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—Te trajo un obsequio, pero no me dijo que es.
Le comento Mingyu a Wonwoo.
Justo acaban de pasar la puerta hacía la casa del Omega, Mingyu había venido de visita junto con Chan, su pequeño hijo. Quien enseguida que vió a Wonwoo, corrió a abrazarlo, sin importar mucho que la bolsa de regalo que el niño sostenía se maltrata un poco.
—Oh ¿De verdad?
Preguntó Wonwoo curioso mientras abrazaba al pequeño de regreso. Para después tomarlo en sus brazos y cargar a Chan para entrar a la sala.
—Si... Ví que papá te dió algo parecido. Así que yo sé que te va gustar.
Dijo el pequeño niño con mucha seriedad, enseñando la bolsa de regalo que sostenía en sus manitas.
Mingyu sonreía detrás de ellos, disfrutando de la adorable vista que es tener al Omega y a su hijo juntos. Sintiendo las mariposas en su estómago revolotear de felicidad, e incluso inconscientemente su aroma a chocolate se liberó, dejando al descubierto lo inmensamente feliz que era en este momento que algunos podrían catalogar como algo común, pero para Mingyu ver a sus dos personas más amadas, lo más importante que existe, era tan precioso notar lo bien que se llevan, ver cómo Chan busca a Wonwoo para estar cerca de él, cómo se siente seguro a su lado, casi como si Wonwoo fuera su otro padre.
Wonwoo olfateó el chocolate, así que volteó a ver a Mingyu, sonriéndole, y correspondiendo el aroma del Alfa con el suyo propio; fresas.
El dulce aroma de fresas se mezcló a la perfección el delicioso aroma a chocolate, creando un ambiente aún más perfecto para el Alfa que sentía su corazón derretido por el cálido amor que sentía.
—¿Algo parecido?
Preguntó Mingyu, devolviendo la sonrisa. —¿Qué es?
Wonwoo se sentó en el sofá, aún con Dino en los brazos, colocándolo en su regazo, dejó al niño ahí. Chan no dijo nada, sus mejillas tenían un adorable colorete rosado, miró a su papá y después a Wonwoo y finalmente le dió la bolsa.
Wonwoo metió la mano a la bolsa de regalo, que estaba exageradamente grande para lo que guardaba.
Cuando Wonwoo sacó el obsequio de la bolsa, sus ojos se pusieron cristalinos y su corazón se agrandó, no sabía que fuera posible sentir más cariño por este chiquillo, y sin embargo aquí estaba, conmovido casi hasta las lágrimas, gracias a este pequeño.
Recibir regalos es algo lo hace sentir extraño, algo como "no es necesario", por eso cuando Mingyu lo llena de regalos no sabe cómo reaccionar, porque una parte de él se siente mimado y halagado, pero a veces no se siente merecedor de tales lujos. Pues los regalos que el alfa suele darle, son bastante costosos y considerados.
Y parece que el pequeño cachorro es muy parecido a su padre, y le encanta dar obsequios. Aunque este regalo no es costoso en dinero, es desbordante en cariño.
—¿Te gusta?
Preguntó Chan un poco tímido, sus manitas estaban juntas y miraba indirectamente al Omega.
Mingyu se llevó una mano al pecho, como si así pudiera contener la ternura que siente en este momento.
Wonwoo sostenía con mucho cuidado un collar de cuentas de plástico colorido, era claro que el pequeño niño lo había hecho él mismo. Pero no era solo un simple collar de cuentas, era uno grueso, de varias hileras de cuentas. Y era claro lo que Chan buscaba con ese regalo; era una gargantilla.
—Es el regalo más lindo que me han dado. Muchas gracias Chanie, es hermoso.
Dijo Wonwoo con una cálida sonrisa, y extendió los brazos para ofrecerle un abrazo a Dino. Quien no lo dudó ni un momento y aceptó gustoso el abrazo de Wonwoo.
El Alfa que seguía parado, no se resistió más y tomó asiento a lado del Omega, buscando formar parte del abrazo.
Wonwoo y Dino lo integraron, haciendo que el abrazo fuera aún más perfecto.
…
Mingyu había pasado muchísimo tiempo debatiendo si ya era el momento correcto para darle ese obsequio a Wonwoo. Su relación ya había llegado a un punto donde están pensando en la posibilidad de vivir juntos. Ya llevan tiempo saliendo formalmente, además Wonwoo adora a Chan, y Mingyu se siente tan feliz de ver a su pequeño hijo querer a Wonwoo como si fuera su otro padre.
Pero antes de sacar un anillo de compromiso, antes de darle una copia de la llave del departamento. Mingyu le entregó a Wonwoo un regalo con un gran valor, pero no solo porque es un regalo costoso, sino por el significado de este. Una gargantilla.
Wonwoo no esta marcado, así que diario portaba su collar, haciéndolo sentir más seguro y cómodo. No lo usaba todo el tiempo, al menos no cuando está en casa o cuando está en casa de Mingyu. Pero ya llevaba tiempo portando el mismo collar, uno que su madre le obsequio hace ya varios años.
Cuando Mingyu le entrego el regalo, estaba tan nervioso, no sabía si Wonwoo lo aceptaría pues ese obsequio es algo tan personal e íntimo que podría ser que Wonwoo lo tomará a mal. Pues que alguien regale un collar quiere decir "quiero cuidarte". Normalmente estos regalos se dan entre familia para poder proteger a los omegas, por eso era algo extraño que un alfa le regalará un collar a un Omega que es su pareja.
—Es... Una gargantilla.
Dijo Wonwoo tomando entre sus manos el accesorio. Era ligero a pesar de ser visiblemente muy resistente, era grueso y algo alargado, sin duda un collar de protección de la mejor calidad, pero no solo eso, también era elegante, con detalles plateados.
—Ah, si, yo solo creí que posiblemente te gustaría. Lo ví y pensé en ti... Me refiero a que es muy elegante, no se, creo que eres elegante, por eso te quedaría bien. El color plateado te va mejor que el color oro, pero también quería que fuera algo muy lujoso, porque bueno... Eres muy hermoso para solo usar sencillo ¿Me entiendes?
Dijo el Alfa de forma rápida.
Wonwoo lo miraba tratando de aguantar una sonrisa, a veces era tan extraño ver al famoso y exitoso corredor de autos Kim Mingyu ser tan tímido. «Sus palabras son igual de rápidas a su auto» pensó Wonwoo con gracia, pues Mingyu estaba hablando rápido. También el aroma a chocolate estaba un poco más dulce de lo normal.
—Y bueno, no es porque el que usas no sea lindo, claro que lo es. Y pues, es más lindo quien lo usa, osea que eres muy lindo... Ese no es el punto. Aunque eres muy hermoso...
La voz de Mingyu se fue apagando poco a poco hasta no decir nada. No sé supone que se ponga tan nervioso solo por darle un obsequio a Wonwoo. Casi diario le da algo, y para Mingyu, darle regalos a Wonwoo son como respirar, y sin embargo está aquí, olvidando como respirar.
Así que tomó una respiración profunda, con intención de volver a hablar, sus pulmones se llenaron de ese ligero aroma a fresas, tratando de ser valiente.
Pero Wonwoo lo interrumpió antes de hablar;
—Vale. Por todo lo que dijiste, creo que quedó claro que te parezco lindo.
Dijo el Omega con algo de burla. Pero liberando aún más el aroma a fresas, como si con eso le diera las gracias por pensar que es hermoso.
—Pero creo que eso no era todo lo que querías decirme.
Wonwoo lo animó a seguir, ahora sí.
Mingyu, más calmado, y completamente encantado por ese rico olor, continuó;
—No sabía si era correcto dártelo. Mi madre me dijo que darle un collar a un Omega es algo muy... Importante. Quizá incluso más que un anillo de compromiso.
Admitió Mingyu avergonzado. Su corazón se aceleró y su cara se puso roja.
—Que por cierto... Ya lo tengo aquí.
Dijo sacando del bolsillo de su chamarra roja de corredor, una pequeña cajita roja de terciopelo.
Wonwoo casi se queda boquiabierto, estaba tan sorprendido que casi suelta la gargantilla que tenía en sus manos. Pero se aferró a ella. Sintiendo sus latidos rápidos, el Omega no sabía que decir. Realmente no esperaba que esto ocurriera justo ahora.
Este no era un obsequio al que puede responder con “gracias” o un “no era necesario”.
Mingyu volvió a respirar profundo, tratando de calmarse, pero mirar la expresión de sorpresa de Wonwoo no lo ayudaba. Esas mejillas rojas, esos lindos ojos que parecen brillar de emoción, esos suaves labios curvados en una expresión expectante y esas finas manos delgadas que sostienen un obsequio. Mingyu se quedó un momento sin palabras.
Pero quiere hacer las cosas bien.
Así que Mingyu, aún sosteniendo la cajita de terciopelo, la abrió, sacó el fino pero visiblemente costoso anillo de diamantes, guardó la cajita en su bolsillo y con cuidado y cautela, tomó las manos de Wonwoo.
El Omega también estaba sonrojado. Pensando si este momento de verdad era real. Seguía buscando sus palabras, pero simplemente no había nada, todo en Wonwoo eran los latidos de su corazón, un corazón que parecía sincronizado al de Mingyu.
Pero Mingyu si tenía palabras que decirle, así que volvió a ser valiente y lo dijo;
—Con este anillo, te estoy pidiendo que me dejes ser tu esposo. Pero con este collar, te estoy pidiendo que me dejes ser tu alfa.
Dijo con voz calmada y suave, está vez sin presiones y sin prisa, aunque todavía estaba nervioso, sentir la calidez de las manos de Wonwoo con la suya fue suficiente para hacerlo seguir.
—Yo... Además de querer que compartas tu vida conmigo, quiero poder cuidarte siempre, quiero poder estar tan cerca de tí como tú me lo permitas.
Terminó de decir Mingyu, algo temeroso de la respuesta de Wonwoo. Quien tenía los ojos cristalinos y trataba de evitar soltar alguna lágrima.
Wonwoo estaba tan sorprendido como conmovido, y más que nada, enamorado.
Y aunque su mente seguía sin saber que de decir, su corazón habló con una única respuesta posible.
—Min... Claro que sí.
Pronunció Wonwoo a la vez que una lágrima de felicidad se escapaba de sus ojos.
—En ambas propuestas, mi respuesta es sí.
Enseguida la expresión de Mingyu se iluminó, su aroma inundó el espacio entre ellos, un chocolate puro tan extremadamente dulce que avisaba la inmensa felicidad del Alfa. Sus ojos también se pusieron brillantes, pero sin perder más tiempo, tomó la mano izquierda del Omega y le colocó el anillo en el dedo anular, sellando el compromiso al fin.
El aroma a fresas acompañó al chocolate, sincronizado los aromas, llenado el ambiente del sentimiento que los olores delataban; amor.
Mingyu también tomó delicadamente la gargantilla de entre las manos de Wonwoo.
—¿Puedo…?
Preguntó Mingyu.
Wonwoo asintió, dándose vuelta, y desabrochandose como experto, la gargantilla que había usado por años. Dejando expuesto el cuello, listo para que Mingyu le colocará la nueva gargantilla.
El Alfa se quedó sin aliento un instante. No es que no haya visto nunca la piel expuesta del grácil y delicado cuello de Wonwoo, sino que ese fue un gesto sumamente íntimo, tan lleno de confianza, que Mingyu se sintió plenamente especial.
Mingyu le colocó la gargantilla con cuidado, dejando intencionalmente unas pequeñas caricias cariñosas en el cuello del Omega. Mientras el Alfa abrochaba la gargantilla, Wonwoo habló;—Aunque, yo estaba a punto de dejar de usar el collar…
El aroma a fresas se hizo un poco más herbal, como si las fresas fueran recién arrancadas. Había algo de picardía y seducción en ese aroma.
Las manos de Mingyu se detuvieron en cuanto completó la tarea. Pero también se quedó sorprendido por esa declaración.
Wonwoo se volteó y lo miró directamente, llevando su mano izquierda a su propio cuello, acariciando la gargantilla.
—Porque con el collar puesto, mi marca no se vería... Si sabes a lo que me refiero.
Pronunció el Omega sin vergüenza, con las mejillas rojas, justo como una fresa. Y esa vista fue preciosa para Mingyu, pues Wonwoo decía esas palabras mientras presumía discretamente su anillo.
—Sé a lo que te refieres.
Aclaró Mingyu sin poder aguantar no relamerse los labios.
…
—A Papá no le gusta el regalo que te dí.
Reclamó el pequeño Chan abrazando a Wonwoo.
El pequeño niño había regresado del baño de lavarse las manos. Apenas los tres entraron a la casa, Mingyu mandó a su hijo a lavarse. El niño se fué al baño, y Mingyu no perdió el tiempo en dirigir sus manos al cuello del Omega, y todo para poder desabrocharle el collar que Wonwoo estaba usando.
Aunque Mingyu se detuvo y no logró quitarle el collar a Wonwoo pues escuchó una vocecita. Y ahí fue cuando Chan entró directo a abrazar a Wonwoo.
—¿Por qué dices eso? Incluso ahora lo está usando.
Reclamó un poco Mingyu. Es obvio que se refiere al collar que Dino le dió hace tiempo al Omega. Pues ese es el collar que Wonwoo está usando justo ahora.
Wonwoo quiso reírse, ambos habían sonado casi iguales. Mientras el Omega se lavaba las manos en el fregadero de la cocina, aún con el pequeño abrazado a sus piernas.
—Porque siempre se lo quitas.
Volvió a reclamar el niño a su padre, aferrándose más a Wonwoo. Pues no era la primera vez que notaba a Mingyu quitarle el collar a Wonwoo en cuanto llegaban a casa.
—Que ya no quiera usar el tuyo no significa que tampoco quiera usar el mío. Papá es muy celoso.
Está vez Wonwoo no pudo suprimir su risa. —Oye Min, Chanie tiene razón.
Dijo Wonwoo mientras se secaba las manos.
Mingyu mostró indignación. Su hijo tenía razón, Wonwoo ya no usaba la gargantilla que Mingyu le regaló, pero es porque ya no es necesario. En el cuello del Omega una marca es suficiente adorno, según Mingyu.
—No usa el que yo le regalé porque…
Comenzó a explicar Mingyu, pero Wonwoo lo interrumpió;
—Después le explicaremos eso. Pero desde ahora no voy a dejar que me lo quites, yo amo el collar que me dió mi hijo.
Algo revoloteo en el interior de Mingyu al escuchar eso. Siempre pasa cuando Wonwoo dice que Chan es su hijo. (Lo cual pasa muy seguido)
—Bien.
Dijo con fingida resignación. En realidad estaba satisfecho. Incluso el aroma a chocolate se hizo un poco dulce.
Mientras Dino lo miró con ojos brillantes.
—¿De verdad lo amas, Papá?
Preguntó el niño hacía Wonwoo.
—Si Chanie, tú lo hiciste para mí, claro que lo amo.
Admitió Wonwoo con toda la ternura que podía, agachándose para quedar a la altura del pequeño.
—¿Cómo me amas a mi?
Preguntó Dino llevando sus manitas al collar de Wonwoo, jugando con las cuentas. Así que por la cercanía, Wonwoo rodeo al niño, y le dió un abrazo. Dino le correspondió.
—Casi, cariño, te amo mucho más a ti.
Dijo Wonwoo con una sonrisa.
Mingyu no sabía cómo es que toda estaba de pie, pues esa escena era de lo más adorable que había presenciado en su vida. Omega y cachorro juntos, como padre e hijo, siendo tan cariñosos. ¿Hay algo más lindo que eso? El Alfa no lo cree.
—¿Pero no como amas a Papá?
Preguntó Chan, todavía abrazado se Wonwoo.
Wonwoo lo tomó en sus brazos y lo levantó, cargando al pequeño niño.
—El amor que siento por tu padre es distinto.
Dijo Wonwoo con seriedad.
Dino pareció satisfecho con esa respuesta, siguiendo jugueteando un poco con las cuentas del collar que Wonwoo usaba.
—Aún así me amas ¿Verdad?
Preguntó Mingyu de la nada. Acercándose sigilosamente para formar parte de ese abrazo también.
Wonwoo le sonrió.
—Si lo hago, sino no me hubiera casado contigo.
Y liberó un aroma a fresas para confirmar ese amor.
De pronto Mingyu sintió las ganas de poder darle un beso al Omega, pero este todavía sostenía al niño. El cual dijo;
—Entonces ya no te lo va a quitar ¿Verdad?
Preguntó al Omega.
—Así es, tu papá ya no me lo va a quitar.
—¿Se lo quitabas porque tapa esto?
Preguntó Chan muy curioso a Mingyu, mientras jugueteaba con una cuenta que estaba justo sobre una marca ya sanada, aún así en la piel del Omega, era claro que unos colmillos habían estado ahí.
A Mingyu le pareció algo sorprendente que Wonwoo dejará que Dino tocará la marca. Pero así pasa cuando se trata de los cachorros, ellos son los únicos, además del Alfa, que tienen permiso de tocar tal parte tan importante del Omega.
—Ah, pues…
Mingyu no supo cómo contestarle.
Wonwoo enseguida le dijo;
—No te preocupes por eso Chanie.
Pero el niño no estaba bien con esas respuestas. Así que al no obtener una de su padre, intentó tener una de su otro “padre”.
—¿A ti tampoco te gusta que lo tape?
Preguntó de forma seria. Hasta era un poco gracioso ver la seriedad en esa carita.
Wonwoo tampoco sabía que responder, no quería herir los sentimientos del niño, incluso volteo con Mingyu, intentando obtener su ayuda para contestarle a Dino, pero Mingyu también seguía en blanco.
Así que el Omega solo improviso;
—Eso no importa, cariño, a mí me gusta usar lo que tú me regales.
Chan se puso pensativo. Soltó las cuentas del collar de Wonwoo y repentinamente dijo;
—¡Entonces ya se! Tengo que ir por algo.
Y esa fue la señal para que Wonwoo lo dejará de cargar.
—Claro.
Dijo Wonwoo bajando al niño y soltandolo. Chan salió casi corriendo con dirección a su habitación.
Mientras Mingyu se acercó al Omega.
—¿A tí tampoco te gusta que lo tape?
Preguntó juguetón. Pues sabe la respuesta a eso, sabe lo mucho que le gusta a Wonwoo poder presumir su marca.
—No iba a decirle que no a mi pequeño.
Dijo Wonwoo.
Ahora que no estaba Chan, la idea de darle un beso a Wonwoo, volvió a la mente del alfa, quien se acercó a Wonwoo con esa intención.
—¿Ahora es “tu pequeño”?
Preguntó mientras lo tomaba de la cintura, acercandolo un poco más a él.
Wonwoo asintió. —Él venía contigo, era amar a los dos, o no amar a ninguno.
El Omega se dejaba acercar, presintiendo lo que Mingyu busca, pues ese aroma a chocolate, está delatando la seducción del Alfa.
—¿Eso significa que me amas?
Preguntó Mingyu inclinándose más hacía el rostro de Wonwoo, respirando su aroma, ansiando poder obtener un poco de su esposo.
—¿Tanto te gusta escucharme decirlo?
Preguntó Wonwoo con diversión, era solo un coqueteo. Incluso liberó el aroma a fresas-herbal. Y también se inclinó hacia él.
La distancia se redujo, ambos estaban casi a punto de saborear la cercanía de sus labios ansiosos. Pero Chan llegó corriendo, y rápidamente llamó la atención de Wonwoo, jalando un poco su ropa.
—¡Aquí! Papá, ten.
Dijo el niño con el puño cerrado, esperando que Wonwoo extendiera la mano para recibir lo que sea que el pequeño guardaba.
Wonwoo apartó a Mingyu, el cual se lamento por eso. Y El Omega se agachó, para quedar una vez más a la altura del pequeño. E hizo el gesto que Chan esperaba, así que dejó un obsequio en su mano.
—¿Qué es…?
Preguntó Wonwoo apenas viendo lo que Dino había dejado en su mano.
—Es uno delgadito, así no te va a tapar nadita.
Dijo el niño muy orgulloso. Y si, en la palma de la mano del Omega, un collar de cuentas de plástico coloridas estaba ahí, a diferencia del que seguía usando, este era distinto, pues era solo una línea de cuentas. Aunque junto con el collar, había un pequeño círculo, igual se cuentas.
Dino lo señaló.
—Y también hice este, porque solo usas los que Papá te dió.
Ese era un anillo.
Mingyu miraba de atrás, y aunque se había lamentado un poco no haberle podido dar un beso a su Omega hace pocos instantes. Ahora no había espacio para sensaciones de esa clase, no cuando está presenciando esto. El corazón del Alfa otra vez parecía querer salir de su pecho por la ternura de su hijo.
Wonwoo también estaba tratando de no emocionarse de más y no llorar por lo tierno y lindo de la situación.
—Oh dios mío, son tan bonitos.
Dijo Wonwoo con una sonrisa.
Chan también sonrió satisfecho.
—Los anillos de papá quieren decir que eres de él, pero ese también quiere decir que eres mío.
Dijo el pequeño con tanta naturalidad que casi hizo reír a Wonwoo.
—Muchas gracias Chanie, son regalos preciosos.
Dijo Wonwoo. El aroma a fresas del Omega era suave, un aroma que envuelve el ambiente, dándole más ternura a todo esto. Y junto con el aroma del chocolate de Mingyu, hace que sea más acogedor, y mucho más dulce.
—¿Te los pondrás?
Preguntó Dino emocionado.
—Claro que sí, cariño.
Chan volvió a sonreír ampliamente, y ahora fue hasta Mingyu y le jaló un poco la ropa para llamar su atención.
—Papá, ahora sí, tienes permiso de quitarle el collar a Papá.
—¿Seguro que está vez si puedo?
Preguntó Mingyu divertido.
El pequeño inflo las mejillas, haciendo un puchero y replicó;
—¿Ahora si preguntas? ¡Y las otras veces no!
Ese gesto hizo reír un poco a Wonwoo.
Mingyu también formó un puchero.
—Ay, bueno, solo decía. Ya voy.
Y se agachó pues Wonwoo seguía a la altura del niño, así que para que Mingyu quiera desabrocharle el collar, se adaptó a la altura.
Wonwoo le pasó el nuevo collar, y Mingyu no necesito indicación, colocándole el delgado collar. Y está vez tampoco desaprovechó para dejarle unas pequeñas caricias en el cuello marcado del Omega.
Cuando Mingyu lo miró con el collar puesto, no pudo evitar sentirse enternecido, la marca del Omega se veía completamente, pero ese delgado collar de cuentas lo hacía llamativo, y más que nada, era el significado de ese collar, no solo era lindo porque Chan lo hizo para Wonwoo, sino que el pequeño fue tan observador para notar lo importante que es para Wonwoo —y también para Mingyu— que esa marca, que aunque todavía no comprendía por completo, era algo que no quería ocultar.
Cuando ya tenía el collar puesto, Wonwoo también le pasó el anillo, y en una petición silenciosa, que Mingyu captó, también le colocó el anillo de cuentas. En el mismo dedo anular de la mano izquierda, el anillo de compromiso estaba ahí, y le seguía una argolla de matrimonio, y ahora, le seguía un anillo de cuentas.
—Te ves muy lindo Papá.
Dijo Chan hacía Wonwoo.
Wonwoo se tocó el collar de cuentas con la mano izquierda, volviendo a presumir discretamente sus anillos, y ahora también, su marca, la cual este nuevo collar no cubría, al contrario, resaltaba.
—Gracias. Aunque tú eres más lindo.
Dijo Wonwoo levantándose. Chan asintió modestamente.
Mingyu también se levantó. Mientras quería reír por la modestia de su hijo.
—¿Ese si te gusta, Papá?
Preguntó Dino a Mingyu.
Mingyu enseguida asintió. —Ese me gusta más.
Dijo el Alfa, quien pareció hipnotizado al mirar a Wonwoo, bajando su vista de los labios del Omega, hasta su cuello, mirando la marca. Y sin poder resistirse, Mingyu llevó una de sus manos hasta el collar, jugueteando con las cuentas. —Es tan hermoso.
Comentó con un trasfondo implícito.
Aunque Wonwoo lo captó enseguida. Pues es obvio para él, que Mingyu no se refiere solo al collar.
Chan asintió muy contento.
—¿Y el anillo?
Preguntó el niño a Wonwoo.
—También es muy bonito.
—Sé que ese quiere decir que te ibas a casar con Papá.
Dijo Chan tomando la mano de Wonwoo para señalar cada anillo, ahora estaba señalando el de compromiso, ese que tiene un diamante.
—Y ese quiere decir que ya estás casado con Papá.
Señaló la argolla.
Y finalmente señaló el de cuentas.
—Y ese, que ahora eres mi Papá.
Wonwoo se quedó sin palabras. Solo sentía su corazón más cálido, y sus latidos que gritaban con cariño y ternura desde su interior.
Mingyu se llevó una mano a la boca, también sin palabras. Si antes había creído que no podría soportar más ternura, estaba equivocado. Y esa escena es una muestra de eso.
Wonwoo volvió a levantar al pequeño en sus brazos y lo abrazó de forma delicada pero firme. Y una vez más, su corazón habló;
—Claro que sí, todas esas cosas son un sí.
Chan se dejó abrazar, completamente feliz y satisfecho de que a Wonwoo parecieron gustarle los obsequios.
Y también, otra vez, Mingyu no se resistió a quedar fuera del abrazo, rodeando al Omega para poder formar parte de esto; del abrazó que su familia estaba compartiendo.
…
—Chanie es tan parecido a ti.
Dijo Wonwoo.
Al fin, después de un día lleno de ternura y cariño, un día de esos que se pueden catalogar como “perfectos”. Estaban a punto de entrar a la cama a descansar.
Pero aún había algo que el Alfa no había podido cumplir, así que buscando tener lo que desde hace rato había deseado. Mingyu rodeo a Wonwoo.
—Te quiere muchísimo.
Dijo Mingyu. —Y sé que tú también. Gracias por quererlo de vuelta.
Y Mingyu lo abrazó de forma delicada, sus manos que habían estado en la cadera de Wonwoo subieron a su espalda, buscando acercarlo más.
Wonwoo con los brazos en los hombros de Mingyu, también buscó cercanía, apretando más el abrazo.
—No me agradezcas, de hecho yo debo agradecerte a ti, me diste una familia completa; tengo un esposo que me ama, y tengo un hijo que también me ama. Gracias a ti.
Dijo Wonwoo.
Quizá era por lo cerca que estaban, pero el aroma de ambos era cada vez un poco más intenso, combinando las fresas con el chocolate, un olor que de alguna forma, antojo a ambos.
—Te mereces todo el amor del mundo, no me agradezcas.
Pronunció Mingyu, bajando más sus manos, colocándolas en la espalda baja de Wonwoo.
Quien repentinamente tenía antojo de unas fresas cubiertas de chocolate.
El abrazo era apretado, sus cuerpos habían encajado inconscientemente buscando la cercana privacidad que no habían podido tener.
Mingyu aspiró el aroma del Omega directo de la fuente; ahora, sin gargantilla y sin algún collar que obstruya el paso a la piel lechosa de Wonwoo, Mingyu se deleitó, en el abrazó, restregando suavemente su nariz.
—No le digas a Chanie, pero yo prefiero que no tengas nada puesto.
Dijo Mingyu sin despegarse de Wonwoo.
El aliento caliente del Alfa hizo que Wonwoo sintiera cosquillas.
—Obvio no le voy a decir.
Dijo Wonwoo con algo de diversión, casi riendo.
—Pero cuándo me refiero a nada puesto, no solo hablo de la gargantilla, eh.
Comentó Mingyu para después dar un beso en la marca del Omega. El cual se sonrojó, entendiendo lo que se refería su esposo.
—Chan está durmiendo en la habitación de al lado, no es momento para eso.
Dijo Wonwoo avergonzado.
Mingyu se alejó un poco, pero no rompió el abrazó. —Lo se, aunque desde hace rato que quería darte un beso.
Wonwoo sonrió. —Un beso está bien.
Y Mingyu se inclinó, y finalmente, después de todo el día queriendo poder obtener esto, el Alfa al fin obtuvo un beso de su esposo. Y al igual que el día que tuvieron hoy, fue un beso cargado de amor, ternura y cariño. Delicado y dulce.
