tratado así. Incluso Seunghee me extendió su mano y fue comprensiva… No quería que termináramos así sin decirte esto.
La mirada de Yuto se relajó.
- No tienes de que disculparte, yo también fui impulsivo y egoísta al buscarte en ese retiro, no sabía por lo que estabas pasando, actué sin pensar. Creo que los dos cometimos muchos errores y tenemos mucho que reflexionar… Nos adelantamos a muchas etapas.
Sua asintió y continuó:
- Cuando comenzamos a trabajar juntos me hiciste ver que otras opiniones existen y que también son válidas, creo que eso fue lo que me gustó de ti, fuiste valiente al hacerme de frente y pelear por tus ideales, estaba acostumbrada a mi vida aparentemente perfecta que tú me hiciste ver la belleza de lo imperfecto. No era mentira cuando te dije que no me arrepiento de lo que sucedió entre nosotros, fue consensuado y sabía lo que quería – Sua apretó los labios.
- Yo tampoco me arrepiento… tal vez ya lo sabías, pero quería decírtelo en voz alta. También me gustaste mucho y al punto de no querer cambiar lo que sucedió entre nosotros. Gracias por confiar en mí y decirme la verdad, incluso con la noticia del posible embarazo. Aunque pudiste guardártelo para ti misma y nunca decirme, lo hiciste y no debió ser fácil. Te admiro por eso.
- Para ser honesta, fue más fácil decírtelo a ti. Dudo que algún día me atreva a decírselo a mi familia, pero la tuya es muy diferente. Nunca te separes de ellos… ni para irte a la universidad.
Yuto sonrió.
- Supongo que ya te enteraste que mi hermano se irá a la misma universidad que Seunghee… - Sua asintió – no te preocupes, no tengo planes a largo plazo de alejarme de ellos, puedes estar tranquila. Sé que tu preparatoria estará cerca de ella, así que es probable que la encuentres más seguido que a mí. Creo que le agradaste, así que llegas a necesitar algo, puedes acudir a ella.
Ambos sonrieron y guardaron silencio sin saber que hacer.
- Será mejor que vaya con mis padres encuentren y hagan un escándalo – Sua apretó el ramo entre sus manos nerviosa.
Sua estuvo a punto de irse cuando Yuto se interpuso en su camino y la besó, provocando que de sorpresa tirara el ramo. Sua se aferró a la cintura de Yuto, no queriendo alejarse de él, mientras que él coloco su mano en su mejilla con cariño. Cuando se separaron se miraron a los ojos.
- ¿Este es el fin? – preguntó Sua en un susurro.
- Por el momento… Tal vez algún día nos volvamos a encontrar y decidamos volver a intentarlo.
- Eso lo decidirá el futuro. ¿Sabes? Si la prueba hubiera salido positiva, me alegro que su padre hubieras sido tú, aunque no aceptas un no tan fácil, también te haces responsable de tus acciones. No todos lo hacen.
Ambos se separaron.
- Es lindo escuchar eso – Yuto lo dijo en un tono de broma – Mis padres criaron a un buen muchacho – se agachó a recoger el ramo y se lo devolvió a Sua, quien rodó los ojos divertida.
- Como digas… - Le dio un beso en la mejilla – Debo irme… Te deseo lo mejor. Gracias.
Yuto vio cómo Sua se alejaba y daba la vuelta a la esquina. Suspiró y decidió que era momento de entrar antes de que su familia lo empezara a cuestionar, esto a punto de ingresar al edificio cuando una presencia lo sorprendió en la entrada.
Hyojin.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó Yuto con el asombro pintado en su rostro.
- ¿No es obvio? – Hyojin tenía una sonrisa en el rostro – Tu familia te está buscando para las fotos y extrañamente desapareciste, Seungjun me mandó a buscarte afuera y justo ahí estabas…
- ¿Hasta dónde viste? – preguntó con cuidado.
- Llegué cuando la detuviste y la besaste – Hyojin levantó las cejas – Amor prohibido murmuran por las calles – canturreó burlón.
- Ash, eres igual que mi hermano. Por favor dime que no les has dicho nada.
- Tu secreto está bien guardado conmigo.
- Que alivio – Yutó sacó el aire del pecho – Le estábamos dando un cierre a lo que pasó entre nosotros.
- ¿Y crees que estuviste bien?
- Eso creo. Aunque no nos arrepentimos, reconocemos que nos apresuramos a muchas cosas, lo mejor será terminar por ahora. No descartamos el volver a intentarlo si nos volvemos a ver. Tal vez, seamos más maduros en ese entonces.
- Hablas con mucha sensatez a pesar de ser un adolescente.
- ¿Eso es un cumplido o me estás coqueteando? – Yuto levantó una ceja.
- Solo me aseguró de ser el mejor cuñado del mundo cuando llegue mi competencia – Hyojin se encogió de hombros – Debo tener muchos punto de ventaja para eso entonces – Yuto bufó.
- Creo que Seunghee encontrará a alguien menos extrovertido que ella. Así que no te preocupes.
- Eso que así sea, por el bien de todos – rio y sacó su teléfono.
- Deberíamos entrar, tu familia te está esperando – ambos empezaron a caminar.
- También es tu familia, no lo olvides. Todos te tratan como uno más de nosotros.
- Si, pero no es lo mismo.
- ¿Piensas pedirle matrimonio a mi hermano en un futuro?
- Todavía es muy pronto para hablar de eso, somos muy jóvenes. Además, él entrará a la universidad y yo voy a trabajar – Hyojin suspiró – nuestras vidas serán muy distintas.
- Dejando eso de lado ¿no descartas la idea el querer casarte con él?
Hyojin guardó silencio.
- No, no lo descartó.
- Entonces, déjame ser el primero en darte la bienvenida a nuestra familia, nuestras primeras fotos como parte de la familia serán ahora.
- ¿Qué-? – Hyojin fue tomado del brazo y fue arrastrado a la fila para la foto junto con el resto de la familia.
Aunque Hyojin se negaba a aparecer, Yuto lo convenció lo suficiente. Nadie más lo entendía lo que estaba sucediendo.
Yuto, desde lo profundo de su corazón, deseaba que la relación de su hermano fuera próspero y feliz, como lo es ahora. Aunque lo de él y Sua terminó, no dejaría que lo estancara. Aparte de sus padres, Seungjun y Hyojin también eran su inspiración para encontrar un amor igual de devoto y entregado.
Notes:
Se acerca la recta final!
Chapter 45: VIAJE
Chapter Text
La pareja llegó al hotel casi al anochecer y Hyojin se acostó en la cama, inmediatamente. Aunque Hyojin no había querido ir al viaje, Seungjun había sido lo demasiado insistente para terminar diciendo que sí.
- ¿Quién diría que sería tan difícil tomar un vuelo en nuestro propio país? – se quejó con los ojos cerrados, disfrutando la comodidad del colchón.
- ¿Te refieres a cuando por poco no llegábamos al aeropuerto? ¿o cuando nuestro vuelo no salió porque un pasajero se enfermó de último momento y tuvimos que esperar a que nos reasignaran a otro? ¿Cuándo perdieron tu maleta al llegar a Jeju? Y no olvidar que nos mandaste a la ubicación equivocada.
- ¡Oye! No habías especificado que el hotel tenía varias sucursales – Hyojin se puso sobre sus codos para ver a Seungjun arrodillado junto a su maleta – ¿Qué estás haciendo?
- Solo estoy revisando que sea mi maleta, ya no tengo tanta confianza desde que vi que perdieron la tuya.
- ¿Y porque no la revisaste en el aeropuerto?
- Nada más – Seungjun abrió la maleta con cuidado y la cerró de inmediato – Bien. Si es mi maleta – confirmó nervioso.
- ¿Por qué actúas tan misterioso? ¿Sucedió algo?
- Ah, no. No es importante.
- Ahora estoy más curioso – Hyojin se levantó de la cama y se acercó a Seungjun, pero este alejó y se puso por delante de la maleta.
- Ya te dije que no es nada.
- Pues yo no lo veo así – Hyojin intentó dar de nuevo unos pasos, pero Seungjun seguía entrometiéndose.
Aunque el mayor intentó hacer la distancia más corta, sintió un jalón en su pierna que lo dejó en el piso sin aire y Seungjun aprovechó para moverse al otro lado de la habitación arrastrando la maleta junto con él. Hyojin se recobró de un movimiento e intentó acercarse a Seungjun, pero este seguía alejándose.
- No actuaras así por siempre.
- ¿Ah sí? Pues mira – sostuvo una almohada de la cama y se la arrojó a Hyojin, quien la tomó en el aire.
Aunque lo perdió de vista por un momento, pudo detenerlo antes de que entrara al baño y tomó el objeto por la parte de abajo. Ambos jóvenes empezaron a jalar haciendo fuerza, negándose a soltarlo, hasta que en un mal movimiento, el objeto crujió y cedió, rompiéndose. Ambos jóvenes se quedaron pasmados ante la escena, Seungjun sosteniendo la asa y Hyojin el resto de la maleta.
- ¡Idiota! – gritó Seungjun indignado – ¿Ves lo que acabas de hacer? Ahora me debes una maleta
- ¿¡Yo!? Tu tuviste la culpa por comprar una maleta barata.
- ¿¡Maleta barata!? Para tu información, la compre en una tienda de prestigio.
- Si ese es el caso, me temo que te vieron la cara. Algo así de prestigioso no se rompe así de fácil.
- Lo que pasa es que tienes fuerza bruta, a veces no mides lo que estás haciendo.
- Gracias por el cumplido… Ahora deberías de buscar algo para arreglarlo.
- ¿Y cómo que, genio? ¿El papel higiénico del baño de la habitación?
- Tal vez allá dentro encuentres algo útil que nos sirva.
- No te preocupes… - Seungjun respondió de la manera más sarcástica que pudo – te traeré todas las estúpidas cosas del estúpido baño para que veas que no hay nada ahí que nos pueda ayudar.
Cuatro pasos y desviar la vista fue suficiente para ver el error que había cometido. Había descuidado la maleta. Cuando se dio la vuelta, Hyojin estaba a punto de abrir la maleta cuando el menor se sentó en ella.
- Creíste que te ibas a salir con la suya – dijo Seungjun entre dientes.
- Te veías taaaaan decidido en ir al baño – Hyojin se burló – Ahora hazte a un lado.
- Sobre mi cadáver
Hyojin lo intentó apartar, pero Seungjun se contorsionaba de cualquier forma para evitarlo. En algún momento, Hyojin lo besó de sorpresa, bajando la guardia de Seungjun. Lo apartó y, por fin, logró abrir la maleta. Aunque había ropa y otras necesidades básicas de un viaje, otra cosa le llamaba la atención: condones y dos lubricantes.
Hyojin se quedó mudo y Seungjun se cubrió la cara enrojecida de la vergüenza.
- Fue Seunghee… - se excusó – Debió haberlos metido cuando llevó la maleta al coche de mis padres. Fue tan rápida que ni siquiera lo pude sospechar.
“Eso explicaba muchas cosas” pensó Hyojin.
- Me es incómodo el saber que tu hermana es consciente de nuestra vida sexual.
- Lo sé – Seungjun se pasó una mano por el cabello – Ni siquiera yo le puedo seguir el ritmo en ocasiones.
- Entiendo los condones, pero el lubricante…
- … Es una demostración terrible de su atención al detalle.
- Exacto… Si tengo que sacar el lado bueno de esto, es que al menos tengo una cuñada que no tiene filtro y se preocupa por nosotros aunque eso nos incomode.
La pareja compartió una sonrisa.
Chapter 46: EXPERIMENTAR
Chapter Text
"VIDEOLLAMADA ENTRANTE
ACEPTAR
- ¿Estás seguro de esto? – preguntó Seungjun, inseguro. Mirando la imagen de Hyojin.
- Totalmente – habló tranquilo.
- ¿Y si los del hotel se enteran que entraste a la habitación de a lado?
- Su seguridad no era tan buena que digamos – Hyojin se encogió de hombros y se relajó más – Seungjun, esto es un intento de prueba y error. La situación se prestó para que hagamos algo así y la estoy aprovechando.
- Es que a través de una pantalla, me parece tan... Extraño, solitario, falso... Desconectado.
- Y eso lo vuelve todavía mejor. Además, talvez nos ayude en los tiempo que estaremos lejos el uno del otro.
- Ujum… - respondió inseguro.
- Mira, si no te sientes cómodo, no lo volvemos a hacer, pero si no lo intentamos nunca lo sabremos.
- ¿Y si a mí no me gusta y a ti sí?
- Nunca lo volvemos a hacer. Si no te sientes cómodo después de esto, no lo repetiremos. Lo prometo.
- Bien.
- Seungjun respiró profundamente y se preparó mentalmente para lo que venía.
Al terminar, Seungjun tenía los ojos cerrados, las mejillas rojas e intentaba recuperar la respiración.
- ¿Satisfecho? – Escuchó la voz de Hyojin al otro lado de la línea.
- Todavía te necesito aquí – confesó Seungjun con voz profunda y necesitada.
Un silencio se posó entre ellos.
- No tardo.
VIDEOLLAMADA FINALIZADA"
Chapter 47: CONTACTO
Chapter Text
Hyojin cumplió con su palabra. En un abrir y cerrar de ojos había llegado a la habitación con la camiseta puesta torpemente, el cabello revuelto, los zapatos en mano y su respiración agitada.
Avanzó unos pasos, lanzó los zapatos en alguna parte del piso y subió a la cama, poniéndose encima de Seungjun para besarlo con fervor, deseo y desesperación. Sintió las manos del otro acunar su rostro, como si necesitara saber que estaba ahí con él. Hyojin bajó sus labios por su cuello y lo escuchó suspirar.
Seungjun bajó sus manos para tocarlo, pero algo lo detenía.
- Tienes demasiada ropa.
- Ahorita lo solucionamos…
Hyojin se deshizo de aquello que estorbaba y se volvió a unir a él. Entrelazaron sus manos y bajo la noche silenciosa, las estrellas y la luna como testigo, volvieron a entregarse como si fuera la primera vez.
“Dicen que uno enamorado dice cualquier cosa… Pero si debía entregarle mi cuerpo y mi alma para bajarle el cielo y las estrellas, que así sea” - Hyojin.
*****
Entremedio de las sábanas a la mitad de la noche, Seungjun tenía su espalda pegada contra el pecho de Hyojin, quien lo abrazaba con cuidado, repartiendo besos por su mejilla, cuello y hombro. Respiraban como uno solo.
- Deberíamos dormir. En la mañana tendremos un tour por la ciudad – habló Seungjun con los ojos cerrados, pero sin detener las muestras de afecto del otro.
- Es que quiero aprovechar el mayor tiempo posible contigo. A solas. Sin que nadie nos interrumpa – continuó con su trabajo de repartir besos por toda la piel que tenía a su alcance.
- Mis padres y Seunghee no pagaron un viaje para que la pasemos encerrados en el hotel – se quejó Seungjun.
- Le transferimos los boletos a alguien más… - Hyojin le restó importancia.
Seungjun abrió los ojos para mirarlo mal y Hyojin rio sonoramente.
- Es broma.
- Menos mal – Seungjun regresó la vista al frente.
- No te enojes. No es mi culpa que seas irresistible.
- Eres un insaciable.
- ¿Y eso es bueno o es malo?
- Como tú lo quieras tomar.
- Por ahora, lo tomaré como un cumplido.
- Solo te subes el ego.
- Es porque soy afortunado de estar contigo…
- Si, soy uno entre un millón.
- Como tu digas…
- Hyojin…
- ¿Sí?
- Te amo.
Hyojin no respondió. En silencio, acarició el abdomen de Seungjun, bajando con cuidado, prestando atención a cada reacción y estremecimiento de su piel. En el momento en el que la mano llegó a su destino, comenzó un compás que ambos conocían bien. Hyojin sintió la suavidad de la piel de Seungjun, su espalda arquearse contra él, el retorcimiento de sus pies y los sonidos que salían de su boca. Sonidos que le gustaba oír.
Hyojin renunció a su deseo de recibir, para dárselo a Seungjun. Quería hacerlo sentir deseado, amado y correspondido, darle a entender que no había nadie más para él en el mundo. Cuando el cuerpo de Seungjun se relajó, cerró los ojos, se acercó más a él como si no lo estuvieran ya y comenzó a dormirse. Hyojin dejó pasar los minutos para después alejarse de él un momento. Se levantó de la cama y los limpió a ambos con cuidado. Una vez que terminó, se volvió a acotar con él, cubrió ambos cuerpos con las sábanas y esperó a que el sueño llegará a él.
En la mañana, Hyojin despertó por un movimiento entre las sábanas y con cuidado abrió los ojos. El rostro de Seungjun estaba en un lugar poco usual
- ¿Qué estás haciendo? – su voz sonaba profunda y confusa.
- Devolviéndote el favor de anoche – dijo Seungjun en un tono sospechoso.
- ¿De qué estás habla… - Los ojos de Hyojin se abrieron de golpe cuando sintió algo húmedo deslizarse por su cuerpo, despertándolo por completo – no- no es necesario … – intentó detenerlo – Tenemos prepararnos para ir… - Su espalda se arqueó nuevamente – Seungjun basta . Debe… – Su mano se aferró fuertemente a la sabana – debemos ir al… – un suspiro profundo de satisfacción escapó de su boca.
La risa de Seungjun resonó en él.
- ¿Todavía quieres que me detenga? – lo observó juguetonamente.
- No… - Hyojin se olvidó del mundo que los rodeaba.
Seungjun continuó con su labor, hasta que el cuerpo de Hyojin se estremeció, se limpió los labios, subió a la cara del mayor y le plantó un beso rápido.
- Apúrate para que tomemos una ducha juntos, tenemos un tour al que asistir.
Seungjun se levantó de la cama como si nada hubiera pasado y Hyojin incrédulo, intentando recobrar sus sentidos no pudo hacer más que reír y pasar una mano por su rostro.
Chapter 48: DESCANSO
Chapter Text
Seungjun y Hyojin iban caminando juntos por las calles de Jeju durante un descanso del tour.
- Eso estuvo cerca… - habló Hyojin – Para la próxima te aviento de la cama.
- Fue arriesgado, pero valió la pena… Te ves muy feliz esta mañana – Seungjun tenía una sonrisa en el rostro.
- Me haces ver como un pervertido cuando él de la idea fuiste tu y me agarraste desprevenido.
Seungjun se encogió de hombros sin mirarlo.
- Yo dormí bien anoche. Era justo que tu pasarás una buena mañana.
- Si, eso lo noté cuando escuché tus ronquidos y no dejaste dormir bien al prójimo, o sea yo.
- ¿Te burlas de mi o me estás dando la razón de que necesitabas una buena mañana? – Seungjun levantó una ceja.
- Ninguna de las dos porque ni siquiera sé si roncas.
- ¿Entonces estabas mintiendo?
- ¿Sobre lo de dormir bien? No mentía. Tu respiración se escuchaba muy tranquila… Y profunda. Ni siquiera el primer día al hotel que habíamos llegado cansados te escuchabas así.
- ¿Será que necesite dormir a tu lado más seguido? – preguntó Seungjun, pícaro y Hyojin sonrió levemente.
- Lo averiguaremos en estos días.
Seungjun estuvo a punto de hablar cuando algo llamó su atención y detuvo su paso.
- ¿Deberíamos comprar un recuerdo para cuando volvamos? – Hyojin se sorprendió al no verlo a su lado y regresó con él.
Era una tienda de vestidos de novia y trajes.
- ¿Sabes? – Seungjun rompió el silencio y continuó observando el establecimiento – Cuando estuviste en el hospital dormido por varios días sentí como todo se nos había venido encima tan rápido. En la mañana nos estábamos confesando el uno al otro, horas después estábamos en una bodega a punto de morir, ni hablar sobre cómo fue verte ingresar al hospital y esperar a que me dieran una respuesta de tu estado… No habíamos tenido oportunidad de intentar o disfrutar lo nuestro… ¿y si nunca despertabas?... Esa pregunta me destruía el alma poco a poco y ahora que estoy en frente de esta tienda, me hace darme cuenta de lo mucho que hemos progresado y por todo lo que hemos pasado… ahora tengo la oportunidad de soñar en un futuro juntos.
Hyojin se tomó un momento para hablar:
- Antes de caer inconsciente en la bodega, escuché como me hablaste asustado y sentí como te aferrabas a mí. Estaba tan agotado y adolorido qué ni siquiera podía decirte que todo estaría bien a pesar de lo critico de mi situación. En la habitación del hospital, hubo veces en las que escuchaba voces… me llamó la atención que nunca te alejaras de mí. Me preguntaba si solo eras un sueño o de verdad estabas conmigo. Mi madre me lo confirmó al decirme que venías todos los días a verme.
- No podía dejarte solo. Me sentía culpable de lo que nos había pasado.
- No deberías. Después de todo, si tu no hubieras dejado aquella nota en tu cuarto, tu padre ni el mío no hubieran trabajado juntos para ir a nuestro rescate. Tu eres la razón por la que seguimos aquí respirando y disfrutando de este viaje.
- ¿Crees que fuimos irresponsables al haber ido juntos a la bodega?
- Si, si lo fuimos, tampoco lo voy a negar, pero nunca hubiéramos adivinado como iba a acabar – Hyojin tomó las mejillas de Seungjun para observarlo fijamente.
- Pero no solo hablo de somos nosotros, también nuestras familias se preocuparon por nosotros.
- No te sigas torturando por eso, ellos ya nos perdonaron y nos regañaron por nuestra imprudencia. Aunque no podemos cambiar nuestro pasado, podemos disfrutar de nuestro presente… y visualizar un futuro. Vivir juntos, comprar una casa, compartir deberes, disfrutar los amaneceres y los atardeceres como lo hemos hecho en estas 24 horas… Pensar en una boda. Tu miedo es válido, pero necesitamos aprender a sanar. Eres lo más valioso que tengo en este momento y me gusta amarte-
- ¿Me amas? – la voz de Seungjun mostraba incredulidad.
- Si, si lo quieres escuchar salir de mi boca te lo diré… Te amo.
Los ojos de Seungjun se cristalizaron y lo tomó del cuello.
- No me importa si nos juzgan… tengo muchas ganas de hacer esto.
Juntó sus labios en un beso cálido y cargado de afecto. No lento, ni rápido… Si no lo que el momento ameritaba. Hyojin lo tomó de la cintura para evitar que se alejara. Aunque el tiempo del beso fue corto, fue uno de los momentos más importantes de su vida.
Chapter 49: PARQUE
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La pareja vivió el momento más raro e incómodo de sus vidas. Seunghee les había reservado boletos para un parque especial, solo que ella nunca especificó de que trataba.
- Me parece muy profesional por parte de mi hermana de que se esté insensibilizando a la desnudez humana, pero como su hermano menor… estoy perturbado.
- ¿En qué momento tuviste ese pensamiento? ¿Inmediatamente al entrar o cuando vimos la escultura de una mujer montando-
- Ni lo menciones, por favor.
- Todavía me parece increíble que las mujeres puedan estar en esa posición… ¿De verdad son tan flexibles?
- ¿Realmente quieres saber la respuesta a eso? – Seungjun lo miró incrédulo y Hyojin levantó las manos a modo de defensa.
- No es que quiera complacer a una mujer… Ni siquiera me atraen. Es solo curiosidad humana…
- Menos mal. Estuve a punto de regresarme a la tienda de vestidos de novia para comprarme uno para hacerte feliz.
- Es irónico que hables de fetiches en este lugar taaaan… peculiar. Donde todo es posible...
- Para los heterosexuales… Y es lo más cercano que estaré de ser uno.
- ¿Y de los fetiches no dirás nada?
- ¿Qué quieres que te diga?
Hyojin se encogió de hombros.
- No sé cuál haya sido el propósito de tu hermana de mandarnos aquí, pero si de algo puedo rescatar es que debemos dejar volar nuestra imaginación. El cielo es el limite
- ¿Y con eso te refieres a…?
- No lo sé… ¿fantasías?
- Si estás pensando en ponerme en ese mismo ángulo de la escultura, déjame decirte que estás loco.
- No estaba hablando de eso…
- Pues tu mirada decía otra cosa.
- ¡Es simple curiosidad! Como cuando ves a los contorsionistas doblarse un brazo sin terminar con una fractura en el proceso y te preguntas si eso es humanamente posible.
Senugjun entrecerró los ojos.
- Voy a fingir que te creo.
- Dios, no se puede hablar contigo.
- Estaré pensando seriamente en comprar ese vestido.
- ¿Al menos me dejarás ser parte de la elección?
Ambos se miraron y se echaron a reír.
- Eres muy malo fingiendo celos - Hyojin pasó su brazo por los hombros del menor y lo atrajo a él.
- Y tú curiosidad es extraña… Para ser un no heterosexual – Seungjun rio y le dio un corto beso en los labios.
Notes:
Si googlean parques de Jeju se van a encontrar con algo sumamente peculiar JAJAJAJAJAJA. Mientras buscaba atracciones para el fic, lo encontré y aunque fue raro, pensé en como podía usarlo en pro del fic y TA-DA.
Busquenlo bajo su propio riesgo, pero les dará contexto del capitulo. Igual, pueden dejarlo a la imaginación.
Chapter 50: JUEGO
Chapter Text
Seungjun estaba acostado en la cama con Hyojin con las piernas aprisionando las de él.
- ¿En qué momento compraste eso? – preguntó Seungjun lo más neutral que pudo.
- Cuando te distrajiste en una llamada con uno de tus amigos. Te dije que un momento volvería y tu solo respondiste que sí.
- Creí que irías al baño.
- Y eso lo hace todavía mejor porque no lo veías venir.
- De igual forma, no dejaré que pongas eso en mi cuerpo.
- ¿Ah, no? – preguntó el mayor, desafiante – Eso ya lo veremos.
Hyojin se acercó a Seungjun para besarlo y un descuido, colocó el aparato en su estómago causando escalofríos en él.
- ¿Te gusta?
- Ni un poco.
- ¿Y un poco más abajo?
Seungjun tragó en seco.
- No me provocará nada.
- ¿Y en tu boca?
- Te patearé si lo acercas un centímetro a mis labios.
- ¿Quieres seguir?
- Como sea.
- Vaya forma rara de decir que estás curioso.
El aparato cobró vida en la mano del mayor y en el estómago de Seungjun, y Hyojin lo fue bajando a un torturante lentitud. Sintiendo la piel de Seungjun reaccionar de inmediato.
- No solo eres sensible a mi toque – Hyojin rio sonoramente – también lo eres con objetos inanimados.
- Cállate.
- Oblígame.
Hyojin continúo bajando, viendo el estremeciendo que provocaba en el otro cuerpo.
Dios mío pensó Seungjun. Contuvo la respiración y su mano se aferró a la sábana.
Cuando el aparato llegó a su destino, el cuerpo de Seungjun se tensó al instante, su piel se erizó, un suspiro escapó de su boca. Hyojin aumentó la velocidad del objeto, lo separó levemente del cuerpo de Seungjun y este levantó las caderas.
- Creí que resistirías más, pero no me quejo.
Seungjun no respondió. Su mente estaba nublada como si el aparato le hubiera despertado una sensibilidad y una percepción que no sabía que era capaz de tener. Cuando Hyojin se alejaba, Seungjun volvía a levantar las caderas.
- Por favor… - suplicó tiernamente.
- ¿Por favor, qué? – masajeó su cintura.
- No te detengas – Seungjun todavía más a las sábanas, desesperado.
Hyojin bajó su rostro para besarlo en el cuello y continuó provocando a Seungjun. Escuchó los sonidos que salían de su boca y presionó más fuerte el aparato en su cuerpo, escuchándolo jadear extasiado. Hyojin lo complació hasta que estuvo satisfecho, apagó el aparato y lo hizo a un lado.
- ¿Qué haces? – preguntó Seungjun desorientado.
- Terminando el trabajo. No lo resisto más.
Hyojin se deshizo de sus prendas y las de él para continuar con el juego de otra manera más carnal.
Varios minutos después la pareja estaba abrazada y Seungjun rompió el silencio todavía agitado:
- ¿Lo escondemos en tu casa o en la mía?
Chapter 51: RELAJACIÓN
Chapter Text
Al día siguiente antes de ir a dormir, Seungjun estaba arriba de Hyojin en la cama, mientras este estaba boca abajo.
- ¿Así está bien? – preguntó Seungjun.
- Baja un poco más.
- ¿Aquí?
- Si… No apliques tanta fuerza. Trata de llevarlo con calma.
- Si necesitas que pare, me lo dices.
Hyojin se estremeció al sentir sintió el líquido frio y respiró profundo.
- ¿Nervioso? – tanteó Seungjun.
- Solo un poco.
- Confía en mí.
- Lo hago, pero no confió en mi cuerpo.
- Relájate – sugirió Seungjun, tranquilo.
Hyojin siseó.
- Trata de hacerlo con más cuidado sin ser brusco.
- Entonces deja de moverte – le advirtió el menor.
- No me estoy moviendo.
- ¿Mentiroso yo? Si estoy tal y como me lo pediste.
- Si, pero arqueas tu espalda a cualquier contacto.
- Es que no lo soporto.
- Lo sé, pero debes resistir para que pronto estes bien.
- Lo estoy empezando a dudar.
- Estas irritable y eso es normal. Trata de llevarlo con calma.
Seungjun continuó moviendo su mano y Hyojin apretó la sabana.
- No sé si me gusta esta posición.
- Era eso o la silla… Aunque ahí te hubieras movido todavía más. Así que cállate y deja que termine el trabajo.
Hyojin guardó silencio, respiró hondo y rezó para que todo terminara lo más pronto posible.
- Para la próxima ten más cuidado – anunció Seungjun y se bajó de Hyojin.
- Me lo dices como si yo hubiera planeado caerme durante el senderismo – Hyojin cambio de posición boca arriba, cuidando de no lastimarse la espalda y se acomodó la playera.
- No, pero tuviste suerte de no fracturarte algo.
- Gracias a Dios no fue así.
- Me asustaste como el infierno cuando te caíste y fingiste que estabas bien, hasta que terminamos el recorrido – confesó Seungjun – Fuimos a enfermería y luego al hospital para asegurarnos de que estuvieras bien… Tú sabes que odio los hospitales desde el tema de la bodega.
- Perdón, pero no quería arruinar el resto del corrido para los demás.
- Eso era lo de menos si se trataba de tu bienestar, pudiste haberte provocado algo peor… ¿Y qué quieres hacer?
Hyojin no respondió, todavía acostado tomó su mano la mano de Seungjun y lo acostó junto a él, mirándolo a los ojos.
- Gracias por cuidar de mi… Siempre lo has hecho desde que nos juntaron en ese proyecto. Desde dejarme dormir en la biblioteca, revisar mi mano cuando me intentaron atrapar, suturarme el brazo, estar a mi lado cuando me dieron de alta del hospital y ahora… Me aplicas ungüento y me colocas un parche en la espalda… - le dio un beso rápido.
- ¿Te empecé a gustar porque te cuidaba?
- No, era porque pesar de que nuestras familias se odiaban y nosotros teníamos nuestras razones para odiarnos y pesar de todo, me empezaste a ver como una persona normal, alejando tus prejuicios… Tienes un hermoso y valiente corazón para los que te rodean. Tu presencia hacía sentirme cómodo y tranquilo, algo en mí me decía que eras el indicado y quería estar a tu lado.
- Tu una vez me defendiste de mi padre… ¿desde ahí ya te gustaba?
- Solo sé que no me gustaba la idea de un padre levantando la mano contra su propio hijo… No supe en qué momento me enamoré de ti, cuando fui consciente ya era muy tarde para dar marcha atrás... ¿Y tú?
- Creo que algo cambio en mi cuando me mostraste aquella pintura la primera vez. No sé si era cariño o curiosidad, pero había algo ahí. También cuando te observé dormido… Quien diría que sería la primera de muchas…
- Lo recuerdo. Actuaste nervioso, pero creí que te estabas volviendo loco y decidí ignorarte.
- ¡Oye!
- Es la verdad. Tampoco voy a fingir diciéndote mentiras – le dio un beso en la frente – quiero ser lo más sincero contigo.
- Y…. ¿Hubieras cambiado algo?
- Solo una cosa.
- ¿Cuál?
- Que ese profesor hubiera llegado antes – Hyojin tomó su mentón para besarlo. Seungjun rio.
- Si algún día nos llegamos a casar… ¿El será uno de los padrinos?
- Eso no lo dudes.
- ¿Y crees que acepte?
- Tiene qué… A él no le importó juntarnos en un equipo, por lo tanto sería un trato justo.
- Si… Aunque ya nos adelantamos a la luna de miel.
- ¿Te refieres a este viaje?
- Obvio – Seungjun rodó los ojos – Una pareja joven enamorada, en una de las islas románticas más famosas del país, recorriendo sus calles y admirando sus paisajes. Llenos de abrazos, platicas interminables y muchos, muchos besos…
- Solo faltó cargarte como novia entrando al cuarto – ambos sonrieron.
- Pues… resulta que tú serás la novia porque ahora yo estoy cuidando de ti, debemos buscarte tu velo.
- Lo que sea para hacerte feliz.
Chapter 52: ULTIMO DIA
Notes:
Antes que nada, muchas gracias por leer y estar pendiente de la historia! ^^
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Era su último día en Jeju y la pareja lo aprovechó para hacer compras. Salieron de un vestidor con cuidado sin que nadie los viera.
- ¿Crees que alguien sospeche? – Seungjun observó a su alrededor, claramente nervioso.
- Lo harán si sigues actuando así – Hyojin le reprochó.
- ¿Seguimos viendo la tienda?
Ambos jóvenes recorrieron los escaparates fingiendo inocencia… Pero la incomodidad seguía en el aire.
- Eso fue arriesgado… - comentó Seungjun.
- Sin olvidar mencionar la ansiedad.
- Y estamos de acuerdo que no lo volveremos a repetir.
- Ni en cien años. Aunque era mejor probarlo aquí y salir en un periódico de Jeju, que en un periódico de Seúl.
- Yo prefiero no salir en alguno – admitió el menor.
Entrada la noche, Seungjun abrazaba la cintura de Hyojin en la cama de la habitación a oscuras.
- Si no me hubiera lastimado en aquella maldita montaña, ahora estaríamos disfrutando de nuestra última noche – se lamentó Hyojin.
- Los dos estamos juntos y eso es lo importante – Seungjun lo intentó animar.
- Ojalá tus palabras me ayudaran a entenderlo.
- Es porque eres un obstinado – Seungjun rio – Nada te hará entenderlo.
- No es tan fácil como crees.
El silencio los envolvió unos minutos, disfrutando de la compañía del otro. Seungjun levantó su cabeza.
- Y siii... – su voz quedó a medias.
- ¿Qué? – Hyojin lo miró atento.
Seungjun negó y volvió a recostarse.
- No es nada.
- ¿Estás seguro?
- Si
- No lo parece. Dime que te inquieta ¿Hice o dije algo malo?
- Nada de eso.
- ¿Y entonces?
Cuando Seungjun volvió a levantar la mirada… Estaba levemente sonrojado.
- Es una idea que tuve… Nada importante – Seungjun intentó restarle importancia.
- ¿En qué consiste esa idea? ¿Ir a caminar a la playa o salir a alguna fiesta?
- No, nada relacionado a salir.
Hyojin tomó su cara entre sus manos.
- Puedes decírmelo con toda confianza, no te voy a juzgar… A menos de que se trate de repetir lo del probador porque fue horrible, pero si tú lo quieres volver a intentar, podemos – Seungjun lo detuvo inmediatamente.
- ¡No! - rio y la tensión de su cuerpo se fue – No entiendo porque a la gente le gusta tanto… Es mejor la intimidad de su casa…
- O en la habitación de un hotel.
- ¿Y bien?
- ¿Te puedo tocar? – Seungjun tragó saliva.
La mirada de Hyojin se ensombreció.
- ¿A qué se debe eso? – Hyojin no lo juzgaba, solo quería saber la razón de su petición.
Seungjun se mordió los labios.
- Tu diste la idea del teléfono, del juguete y del probador… Siento que me estoy quedando atrás, así que investigando…
- ¿Investigaste? – su voz notaba más curiosidad que juicio.
- Creo que sé de algo que nos podría funcionar… Sin lastimarte.
- ¿Y de qué trata?
- Permíteme que te muestre.
Seungjun se levantó de su lugar para colocarse a horcajadas de HYOJIN.
- ¿Necesitas que me acomode de alguna forma? – Hyojin lo miraba desde abajo.
- Así como estás, está perfecto.
Seungjun comenzó a acariciarlo sin orden alguno.
Sus brazos.
Su pecho.
Sus costados.
Su cuello.
Hyojin respiraba tranquilo sin hacer nada, pero mirándolo. En algún momento, Seungjun colocó la manos en su abdomen y comenzó a bajar lentamente, hasta llegar el elástico de su ropa. Seungjun observó a Hyojin para pedirle permiso en silencio y bajó la prenda, liberándolo. Hyojin respiró profundamente.
Seungjun lo tomó en su mano y comenzó a estimularlo, guardando las reacciones de Hyojin en su memoria. La forma en como bajaba y subía su pecho al respirar, como cerraba los ojos, la forma en como su boca se abría para soltar jadeos y como buscaba aferrarse a algo. Hyojin abrió los ojos.
- Tócame – suplicó Seungjun, sin detener el movimiento de su mano.
Seungjun sintió como Hyojin colocaba sus manos en cada muslo y acariciaba la zona con cuidado para después subir por su cintura, su estómago y su pecho, donde se quedó un tiempo prolongado.
- Por favor – la voz de Seungjun apenas era audible.
Las manos de Hyojin bajaron, una se colocó en su cintura y la otra continuó bajando. Rozando por a través de la ropa a Seungjun, quien contuvo la respiración. Hyojin jugó con el elástico y lo bajó con cuidado.
- ¿De verdad quieres esto? – se aseguró Hyojin.
- Tanto como tú.
Hyojin lo tomó de inmediato y con cuidado, acopló su ritmo al de él. Seungjun aumentó la velocidad y Hyojin hizo igual. Ambos jadearon. Seungjun se detuvo.
- Pásame el lubricante.
Hyojin volteó a la mesita de noche del hotel para tomar el objeto en cuestión y se lo pasó a Seungjun, quien tomó la cantidad suficiente y retiró la mano de Hyojin sobre él, para tomar a ambos con su mano. Hyojin se quedó sin aire ante imagen, cerró los ojos y mantuvo el agarre en la cintura del menor.
- Por dios – exclamó Hyojin.
Seungjun continuó haciendo su labor. Su mano lubricada, hacia que la fricción fuera más fácil. Sintió el calor, la presión y el placer del momento. La espalda de Hyojin se arqueó por inercia y Seungjun lo sostuvo, como si temiera que se lastimara nuevamente.
- Mírame – murmuró Seungjun.
Y Hyojin lo hizo. Pudo ver las reacciones de su rostro y el deseo en sus ojos. Sintió otro estremecimiento recorrer su cuerpo.
Seungjun juntó sus frentes, sintiendo la respiración del otro y aumentó de nuevo la velocidad. Los jadeos comenzaron a ser difíciles de contener, llenando la habitación. Seungjun colocó su mano libre en la nuca de Hyojin, mientras que este no saltaba su cintura.
- Estoy cerca – confesó Hyojin.
- Yo igual.
El ritmo se volvió frenético y confuso. Hyojin soltó un sonido ronco y profundo de su garganta al sentir su liberación y Seungjun lo siguió poco después, cayendo rendido a su lado. Ambos intentando recuperar la respiración.
Hyojin se acercó a Seungjun y lo beso como nunca lo había hecho antes, posesivo, agresivo y hambriento y lejos de rechazarlo, a Seungjun le encantó. Sintió la mano de Hyojin rodearlo de nuevo.
- ¿Qué estás haciendo?
Hyojin no respondió y empezó a estimularlo de nuevo, sintiendo como este se endurecía de nuevo.
- Creo que no deberías- las palabras murieron en su boca, cuando Hyojin comenzó a marcar un ritmo constante.
Seungjun todavía estaba sensible por lo que el toque de Hyojin se sentía más intenso y placentero. Comenzó a mover sus caderas, pero eso no era suficiente.
- Más fuerte. Más fuerte, por favor – lejos de ser una orden, fue una súplica.
Hyojin la cumplió al pie de la letra. Apretó el agarre de su mano, el lubricante hacia todo más fácil. Seungjun se sintió desmayar por un momento. Hyojin acercó su rostro a su oído.
- No te silencies. Permíteme escucharte.
Seungjun no se guardó ningún sonido, permitiendo a Hyojin escuchar lo que más quería oír en ese momento. Seungjun se retorcía y un sudor empezó a llenar su frente.
- No falta mucho…
El ritmo aumentó, besó a Seungjun, este apenas le respondía, su cuerpo se estremeció de placer y cualquier sonido que hubiera querido hacer, quedaba atrapado en los labios del mayor. Hyojin lo soltó y le empezó a dar besos más cuidadosos, cariñosos alrededor de su rostro y de sus labios.
- Gracias por este momento – habló Hyojin entre besos – gracias por confiar en mí.
- Quería darte un buen momento – la voz de Seungjun sonaba cansada.
- Ya los has hecho en estos días…. Al permitirme estar a tu lado.
- Gracias por quererme, por dejarme ver este lado tuyo… Nunca hubiera imaginado que causarías una gran impresión en mí. Ahora no me imagino no estar a tu lado.
- Yo tampoco me imagino sin ti – Hyojin entrelazó sus manos – Aunque este viaje está a punto de terminar, los recuerdos permanecerán en mi mente y no los cambiaría por nada.
- ¿Ni la lesión en tu espalda?
- Aunque dolió como el infierno y todavía no me perdono por ello, nunca te separaste de mí, ni diste una queja-
- No tengo el corazón para hacer algo así-
- y te amo por eso. Porque siempre te preocupas por los que te rodean y haces todo por su bienestar… Como buen líder.
- Tú también lo eras.
- Y por eso sé mejor que nadie el esfuerzo que haces y el sacrificio que haces… Permíteme ser tu apoyo y tú serás el mío.
- ¿Acaso eso es un voto de matrimonio?
- Es lo más cercano que estaremos de uno por el momento – Hyojin besó los nudillos de Seungjun y este bostezó.
- Descansa, yo cuidaré de ti – Hyojin depositó un beso en su frente.
Seungjun cerró los ojos y se quedó dormido. Hyojin esperó un momento para separarse de él y levantarse para limpiar a ambos y subir las cobijas.
Se reunió de nuevo a él, besó su frente, colocó su brazo por debajo de su cuerpo para mantenerlo cerca. Lo observó dormir y cerró sus ojos para hacer lo mismo, usando su respiración como guía.
A la mañana siguiente, Hyojin y Seungjun estaban en el aeropuerto a punto de abordar el avión de regreso a Seúl. Aunque el viaje había sido todo lo que esperaban, no podían evitar sentirse tristes porque todo había terminado. Iban a regresar a la realidad que tanto deseaban retrasar.
- ¿Crees que todo vaya a ser diferente después de esto? – la voz de Hyojin era calmada.
- Probablemente varias cosas cambien para bien o para mal... – reflexionó Seungjun – Sin embargo, creo que este viaje me sirvió para reafirmar que… cualquier cosa que pase, lo podremos superar, aunque no estemos físicamente juntos, nos daremos apoyo a la distancia...
- Te amo – soltó Hyojin.
Seungjun sonrió.
- Yo también te amo.
FIN
Notes:
Hasta aquí llegamos. Espero que lo hayan disfrutado, así como yo que lo disfruté escribiendolo. Ojalá que todo lo que les haya querido transmitir, lo hayan recibido bien.
Al ser mi primer fanfic, pude haber cometido algunos errores, así que pido su comprensión y nuevamente, les doy gracias por leer.
Chapter 53: EPILOGO
Chapter Text
4 AÑOS MÁS TARDE
Seungjun entró a su casa con Hyojin comiéndole los labios y cerraron la puerta como pudieron. Hyojin bajó sus labios al cuello, lamiendo y besando la piel, mientras que Seungjun intentaba retirarle la ropa
- ¿Desde hace cuánto no nos vemos? – preguntó Hyojin sin despegar su atención de su cuello del cuello del menor.
- Entre exámenes, proyectos finales, papeleo, desvelos, tareas y estrés… Creo que unas cinco semanas – Seungjun luchaba contra la corbata de Hyojin.
- No sé cómo aguantamos tanto tiempo – acarició sus caderas para sacar la camisa de su pantalón.
Seungjun liberó la corbata de Hyojin y la aventó sin vergüenza en algún lugar de la habitación y procedió a desabrochar los botones de su camisa.
- Si, y por eso cuando terminó la graduación tuvimos que huir de inmediato – Seungjun se deshizo de la camisa.
- Muy hormonal de nuestra parte – habló Hyojin mientras masajeaba su cintura por debajo de la ropa.
- Nos extrañábamos y creo que esa es una respuesta muy justificable – Seungjun peleó con el cinturón.
- ¿No crees que me estas desvistiendo muy rápido? – inquirió Hyojin.
- ¿Y tú no crees que estás siendo muy lento? – contra atacó Seungjun – Ya te quité la parte de arriba y tú todavía no me puedes quitar la camisa.
- Solo quería tocar tu piel y ya puedo hacerlo sin retirarte nada – Hyojin subió una mano por la piel de su espalda, demostrándole su punto.
- ¿Pero no sería más cómodo sin nada de por medio?
- Muy narcisista de tu parte queriendo presumir tu cuerpo.
Seungjun se encogió de hombros.
- Desde que Seunghee me mostró los beneficios del ejercicio, nada ha sido lo mismo. Deberías intentarlo…
- Prefiero seguir jugando basquetbol con los más jóvenes y correr en las mañanas. Gracias.
- Pero admite que los cambios son satisfactorios.
- Eso no lo niego – Hyojin acarició los brazos de su novio, admirándolos.
- ¿Y de verdad no quieres verme ejercitar? – Seungjun intentó seducirlo.
- Lejos a lo que muchos creen, no me agrada la idea de ver a gente sudar, cargar cosas pesadas y hacer sonidos raros que solo harían en un aeróbico a las 3 am… Es un fetiche raro, pero lo respeto.
- ¿Y si fuera yo?
- Prefería que hicieras otra cosa.
- ¿Cómo qué?
- … ¿De verdad me harás decirlo? – su novio se encogió de hombros.
- No le veo lo malo.
- … Si vas a sudar y hacer sonidos raros, prefiero que sean arriba o debajo de mí.
Seungjun enmudeció.
- … Eso fue muy específico.
- Tú lo pediste y cómo quieres que te retire la ropa… Lo haré con mucho gusto.
Hyojin se deshizo de la corbata y la camisa como le habían hecho a él.
- Ahora estamos igual de condiciones ¿Algo más que quieras que te conceda?
- No, así estoy bien.
- Perfecto.
Hyojin tomó su mentón y lo besó de forma necesitada y ardiente, Seungjun se derretía como si fuera la primera vez que lo hacía. Siempre con deseo y con ganas de seguirlo probando. Sintió un agarre en sus caderas que lo obligaron a moverse al sillón más cercano, donde los dos cayeron, con Hyojin encima de él.
El mayor se detuvo, se separó de él para desabrochar su cinturón y su pantalón bajándolos lo suficiente. Seungjun hizo lo mismo. Hyojin volvió a acercarse para besarlo de nuevo.
Movió ligeramente sus caderas contra las de él y ambos suspiraron. Hyojin repitió mismo los movimientos de manera rítmica y la habitación se llenó de jadeos y suspiros. Seungjun se aferraba a sus costados y Hyojin se aferraba al sillón para tomar impulso en sus embestidas.
- Espera – las palabra de Seungjun murieron en su boca al sentir que Hyojin aumentaba el ritmo.
Seungjun luchó contra las sensaciones que provocaba su cuerpo.
- No sigas, n-n – un gemido ronco salió de su garganta.
- ¿Qué sucede?
- No quiero terminar así… Todavía no.
Hyojin se detuvo y lo besó.
- Entonces dime que es lo que deseas.
- Subamos a mi habitación.
Ambos no tardaron en llegar. Seungjun sentó a Hyojin en la cama y se sentó a horcajadas de él, besando su cuello.
- No cerraste la puerta ¿Y si alguien llega? – preguntó Hyojin cuidadoso.
- No te preocupes, todos están en la fiesta sorpresa que me prepararon.
Hyojin apartó a Seungjun de él, con la duda pintada en su rostro.
- ¿Lo sabías?
- Desde hace un par de semanas – Seungjun empezó a reír – cuando había venido a casa por unos papeles para la graduación y marcaron a la casa preguntando que si el pastel sería para el día de hoy.
Hyojin lo miraba incrédulo.
- ¿Todo este tiempo lo sabías y no habías dicho nada? – Seungjun le restó importancia.
- ¿Y qué iba a decir? ¿Qué ya conocía lo de la fiesta? Les iba a arruinar la sorpresa… Es mejor que continuemos lo que estábamos haciendo para no hacerlos esperar más.
Seungjun lo besó de nuevo y acarició su pecho. Hyojin sin pedir más explicaciones, colocó las manos en su cintura. Los besos fueron subiendo de nivel al paso de los minutos en el reloj y Seungjun empezó a mover sus caderas con cuidado, lento y suave, jugando con la cordura de Hyojin que con sus manos comenzó a guiar el compás.
Seungjun se separó de repente, se bajó de la cama y se puso de rodillas, con la mirada de Hyojin siguiéndolo. Bajó el elástico de su bóxer y lo tomó con cuidado en su mano. Jugó con él unos momentos y después lo introdujo en su húmeda cavidad. Hyojin arqueó la espalda, jadeó profundamente y evitó cerrar los ojos para seguirlo observando. La imagen era sucia, como si no lo hubiera visto en otras ocasiones así.
Su cuerpo llegó al clímax y cayó en el colchón. Seungjun se limpió los labios y no soltó su agarré. Volvió a estimularlo hasta que se endureció de nuevo bajo su mano. Satisfecho con su trabajo se levantó y subió a la cama con él para besarlo de nuevo.
- Eres mi perdición –confesó Hyojin.
- Y tú la mía.
Seungjun se acostó y Hyojin se subió arriba de él.
- ¿Listo?
- Espera… - buscó algo en la cama y puso una corbata a la vista de Hyojin. Este se quedó extrañado – quiero que me ates las manos.
- ¿Desde cuándo… – las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.
Seungjun lanzó una sonrisa traviesa.
- Desde hace un tiempo.
- ¿Y porque nunca me lo dijiste?
- Porque nunca teníamos tiempo.
- ¿Y piensas que ahora es buen momento?
- Menos preguntas y más acción.
Hyojin rio y ató como pudo las muñecas de Seungjun.
- Pudo ser peor – comentó Seungjun, observando el intento de nudo de su novio.
- Si me lo hubieras dicho antes me hubiera metido al ejército para que me enseñaran nudos.
- Te ves tan lindo frustrado y enojado… - Seungjun continuó burlándose.
- Eres un caso perdido.
Hyojin subió las manos restringidas de Seungjun por arriba de su cabeza y lo empezó a besar. Antes de seguir bajando, Hyojin abrió la mesita de noche. Encontró el lubricante y algunos condones.
- ¿No te da miedo dejar algo tan intimo en un lugar tan fácil de encontrar? ¿Y si alguien lo encuentra?
- No hables de mi familia cuando estás arriba de mí, arruinas el momento.
- Perdón, solo fue una observación.
- Como sea… continua.
Hyojin obedeció y aplicó lubricante en el cuerpo de Seungjun quien se estremeció al instante y se mordió el labio.
- Deja de mirarme así o no tendré cuidado.
- ¿Y si no quiero que lo tengas?
- Estás jugando con fuego – amenazó Hyojin.
Hyojin le abrió un poco más las piernas y se acomodó entre ellas.
- Verte en esta posición con la manos atadas es tan…
- ¿Revelador? – completó Seungjun.
- Si
Hyojin tocó el cuerpo de Seungjun comenzando por el abdomen, subiendo por el pecho tocando sus pezones. Seungjun sintió escalofríos y respiró entrecortado, anticipando. Hyojin lo besó por última vez y se posicionó en su entrada para abrirse paso.
Seungjun arqueó la espalda y Hyojin le sostuvo de las caderas, temiendo que se lastimara. Cuando Hyojin terminó de entrar, Seungjun suspiró y enredó las piernas en sus caderas. El ritmo que marcó era uno que ambos ya conocían muy bien.
Las manos de Hyojin lo tocaban por todas partes, mientras que el menor se encontraba limitado. Seungjun suplicó por más y Hyojin hizo caso a sus órdenes, colocando su frente en el hueco de su cuello. Ambos eran un desastre de sudor, jadeos y movimientos erráticos.
Seungjun bajó sus manos atadas y aprisionó la cabeza de Hyojin entre ellas.
- Mírame – suplicó Seungjun y Hyojin levantó su mirada – Te amo.
- Yo también te amo.
El climax llegó para ambos cuerpos y Hyojin recostó su cabeza en el pecho de Seungjun. Ambos intentaron recuperar la respiración. El mayor abrió los ojos y encontró un objeto curioso en la mesita de noche de Seungjun.
- ¿Todavía conservas el cuadro que hice en el proyecto?
- Si… Es el primer regalo que me diste… Y el más especial para mi – Confesó Seungjun con los ojos cerrados, acariciando tiernamente el cabello de Hyojin.
- ¿Especial? – esa palabra subió la curiosidad del mayor.
- Si… porque fue la respuesta que necesitaba para saber que también sentías algo por mí…
- ¿Qué te decía?
- Me llenó de valentía para confesar mis sentimientos, de animarme a revelarme contra mis padres y contra todo. Tal vez fue muy temerario, pero prefería intentarlo en lugar de arrepentirme de no hacerlo.
- ¿Quieres conocer la historia del porque lo terminé? – preguntó Hyojin abruptamente.
Seungjun abrió lentamente los ojos y levantó ligeramente sus manos todavía atadas para que Hyojin pudiera levantar la cara de su pecho. Hyojin se colocó atrás de él y lo abrazó.
- Fue en la noche en la que tu padre y mi tío habían peleado afuera de la biblioteca. Yo había llegado a casa, inquieto y no sabía la razón del porqué. Creí que era mi furia acumulada de un padre pegándole a su hijo, pero no fue así…
Hyojin bajó su mano por la cadera de Seungjun. Cuando llegó a su destino, empezó a estimularlo. Seungjun se estremeció al instante y jadeó bajo.
- Incluso me había ido a dormir con esa incertidumbre, pero no pude pegar un ojo…
El compás de Hyojin era lento y seguro. Besó su hombro y continúo hablando a su oído.
- Así que me levanté de la cama harto y busqué algo con que distraerme…
Hyojin mordió su oreja y Seungjun suspiró.
- Y encontré en mi escritorio el cuadro a medias… Sin terminar y con muchos errores…
Seungjun cerró los ojos, e instintivamente, comenzó a mover sus caderas.
- Así que me dispuse a terminarlo y arreglarlo, pensando en ti… Y solo en ti. En nuestras reuniones.
Seungjun controlaba sus respiraciones para retrasar el momento.
- Lo tranquilo que eras en ellos… Y yo también lo era. La tranquilidad que había ahí y lo cómodo que me hacías sentir. No nos comunicábamos, pero creo que era suficiente para nosotros. Nos entendíamos bien.
El sudor volvía a aparecer en la frente de Seungjun y arqueó su espalda.
- Por favor – suplicó.
Hyojin no hizo caso y continuó con su movimiento lento, casi torturante.
- Terminé el cuadro casi sin darme cuenta.
Seungjun chilló. Apretó sus piernas y soltó unas lágrimas.
- No sabía si estaba enamorado, pero tenía la certeza de que mi sentimiento por ti era sincero, sin una gota de malicia, ni odio.
El cuerpo de Seungjun continuaba retorciéndose y Hyojin decidió aumentar la velocidad.
- Por eso quise darte el cuadro, porque ese tiempo juntos en la biblioteca había significado mucho para mí… Y al poco tiempo lo fuiste tu. Te volviste indispensable en mi vida y para mis sentidos. Cuando te dejé ir, fue lo peor que pude hacer. Desde ahí juré no volver a soltarte y también juré que jamás te haría daño.
Seungjun dejó escapar un sonido profundo, llegando a su segundo climax.
- Juré que te amaría con cada parte de mi alma y de mi cuerpo.
Con lágrimas en los ojos, Seungjun intentó recobrar el sentido y su respiración. Sintió como Hyojin lo desataba de su prisión. No tardó en darse vuelta para ver cara a cara, tomarlo de sus mejillas y darle besos pequeños en repetidas ocasiones.
- Eres un idiota. ¿Era necesario mantenerme atado? – le reprochó, casi como un niño pequeño.
- No sabía si el efecto que causaría sería igual – Hyojin retiro el resto de las lágrimas y ambos sonrieron.
- Eso fue intenso… me gustó, pero no ocurrirá seguido.
- ¿Qué? ¿Atarte o retrasar tu orgasmo?
- Tú sabes de lo que hablo… - tragó saliva – Me gustó tu historia ¿Hablabas en serio?
- Muy en serio. De hecho, también me gusta pensar que estuvimos a punto de provocar una revolución en la colonia al anunciar nuestra relación… Tal y como ocurre en la pintura.
- Solo nosotros sabemos lo que significa para nosotros… Te amo – Seungjun le plantó un beso.
- Te amo – Hyojin hizo igual.
El zumbido de un teléfono los sacó de su nube. Seungjun se levantó de la cama, buscó su ropa interior y le pasó a Hyojin la de él. Tomó el pantalón para buscar el aparato, pero encontró otra cosa. Levantó el objeto a la vista de Hyojin y este se dio un golpe en la frente.
- Te lo iba a dar al terminar la fiesta, PERO NO ES LO QUE CREES.
- ¿Y entonces que es? – Seungjun le acercó el objeto y se sentó a su lado.
Hyojin se acomodó en la cama, tomó la pequeña caja y la abrió, revelando un delgado anillo con un pequeño diamante en el centro. A Seungjun se le hizo un nudo en la garganta.
- Es un anillo de promesa… Nos odiamos desde niños, fuimos compañeros de clase por mucho tiempo y nos evitábamos lo más posible. Nos empezamos a conocer, nos preocupamos por el otro, nos enamoramos y no fue fácil. Ahora, acabamos de superar tu etapa universitaria. Tuvimos nuestros momentos altos y bajos… pero creo que lo supimos llevar bien – Hyojin sacó la sortija de su caja – todavía me falta un año para graduarme y por el momento quería darte esto – tomó su mano y deslizó el anillo – como una promesa de que ahora más que nunca quiero formar un futuro contigo. No ahora o el próximo año, pero si en unos cuantos años más. Cuando estemos estables y seguros de dar ese paso, te juro que en ese tiempo te seguiré amando, incluso más.
Seungjun hizo un puchero y unas lágrimas se colaron de nuevo por sus ojos.
- Si, definitivamente pasamos la peor etapa… La distancia, los días sin hablarnos, los desvelos, la soledad, el extrañarnos, sentir que el tiempo no avanzaba. ¿Cuál será la siguiente aventura?
- ¿El estrés laboral? ¿Los pésimos jefes? ¿Buscar departamentos para rentar? ¿El servicio militar?
- Nos enlistaremos juntos… ¿verdad?
- Eso no lo dudes.
- ¿Y si estamos en diferentes divisiones?
- Encontraremos una forma para seguirnos viendo.
Seungjun negó con la cabeza y sonrió.
- Sea lo que sea, espero que podamos superarlo juntos – le dio un beso a Hyojin.
- Feliz graduación.
- Gracias.
- Esperaba darte el anillo en el baile y cuando tuviéramos más ropa, pero no me quejo de los resultados.
- Eres un idiota – Seungjun le dio un golpe en el hombro.
- Pero amas a este idiota – Hyojin se acarició el hombro, fingiendo que le dolía.
- Para mi buena o mala suerte – ambos soltaron una risa y el teléfono de Seungjun volvió a sonar.
Seungjun esta vez tomó el pantalón correcto y en su teléfono encontró quince llamadas perdidas de Seunghee y un audio, el cual reprodujo en un volumen alto:
- ¡Par de idiotas calenturientos! ¿A quién creen que engañan? – el grito de Seunghee los sobresaltó – Talvez al resto de la familia, pero a mi no. ¡Son peor que adolescentes en pleno despertar sexual! ¡Llevamos más de una hora esperando por ustedes y siguen aparecer! Si no se presentan en los próximos minutos, les juro que yo misma iré a la casa y tal cual como los encuentre, así los arrastraré hasta acá. Les recuerdo que no me dan miedo los desnudos, por lo que les recomiendo que vayan moviendo sus traseros o se van a arrepentir.
El audio terminó y el ambiente había dado un giro inesperado.
- El mensaje fue enviado hace 15 minutos – anunció Seungjun, sin una emoción en el rostro.
Nadie dijo nada. En cambio, buscaron la ropa y los zapatos en el suelo rápidamente. Se vistieron como alma que llevaba el diablo a toda prisa.
- ¿El resto está allá abajo, verdad? – preguntó Hyojin mientras se colocaba el cinturón.
- Si
Ambos bajaron las escaleras a toda velocidad y se terminaron de vestir.
- Vaya cuñada tengo – dijo Hyojin, mientras se terminaba de arreglar la corbata.
- Y aun así te quieres casar conmigo – Seungjun se arremangaba la camisa.
- Habrá valido la pena – le guiñó el ojo.
Cuando terminaron de alistarse, salieron de la casa a toda prisa. Más asustados por Seunghee que por el futuro que les deparaba juntos.
FIN.
